【 CHAPTER EIGHT 】

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SHE WOLF
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A pesar de las constantes advertencias del joven beta, Etta no pudo permanecer mucho más tiempo escuchando las explicaciones que este tenía para darle, porque apenas pudo asimilar el eco de sus palabras sobre su cabeza se dió cuenta de que estaban metidos en un problema enorme.

Y lo peor, le era inconcebible creer que su pupila había sido la principal promotora de tal atrocidad.

Sin importar cuántas miradas se llevaran después de eso, atravesó la puerta en cuatro grandes zancadas y agarró a la pelirroja por el antebrazo con gran brusquedad.

El quejido bajo de Tessa hizo que todos las observaran subiendo las escaleras con rapidez, siendo la pelinegra quien prácticamente arrastraba a la joven hacia la habitación que ambas compartían para cerrar la puerta de un solo portazo cuando llegaron.

━¿Pero qué haces? ━exigió la menor, liberándose del opresivo agarre que comenzaba a amoratar su brazo━ Para, me estás lastimando.

━¿Es en serio, Teresa? ¿Es verdad que mataste al cazador? ━al pronunciar la última pregunta, Etta obtuvo la confirmación que necesitaba con tan solo ver la expresión pasmada de la pelirroja, quien a pesar de escucharla, se mantuvo callada━ ¡Respóndeme!

━Ha sido el flojo de Dunbar el que te lo ha dicho ¿O no? ━resopló━ Sabía que no se iba a aguantar.

━ Y gracias a que el joven tiene un poco de juicio común y decidió decírmelo ¿Pero qué rayos te pasa? ¿Secuestrar a Marcus St.Clair? ¿Matarlo? ¿Obligar a Liam y Theo a esconderle la verdad a Scott?

━De otra forma no hubiéramos sabido que estaba en Beacon Hills para buscar a Argent. Mi padre está reuniendo un ejército de cazadores para aliarse con Tamora.

━¿Y eso te daba el derecho de matarlo?

El hecho de que hubiera pronunciado aquella pregunta como si no significara nada el hecho de que el nombre de Marcus St.Clair estuviera pintado de rojo en su lista fue el detonante que la hizo estallar:

━¡No lo conocías! ━gritó━ Él asesinó a miles, me obligó a mí, y convenció a Clifford de matarme cuando me convertí. Se lo merecía.

━¿Es que acaso no usas tu cabeza? Porque de haber seguido a tu cerebro en lugar de a tu odio te habrías dado cuenta de que acabas de poner en peligro a todas estas personas ━Etta puso sus brazos en jarras, caminando de una esquina a la otra bajo la mirada atenta de su protegida━ ¿Qué crees que hará Clifford cuando se entere de la desaparición de Marcus justo aquí en Beacon Hills, eh? ¡Exacto! Mandará a sus hombres, y ahí estaremos todos perdidos...

La pelirroja tragó grueso, apartando su vista para no tener que enfrentar la mirada acusatoria de Etta.

Nunca antes la había visto así de furiosa, ni siquiera después de haber recibido el disparo que casi la lleva a la muerte en Los Ángeles. Pero aún cuando sabía que tenía razón, Tessa se negaba a aceptar que había errado en matar a Marcus.

Sin embargo, el solo gesto de no querer enfrentarse al enojo de su tutora probaba que su conciencia se sentía culpable a pesar de todo.

━Eso es, Tessa. Acabas de cometer un error que nos señala directamente. A la manada, a sus familias e incluso a tí misma.

━Creí que de todas las personas que pudieran haber tú me entenderías, después de todo lo que ocurrió ━sollozó, impotente y decepcionada━ ¿Acaso olvidas cómo llegué a caer en tus manos?

━Tienes que darte cuenta de que no estamos solas ahora. Tenemos una manada y un alfa que seguir. Matar es la última de nuestras opciones.

━Yo fui una cazadora. Puedo pensar como ellos, y si Marcus se hubiese enterado de algo, enseguida correría a decírselo a Clifford.

━¡Pero ya no eres una cazadora! ¿Cuando lo entenderás? ━alzó la voz, en un intento por no dejar que su alteración la dominase━ Yo te salvé, te cuidé y entrené para convertirte en algo mejor... no en una asesina ¡Es que no tendrías que haber actuado sin nuestro consentimiento!

De repente, los ojos de Tessa adoptaron una chispa electrizante:

━Deja de hablarme de esa forma ¡No eres mi madre, joder! ━dijo poniéndose en pie━ Tampoco eres mi alfa, dejaste de serlo hace mucho tiempo, no puedes decirme lo que debo o no hacer...

Etta apretó los labios con fuerza, clavando a su vez las uñas contra la palma de sus manos. No iba a demostrarlo, y mucho menos a decir cuánto le había dolido escuchar aquellas palabras saliendo de su boca. Pero si ella quería actuar como la adolescente inmadura que estaba siendo, la dejaría hasta que su propia cabeza tomara conciencia de sus actos.

No obstante, resultaba triste saber que incluso su obstinación era más fuerte que su lealtad hacia ella.

━Creo que tú y yo sabemos muy bien por qué dejé de ser tu alfa ━murmuró, viendo que la expresión de la chica cambiaba a una de total arrepentimiento. Pero aún así, no pronunció ni un solo argumento para arreglarlo.

Cuando la pelinegra dedujo que no había necesidad alguna de continuar con aquella discusión, abandonó la alcoba con dirección a las escaleras, dejando a la joven sola para que aprovechara ese silencio hueco y pensara en lo que se habían dicho.

Quizás era la única forma de comprender que las dos habían manejado ese asunto de forma equivocada.

No le quedaba mucho tiempo para iniciar el cambio, así que cuando vio al resto de la pandilla esperando silenciosamente en el salón, supo que no contaba con el tiempo suficiente para explicarles y marcharse.

━Etta ¿Qué está pasando? ━Scott se acercó cuidadosamente, notando lo incómoda que se encontraba.

━¿Dónde está Tessa? ━los interrumpió Lydia, paseando su mirada del alfa a la hija de Abraham.

━En su habitación... ━respondió━ Y-Yo necesito salir ahora. Podéis pedirle al pequeño beta que os explique.

━No entiendo.

━Teresa mató a Marcus St. Clair ━dijo Liam en respuesta a la confusión que llenaba a la banshee.

Ante esto, el rostro de Lydia se desfiguró en una imagen negativa.

━¿Cómo dices? No, no podría. Ella no es así.

━Lo es ━agregó Theo, sin separar su espalda de la pared que daba a la cocina.

━¿Por qué razón haría una cosa así?

━No lo sé ━Etta negó ante la pregunta de Scott━ creí que había cambiado, pero ya ni siquiera sé si puede controlarse a sí misma.

Con un poco de suerte, y si los chicos explicaban sin saltarse ningún detalle de lo que había pasado cuando atraparon a Marcus; Argent podría resolver ese lío de alguna forma al comunicarse con Clifford y sin involucrar a los licántropos de por medio.

Solo le quedaba rezar para que McCall encontrara otra forma de castigar a Tessa que no fuera expulsándola de la manada. Aunque conociéndolo por lo poco que sabía, estaba segura de que no sería tan cruel como para hacer algo parecido. Quizás fuera un asunto que discutiría luego con Lydia, siendo esta prima de la pelirroja, o quizás con ella misma, pero Etta no se encontraba en condiciones para enfrentarse a ese embrollo.

━¿A dónde vas? ━preguntó una confusa Malia cuando la vio dirigirse a la puerta que daba al exterior.

La pelinegra se giró para dedicarla una sonrisa nerviosa:

━Si no salgo de aquí ahora, la que acabará matando a alguien seré yo ━respondió━ Recuérdale a tu novio que nos vemos mañana.

No esperó a recibir una respuesta por parte de la mujer coyote, simplemente se precipitó a la salida, y suspiró cuando el frío fresco nocturno la envolvió en su suave manto y justo a tiempo.

A veces su lado salvaje hablaba por ella sin su consentimiento, y tal y como le habían enseñado en el pasado, los de su raza poseían muy poco control sobre ello.

Los Lakota, en realidad, solían creer que en su interior el espíritu del animal que los poseía era una lección que les daba la naturaleza para hacerlos ver el mundo desde el punto de vista de los animales.

En su caso, a pesar de haber nacido con los poderes de su madre, la fuerza y la inteligencia las habías heredado por completo de Abraham Gibson. Un hombre que muy a pesar de ser considerado como un guerrero por su gente, nunca llegó a controlar al coyote que llevaba dentro. Por tanto, se aseguró de que su hija pudiera dominarlo en su lugar para cuando llegara la hora de sederle el mando. Lo que no sabían ninguno de los dos, es que a veces las emociones fuertes eran las causantes de que la transformación se abriera paso en su sistema prácticamente a tropicones. Como sucedió en el momento que sus pies tocaron el húmedo asfalto de la carretera.

━Auch ━Etta se dejó caer de rodillas cuando un súbito dolor en sus piernas le envió descargas por toda la espina dorsal.

Luego fueron los tobillos, y los brazos, y la espalda... provocando que un quejido doloroso escapara de su garganta cuando hizo el intento de ponerse en pie y correr hacia la maleza.

Se escondió bajo la sombra de los árboles, y como cada vez que le sucedía exactamente lo mismo, sumida en el dolor que le causaba la tortuosa transformación, la pelinegra se retorció sobre sí misma hasta que sintió una conocida sensación cálida que comenzaba en sus pies y se extendía por todo su cuerpo.

De un momento a otro, ya no era el rostro de una mujer el que se reflejaba en el charco que tenía delante, sino el de un lobo.

Tras emitir un largo aullido cuyo eco resonó por cada espacio del frondoso bosque y sacudir su pelaje blanco, Etta comenzó a correr hacia ninguna dirección en específico, perdiéndose en la oscuridad y sintiendo la libertad bajo la sensibilidad de sus patas.

Además del latir indomable de su corazón dentro de su ahora pequeño cuerpo, a lo lejos podía escuchar el viento del norte soplando por todos lados, sacudiendo las hojas de las altas ramas y haciendo que el cantar de los grillos no fuera más que una pequeña orquesta de fondo.

Saltó sobre las grandes rocas con agilidad, se adentró por cada escondrijo grande o pequeño que encontrara, e incluso cuando llegó a pensar que nada podía ser mejor que vivir solo siendo parte de ese mundo, Etta supo que seguiría siendo humana a pesar de adorar su lado salvaje.

Así que cuando el tiempo pasó, sin ella contarlo siquiera, se quedó quieta en el claro que quedaba cerca del instituto de Beacon Hills.

Un aroma familiar la guió a su encuentro, como si él realmente supiera que ella no dudaría en seguirlo una vez percibiera el olor de su colonia en el aire.

━¿Henrietta? ━Derek estaba apoyado en el capó de su auto, pero cuando descubrió al lobo blanco saliendo de las sombras, su ceño se frunció ligeramente.

Solo fue capaz de reconocerla cuando su cuerpo comenzó a cambiar delante de sus ojos, y al poco tiempo, lo único que quedaba de su forma lobuna fue el luminoso color azul que portaban sus grandes ojos.

Etta se abrazó a sí misma, intentando cubrir su desnudez hasta que él se acercó para taparla con su chaqueta de cuero. No sabía qué la habría empujado a tener ese inesperado paseo nocturno, pero por el momento le bastaba con haberla encontrado y que, además, estuviera a salvo.

El apellidado Hale le regaló una ladina sonrisa que logró tranquilizarla un poco, y luego de frotar su espalda para que pudiera entrar en calor, ambos se fueron de aquel lugar antes de que el reloj marcara las dos de la madrugada.

■■■

Estando sentada en el borde de la cama, vestida con una sudadera varias tallas mayores que la suya y sosteniendo un vaso de agua entre sus temblorosas manos. Etta levantó la cabeza para mirar al pelinegro que la observaba detenidamente.

Ninguno de los dos se atrevía a decir algo, pero se suponía que si estaban solos en el loft y no en la residencia Martin, era porque necesitaban de la compañía del otro y de nadie más.

━Sé lo que vas a preguntar: ¿Por qué aún no logro controlar la transformación a estas alturas? ━susurró━ Es complicado.

Derek se contuvo. No quería decirle que no era precisamente por ello que había decidido buscarla, ni porque los chicos lo habían llamado para advertirle. Sabía perfectamente que ella era capaz de cuidarse sola.

Sin embargo, cuando la veía así de perdida, como si su realidad no lograra ser más fuerte que sus pensamientos, llegaba a preguntarse qué tantos demonios la estarían atormentando.

Incluso cuando sus ojos lo atrapaban mirándola a través de la oscuridad, podía darse cuenta de que algo no iba bien con ella

━Es realmente doloroso ━pronunció en un hilo de voz.

━¿Qué estás queriendo decir?

━La primera vez que mi cuerpo cambió no estaba lo suficientemente preparada ━sus labios temblaron a medida que sus palabras se hacían más toscas y bajas━. Ahora cada vez que adopto mi forma lobuna se siente como si todos mis huesos se estuvieran quebrando dentro mí.

Confundido, supo que no tenía idea alguna sobre si eso fuera algo que le sucediera a los nacidos con ese don. Nadie en su familia había tenido que sufrir por algo parecido, y vaya si tenían varios problemas en el ámbito personal.

Pero en cierto punto, podía entenderla. Querer evitar el cambio a toda costa y no poder hacerlo fue uno de los principales obstáculos que tuvo en su adolescencia, y bien lo sabían todos.

━Lo siento.

Etta negó, diciéndole sin necesidad de palabras que no era algo por lo que debían preocuparse. No obstante, cuando ella quiso explicarle lo que había sucedido en la fiesta, él la interrumpió antes de que pudiera decir nada más:

━No hace falta, las escuchamos.

━Excelente, por lo menos ahora saben lo que puede pasar.

El hijo de Thalia titubeó, pero finalmente, se atrevió a preguntar lo que hacía varias horas le estaba carcomiendo la cabeza:

━Etta ¿Por qué renunciaste a ser alfa?

━Fue por ella. Para salvarla ━suspiró, recordando lo sucedido aquella noche━ Estaba muriendo cuando la encontré, dos hombres la tenían rodeada, y ella era solo una niña indefensa ¿No lo habrías hecho tú igual?

━No ━no era una respuesta sencilla de aceptar, pero cierta━ No lo hubiera hecho con una desconocida. Porque yo no tengo un alma misericordiosa como la tuya.

━¿Por qué te cuesta tanto perdonar, Derek?

━El arrepentimiento, el perdón y la paz no son cosas que lleve en la sangre. Nunca me oirás pidiendo disculpas por nada.

━Y sin embargo, ustedes los Hale han cometido tantos pecados ━sus dedos se entrelazaron con nerviosismo━ pero creo que las cosas del pasado hay que dejarlas donde están.

━Puede ser.

Ella acarició su hombro suavemente, viéndolo cerrar los ojos por unos segundos.

━No me gustó tu comportamiento para con tu tío ━agregó━ fue algo egoísta tener que recordarle delante de todos lo que sucedió con Corine ¿Qué derecho tenías para hacerlo?

━Supongo que una parte de mí quería herirlo donde más le dolía, y sé que nada lo hace enojar mejor que eso.

━Incluso después de todo continúas guardándole rencor.

━¿Tú no lo harías si supieras de todas las matanzas que cometió?

━Sé de eso ━asintió con la cabeza━ Me las sé todas, él mismo me las contó. Incluso sabía que por su culpa la tía Corine fue expulsada de la Manada del Desierto y nunca le dí tantas vueltas. Al fin y al cabo, todos tenemos derecho a más de una oportunidad para redimirnos.

━¿Sabes? Creía que sí, pero la verdad es que no has cambiado mucho desde la última vez.

━Supongo que es algo bueno.

━Solo ve a dormir.

Soltando una traviesa risita, Etta se acomodó al lado izquierdo de la cama, recostando su cabeza sobre la almohada para cerrar sus ojos.

Él la observó en silencio por unos segundos, detallando sus facciones con detenimiento. Henrietta se había vuelto en una mujer muy hermosa, con la misma melena oscura, piel pálida y un rostro adorable.

Sin entender qué le estaba provocando, Derek se acostó en el otro extremo de la cama y volteó su rostro. Se había quedado hipnotizado viéndola dormir. Sonreía cada vez que ella suspiraba tras unas cuantas respiraciones normales que hacían que su pecho subiese y bajase lentamente. Se perdía en la mínima sonrisa que esta hacía al dormir, en sus finas manos sobre la almohada, en su piel.

Aunque tal embobecimiento terminó en el instante que vino a su cabeza que aquella mujer era su amiga, la que confiaba en él y contaba con su ayuda. Hasta allí.

Pero cuando las cosas no podían resultar más complicadas, la sintió moverse lentamente hasta eliminar el escaso espacio que los separaba para abrazarse a su espalda.

━Suelo tener pesadillas ¿Te importa? ━la escuchó decir, y la verdad, ninguno de los dos deseaba que fuera de otra forma.

Así que correspondiendo a su tímido gesto, fue él quien se giró sobre sí mismo y la atrajo cariñosamente hacia su pecho.

━¿Derek?

━¿Mmm? ━dijo somnoliento, preguntándose si en algún momento ella podría callarse.

Etta escondió el rostro en su cuello, haciendo que su cálido aliento le hiciera cosquillas sobre la piel.

━Te he echado de menos.

¡Primera parte del maratón!

Espero que les haya gustado el cap, aunque puede que encuentren algunos errores debido a que mi total atención ha estado siendo interrumpida por un dolor insoportable que tengo en la boca debido las llagas que me aparecieron de la nada para joderme la vida.

Aquí tenemos la segunda escena Detta o Herek, como quieran llamarle. Y la verdad, es que me parecen bien adorables.

Nos leemos mañana amigos, y se les agradece por sus votos y comentarios.

Debbie