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⠀𝟮𝟵. ❛ TIME IS TICKING ❜


CAPÍTULO 29⠀✶⠀el tiempo corre.


── advertencia.

en este capítulo habrá narración de varios métodos de "tortura", incluyendo la desnudez para causar humillación, esta NO conduce a la agresión sexual/violación, sin embargo, si esto no es de vuestro gusto/preferís no leerlo, por favor, saltaos este capítulo.


A ANGELINE LE TEMBLABAN LAS MANOS ATADAS A LA ESPALDA. Decir que estaba asustada sería quedarse corto: estaba jodidamente aterrorizada. Sin embargo, apretando los labios, la chica morena hizo todo lo posible para actuar como si no lo estuviera. Había crecido haciendo esto delante del imbécil manipulador de su padre y se le había dado bastante bien, pero esto era diferente. Era un juego completamente diferente.

⠀⠀Williams tenía exactamente el mismo aspecto que la última vez que Angeline lo había visto, cuando se había acercado a ella en la puerta principal de la casa de su padre. Pelo canoso y los ojos más fieros que Angeline había visto en toda su vida. Era muy difícil no sentirse intimidada. Incluso vestido de traje y con el pelo peinado a la perfección, el señor Williams tenía un aspecto algo tosco. Como si no quisiera meterse con él.

⠀⠀Se agachó junto a su cabeza, haciendo que las mejillas de ella ardieran de vergüenza. Seguía en el suelo, donde Darcy la había derribado, y no podía moverse ni un milímetro, con las extremidades atadas al asiento.

⠀⠀Williams hizo una mueca.

⠀⠀—Con moratones ya, Angeline —dijo—. Veo que no has estado cooperando muy bien con mi hija. Pensé que una vieja amiga podría haberte hecho sentir un poco más cómoda.

⠀⠀Angeline se mordió la lengua. No digas nada, no digas nada.

 ⠀⠀—¿Y bien? —Williams resopló—. Parecías bastante habladora cuando sólo estabais vosotras dos en la habitación. ¿Ahora te ha comido la lengua el gato, Angeline?

⠀⠀Aun así, la adolescente no dijo nada.

⠀⠀—¿O tal vez debería llamarte Angel? Así es como te llaman tus amigas, ¿no? —Williams dijo mientras se levantaba, caminando a su alrededor.

⠀⠀Angeline estaba tensa, todo su cuerpo rígido. Podía oír su voz y sus pasos detenerse justo detrás de ella, pero no podía verle. Su rostro contenía un permanente estremecimiento, aterrorizada de ganarse una patada en la nuca o algo aún más duro en la espalda.

⠀⠀—Vamos, Angel. No tenemos todo el día —dijo Williams—. Y realmente no quiero tener que ponerme violento contigo, pero lo haré si es necesario. El hecho de que seas una adolescente no me perturbará, espero que no pienses en ello como una ventaja a tu favor.

⠀⠀Angeline apretó los dientes. Cada vez le resultaba más difícil no decir nada. Lo único que quería era arremeter contra aquel hombre.

⠀⠀—Déjame levantarte de ese suelo. Tal vez entonces te sientas más... cómoda para comunicarte conmigo.

⠀⠀Oyó un chasquido de dedos y se sobresaltó. Por un instante, Angeline pensó que era el chasquido de una pistola. En lugar de eso, dos hombres se adelantaron, agarraron la silla por ambos lados y la levantaron sin esfuerzo para que volviera a estar sentada. Angeline hizo una mueca de dolor en la cabeza y en las costillas, donde Darcy la había herido.

⠀⠀Angeline vio a la mujer rubia de pie a unos metros de distancia, con los brazos cruzados sobre el pecho mientras se apoyaba en una de las paredes, simplemente observando.

⠀⠀—Mila, ¿dirías que he tratado a Angeline con justicia hasta ahora? —preguntó Williams.

⠀⠀Angeline casi había olvidado el verdadero nombre de Darcy. Ahora le costaba referirse a ella como Mila en su cabeza.

⠀⠀La rubia asintió.

⠀⠀—Muy justo, padre. Quizás demasiado.

⠀⠀—¿Oh? —Williams reprendió—. ¿No crees que fui injusto cuando me vi obligado a asesinar a esas dos adolescentes? ¿Cómo se llamaban?

⠀⠀Angeline empezó a temblar de rabia. Mantente callada. Mitch le había advertido sobre él. Encontraría debilidades en ella que ella no sabía que existían y las explotaría hasta conseguir lo que quería.

⠀⠀Darcy se burló.

⠀⠀—Kira y Sage. Algo así.

⠀⠀—¡Vete a la mierda! —Angeline estalló de repente—. ¡Sabes sus nombres! ¡Sabes sus putos nombres, zorra de mierda! Eres una puta sádica y el karma se saldrá con la suya...

⠀⠀Una mano le apretó el hombro y Angeline se revolvió para quitársela de encima.

⠀⠀—¡Suéltame! ¡Déjame en paz! ¡No me toques!

⠀⠀—Ciara Watson y Paige Jones, ¿verdad? —Williams dijo con calma desde detrás de ella y Angeline se encontró congelada, sollozos secos de frustración todavía dejándola—. Admito que fue una pena. Quizá realmente no sabían nada, pero no podíamos arriesgarnos.

⠀⠀Angeline cerró los ojos e intentó ignorarlo.

⠀⠀—Pero después de eso, Mila, ¿dirías que fui injusto al enviarte tras Mitch Rapp? —Williams preguntó.

⠀⠀Todo en su interior hirvió al oír su nombre salir de los labios de Williams.

⠀⠀—En absoluto, padre. Angel ha sido tratada muy justamente considerando las circunstancias.

⠀⠀No puto reacciones. Prácticamente podía oír la voz de Mitch en su cabeza, diciéndole que mantuviera la calma y se callara antes de perderlo todo.

⠀⠀—Te contaré un secreto, Angel —dijo Williams y luego se inclinó peligrosamente cerca de su oído para susurrarle—. Mitch Rapp no debía morir.

⠀⠀Angeline hizo todo lo posible para ahogar sus gritos. Para no ceder.

⠀⠀—Verás, el plan era capturaros a los dos. Pensamos que torturándolo delante de ti conseguiríamos que hablaras —continuó Williams—. Sin embargo, parece que Rapp no pudo soportar ni una bala en el hombro. Era demasiado débil después de todo.

⠀⠀Angeline apenas podía contenerse. Le temblaban las manos y todo su cuerpo se estremecía de rabia y pura agonía. No por el dolor físico, sino por el emocional. Echaba tanto de menos a Mitch y hacía unos meses ni siquiera sabía que existía.

⠀⠀—¿Qué crees que le está pasando a su cuerpo en este momento, eh? —Williams tarareó—. Quiero decir, no habrá funeral. Ni familia, ni amigos. Probablemente lo hayan metido bajo tierra y ya lo estén reemplazando. Nada más que daños colaterales.

⠀⠀Angeline recordó cómo él había cedido y le había contado algunas cosas sobre su familia después de que ella hubiera tenido un episodio con Zimmerman. Había admitido que había tenido pesadillas durante meses y que ella había sido la primera persona que había intentado ayudarle.

⠀⠀Joder. Al final no había podido ayudarle. Su sangre estaba en sus manos. Si hubiera llamado a alguien antes, si hubiera parado mejor la hemorragia o conducido más rápido...

⠀⠀—¡Cállate! —Angeline gritó—. ¡Sólo cállate! ¡Cállate!

⠀⠀Darcy sacudió la cabeza con una sonrisa burlona.

⠀⠀—Te enamoraste de él, ¿verdad?

⠀⠀—No. Es que no soy una puta gilipollas sin corazón como vosotros dos —maldijo Angeline—. Estáis enfermos y sois retorcidos y viles...

⠀⠀—No necesitamos que enumeres todos los sinónimos de "malos" que conozcas —siseó Darcy—. Necesitamos que nos digas los códigos.

⠀⠀—Mila —advirtió Williams—, ¿no ha terminado tu tiempo de interrogatorio ya?

⠀⠀Darcy levantó la barbilla.

⠀⠀—Bien —espetó—, pero, para que lo sepas, no vas a conseguir nada con esto. Si quieres mi opinión, vas a tener que sacarle la información a golpes a la zorra.

⠀⠀Angeline sintió que la recorría una pizca de miedo.

⠀⠀—Gracias por tu aportación, Mila, pero es muy innecesaria —dijo Williams con severidad—. Ahora, puedes mirar en silencio, o irte. Tendremos los códigos mañana a esta hora. No te preocupes.

—¡RAPP, PUTO BASTARDO!

⠀⠀Mitch gimió y puso los ojos en blanco. En cuanto vio el número privado que llamaba a su teléfono desechable, supo de quién se trataba.

⠀⠀—Has salido del hospital sin permiso, has entrado en casa de Lewis, has dejado inconsciente a una anciana, has destrozado su sala de seguridad, ¿y ahora qué? ¿Planeas encontrar a esta chica tú solo? —Stan descolgó el teléfono.

⠀⠀Mitch miró por la ventanilla del avión y sólo vio nubes mientras el sol empezaba a ponerse. El avión privado en el que viajaba pertenecía a un viejo amigo suyo, parte del mismo grupo de personas que le habían conseguido armas y un coche cuando salió del hospital. Antes de la CIA, eran todo lo que tenía para ayudar en sus misiones. Podía volver a hacerlo.

⠀⠀—Ese es el plan —respondió Mitch—. Ya que no pensáis ayudarla vosotros mismos.

⠀⠀—Lo sabía. Joder, sabía que te habías encariñado demasiado con ella —le gruñó Stan—. ¿Dónde estás ahora mismo?

⠀⠀—Actualmente volando —dijo Mitch—. Me voy a Nueva York.

⠀⠀—¿Nueva York? —Stan repitió—. ¿Nueva puto York? ¿Quién-Quién te crees que eres?

⠀⠀—Creo, señor, que soy uno de los mejores que ha tenido nunca, y estoy a punto de jugarme el pellejo para salvar a esta chica que usted considera nada más que un daño colateral —respondió Mitch—. Así que, con o sin su ayuda, voy a entrar ahí y voy a recuperar a Angeline. Y que yo personalmente salga vivo con ella puede que dependa de usted.

⠀⠀Stan suspiró pesadamente. Hubo una larga pausa.

⠀⠀—Bueno, entonces vas a tener el elemento sorpresa de tu lado.

⠀⠀Mitch enarcó las cejas y se removió en el asiento, apartando la vista de la ventana para mirar ligeramente hacia la mesa.

⠀⠀—¿De qué estás hablando? —preguntó Mitch.

⠀⠀—Creen que estás muerto —le dijo Stan—. Hicimos que nuestras fuentes filtraran que un varón de veintidós años con tu descripción exacta fue hallado muerto en el lugar donde encontraron a Angeline Lewis.

⠀⠀—¿Así que no me esperan? —Mitch se sentó más erguido, sintiéndose un poco más seguro que antes.

⠀⠀—No, pero podrían estar esperando a los hombres de Lewis, por lo que aún debe ser cauteloso.

⠀⠀—¿Ni siquiera vas a intentar hacerme dar la vuelta?

⠀⠀Stan gimió en voz alta.

⠀⠀—Mira, Rapp... ¿Cuántos hombres necesitas?

—HE OÍDO DECIR A MI HIJA QUE ERES MUY HABLADORA —dijo Williams, colocando frente a Angeline la silla que había hecho traer a uno de sus hombres y sentándose en ella. Apoyó los brazos en los muslos y se inclinó hacia delante, más cerca de ella—. Parece que hoy no hablas mucho.

⠀⠀—No tengo nada que decirte —respondió Angeline al instante.

⠀⠀Había pasado media hora desde que Darcy se había levantado y marchado, y Williams no había hecho otra cosa que observarla en silencio. Tal vez pensó que ella se rompería bajo el silencio, pero sólo le dio tiempo a Angeline para pensar en lo mucho que el hombre que tenía delante le había quitado. Mitch, Ciara, Paige...

⠀⠀Williams esbozó una sonrisa.

⠀⠀—Suenas exactamente como tu amiga. La del pelo rosa.

⠀⠀Angeline podría haber enfermado. Hablaba de Ciara. Su Ciara.

⠀⠀—Estás pálida. ¿Puedo ofrecerte algo de beber? ¿Quizá algo de comer? Debe de haber pasado un tiempo desde la última vez que consumiste algo sustancioso —le espetó Williams.

⠀⠀—Me pregunto de quién es la culpa.

⠀⠀Williams se rió entre dientes.

⠀⠀—Bueno, de tu padre, por supuesto. ¿No te alegras de estar aquí? Sus hombres disparaban para matarte, Angel. Mis hombres disparaban para salvarte.

⠀⠀—¿Salvarme? —Angeline se burló en voz alta—. ¡Sí, porque muy a salvo ahora mismo!

⠀⠀—No estás muerta, que es lo que estarías ahora mismo si hubiera sido tu padre el primero en alcanzarte —replicó Williams apresuradamente—. Ésa es una de las razones por las que tu padre y yo nunca fuimos socios. Yo era demasiado crédulo en el pasado, y él... Tu padre era despiadado. Tan despiadado, de hecho, que está dispuesto a matar a su propia hija por esto.

⠀⠀Angeline tragó grueso, tratando de ignorar lo mucho que le dolía oír esas palabras en voz alta. Siempre había sabido que él no la quería como era debido, no como un padre debería querer a su hija, pero siempre había albergado dentro de ella esa esperanza infantil de que algún día él se daría cuenta de lo mucho que le importaba y que ella podría tener el tipo de relación que Ciara tenía con su padre o algo así.

⠀⠀—Yo soy más un hombre de familia, ya ves —dijo Williams—. Mi Mila es unos años mayor que tú. Veintitrés. Pero siempre será mi niña. Tengo entendido que no estabas tan unida a tu padre.

⠀⠀Angeline no dijo nada.

⠀⠀—Siempre fue más cercano a tu hermano, ¿verdad? —Williams continuó, levantándose de su asiento para caminar alrededor de su silla lentamente—. ¿ Cuánta rabia te da eso? ¿Que nunca te quisieron? ¿Que siempre has sido sólo... una especie de oveja negra en la familia?

⠀⠀Angeline se mordió el labio inferior y luego forzó una pequeña sonrisa a pesar de su miedo.

⠀⠀—Bueno, verás, Williams... Estoy bastante orgullosa de ser la oveja negra de esa triste excusa de familia. Así que esa táctica no va a funcionar conmigo. Dime algo que no puto sepa. No me importa mi padre.

⠀⠀—¿Ni siquiera tu hermano? —reflexionó—. Debisteis de estar muy unidos en algún momento de vuestras vidas. No nació como una especie de monstruo, ¿verdad?

⠀⠀—Para mí está muerto —susurró Angeline entre dientes apretados—. Pero sigue intentándolo. No me va a disgustar.

⠀⠀—¿Dices que tienes que vivir por tu madre?

⠀⠀Williams sonrió satisfecho al ver a Angeline visiblemente inmóvil en su asiento.

⠀⠀—Podemos escoltarla fácilmente de Londres a Nueva York. No será ningún problema.

⠀⠀¿Nueva York? ¿Estaban en Nueva York? Supuso que en realidad no importaba dónde estuviera porque, a fin de cuentas, iba a morir allí.

⠀⠀—Buena suerte —tragó Angeline sin inmutarse—. Seguiría sin decir una palabra. Antes mentí para dejar en ridículo a tu hija. ¿Por qué crees que vivo en California? Para alejarme de esa... esa mujer.

⠀⠀La mentira le dolía, sobre todo sabiendo que podría ser lo último que dijera sobre la mujer que la había parido, criado y amado más que nadie, pero era completamente necesario mantenerla al margen. Angeline deseaba estar en Londres ahora mismo, acurrucada en el sofá con su madre, acariciándole el pelo mientras hablaban en voz baja.

⠀⠀—¿Dejar en ridículo a mi Mila? —Williams se rió entre dientes—. Te has limitado a hacer el ridículo. No eres más que una patética adolescente que encuentra el humor en las formas más burdas.

⠀⠀Angeline respiró hondo para contener su furia.

⠀⠀—Eso puede ser cierto —murmuró Angeline—. Y si ese es el caso, entonces su hija no es más que una patética vieja farsante que cayó en mi burda forma de humor. Y todavía puede chuparme la puta polla.

⠀⠀Un destello de ira bañó a Williams y Angeline fue agarrada por la mandíbula. A diferencia de antes, Angeline no pudo forzar la saliva para escupirle a la cara, pues Williams le había apretado los dedos en el cuello, cortándole también el aire. Angeline intentó no forcejear contra él.

⠀⠀—¿A quién estás entreteniendo, Angeline? —Williams siseó—. Este acto que estás haciendo no te lleva a ninguna parte.

⠀⠀—Me estoy entreteniendo a mí misma —Angeline logró raspar—. Después de todo, está bastante jodidamente aburrido por aquí...

⠀⠀La interrumpió un puñetazo en el estómago, tan repentino y penetrante que realmente dejó de respirar durante unos instantes. Williams dio un paso atrás como para admirar su forma rota, la forma en que jadeaba, encorvada en su asiento, con los brazos aún enredados detrás de ella, las muñecas sangrando y llenas de cicatrices. Angeline estuvo a punto de ahogarse ante la sensación, haciendo todo lo posible por no llorar.

⠀⠀Ser golpeada por un hombre adulto definitivamente no era lo mismo que ser golpeada por Darcy.

⠀⠀—¿Lo hacemos más excitante entonces? —Williams espetó—. Tengo varias formas de tortura que podrían hacerte hablar. Tal vez pasemos a cortarte los dedos uno a uno más tarde si esto no te hace hablar. He oído que tienes fobia a vomitar.

⠀⠀En medio de la niebla que se formaba en su cerebro mientras intentaba recuperarse del puñetazo en el estomago, Angeline se preguntó brevemente como demonios sabía eso aquel hombre, antes de darse cuenta de que Darcy debía de haberle contado a Williams literalmente todo lo que sabía. Angeline forzó una dura mirada, deseando al menos poder tocarse el estómago y aliviar el ardiente dolor que sentía.

⠀⠀—¿Qué te parece? —Williams preguntó—. ¿Debería forzarte a vomitar hasta que no quede nada? ¿Y luego te meto más agua por la garganta para que sigas hasta que me lo digas?

⠀⠀Angeline soltó una carcajada amarga.

⠀⠀—Créeme, viejo. Tengo miedo de estar enferma, pero no tanto como para darte los putos códigos por ello.

⠀⠀—¿Oh? —murmuró Williams—. ¿Así que debería amplificarlo un poco? ¿Quizás ir directamente al dedo?

⠀⠀—Que te jodan —gimió Angeline, ganándose una rápida bofetada en un lado de la cara.

⠀⠀Estaba bastante segura de haber oído crujir algo, sus oídos zumbaron durante unos instantes, y entonces se dio cuenta, cuando la sensación de escozor desapareció, de que había sangre caliente chorreando por un lado de su cara y algo ardía como un corte. Angeline se enderezó con los ojos llorosos al darse cuenta de que su anillo la había cortado.

⠀⠀—Pareces bastante orgullosa de ti misma —siseó Williams—. Demasiado orgullosa para una chica que está en la palma de mi mano.

⠀⠀Angeline sintió que él se movía detrás de ella y empezó a juguetear con las cuerdas que le rodeaban las muñecas, lo que hizo que se le aceleraran los latidos del corazón.

⠀⠀—Esperemos que cuando despiertes de nuevo, algo de ese orgullo se haya desvanecido.

⠀⠀Algo contundente golpeó el costado de la cabeza de Angeline y quedó inconsciente.

⠀⠀Cuando volvió a abrir los ojos, Angeline fue demasiado consciente del frío que hacía. Se dio cuenta de que estaba presionada contra el suelo de cemento helado, ya sin estar atada a la silla. Sin embargo, sus tobillos y muñecas seguían atados con una cuerda.

⠀⠀Al levantar la mejilla del duro suelo, Angeline gritó con una mezcla de miedo y vergüenza cuando se dio cuenta de que estaba desnuda. Alguien la había despojado de toda su ropa cuando estaba fuera, dejándola tan desnuda como el día en que nació.

⠀⠀Así era como Williams planeaba bajarle los humos. Desde luego, ya había funcionado. Angeline nunca se había sentido tan humillada en toda su vida, sobre todo cuando levantó un poco la cabeza para hacer contacto visual con uno de los hombres de seguridad y sus miradas se cruzaron.

⠀⠀Inmediatamente, Angeline volvió a hundir la cabeza y los gritos salieron de sus labios. Ninguna lágrima goteaba, era como si estuviera demasiado agotada para hacerlo, pero los sollozos secos pesaban y se sentía como enferma.

⠀⠀—Vaya, vaya —la voz de William resonó en sus oídos—. Mi hija y yo ciertamente dejamos algunos moretones desagradables.

⠀⠀Angeline mantuvo la cabeza curvada hacia sí misma, negándose a levantarla y mirarle. Estaba dolorida y avergonzada.

⠀⠀Estaba claro que a Williams no le gustó su falta de comunicación, porque entonces la agarró por la parte de atrás del pelo. Angeline chilló y miró al hombre mientras la levantaba del suelo lo suficiente como para que ella captara su sonrisa.

⠀⠀—No me está costando nada doblegarte, Angeline —dijo Williams—. ¿Ves lo que he tardado en darme cuenta? Te has pasado toda la vida con ese ego: nacida rica, nacida guapa, amigos populares, familia millonaria... Tuve que bajarte los humos y mirarte. Actuando como una pequeña bebé llorona.

⠀⠀A Angeline le temblaron los labios y los ojos se le llenaron de lágrimas. Se movió para ocultar aún más su rostro.

⠀⠀—Nada de eso —dijo Williams con firmeza.

⠀⠀Volvió a sentir que le agarraban la cabeza, pero sabía que no era él. Angeline se agitó, gritando de miedo de que uno de ellos la tocara, y sintió de nuevo una bolsa sobre su cabeza.

⠀⠀—¡No! —Angeline gritó sin pensar.

⠀⠀Volvieron a arrojarle agua, que le empapó la boca y la nariz. Angeline se retorcía, tosiendo y balbuceando mientras le arrojaban cubo tras cubo de agua helada sobre la cabeza. Angeline seguía sollozando secamente, intentando recuperar el aliento. Volvía a ahogarse.

⠀⠀Debieron de pasar unos cuarenta segundos antes de que el agua se detuviera por fin. Yacía allí, desnuda y fría, temblando en un charco de hielo. Una mano grande parecía apretarle la bolsa contra la cara, haciéndola gritar mientras el charco de agua empapaba su piel entumecida.

⠀⠀Una patada en la espalda la hizo gemir. Angeline se hizo un ovillo, tiritando y temblando cuando alguien le quitó la bolsa de encima. Escupió un poco de agua que aún tenía en la boca y moqueó por la nariz sonrosada.

⠀⠀—Seguiremos haciéndolo hasta que empieces a darnos números o letras, Angeline.

⠀⠀Cerró los ojos en un intento de ignorar a Williams, rezando con todo lo que llevaba dentro para que, cuando los volviera a abrir, estuviera en otro lugar. En un lugar más seguro. Y Mitch estaría allí. Y también Ciara y Paige, y su madre...

⠀⠀La interrumpió otro cubo de agua helada arrojado sobre su cuerpo. Angeline abrió los ojos de golpe y se tensó, soltando un pequeño gemido al sentir que se le entumecía la piel. Le echaron más agua, una y otra vez, algunas en la cara, otras sobre el cuerpo desnudo.

⠀⠀—Es-Esto no va a funcionar —soltó Angeline entre dientes castañeteantes—. La humillación no hará-hará que te diga nada.

⠀⠀El agua se detuvo y Angeline fue levantada de un tirón. Gritó al sentir los dedos clavándose en su nuca, intentando apartarse de él. Williams la empujó hasta sentarla contra la pared y Angeline levantó las rodillas para intentar ocultar la mayor parte posible de su cuerpo de todos ellos.

⠀⠀Williams bajó más cerca de ella.

⠀⠀—Muy bien, entonces. Supongo que tendremos que darle un poco más de caña. Eres una chica muy valiente, Angeline.

TRES HOMBRES ERA TODO LO QUE STAN PODÍA PRESTARLE A MITCH, y esperaba que fuera suficiente. Había pasado las últimas horas investigando todo lo que había podido sobre Williams y el edificio en el que mantenían cautiva a Angeline. Por lo que él sabía, era un ático en pleno centro de Nueva York, y sería bastante fácil acceder a él.

⠀⠀Sólo tenía que entrar allí sin que los hombres de Williams se metieran primero. Luego, tendría que llevarse a Angeline lo más lejos posible y averiguar cómo sacarle el maldito chip de la nuca.

⠀⠀Si sigue viva, le recordó una voz en el fondo de su cabeza, para su consternación.

⠀⠀Mitch no se permitiría pensar así. Angeline tenía que estar viva porque no había forma en la tierra de Dios de que renunciara a los códigos. La Angeline que Mitch había llegado a conocer era testaruda y bondadosa: iba a persistir. Mitch lo sabía.

⠀⠀Cuando el avión aterrizó, Mitch no pudo bajarse lo bastante rápido. Con la bolsa de viaje colgada del hombro, se dirigió al coche que Stan tenía esperándole y la metió en la parte de atrás. Sentado en el asiento delantero, comprobó de nuevo la tablet.

⠀⠀El punto rojo de Angeline seguía parpadeando en el ático. La miró durante unos segundos. El mero hecho de que estuvieran de nuevo en la misma ciudad le llenaba de una especie de patética ráfaga de esperanza, algo a lo que Mitch no estaba acostumbrado cuando iba de misión. Ninguna otra misión le había parecido tan importante y personal.

⠀⠀Ni siquiera la primera, en la que había vengado a su familia muerta. Aunque había significado mucho para él, toda la situación era desesperada. Cuando estaba a punto de matar a los terroristas que le habían arrebatado todo, se preguntaba si eso le haría sentirse mejor. Después de todo, nunca iba a recuperar a su madre, a su padre y a su hermana.

⠀⠀Sin embargo, una vez que esto terminara, Mitch tendría a Angeline de vuelta. Eso le parecía una recompensa aún mayor, aunque se negaba a admitirlo.

⠀⠀Simplemente sientes pena por ella. Es parte del trabajo.

⠀⠀Pero maldita sea, si él aparecía y ella estaba herida, entonces se desataría el infierno. Ahí era cuando se pondría jodidamente personal en lo que a él respectaba.

⠀⠀Su teléfono empezó a sonar y Mitch lo cogió.

⠀⠀—Rapp. Soy Phelps. Hayes y Larson están aquí también. ¿Acabas de aterrizar?

⠀⠀—Sí, estoy en el coche —dijo Mitch—. Se me ha ocurrido un plan en el trayecto hasta aquí. Tendremos quince minutos como máximo para que te lo explique y te lo aprendas y luego entramos.

⠀⠀—Larson cree que deberíamos vigilar un poco para ver quién entra y sale...

⠀⠀—No tenemos puto tiempo para eso, Phelps —espetó Mitch, poniéndose el cinturón de seguridad con una mano antes de arrancar el coche—. Llegaré en veinte minutos como máximo. Estaremos allí en una hora.

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