【 CHAPTER TWENTY FIVE 】
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FALLING INTO PIECES
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ETTA guardó una muda de ropa en la mochila, y luego otra, y otra, hasta que no quedó nada suyo dentro del pequeño gavetero. Quería marcharse lo antes posible. Antes de que Derek pudiera atravesar la puerta del loft o antes de tener que enfrentarse a cualquier otra persona que la hiciera sentir peor de lo que ya.

Planeaba irse sin decir nada. Buscar a Tessa, advertirle del peligro que corrían y convencerla de volver a ser solo ellas, lejos de cualquier guerra. Haría lo que no había hecho antes por ambas: huir hacia algún lugar lejano donde nadie pudiera pensar que dos mujeres lobo se ocultarían. Puede que Miami, o Texas, aún no lo tenía bien claro. Estaba segura de que la pelirroja no se negaría, de todas formas, nunca se había sentido cómoda estando allí. Y ya veía el por qué.

Aún le costaba creer que la manada pudiera pensar así de ella, sin saber que Tessa nunca sería capaz de matar a nadie de su propia especie. Etta negó, y se obligó a seguir empacando con enojo.

¿La juzgarían a ella por hacer eso? ¿Lo estarían haciendo ahora por lo que ocultó? No lo sabía. Aunque ya daba igual lo que pensaran. No volvería a verlos otra vez.

━Entonces es cierto. Te vas ━escuchó una voz clara que venía de la puerta, y cuando se volteó, respiró con alivio al ver que se trataba de Malia.

La castaña tenía la mirada inexpresiva, y se abrazaba a sí misma mientras caminaba hasta quedar a pocos pasos de la mujer lobo. Etta no esperaba verla precisamente a ella en ese momento, pero de igual forma, resultó difícil.

━Creo que es más que obvio ━respondió en baja voz.

━¿Es por lo de Derek?

━No. Claro que no ━mintió, porque en parte lo era, pero también estaba lo otro━ No voy a mantener a Tessa en un lugar donde su propia manada la acuse de traidora.

━Entonces ¿Simplemente ibas a coger tus cosas y marcharte sin decir adiós? ━el tono de la chica coyote se había vuelto más rudo, como si estuviera realmente furiosa.

Etta se percató de ello, y trató de explicarse mejor para no empeorar las cosas:

━Mal escucha...

━No uses ese tono conmigo. No soy una niña, y tú mucho menos eres mi madre.

━Solo trato de darte la razón por la cual no puedo seguir aquí.

Malia negó varias veces, dejando caer sus brazos a ambos lados de su cuerpo.

━¡Eres mi familia! ━le recriminó━ No es justo que me hagas quererte para después dejarme como han hecho los demás.

━Malia, vaya a donde vaya, eso nunca va cambiar.

━Es solo que... contigo puedo flaquear ¿Vale? No necesito tapar mi dolor porque sé que me comprendes. Sabes lo mucho que esto me está consumiendo, lo mal que van las cosas y yo no sé si pueda seguir soportándolo.

No la vió llorar, pero de igual forma, observó cómo cada pieza de la fortaleza de titanio que la chica había construido para no decaer emocionalmente comenzaba a desmoronarse.

La de apellido Tate se sentó en el suelo junto a una columna de madera, exhausta de todo, y suavemente, la pelinegra se fue acercando a ella hasta quedar agachada a su altura.

━Mal ¿Estás bien?

━No. No lo estoy ━contestó━ estoy terriblemente asustada, y lo peor de todo es que no quiero que los demás me vean así.

━No es solo eso ¿Verdad?

━Hoy discutí con Lydia en la mañana por una tontería. Luego fue con Scott, y después surgió todo lo demás. También me puse a pensar en el futuro y me dí cuenta de que no sé qué haré con mi vida. No quiero niños, ni la casa linda con valla de color blanco y un jardín bonito... no soy ese tipo de chica, pero no sé si alguien alguna vez esté dispuesto a seguirme en ese plan.

Era impresionante como las personas, incluso en esa etapa de su vida donde deberían estar más seguros de sí mismos que nunca, todavía tuvieran alguna duda sobre cómo querían ser el día de mañana. En el caso de Malia no era distinto, y Etta tenía conocimiento de ello porque el amor y la aceptación eran cosas muy complicadas.

━Lo estará, créeme. Si no cambias de opinión, habrá alguien que estará dispuesto a seguirte hasta el fin del mundo ━susurró, colocando una mano encima de su hombro━ Es lo que solía decir mi padre, algún día llegará una persona a tu vida que te hará entender por qué otros no se quedaron.

━Pero yo quiero que se quede. ━replicó la castaña en respuesta, y Etta pudo hacerse una idea de a quien se refería━ y no quiero perder a nadie más en esta guerra. Mientras más lo pienso, más miedo tengo, y yo no quiero sentirme más así...

━Supongo que estamos iguales

Ambas se quedaron allí tendidas, dándose la espalda, con una columna de madera interponiendose entre las dos. Malia miraba hacia abajo, con la vista perdida, mientras la hija de Abraham se dedicaba a posar sus ojos en el techo, en espera de nada en lo absoluto.

━Por favor, no te vayas ━la escuchó murmurar segundos después━ Te necesitamos.

Habría querido decirle algo en respuesta, que sus labios se movieran para formular la disculpa más penosa de todas, pero en ese momento Theo Raeken atravesó la puerta del loft con la respiración tan agitada como un huracán.

Automáticamente, las dos mujeres se pusieron en pie y lo observaron con extrañeza, el cómo su pecho subía y bajaba frenéticamente.

━¡Etta! ━gritó como si ella realmente no estuviera allí━ Clifford Woolf se llevó a Tessa. Ví a un grupo llegar con sus autos y todas esas cosas para cazar hombres lobo.

━Por Dios, Theodore cálmate ━espetó, tratando de tranquilizarlo━ ¿Qué quieres decir con eso?

━Los cazadores ya han llegado a Beacon Hills.

La mujer lobo y la coyote intercambiaron una mirada de desazón, sintiendo que cada sentido dentro de ellas parecía prenderse como una hoguera.

━Tenemos que avisarle a los demás.

Puede que esa no fuese la primera vez en la que los tres corrieran como si la vida se les fuera en ello, pero realmente sintieron que cada segundo se iba haciendo más corto a medida que el tiempo se esfumaba y el camino hasta la casa de los McCall se les hacía más largo.

El corazón de Henrietta chocaba con fuerza atronadora dentro de su pecho, mientras que un solo pensamiento se reproducía dentro de su mente: llegar a tiempo y avisarle a todos.

Sin embargo, sus deseos se vieron interrumpidos cuando arribaron en el lugar y se quedaron momentáneamente congelados, mirando con horror cómo la casa estaba siendo rodeada por un ejército que disparaba sin control a través de las puertas, paredes y ventanas.

━Mi manada... ━Malia se quedó sin aliento, su cabeza viajando años atrás cuando sucedió exactamente lo mismo.

Sus amigos estaban allí adentro...

Etta sintió cómo su rostro se endurecía debido a la ira que esto le causaba. Percibiendo que una parte oscura de su lado animal comenzaba a asomar a través de sus ojos azules.

━Atacad desde atrás.

Escuchó dos rugidos a su lado. Eran Malia y Theo que ya estaban listos para cumplir con su orden.

Ambos mostraron sus colmillos en señal de amenaza, alertando a varios de los francotiradores. Aunque estos no contaron con el tiempo suficiente para apuntar en su dirección.

Etta se avalanzó encima de uno de ellos, dejando su código de no muertes a un lado para hundir sus garras bajo la fina piel de sus brazos, provocando que este gritara de dolor.

Al final, decidió no quitarle la vida porque eso requeriría deshacerse de un cuerpo luego, y en lugar de eso, tomó el arma que antes portaba para comenzar a disparar en dirección de los demás cazadores.

Malia iba apartando a los demás de su camino valiéndose de una fuerza tremenda, y siendo apoyada más atrás por el chico quimera. Los dos con el único objetivo de lograr entrar a la casa.

Los disparos habían cesado ante su llegada, y eso le dió tiempo a varios jóvenes de salir por las ventanas.

Mientras Etta intentaba pasar por entre el gentío que corría debido al revuelo que había causado el tiroteo en el vecindario, no se percató de que los cazadores se habían mezclado y estaban vigilando todos sus movimientos. Por eso, no se percató de que uno apuntaba el rifle directamente a su frente.

━¡No! ━escuchó un grito a lo lejos, alguien a quien ella pudo reconocer al instante, pero para su mala suerte, no a tiempo.

La bala impactó contra su hombro y el veneno que desprendió en su sangre la hizo aullar de dolor. Habría caído al suelo de no ser porque alguien la agarró por la cintura y no permitió que su debilidad le ganara.

━¿Peter?

━Lleva a tu prima hacia un lugar más seguro ━advirtió el apellidado Hale a Malia━ Yo me encargaré de los demás.

La coyote la sostuvo por los hombros, viendo cómo su padre echaba a correr en dirección a la residencia de los McCall, en cuyos alrededores varios de los hombres lobos que habían encontrado refugio allí ahora se debatían en una larga batalla contra los cazadores.

Etta hizo una mueca de dolor cuando Malia la arrastró consigo hacia el otro lado de la calle. Advirtiéndole que se quedara escondida detrás de un coche mientras ella regresaba y se unía a la lucha con su progenitor.

━Te dije que se mantuvieran lejos. ━advirtió Peter cuando la vió llegar y gruñir en dirección de su contrincante.

━¿Y dejarte solo en medio de esto? Ni hablar.

Desde su lugar, Henrietta pudo divisar a los chicos de la manada Kane enfrentándose sin miedo alguno al movimiento, uno que otro también pertenecientes a los demás grupos de refugiados. Derek y Scott estaban entre ellos, tratando de proteger a todos como les fuera posible mientras el resto se las arreglaba para permanecer dentro de la casa.

Sin embargo, su aliento se cortó cuando divisó una cabellera rubia a pocos metros. Aquella que pertenecía a una chica con lentes que ella conocía bien, y que en esos momentos, rugía como una gran guerrera en medio de la arena.

«No» pensó para sus adentros cuando vió a uno de los hombres de negro sorprenderla desde atrás, y sin vacilaciones, la apuñaló por la espalda una y otra vez.

━¡ALLISOOON! ━el chillido que abandonó los labios de Etta fue tan alto, que terminó alertando a los demás.

Otro disparo surcó el aire, y Peter Hale cayó de rodillas ante los pies de la mujer coyote, quien logró reaccionar a tiempo para sostenerlo mientras los otros miembros de la manada se encargaban del responsable.

━Peter...

Él no respondió, simplemente comenzó a respirar con fuerza, intentando sobrellevar el insoportable ardor del veneno en su cuerpo.

A pocos metros, la cabeza de Etta dió contra el suelo cuando vió a Adam Kane llegar hasta el cuerpo inerte de su novia y acunarla contra su pecho. La joven estaba estática, ya carente de vida, con el rostro pálido y los labios inyectados en sangre.

Solo había tenido tiempo de decir que lo quería, y luego el brillo de sus ojos se apagó para siempre.

Scott, Stiles y Lydia miraban la escena con aflicción, e incluso esta última tuvo que ocultar el rostro en el hombro de su pareja para no tener que ver lo que venía a continuación.

Etta simplemente lloró en silencio, mientras se desangraba sobre el asfalto de la acera.

━Por todos los cielos, Adelaide. No cierres los ojos ━le advirtió Derek cuando llegó corriendo hasta ella para levantarla en sus brazos.

Pero ya a esas alturas no podía sentir nada, solo el peso de los fantasmas que la muerte traía consigo llegando y arrastrándose a su alrededor al igual que bestias al asecho.

No supo cuándo la habían metido en el auto, ni mucho menos el momento en el que la señora McCall la recibió en el hospital de Beacon Hills, encima de una camilla rodante donde solo podía divisar la luz que provenía del techo.

━¿Etta? Etta mantente despierta ━escuchó la voz de Derek susurrarle cerca. Sonaba desesperado, e incluso podría decir que estaba llorando

━Hay que llevarlos al quirófano. Venga se están desangrando ━ordenó Melissa con voz de mando━ Los chicos ¿Cómo están?

━Algunos heridos. Pero la joven no lo ha logrado.

«Allison» pensó cuando los escuchó hablar.

Aquella joven que tenía toda una vida por delante. Tan solo diecisiete años y... ni siquiera había tenido la oportunidad de ver a su familia de nuevo. Ya no podría decirles la verdad sobre lo que era y lo que había estado haciendo todos esos meses. Ni mucho menos crecer por completo.

Pero ¿Qué más daba pensar en todas esas cosas? Ya no tenía caso.

No obstante, Etta se negaba a que aquellos hijos de puta de Woolf y Monroe se salieran con la suya. Solo tendría que esperar un poco, pero su venganza iba a ser mucho más despiadada que antes.

Ella no iba a morir ese día, ni ningún otro. No hasta tener la cabeza de esos dos rodando por el suelo que sus pies pisaban. Pero la debilidad era tan atrayente y la inconsciencia tan tentativa que ni siquiera ella misma era capaz de soportarlas. Peter a su lado ya había caído ¿Cómo podría esperar a seguir luchando contra algo mucho más fuerte que su ADN sobrenatural?

Henrietta Gibson no lo supo. Porque cuando más intentó aferrarse a la vida, esta la acabó traicionando de la manera más decepcionante posible.

Dejándola con la interrogante de qué habría sido de todos ellos si las cosas hubieran sido distintas desde el inicio de todo.

Nos acercamos más al final de esta historia.

Perdonen si el capítulo estuvo algo aburrido, no se me dan bien las batallas ni luchas de ningún tipo 😭 pero les prometo que los próximos estarán muy interesantes.

*inserte risa traviesa.