【 CHAPTER FIVE 】

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WELCOME TO THE PACK
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━Hay diez grupos de cazadores divididos en cada punto de la ciudad, considerando los vecindarios o las avenidas, y liderados por cinco cabezas distintas: Paul Puckett, Lily Poe, William Stanley, Clifford Woolf y la propia Tamora Monroe...

La voz de Etta era el único sonido que alteraba la tranquila quietud que abundaba en el loft de Derek, que aún estando más repleto de lo común, no dejaba de lucir extrañamente hueco para todos.

Scott suspiró pensativo, dándose cuenta de que aquellas dos mujeres solas y sin recursos habían hecho en cinco meses lo que ellos todavía no lograban en un año.

━Nunca hemos intentado luchar contra ellos ━agregó Tessa━ son demasiados y muy inteligentes. No solo está Tamora, también los demás especialistas que ayudaban antes a los Argent y que desaparecieron del radar hasta ahora. Incluído mi padre.

━Llevamos meses intentando planear una estrategia para llegar hasta ella, pero es muy difícil si contamos con que siempre está acompañada.

━Entonces ¿Qué habéis descubierto? ━preguntó Derek desde su posición, apoyado en la pared mientras miraba significativamente a la pelinegra.

La hija de Abraham desvió su atención a la pequeña manada de Beacon Hills, quienes, a su entender, a pesar de ser pocos guardaban una determinación grande y desafiante. Muy pocas veces había tenido la oportunidad de encontrarse con seres sobrenaturales que estuvieran dispuestos a luchar, y mucho menos humanos que los apoyaran.

Pero allí, como solía decir su padre, estaba delante de un ejército.

━Tres manadas ━reveló━ todas huyendo o en peligro de ser atrapados. Sus líderes confiaron en nosotros cuando decidimos que era mejor sacarlos de allí lo antes posible. Adultos y jóvenes, todos ellos apartados de sus hogares y familias para huir de los cazadores. Los hemos estado ayudando a esconderse por más de cinco meses.

━¿Dónde?

━Lugares grandes como San Francisco, pequeños como Malibú o muy poco considerables como Palm Springs.

━O sea que crees que los cazadores no podrían imaginarse que están ahí ━Malia frunció el entrecejo, apoyando sus manos con fuerza sobre la encimera.

━No exactamente. Cuando damos apoyo en tiempos de guerra siempre es necesario pedir algo a cambio, y en nuestro caso fue un círculo de ayuda...

━Lo llamamos La Revolución ━interrumpió la pelirroja━ no solo nos escondemos, sino que trabajamos juntos desde las sombras.

━Ellos vigilan el movimiento de cazadores por los alrededores de su respectiva ubicación y nosotras dos nos hacemos cargo del panal más pesado: Los Ángeles.

De repente, el segundo hijo de Thalia Hale comenzó a preguntarse qué tipo de información tendrían los cazadores sobre cualquiera de las dos, o si sabrían quiénes eran. Si ellas conocían a su enemigo ¿Qué le aseguraba que no fuera lo mismo viceversa? Al fin y al cabo, llegaron a atacarlas en su propio refugio cuando se encontraban completamente desarmadas y vulnerables. Algo tendrían que conocer.

━¿Y lo sabe? ━preguntó, ya iba siendo su sexta pregunta por lo que iba de noche━ ¿Ella tiene conocimiento de quién eres?

━Puede que sepa lo que soy por fuera, pero nada más ━contestó━ Si hay una sola persona a la que ella se molestaría en estudiar es a Scott McCall. Lo sé, porque tiene cierta obsesión con ser quien lo destruya antes que nadie. A él y a su manada.

━Todos ustedes son muy famosos en sus filas, e incluso fuera de ellas.

Tras las palabras de Tessa, esta se colocó a un lado de su tutora y juntas escrutaron al mismo tiempo cuál era la expresión que los definía a todos en esos momentos.

Estaba claro que, a pesar de que habían atravesado por mucho, ese conflicto se estaba convirtiendo en el más complicado con el que alguna vez tuvieron que lidiar. Alfas, kanimas, nogitsunes, doctores del Horror, bestias francesas, Cacerías Salvajes... a veces hasta podrían pensar que su vida solo se resumía a seguir luchando por tener una instante de paz y normalidad; uno que parecía estar más lejos a cada paso que daban.

Pero por fortuna, ninguno se daba por vencido, y eso era algo que la descendiente lobo/coyote comenzaba a admirar.

Cada uno era un elemento distinto, podía notarlo con facilidad y no hacía falta conocerlos lo suficiente para saber que sus personalidades eran tan desiguales como todas las letras del alfabeto griego. Sin embargo, se complementaban unos a otros, dándole un verdadero significado a la palabra «Manada».

Aunque a esas alturas, Etta los veía más como un cóctel mixto que otra cosa. Sin embargo, no podía dejarlos de lado sabiendo que ellos eran lo que más deseaba aniquilar Monroe.

Al principio de llegar a Beacon Hills su primer pensamiento fue que luego de sanar, se marcharía y jamás volvería a pisar ese suelo otra vez; justo y como se lo había prometido a su difunto padre. Pero allí estaba, viendo la cara de todos esos niños. Porque para ella lo eran; niños que no habían tenido tiempo de siquiera aprovechar los mejores años de su vida.

Eso era triste, sobretodo porque le recordaban a Tessa y a sí misma, obligadas a crecer demasiado rápido.

━Tamora es una excelente cazadora, pero hay algo que no ha aprendido aún, y eso es lidiar con una mente doble. Para ella solo somos animales en cuerpos humanos, pensamos con las estrategias de uno y huímos para escapar de su mira; pero existe algo mucho más curioso que eso, y es que nosotros nacimos con un instinto de lucha mucho más agudo que el de cualquier hombre. Si vemos, memorizamos. Si pensamos, lo hacemos a lo grande. Y si atacamos, decidimos si queremos matar o no... somos seres a los que ya muchos quisieran parecerse. No monstruos, no abominaciones, ni mucho menos animales salvajes. Somos parte del mundo y si ella no puede comprender eso, entonces no tiene idea de cómo vencernos.

Todos intercambiaron miradas unos con otros, buscando su aprobación para tomar una decisión definitiva, y era una a la que nadie se opondría claramente. Su equipo estaba listo para recibir a otras dos integrantes, y si iban a luchar esa guerra, las necesitaban a ellas.

━Si estamos dispuestos a enfrentarnos a Monroe, nos sería necesaria una buena estratega que conozca bien cómo manejar las cosas ━habló el alfa, poniéndose en pie para caminar en dirección a ellas━ Ustedes serían de mucho apoyo como parte de nosotros si deciden quedarse.

Ambas le dedicaron una sonrisa.

━En todo caso, será un honor para nosotros formar parte de la manada de Scott McCall. Ahora si me disculpas... ━asintió Etta, desviándose hacia donde se encontraba el más joven de la manada━ ¡Ven aquí, pequeño! Llevo deseando apretujar esos cachetes desde que te ví entrar por esa puerta.

Liam abrió los ojos con horror, esperando que ocurriera lo menos deseado, pero para su suerte, Derek fue mucho más rápido y sujetó a la pelinegra por la cintura.

━Son jóvenes, Etta. No peluches ━advirtió con voz exasperante, provocando que esta riera con gracia.

━No seas amargado, Hale. A tí te gustaba que te acariciara las mejillas cuando éramos niños.

Se escucharon risitas en el fondo de la habitación pertenecientes a Peter y Theo, que lo veían todo sentados desde las escaleras.

━Necesitamos encontrarles un lugar donde quedarse ━habló Malia, rompiendo su silencio por primera vez desde que esa charla inició━ Dudo mucho que quieran exponerse.

Antes que alguien más pudiera decir nada, el pelinegro que continuaba abrazando a la mujer lobo como una cadena de fuerza espetó:

━Podrían quedarse aquí esta noche.

━Qué conveniente ━silbó Peter, sacando a Liam de detrás de su espalda como si fuera un resorte.

Lydia Martin, dando unos pasos hacia delante y atrapando la pálida mano de su prima de sangre entre las suyas, sugirió:

━Puedo pedirle a mi madre que prepare la habitación de invitados. Estarán cómodas y yo me sentiría más tranquila de tener a Teresa cerca para hablar sobre ciertos temas...

━Yo iré a donde sea que vaya Etta ━interrumpió la otra pelirroja.

No era como si no estuviera probado, pero no iba a ser posible separar a ninguna de las dos, por lo menos por esa noche.

Henrietta y Teresa, las dos, habían creado un vínculo muy estrecho desde la primera vez que esta primera le salvó la vida a la ex cazadora. Porque sí, existía más que una simple amistad, algo que las unía como un lazo que iguala la relación de una madre y una hija.

La pelirroja había perdido a su familia por el odio hacia lo que era, y Etta... perdió una parte suya a la edad de quince años.

Y estando allí en Beacon Hills, se le iba a hacer difícil olvidar que alguna vez tuvo la oportunidad de ser algo totalmente distinto a una mujer lobo.

━Vale. Nos iremos con la Banshee ━acordó Etta, abrazándose más a los hombros del hombre que la sostenía━ Pero antes ¿Alguien me va a decir qué carajos fue lo que me inyectó la enfermera?

Al final, mientras todos retornaban a sus viejos santuarios de vida, las dos nuevas integrantes tuvieron que adaptarse a la idea de que a partir de ese momento formaban parte de algo mas grande, y que, además, tenían que acostumbrarse a confiar en otras personas que no fueran solo ellas.

Pero aún cuando sus dudas continuaban atormentando sus cabezas, seguían sin ser las únicas.

Scott tuvo que advertirle a Derek que necesitaban tener un instante a solas con Henrietta Gibson, lo más pronto posible y lejos de donde su pupila pudiera escucharlos. Por eso le pidió a Lydia que la mantuviera distraída a la mañana siguiente para que ellos pudieran hacerse cargo de lo demás. Tessa era muy impredecible, y podía ser que su presencia la llevara a actuar de una forma que les impidiera acceder a más. Por lo tanto, si iban a ponerse prácticos, una tenía que estar lejos de la otra para que no entraran en modo «nos cuidamos las espaldas».

Ese fue el plan que acordaron antes de que se marcharan por caminos distintos. Scott tenía que darle una explicación a su madre una vez pusiera un pie en casa, y Malia estaría con él hasta la mañana siguiente. Por otro lado, Liam y Theo hicieron una promesa que, aunque les jodiera demasiado, tendrían que cumplir, pero para eso necesitaban mucha fuerza de voluntad y largas horas de sueño. Mientras, para los demás pegar el ojo iba a ser muy difícil después de darse cuenta de algo.

Porque por ejemplo, mientras Derek seguía el camino que el Jeep de Stiles recorría delante de su auto, sus ojos no podían apartarse de la chica que tenía a su lado en el asiento del copiloto.

Estaba perdida mientras miraba por la ventanilla al exterior del pequeño poblado de Beacon Hills, y al igual que él, recordando los días en los que solía pisar cada espacio con sus pies descalzos. Por su cabeza iba mucho y nada en lo absoluto, ya que en su estado, le era difícil mantener un mismo pensamiento por más de diez segundos.

Cansado de aquel tortuoso silencio, decidió romper las barreras que los separaban aún cuando no estaban a más de un metro de distancia el uno del otro:

━¿Qué sucede?

━¿De verdad ella ya no está? ━sollozó la ojiazul, apartando la mirada de donde estaba para fijarse en él y su expresión desconcertada.

Derek, por su parte, comprendió en cierto punto el por qué de ese cambio tan repentino. Thalia no solo tenía hijos y una familia que la admiraba. También estaba ella.

━Es una larga historia que de seguro tendremos tiempo de contarte luego, pero no puedo mentirte y decir que todo lo que recuerdas de aquí sigue intacto ━le dijo━ Porque la verdad es que no hay nada salvo las cenizas de la mansión.

La pelinegra se secó las lágrimas con rapidez, suspirando en el proceso:

━Si no fuera por nuestros errores, de seguro la hubiera podido ver antes de que eso ocurriera.

━Etta, éramos solo niños.

━No ━le cortó con una risita angustiada━ Yo era una niña, tú no.

━¿Qué estás diciendo?

━Yo salí perdiendo mucho más que tú, Derek. Nunca te lo dije, pero a partir de todo lo que ocurrió mi vida fue en picado por completo ━suspiró━ Tendría que haberme dado cuenta esa noche en el bosque.

De repente, el lobo frenó en seco en medio de la carretera, haciendo que ambos fueran hacia adelante y luego golpearan sus espaldas contra el respaldo de los asientos.

━¿De qué hablas? ━cuestionó con el ceño fruncido━ Tú te marchaste con tu manada antes del final del verano y me dejaste.

━No lo hice. Estuve esperando toda la noche delante del roble y tú no apareciste.

━Porque mi madre me dijo que se habían ido ¿Qué querías que hiciera? ¿Esperar por un fantasma?

━Yo nunca me fuí, Derek ━negó, encogiendo los labios para que no temblaran más.

Los dos se dedicaron a observarse detenidamente, mientras que dentro sus corazones latían agitados, porque otra verdad salía a la luz y ya era demasiado tarde para arreglarlo.

Quizás, si hubieran sido los mismos adolescentes de hacía años hubieran gritado por la rabia contenida y el dolor de haber sido burlados para lograr separarlos antes de que las cosas se complicaran verdaderamente ¡Y vaya si podrían haberse complicado! Pero eso era un asunto que solo cinco personas sabían y tres de ellas ya no formaban parte del mundo. Henrietta no iba a ser quien volviera a abrir esa herida, de eso estaba segura.

Solo quedaba Peter Hale, y mientras este meditaba en la soledad de su estancia, decidió que, una vez más, estaba dispuesto a llevarse ese secreto a la tumba.

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