【 CHAPTER TWO 】

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PETER HALE,
SON OF A B...
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Si existía algo que Peter Hale detestara más que el optimismo o la intrepidez, eso sin duda serían las visitas inesperadas que alcanzaban a invadir el espacio personal de su cómodo departamento. Mayormente considerado como un santuario donde cualquier presencia a excepción de la suya no era gratamente bienvenida.

Por eso, encontrar a Theo Raeken en medio de su salón fue motivo suficiente para que su buen día se fuera al carajo.

El joven de ojos azulados dió media vuelta para que pudieran mirarse cara a cara. Uno con expresión fastidiada y el otro luchando por no sonar demasiado bromista a tal punto de ganarse una buena bronca con el antiguo alfa.

━¿No sabes que invadir propiedades ajenas es considerado un crimen en California?

Este se encogió de hombros, demostrando que no le importaba en lo absoluto.

━Estaba vacío cuando llegué, así que decidí que me quedaría a esperarte.

━Será que no puedo ir diez minutos al mercado sin recibir sorpresitas como esta ━maldijo en baja voz, al tiempo que desviaba su atención en dirección al chico━ Ahora dime, Theodore ¿A qué debo tu para nada agradable aparición?

━El aullido ━respondió sin más miramentos━, apuesto a que también lo escuchaste.

━¿Hablas del chillido que me hizo m dar un brinco a media madrugada? Sí. Lo oí, y creo que si conectas algunos cabos con otros te percatarás del por qué decidí hacer las compras a las seis de la mañana ━bufó Peter, como si no fuera suficiente tener que desvelarse para también soportar al odioso sustituto de McCall en pleno amanecer.

━Creo que alguien quiere que sepamos que se está acercando.

━ Felicidades, chico. Acabas de ganarte el premio a mejor detective del año ¿Quieres mi consejo? Déjalo pasar.

━¿No estás captando nada? Te digo que algo o alguien viene a Beacon Hills y tú solamente me pides que lo ignore ━protestó notablemente exasperado━ ¿Acaso se te olvida que cuando cosas así ocurren siempre somos nosotros los que acabamos jodidos?

━Por eso mismo te pido que evites el problema, y para aclarar ¿Por qué rayos viniste hasta aquí si sabes que no te iba a prestar atención?

Theo entornó los ojos.

Sabía desde el primer momento, cuando Scott y los demás se marcharon, que tener que trabajar codo a codo con Peter iba a ser un desafío difícil de cumplir. Ambos eran dos huesos duros de roer, uno más anciano que el otro pero igual de engreídos. Al principio creyó que podría clavarse las garras en la garganta por tal de no tener que escucharlo quejarse las veinticuatro horas del día, pero afortunadamente, estuvieron de acuerdo en dividirse las zonas de la ciudad y así no tener que verse la cara por el resto de la semana hasta el día domingo.

━Se supone que somos de la misma manada ━dijo como si fuera la justificación más viable, pero Peter solo levantó un dedo acusatorio en su dirección.

━No, no, no. Tú eres el villano redimido que decidió tomar su segunda oportunidad convirtiéndose en otro de los cachorritos de Scott. En cambio yo... ━se señaló━ continúo siendo libre y sin ataduras.

━Tú escuchaste el aullido. Sabes que es algo grave y solo me estás evadiendo.

━¡Y volvemos a lo mismo!

Peter sabía que aquel chico no iba a detenerse a menos que accediera a lo que sea que tuviera en mente, y esa era la peor parte de compartir la vigilancia con un crío tan tozudo como él. Si fueran padre e hijo nadie se sorprendería, y a veces hasta se preguntaba si tendría otro descendiente suelto por ahí aparte de Malia.

━¿Qué es lo que quieres, Raeken?

━Encontrar la fuente ━contestó casi al instante━ Puedo oler algo extraño en el aire y sé que se trata de eso.

━¿En serio? No me digas.

━Bueno, no soy tu hija, pero tengo un muy buen olfato. Sé que puedo seguirlo sin equivocarme.

El antiguo alfa recogió la chaqueta de la cual se había desecho apenas llegó, creyendo que no tendría que volver a usarla hasta que ese asunto se le cruzó delante. Tomó una lata de Coca Cola y se la lanzó al muchacho, quien entre malabares logró atraparla torpemente.

━Todo sea por un fin de semana en paz.

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Llegar a Beacon Hills había tardado mucho más de lo que creyeron en un principio, y Tessa no podía estar más desesperada por el estado en el que se encontraba su líder, que empeoraba minuto a minuto.

Etta, haciendo ademán de las pocas fuerzas que le quedaban, logró sentarse derecha en el asiento mientras le dictaba las rutas que debía tomar para llegar al lugar que todavía recordaba en su memoria, soportando el dolor que se hacía cada vez más fuerte y difícil de ignorar.

Llegados a un punto en el que no pudieron avanzar más en coche, la pelirroja no le quedó otro remedio que ayudarla a caminar bosque adentro. Sosteniéndole por la cintura y permitiendo que se sujetara de sus delgados hombros en lo que parecía ser una jornada sin fin.

Las gotas de sudor corrían por el rostro de ambas, producto a los nervios y la desesperación de no poder hacer nada más que mover los pies en un juego contra del tiempo. La madrugada había sido larga en la carretera, tan fría como para congelarle los huesos a cualquier persona que transitaba en soledad por el asfalto gris, perdiéndose en la oscura boca del lobo. A Tessa le sorprendía grandemente cuánta resistencia podía tener su tutora después de haber pasado por tanto, pero lo cierto era que un solo disparo se quedaba corto en cuanto a su determinación por aferrarse a la vida.

━Es aquí ━jadeó la pelinegra sin apenas aire en los pulmones.

Pero lo que ambas tenían delante no era precisamente la gran mansión de la familia Hale. Eran solo las ruinas de lo que quedaba de ella.

Etta abrió los labios en busca de un soplo de aire, al tiempo que observaba cada esquina y detalle que ya no reconocía debido a las cenizas. Pedazos de madera chamuscada, pintura seca convertida en polvo de carbón, cristales rotos y el fantasma de una historia que ya todos habían olvidado... Ese lugar, en el que alguna vez puso sus pies en el pasado, ya no era más que eso.

Nada.

━No puede ser ━un murmullo bajo escapó por sus labios, que vino acompañado por una lágrima en sus ojos━ no puede ser posible.

━Este sitio está muerto...

━¡No! Tenemos que seguir buscando. Ellos no pueden estar muertos.

━Etta, mira a tu alrededor. El desastre debió de haber sucedido hace años. No hay nada aquí.

━Tengo esperanza de que todavía quede uno al menos en el pueblo ━le cortó sin siquiera dejarla terminar la frase━Ellos no pudieron morir, él no...

━¿Y qué pasa si lo hicieron? ¿Nos quedaremos buscando a un fantasma hasta que mueras intentándolo? Iremos a buscar ayuda a otro lado. Eso haremos ━palafraseó Tessa entre temblores que la obligaron a arrodillarse sobre las hojas secas━ Y-Yo tengo una prima en la ciudad, estoy segura que nos puede ayudar.

━Las personas nos temen, Tessa.

━¡Pero no voy a dejar que te mueras, maldita sea!

Decir que la desesperación de Tessa la estaba afectando era sencillo, pero podía ver el miedo en sus ojos nada más notar cómo sus irises se achicaban y agrandaban en medio de un mar rojo que dentro de poco provocaría su propio llanto.

Sin embargo, no era la única. Ambas estaban perdidas y, si era sincera consigo misma, iba a tener que ajustarse a la idea de morir allí mismo. En los brazos de su hija, en el lugar donde su vida comenzó realmente, con los viejos recuerdos bailando alrededor de su cabeza.

Estaba bien. No era una mala forma de morir después de todo.

Pero apenas sintió el latir de otros dos corazones acercándose a pasos agigantados, la pelinegra se obligó a apoyarse sobre sus codos para advertir a su pupila de los hombres que corrían en su dirección.

Instintivamente, Tessa se colocó delante de ella como un escudo humano, y en cuanto los vió detenerse a pocos pasos, sus garras y colmillos aparecieron en medio de un rugido agudo que les sirvió como advertencia.

El más joven dió dos pasos hacia atrás, esperando que su compañero lo imitara, pero él había reconocido a una de las extrañas por sobre la lejanía.

Porque aquellos ojos los recordaba aún en sus pesadillas.
━Henrietta Adelaide Gibson ━pronunció con una sonrisa impresionada━ La hija de Abraham.

━Peter Hale... ━dijo la pelinegra, sorprendida de haberse encontrado precisamente con él━ Hijo de la...

━¿Lo conoces? ━interrumpió su compañera, todavía en posición de ataque.

━Él es... hermano de Thalia ━respondió.

━¿No abrazas a los viejos amigos, Addy? ━rió el lobo, posando sus ojos en la herida de su hombro.

━Por si no te has dado cuenta ¡Se está muriendo!

━Nosotros podemos llevarla con alguien que la ayudará ━dijo Theo rápidamente━ En el hospital.

━¡Nada de hospitales!

━Confíen en mi. Este es seguro, tenemos a una amiga trabajando allí y posee cierto conocimiento sobre las nueve hierbas. Ella puede salvarla.

━¿Cómo sé que no vais a hacerle más daño?

━Escúchame bien, zanahoria, porque ya me tienes harto con tu patética versión del guardaespaldas ━la chitó Peter Hale━ Puedes aceptar y seguirnos, o seguir dudando hasta que Henrietta se muera. Ya sabes que nos conocemos de años atrás, así que te dejo dos opciones: Nos vamos o te quedas.

La pelirroja dudó por unos segundos, en los cuales no pudo concentrarse completamente por miedo a que luego fuera demasiado tarde para salvar a Etta. Así que sin pensarlo por más tiempo, terminó por asentir para satisfacción de Peter, pero sin permitirles tocar ni un solo cabello de su cabeza.

Sería ella quien la estaría cuidando muy de cerca hasta que confirmara que esos dos eran de fiar.

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