Truyen2U.Net quay lại rồi đây! Các bạn truy cập Truyen2U.Com. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

carl grimes (extra)

── 𝖼𝖺𝗋𝗅 𝗀𝗋𝗂𝗆𝖾𝗌 🐝•˖* 📼 ☄️

(no se olviden de votar y comentar)



















♯➘₊̣̇🐝🌻 ▬▬ 𝗟𝗨𝗖𝗬'𝗦 𝗡𝗢𝗧𝗘 ೃ࿔

Este capitulo esta narrado desde el pov de Carl.

Pdta: no dejen a Lucy en flop en tiktok, acabo de subir un video de Carl y Mara y la canción "ordinary"

Ahora sin más, lloren, y no vendo pañuelos ni pago terapia.

















I'm sitting, eyes wide open
And I got one thing stuck in my mind
Wondering if I dodged a bullet
Or just lost the love of my life . . .


















LOS DÍAS SE HACÍAN CADA VEZ MÁS LARGOS; la verdad era que no sabía cómo sobrellevar todo esto, la pérdida de mi ojo, el dolor. A palabras de John: "Lo estás llevando como la mierda, Carl".

Sí, eso había dicho él.

Había algo raro, algo particular en John desde que se había enterado de la verdad detrás de la muerte de Shane; él suele ser más directo que antes, más brusco y atropellado con lo que dice, claro, con todos menos con Samara...

Samara.

Una amable y dulce chica que vino a leerme los libros de Harry Potter mientras estaba en aquella cama de enfermería. La misma chica que no se movió de ahí a menos que Daryl se la llevara a rastras porque ella también debía descansar. Sigue con aquella venda en el pie, y aunque ya puede ponerse las botas sobre aquel pie, aún debe luchar con las muletas. Una chica que lloró todos los días en silencio mientras yo dormía, pues aún no podía despertarme ni levantarme de ahí por completo. Ella piensa que no la vi, pero quise limpiar cada una de esas lágrimas. Una chica que se emocionó a más no poder cuando me levanté y fui trasladado a mi casa con premisa de mejora.

La misma chica a la que he alejado todo este tiempo.

No lo sé, no quería que ella me viera así; Sam, ella siempre ha sido de esas chicas que, si no existiera apocalipsis, sería algo así como la más popular de la escuela o de la granja, ya que ella nunca fue a una escuela, pero si lo fuera, créanme, ella sería la protagonista. Además, su cabello pelirrojo la hace resaltar de las demás, sus pecas ahora pronunciadas le dan un aspecto fresco y tierno, y ni qué decir de su mirada.

Y ahora...ella tiene un novio que es un mounstro, es como aquel cuento "La bella y la Bestia", solo que yo ni con mil besos de amor podría transformarme en alguien hermoso, ya no.

Nunca podría.

Por eso la estuve alejando todo este tiempo, usando a mi padre o a Michonne para que le digan que estoy cansado, o que debo de dormir, pues ella no merece estar con una basura como yo, no merezco el amor que ella me da, no merezco el amor que nadie me da. 

Hace unos minutos John salió de esta habitación muy molesto o triste, ya no lo sé. Tal vez es por algo que le dije, y también me duele pelearme con él o hacerlo sentir mal. John es mi mejor amigo, mi hermano desde que tengo uso de razón; él lo dirá de broma, pero en verdad me ha visto en pañales, me ha visto las pompis.

Hemos ido a preescolar juntos, hemos estado en las mismas actividades desde pequeños, hemos sido él y yo contra el mundo, y ahora, yo también lo estoy alejando.

En este momento, yo solo estaba envolviendo mi cara con toda la venda que tenía en mi habitación, pasándola por la herida, por mis mejillas, por mi frente, tan solo dejando una parte muy pequeña de mi "rostro" descubierto, para que nadie pueda ver más de lo necesario de mí. De esta abominación.

Yo no sabía qué hacer exactamente, no sabía cómo salir de este agujero en el cual me estaba metiendo, ni siquiera sabía si algún día podría salir de aquí.

Tal vez hubiera sido mejor que la bala hubiera caido en medio de mi frente, no estaría aquí dañando a quienes amo, no estaría aquí sintiendome de la mierda.

Cuando acabe con las vendas, ate un nudo a un lado de mi cabeza, y luego apoye mis manos en el lavabo, mirándome al espejo.

─ D-Dios...¿porque a mi? ─comencé a reclamarle, con la voz quebrada.

Pero nunca fui creyente, no sé por qué le reclamo a Dios. Pero mi mamá sí lo era; pero desde que comenzó el apocalipsis, y después de las cosas que he visto, no podía ser creyente.

¿Cómo podría serlo?

Muerte tras muerte, desgracia tras desgracia

─ ¡¿Porque marcarme?! ─grité aún más fuerte, haciendo que mi garganta doliera, y las lágrimas comenzaran a mojar las vendas que tenía ─. ¡¿Esto es lo que sere ahora?! ¡¿Un mounstro?!

Porque eso era, yo no podía ser otra cosa, nadie nunca podría quererme; es mejor alejar a todos de mi lado, irme de aquí, a un lugar lejano y solitario.

Pero la idea de vivir solo también me aterra.

─ ¡Solo soy un chico! Nadie... n-nadie me va a amar nunca más con esta cara arruinada; se alejarán de mí y...

Gire al escuchar aquella voz, y por un segundo fue un rayito de esperanzas, pero estaba tan destrozado y metido en mi mundo, que de inmediato volví a mi estado de antes: triste.

─ Yo te amo. —dijo, adentrándose en la habitación con mucha cautela.

No la había visto desde hace tiempo, bueno, no así de cerca. Pero si la había visto desde mi ventana, jugando con Beth, o paseando con Sophia, también la había visto charlando con Aaron, o cargando en brazos a Judith mientras sonreía.

─ Yo te amo, y-y... ¡No eres un monstruo!

Ella comenzó a acercarse, y no tuve corazón para detenerla; en verdad la quería, en verdad la necesitaba... Así que la dejé abrazarme, sintiendo su tacto.

Samara pasó sus manos por mi cabello, murmurando repetidas veces que me amaba con locura, y que yo no tenía nada por lo que avergonzarme, que ella siempre estaría ahí para mí.

Yo solo me acomodé entre sus brazos, y podría quedarme aquí por mucho tiempo.

─ Te ayudaré con la venda, ya aprendí... ─dijo con emoción.

Pero aquello solo me hizo sentir extraño.

Ahora sentía que todas las personas me trataban "con pinzas", que cuidaban sus palabras o sus acciones conmigo, así que yo sentía la necesidad de alejarlas.

─ Vete. ─solté de pronto, apartándola de mí, aunque yo no quisiera hacerlo.

─ No, ya te di tu espacio... ─señaló ella, aún un poco sorprendida por cómo la aparté del gesto.

Me acerqué a Mara cuando vi que no iba a moverse y coloqué mis manos en su espalda, comenzando a empujarla fuera de mi habitación.

Y no sabía precisamente por qué lo hacía, si tanto la quería conmigo. Era una batalla interna que luchaba ahora mismo.

Yo solo la empujaba fuera, y cuando por fin ya la había sacado, cerré la puerta antes de que pudiera entrar.

─ ¡Vete! ─grité desde dentro.

Me encamine hacia mi cama y me dejé caer ahí. Mis días no mejoraban, y tal vez John tiene razón, no mejoran porque yo no quiero que mejoren.

Pero antes de empezar a sobrepensar en mis problemas, me di cuenta de algo.

El tobillo de Mara.

Yo la empujé sin ponerme a pensar si su tobillo le dolía; yo solo la saqué de aquí. No me preocupé por ella, ni cómo se sentía; yo solo la saqué de esa manera tan brusca, sin importarme nada.

Me levanté de un salto de la cama, saliendo hacia afuera de mi habitación, con la esperanza de que ella estuviera ahí, pero en el pasillo ahora solo estaba papá, quien dijo:

─ Ella se acaba de ir.

Mierda.





















PAPÁ ME HA DICHO QUE JOHN SE FUE DE LA CASA, y la verdad es que no me importa en lo más minimo que él se fuera, no me importa, quiso irse, que se vaya. Nadie lo detiene.

Yo estaba tirado en mi cama, otra vez con la venda mal puesta, si, lo sabía. Denise intento revisarme, pero a palabras de Michonne y de papá, dicen que fui grosero con la mujer, pero yo no creo eso, yo hable normal, en un tono de voz normal, y muy calmado.

Si, yo últimamente soy la persona más amable del mundo.

De pronto, e interrumpiendo "mi paz mental", escuché toques en mi puerta, y sabía perfectamente quién era.

Samara Dixon.

Ella ha venido a casa estas últimas semanas para verme o ayudarme, pero le he pedido que se fuera y, bueno, nunca lo hacía. Ella siempre se quedaba fuera de mi habitación, parada por un buen rato, hasta que finalmente se iba cuando era tarde.

Ella no se rendía, y yo esperaba que lo hiciera; no quería que ella me espere. Mara debería estar haciendo otras cosas, no lo sé, pasar tiempo con Rosita, con Sophia, jugar con Judith, pintar, escribir en su diario.

─ ¡Vete, Samara! ─grité, usando su nombre completo para simular seriedad, sonar más duro y que se vaya.

─ ¡Carl! ─llamó otra vez, mientras yo me levantaba, acercándome a la puerta, pero no abriéndola. No te he visto en casi una semana; te extraño.

Yo tambien te extraño, amor mío, y daría lo que fuera para retroceder el tiempo, y aprovechar cada momento juntos.

Yo también te extraño, amor mío, y daría lo que fuera para retroceder el tiempo y aprovechar cada momento juntos.

Yo estaba en una encrucijada, no sabía qué hacer, y sin analizarlo demasiado, abrí la puerta.

─ Sabía que lo harías. ─soltó con emoción; pude ver su carita de felicidad.

─ Creí que había dicho que te fueras. ─solté.

Y no sé por qué le dije eso, si en verdad yo quería que se quedara, yo quería que ella estuviera conmigo, que me abrazara.

Pero, por otro lado, no quería que me viera.

— Sí, como toda la última semana, pero mi nombre es Samara Marianne Terca Dixon Rhee Potter.

─ Solo toma tus cosas y regresa a casa. ─dije en un tono muy serio, cruzándome de brazos.

─ No ─negó de inmediato, dando un paso en mi dirección, y juro que en cualquier momento tomaré un cuchillo y apuñalaré la parte de mi cuerpo que me hace alejarme de ella ─. N-No me iré, porque ya me canso todo esto, tu indiferencia y-y... ¡Tu terquedad! ¡Carl, basta! No puedes seguir así. Estás alejando de tu lado a personas que te quieren.

Ella es una persona paciente, paciente y amorosa conmigo, y podría decirse que con cualquier persona que conozca, pero todos tienen un límite, y ella ya debe estar cansada de lidiar con un monstruo como yo.

─ John ya se fue. Judith esta durmiendo en mi casa porque aquí solo se escuchan gritos. Denise sale llorando cada vez que intenta cambiarte el vendaje. Es suficiente ─soltó─. Yo te amo. Te amo. Y no me importa si no tienes una mano, o una pierna, yo estare para ti, te voy a querer siempre. No soy superficial. ¡Tu lo sabes!

Tanto había batallado ella para decir por primera vez "Te amo", y sé que cada vez que lo dice, lo hace de corazón y de verdad. No hay palabras más especiales y sinceras que salgan de su boca.

Pero ahora no sé si eso sirva para arreglarme.

Solo la miré, con la expresión muy indecifrable. Apreté mis labios, teniendo un millón de batallas internas que no pretendía que ella luche conmigo; tiene sus propios problemas, y creo que por fin, luego de mucho tiempo, por fin está segura en un lugar como Alexandria, en un lugar donde puede ser una niña, la niña que nunca pudo ser por la extraña infancia que llevó.

Yo no sé exactamente qué hacer, tampoco sé qué tipo de bicho me controla para poder hacer tantas tonterías, no sé quién hace que aleje a todas las personas que amo de mi lado.

Ya perdí a mi mejor amigo, a mi hermano. Y ahora estoy a punto de perderla a ella, pero no por su culpa, no era culpa de nadie, solo era mía. Mi completa culpa.

Y me hago responsable por todo.

─ Terminamos, Samara.

Solté sin pensarlo, y aunque por fuera estaba muy tranquilo, por dentro estaba destrozado, llorando, sangrando internamente por palabras que yo mismo dije, por algo que salió de mí, por la expresión de ella.

─ ¿Qué? ─preguntó, muy desconcertada, y con la mirada de tristeza absoluta.

─ Ya no tienes nada que hacer aquí, ya no somos novios, no tienes por qué preocuparte por mí. Te puedes ir.

Di media vuelta y entré a mi habitación, cerrando la puerta detrás de mí. Y de inmediato, apenas entre, escuche repetidos golpes en la puerta.

Y por fin, sin que ella me viera, comencé a llorar, colocando mi mano en la boca para no emitir sonido alguno.

─ ¡Carl! ─grito, con la voz entrecortada; sonaba más como si estuviera rogando, y eso solo me dolía ─. ¡Carl, por favor, ábreme!

Pedía, mientras yo apoyaba mi espalda en la pared, deslizándome hasta llegar al frío suelo; me sentía muy mal por lo que había hecho.

Por lo que le había hecho.

─ ¡Y-yo...prometo cambiar! 

No necesitas cambiar, Mara, tú eres una buena persona, la mejor que conozco, tienes buenos sentimientos y un gran corazón.

Y sé cuánto has luchado por sus inseguridades con las personas, con su inseguridad por no ser amada, por no tener un lugar en el mundo.

Y no sé por qué la estoy dañando tanto.

─ ¡Prometo no ser insistente! ─exclamó mientras seguía tocando.

Mi pecho subía y bajaba, cada respiración dolía, y las lágrimas seguían cayendo.

─ ¡S-solo déjame quedarme contigo! ─pidió.

Quisiera que te quedaras aquí conmigo, que ambos estuviéramos tumbados en el suelo, olvidándonos del mundo por completo, que solo importara ella y yo. Sé que podría sentirme seguro con ella a mi lado, que no importaría cómo me veo...

Pero no sé por qué la sigo alejando y, mucho peor, dañándola en el proceso.

─ Solo quedémonos juntos... y olvidemos el mundo... Carl... Abre la puerta, por favor... Dime que es una broma... ─soltó en un hilo de voz que me terminó destruyendo por dentro.

Quería a John, quería a mi mejor amigo aquí conmigo, quiero disculparme con él y con todas las personas que estuve alejando, a pesar de que solo querían ayudarme.

Yo alejé a las personas de mi lado, yo causé todo esto.

─ Carl, ¿qué sucedió? ─preguntó papá, abriendo la puerta con la llave de repuesto que debió sacar de la cocina ─. Acabo de ver cómo Sam estaba siendo cargada por Aaron y...

─ ¿Está bien?─pregunté de pronto, comenzando a preocuparme por ella.

Hoy llevaba muletas, su dolor en el tobillo pudo empeorar, y tal vez al estar triste bajó la escalera y se lastimó y...

─ Estará bien ─respondió mi padre ─. ¿Tú estás bien?

Me levanté del suelo con ayuda de mi progenitor, mirándolo, con mi corazón completamente roto por algo que yo mismo ocasioné.

Debía intentarlo, debía cambiar. No solo por ella, por mí, por mi papá, por John, por Michonne, por mi pequeña hermana.

─ No, no estoy bien ─negué ─. ¿Puedes llamar a Denise? Aún no es tarde para que me revise, ¿no?

─ No, aún no es tarde. ─lo vi sonreír, acercándose a mí para darme un abrazo que no me negué, me dejé envolver en los brazos de papá, sintiéndome un niño pequeño que recurre a su escondite, a su lugar seguro.












YA HABÍAN PASADO VARIOS DÍAS, poco más de una semana a decir verdad, pero fue tiempo necesario para trabajar en mi. Tuve mucha ayuda.

Me reconcilie con John, me disculpe y volvimos a ser tan esposos como siempre.

Él me ayudo mucho, y cuando ya tuvimos otra vez la confianza suficiente entre nosotros, me regaño por terminar con Sam, pero luego de su sermón, me apoyo, me consoló y me dijo una vez me sienta mejor, vaya con ella.

Que lo de nosotros es especial, y que no se acaba de la noche a la mañana.

Y es verdad, Samara y yo habíamos construido algo increíble en un mundo de mierda. Y se que el amor no se acaba de la noche a la mañana, incluso si yo fui un estúpido en terminar con ella.

Pero ahora soy un mejor Carl, se que aún me falta mucho por trabajar, pero quiero arreglar todo con ella. 

Es por eso que ahora estoy aquí, arriesgándome a tocar la puerta de la casa de Samara. 

Luego de unos minutos, alguien abrió la puerta. Y afortunadamente solo era Glenn, me hubiera muerto de miedo si fuera Daryl o Merle.

─ Hola, ¿esta Sam...

─ No, no esta, vuelva pronto...no, mejor, ¡vuelve nunca! ─exclamó Glenn, cerrando la puerta en mi cara, al parecer ya sabe sobre lo que paso con Mar y conmigo.

Estaba a punto de girar sobre mis talones e ir a la parte trasera de la casa, para así trepar a la habitación de Mara, pero la puerta se volvió a abrir, era Maggie.

─ Es medianoche. ─me dijo ella, cruzándose de brazos, acomodando la bata que llevaba.

─ Lo sé ─solté con algo de pena ─, pero le tengo una sopresa a Sam.

Ella me analizo de pies a cabeza, mientras yo solo rogaba que no actuara como mamá, por que si es así, un ladrillo me caera en la cabeza.

─ ¿La sorpresa es dentro de Alexandria? ─inquirió.

Yo hice una mueca, mordiendo mis labios y mirando a todos lados.

─ No...

Ella suspiró, colocando una mano en mi hombro. ─ Agradece que Daryl y Merle ahora comparten casa con Carol, y bueno, yo atare a Glenn. Anda, entra.

Yo estaba a punto de hacerlo, dar un paso dentro de la casa, pero ella me detuvo.

─ Si mi niña no llega en una sola pieza, juro que me vengare.

─ ¿Tu niña? ─inquirí.

─ Si ─dijo ella con una sonrisita ─, Samara es mi niña, mi pequeña, terca y rebelde niña. Y la he visto llorar todos estos días, tener un mal horario de sueño, pero, tambien te conozco a ti, y se que no quisiste dañarla. Soy su como la mamá de Mara, y estoy segura que eres un buen chico para ella.

─ Lo soy, y prometo no fallarle nunca más.

─ Lo sé. ─aceptó ella, dándome un empujoncito.

─ Yo encierro a Glenn, pero si Enid te encuentra, no me hago responsable. ─me dijo, antes de empezar a subir las escaleras

Enid esta muy distraida en casa de Rosita, junto a John. Así que no me preocupo demasiado por ella.

Pero bueno, comencé a avanzar por la casa Rhee, subiendo las escaleras y divisando rápidamente el cuarto de mi Mara.

Abrí la puerta con cuidado, adentrándome en su rincón del mundo. Esta habitación hermosa llena de colores. 

De inmediato, una sonrisa apareció en mi rostro al verla acostada en su cama, abrazando un cobija.

Antes de despertarla, me aproxime a su armario, tomando su mochila y colocando ahí una chaqueta, y también su diario y sus lápices.

Pase los tirantes de la mochila por mis brazos, y me quite la venda del rostro, haciendo que mi herida fue cubierta por algunos mechones de pelo, pero aún así, expuesta.

No tengo por que avergonzarme, y menos con ella. Nunca con ella.

Me senté al borde de su cama, a su lado, pasando mi mano por su mejilla, apartando un pelirrojo mechón de ahí.

─ Mara ─llamé, y ella solo hizo un ruidito extraño─. Mara, anda, despierta.

─ N-no...em...─balbuceo, y solo se removió un poco, antes de volver a caer en un profundo sueño.

Me acerque aún más a ella, dejando un beso en su mejilla.

─ ¿Q-quien...eres? ─pregunto entre sueños, pues aún no abria sus ojos.

─ Soy yo, Mara.

─ Sophia, deja de besarme, y deja dormir. ─pidió, frunciendo el ceño, removiendose, y cambiandose de lado en la cama.

Yo volví a acercarme a ella, dejando otro tierno beso en su mejilla.

─ Enid, ya te dije que no puedes engañar a John conmigo, no importa si ahora estoy soltera.

¿que?

─ No soy Enid. ─murmure con confusión.

¿Acaso Enid y Sophia vienen a besarla en las noches?

─ No me importa si eres el mismisimo Chayanne, tengo sueño. ─balbuceo, cubriendose la cabeza con la cobija.

Si, ella no esta dispuesta a despertar.

Así que la destape, tomando su brazo y tirando de este para que almenos se sentara. Y ella seguía sin despertar, al menos no lo hacia por completo, pero afortunadamente, se dejaba manejar como una muñeca.

─ Si me haces el favor de mantenerte sentada.

Ella hizo unos balbuceos parecidos a los de Judith, ahora entiendo porque se comprenden tan bien esas dos.

En fin, tome sus botas y comencé a ponérselas como si ella fuera una niña pequeña.

─ Sam, nos vamos a...

Al darme cuenta que no iba a hacerme caso, no dude en cargarla entre brazos.

Esto me hacia acordar mucho a cuando éramos más pequeños, en la granja. Ella no se quería levantar, pues tenía mucho sueño, y quien prácticamente la uso de títere, fue Glenn.

Comencé a bajar con ella en brazos, viendola acomodarse en mi pecho como una bebe, como si aún siguiera en su cama, como si no se diera cuenta de nada.

Baje con ella, con el mayor cuidado del mundo, y agradecí que deje la puerta abierta, así que eso me facilito salir de la casa.

Camine con ella por las calles vacías de Alexandria, y me dirigí al muro por el que siempre salimos. 

Aquí ella tenía que despertar, porque si no, no podremos seguir con esta hermosa noche.

─ Mara ─llame, mientras ella parecía estar en su quinto sueño ─, te seguiría cargando, creeme, pero...solo podemos salir por los muros.

En ese momento, la vi abrir sus ojos de golpe, mirándome con expresión boquiabierta, como si recién se enterara de que estaba pasando. Ella bajó de mis brazos, sin dejar de verme en ningún momento.

Me sentía inseguro, por unos segundos me sentí así, pero luego todo mejoro ante sus palabras.

─ Merlin ─soltó ─, ya no estas enojado conmigo, ¡Y! ─chilló, mirandome por un segundo más, con aquellos ojos de amor que tanto extrañe ─. Oh...Merlin, eres tan hermoso.

Termino de decir, haciendome sonreír.

Yo estaba sin la venda, ella por primera vez en todo este tiempo me veía sin la venda. Y por primera vez desde aquel accidente en el que perdí uno de mis ojos, yo tuve el valor de verla a la cara, pero no sintiéndome mal, o inseguro, o con ganas de clavarme un cuchillo. 

Yo me sentía tan bien.

Tome su rostro entre mis manos, y no dude ni un segundo en besarla y olvidarme del mundo.

Quiero pasar el resto de mi vida con ella.

Nuestros labios danzaron sincronizadamente, aquel beso que me hacia recordar al primero que tuvimos. Es raro, pero a pesar que lo hacemos seguido, cada uno se siente igual que el primero, aquel beso cargado de inocencia y pureza que tuvimos en la prisión.

─ Anda, vamos, prepare algo para nosotros. Con tus tres cosas favoritas: Luna, estrellas y Carl.

Ella comenzó a sonreír a más no poder, tomando mi mano y tirando de ella para acercarnos a los muros.

─ ¿Qué esperamos? ¡Vamos a París!

─ No vamos a ir a París...─murmure.

─ No importa, estoy tan feliz que un árbol inclinado parecería La Torre Eiffel. ─aseguro, comenzando a subir por las varillas puestas en la columna del muro.

─ ¿Hasta cuando seguirás emocionada?

─ Hasta siempre, ahora, sube o juro que me tirare de aquí, y eso será muy malo para ti.

─ ¿No te duele el tobillo?

─ Cierto...─soltó ya desde arriba, como si recién recordara su dolencia ─. No importa, vamonos. De todas formas tu me puedes cargar todo el camino.

Yo le sonreí, comenzando a subir tras ella.

Siempre iría tras ella.










































































▬▬ 𝗟𝗨𝗖𝗬'𝗦 𝗦𝗣𝗔𝗖𝗘 🐝

Bien, primero decir, ¿que les parecio?

Segundo, aquí, en los extras, pudimos ver el lado más vulnerable de Carl y Samara, y a mi parecer, pude hacer notar que Carl tambien tiene sentimientos, y que no solo es "El interes amoroso de la protagonista"

Tercero, ¿Notaron el lado de "niña pequeña" de Sam? Lo emocionada, o amable que es a la vista de otras personas.

En fin, espero que les gustara, a mi me encanto.

Pdta: De aquí comienzo a resubir todo lo que falta, y ya tiene capitulo nuevo :)

▬▬ with love, Lucy Rhee
▬▬ palabras; 4015.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Com