027. ┊໒ ⸼ 𝗖𝗛𝗔𝗣𝗧𝗘𝗥 𝗧𝗪𝗘𝗡𝗧𝗬 𝗦𝗘𝗩𝗘𝗡 ──

── 𝖽𝗂𝖽 𝗂 𝖽𝗈 𝗌𝗈𝗆𝖾𝗍𝗁𝗂𝗇𝗀 𝗐𝗋𝗈𝗇𝗀? •˖* 📼 ☄️

(recuerden, voten y comenten. <3)

Estaba terminando de hacerle el último punto de sutura a Tyresse, mientras me divertía contándole un poco del trama de Grey's Anatomy.

─ ¿Aprendiste a hacer esto por la serie? ─inquirió el moreno con curiosidad, mientras hacía un nudo a su último punto.

Él era amable dentro de todo, al igual que su hermana. En cierta parte comprendo porque estaban a la defensiva al principio, es decir, los encerramos, ellos no nos conocían.

Pero hasta ahora parecen buenas personas.

─ No te quedará una cicatriz muy marcada ─anuncie con una sonrisa ─. Soy del equipo de plástica.

─ Si, Mark Sloan estaría orgulloso de ti. ─me alago Sophia desde la esquina de la habitación, donde por si algo pasaba, tenía su arma en una mano.

─ Gracias, Sam. ─me dijo Tyresse con una ligera sonrisa. Parece que es un buen hombre.

Mientras guardaba las cosas en el botiquín, Beth entro con Judith en brazos. Y como si la bebe fuera un jamón recién salido del horno, tanto Tyresse como Sasha se levantaron de sus haciendo, sin embargo, la menor de los hermanos fue la única en aproximarse a Beth.

Así que yo también lo hice, pero no porque veía a Jude como un trozo de jamón, ni porque considere a Sasha una amenaza, si no porque cargaré a la bebe mientras Beth hace su leche.

─ Honestamente no creí que volvería a ver un bebe ─comentó Sasha con una leve sonrisa, aunque tiene razón, tener un bebe como esta ahora el mundo tal vez ya no es una opción ─, es hermosa.

─ Gracias. ─sonreí, meciendo a la pequeña, que estaba dispuesta a no soltar la tirita de mi overol.

─ ¿Cómo te sientes? ─interrogó la morena, mirando a Beth.

La menor Greene frunció el ceño.

─ No es mía. ─se adelanto a decir cuando entendió.

─ ¿Y la madre?

Yo le iba a responder a Sasha, pero el silencio y la mirada de tristeza de todos fueron respuesta suficiente para aquella pregunta.

─ Dios, ustedes vivieron un infierno. ─soltó Tyresse con tristeza en la voz, mientras Beth se volvía a ir.

─ Todos nosotros ─completé. ─, nadie es ajeno al sufrimiento del mundo, incluso antes del apocalipsis.

Narre, viendo como Sophia se iba, así que la seguí.

─ ¿A donde vas? ─inquirí, llegando a su lado, caminando junto a ella.

─ Me sorprende que no vayas con tu noviecito...oh, cierto, lo ¡Ignoras!

─ Hey, ¿De que lado estas? ─me crucé de brazos.

─ Del tuyo ─me aseguró con una sonrisa ─, ahora dime, ¿Qué te pasa? ¿Por qué ignoras al pobre muchacho? ─me interrogó ─. Puedo jurar que lo vi mirando con deseo el precipicio. 

─ Exageras.

─ Tal vez. Mira, Sam, se que estamos pequeñas, y que le tienes miedo al compromiso, pero...─miró al suelo unos segundos, con algo de tristeza ─, la gente puede morir en cualquier momento, ¿Por qué no disfrutas esto?

Yo suspiré, tenía razón, pero no quiero volver a sufrir por la perdida de alguien que quiero, de alguien que mi importa.

─ Piénsalo, ¿si?

─ Viniste ─murmuró Carl al verme. 

─ Tú llamaste ─contesté, acelerando mis pasos para llegar juntó a él. ─, y John me dijo que no lo vuelvas a usar como lechuza.

─ Siempre tan amable él. Estoy considerando vender su alma a unos gitanos.

─ Pues primero consigue a los gitanos ─sonreí, para luego sentir como paso sus manos por mi espalda, haciendo que me acerqué más a él ─. Carl, Carol nos esta viendo ─mascullé entre dientes ─, y sabes que...

─ No te gusta el contacto físico, lo sé. ─dijo, soltándome poco a poco.

Pero no sonó molesto, era comprensivo, y me gusta eso de él.

─ Soy muy difícil. 

─ Mi mamá decía que todo lo que vale la pena, nunca es fácil.

No puede evitar que mis ojos se humedecieran ante la mención de Lori.

─ Hey, Mara ─murmuro Carl, haciendo que quede justo en frente de él ─ recordemos a mi madre con una sonrisa, ¿si?

─ Así será. ─aseguré.

─ Wow, niños, me perdí de mucho ─soltó Carol, acercándose a donde estábamos ─. Pero ahora, como se lo prometí a Daryl, a tres metros de distancia.

─ Daryl exagera ─me crucé de brazos, para luego posar mi vista en el camino fuera de la prisión, donde escuche un motor de auto acercándose ─. Por favor que sean ellos...─reconocí el auto ─ ¡Son ellos! ¡Vamos!

Carol corrió hacia la primera puerta, mientras nosotros nos adelantábamos para abrir la segunda.

Vimos a Rick bajar del auto, para luego darle un fuerte abrazo a su hijo.

─ Tortúrenme con esto después, pero quiero un abrazo de Daryl. ─solté, muy ansiosa, esperando a que el ballestero baje.

Pero nunca paso 

Rick se separo de su hijo, y vino hacia mi, se arrodillo, y aquello solo me hizo pensar en lo peor. Tanto así que no pude evitar que lágrimas cayeran por mis mejillas.

─ D-dime que él no es...

─ No, Sam ─negó rápidamente ─ Daryl no esta muerto. 

─ ¿Entonces? ¿Se quedó atorado por el bosque? ¿Debemos ir por él? ─pregunté.

Él adulto me miro, y puso una de sus manos en mi hombro.

─ Nos encontramos con su hermano.

¿Merle? ¿Merle esta vivo?

─ ¿Están en peligro? ─inquirí con confusión.

─ Ellos se marcharon.

─ ¿D-Daryl se fue? ─pregunté con la voz entrecortada ─ D-Daryl m-me dejo...todo el mundo me deja.

Terminé de decir, y me fue corriendo de ahí, siendo lo último que escuche fue que Rick le decía a su hijo que me dejará sola, que lo necesitaba.

Y está bien, siempre estaré sola, debo acostumbrarme a eso.

Bien, mi mochila tiene una soga, mi arma, mis cuchillos y un poco de agua, supongo que será suficiente. Es decir, mi esperanza de vida no es demasiada, no necesito más.

Si, me iba a ir de aquí. En realidad no tengo un plan como tal, tengo tres opciones. La primera es que salgo y encuentro a los hermanos Dixon, les tiro tierra en los ojos y les pregunto porque me abandonaron ─en especial a Daryl─, que me dijo que seríamos una familia, pero se fue.

La segunda es que no sobrevivo ni dos noches afuera.

La tercera es que encuentro al caminante de Taylor Swift y nos casamos.

Pase los tirantes de mi mochila por mis brazos, mirando la altura de la cerca de la prisión. Porque a pesar que me subí a este montón de cosas que apile, igual debo escalar un poco.

Solté un largo suspiro, pensando en la gente que dejo atrás. 

Estarán mejor sin mi

Me sostuve de los alambres que hacían la reja, coloqué mis pies, apoyándolos en donde podía. Poco a poco empecé a subir.

Pero una voz me hizo detenerme de golpe.

─ ¿A donde crees que vas?

─ No te incumbe, John. ─solté, mientras seguía con mi trabajo.

─ Baja, por favor.

─ Tú padre era más divertido, él hubiera dicho que me tiré desde arriba. 

─ ¿qué? ─preguntó en un tono de confusión ─ ¿Sabes qué?, iré contigo.

─ No, no, no. ─negué repetidas veces, considerando bajar para deshacerme de John Walsh.

─ Bien, entonces...llamaré a Glenn, si, eso haré.

─ No lo conoces. 

─ Coreano, cara de buena gente, y te estaba estaba buscando, no es difícil. A la de tres...─me advirtió, pero no le hice caso, seguí subiendo ─ uno...dos...tres...¡Glenn! ¡Gleeeeen...

Me deslice para así bajar más rápido, una vez lo hice, saqué rápidamente la cuerda de mi mochila.

─ ¿Qué haces? ─preguntó John con terror.

─ ¡Traidor! ─chillé, pasando mi cuerda por su cuerpo, atándolo rápidamente con los nudos que una vez Carl me enseño. ─ Tú te lo buscaste. Escucha, si quiero irme, me iré.

Lo termine de atar, y luego lo aseguré a una de las barras más cercanas que encontré.

─ Sam, no te vayas, ¿Por qué te vas? ─me interrogo.

No respondí, y me dispuse a trepar otra vez, pero la voz de Glee ni sus brazos me lo permitieron.

─ ¿Te ibas a ir, Sam? ¿Porqué te vas?

─ Por que Daryl me dejó. ─confesé, siendo obligada a girar para así ver al coreano a los ojos.

Uno de los cuales lo tenía muy hinchado.

 ─ ¿Irás a buscarlo? ─inquirió ─, puedo ir contigo.

─ No, no puedes venir conmigo. Tú tienes a Maggie.

─ Y te tenemos a ti, no te dejaremos sola.

─ Esa es una mentira. ─murmuré, mirando al suelo.

Al menos por unos segundos, ya que las manos de Glenn en mi mejillas me hicieron levantar la vista. 

─ No te dejaré sola, es una promesa. Y yo no rompo mis promesas.

─ Pues Daryl si ─solté, empezando a sollozar, otra vez en este día ante la mención del ballestero ─. Merle es su familia, está bien que lo elija a él...

─ ¿Pero? ─preguntó ─ dímelo, Sam. Solo si hablas podre entender.

─ T-todo lo que quiero muere o se va...y a mis muertos no puedo preguntarles porque se fueron, pero si a los vivos. Así que quiero preguntarle a Daryl porque ni siquiera vino aquí a llevarme con él, quiero preguntarle porque me dejo ...¡hizo una promesa! ¡Hizo una promesa!

Me dejé abrazar por Glenn, mientras sollozaba.

─ Vamos adentro ─pidió él coreano luego de un rato ─, de paso vas donde Maggie, ella pregunto por ti.

─ Esta bien. ─dije, secándome las lágrimas con el dorso de la mano.

Empezamos a caminar, pero al cabo de unos pasos, una voz nos hizo girar a ambos.

─ ¿No se les olvida algo? ─preguntó John rodando los ojos.

Glenn me miró ─ ¿Qué hace amarrado?

─ Larga historia, te alcanzó en las celdas, ¿si?

─ Claro.

Él coreano se fue, mientras yo me acercaba a John.

─ Gracias. ─murmuré, desatándolo.

─ De nada. Pero la próxima vez no me amarres tan fuerte ─pidió, frotándose las manos y las zonas por donde paso la cuerda ─, recuérdame decirle a Carl que no te haga enojar, además, debe saber en que se mete antes del matrimonio.

─ Primero, no nos vamos a casar, ni siquiera somos novios; segundo, él sabía en que se metía cuando nos besamos.

─ Lo sé ─fingió pena ─, rezaré por su alma.

─ Eres un idiota.

─ ¡Vocabulario! ─me regaño ─, por cierto, soy un año mayor que tú, respétame.

─ En tus sueños, Walsh. ─dije, empezando a caminar, retornando a los pabellones.

Aunque por fuera trataba de aparentar que ya estaba bien, por dentro me derrumbaba.

¿Por qué me dejaste, Daryl? ¿Hice algo mal?

Glenn y John habían prometido no contarle a nadie sobre mi reciente intento de fuga, así que solo me senté en las escaleras de los pabellones, en busca de algo que hacer.

Al menos hasta que llego el momento de que Rick decida que hará con él nuevo grupo. Así que lo seguimos hasta la parte de la prisión donde había encerrado a al grupo que Carl , John y yo salvamos.

─ Sasha ─empezó a señalar Hershell, presentándolos ─, Allen y Ben.

─ ¿Cómo entraron? ─preguntó Rick, con un tono serio, y siendo sincera, incluso escalofriante.

─ Daños por fuego en la parte administrativa de la prisión, la pared cayó. ─explicó Tyresse, con un tono de amabilidad y respeto.

─ Ese lado esta lleno de caminantes, ¿Cómo llegaron tan lejos?

─ No lo logramos ─contestó Ty ─, perdimos a nuestra amiga, Donna.

─ Escuchamos un ruido. ─comenté.

─ Bajamos y los encontramos en los gimnasios. ─Carl continuó.

Y casi me muero de miedo cuando Rick giró y dijo

─ Espera, ¿ustedes los trajeron?

─ No tuvieron otra opción. ─nos apoyó Hershell, justificando lo que hicimos.

Rick volvió a ver a Tyresse y su grupo ─ Lamento lo de su amiga. Sabemos lo que es perder a alguien.

El moreno asintió. ─ Hershell nos dijo que necesitan ayuda. Estamos acostumbrados al trabajo duro. Saldremos a buscar nuestra propia comida. No los molestaremos. Si tienen problemas con otros grupos, ayudaremos.

Rick analizo las palabras del hombre, al menos por unos segundos, y me sorprendió mucho su respuesta.

─ No.

Un rotundo no.

─ Por favor. ─murmuró Tyresse con las esperanzas que Rick cambie de idea.

Pero al  al ver que eso no pasaba, Sasha intervino. 

─ Moriremos poco a poco ahí afuera. Solo queremos ayuda.

─ No.

─ Debemos discutirlo ─intermedió Hershell, que según lo que escuche, es partidario de la idea de que el nuevo grupo nos ayude ─. No podemos...

─ Ya lo hemos hablado ─sentenció Grimes, muy tajante ─, con Thomas, Andrew. Y mira lo que paso.

─ Axel y Oscar no eran como ellos. ─comentó Carol, que se encontraba junto a su hija.

─ ¿Y donde está Oscar ahora? ─preguntó Rick, levantando la voz.

Todo el grupo se miro entre sí, el que hablaba ahora no se parecía en nada al Rick Grimes que todos conocemos.

─ Yo no puedo ser él responsable.

─ Si nos echas, serás responsable. ─habló Tyresse.

Me posicione junto a Carl, justo delante de Glenn y Maggie, mientras Hershell llamó a Rick para decirle algo.

Pero por la expresión en el rostro de Rick, no creo que cambie de respuesta. Pasaron unos segundos, y la mirada del mayor Grimes se desviaba hacia la parte de arriba de la habitación, su semblante cambió y su expresión corporal también, se llevo la mano al puente de la nariz, y lo apretó un poco, mientras negaba repetidas veces.

─ ¿Qué haces aquí? ─preguntó...mirando hacia arriba, donde antes había mirado.

Pero no había nada ahí.

─ ¿Qué quieres de mi? ─se aproximo en esa dirección, sin despegar su vista de aquel punto donde no había nada.

Al menos nada que nosotros viéramos

─ ¿Papá? ─preguntó Carl con preocupación, siguiendo con la mirada a su progenitor. 

Pero Rick hizo caso omiso a los llamados de su hijo.

─ ¿Por qué están...? No ─balbuceo Rick, apartando la vista y volviéndola otra ves a aquel punto ─. ¡No puedo ayudarte! ¡Fuera! ─soltó en un grito, para luego girarse a ver al grupo de Tyreese ─ ¡Fuera! ¡Largo!

─ Tranquilo, todo estará bien. ─dijo Tyresse con calma.

─ ¿Qué hace? ─preguntó Sasha a su hermano.

Maggie dio unos pasos, para así acercarse a Rick. ─ Tranquilo. No hay necesidad de...

─ ¡No pertenecen aquí! ─gritó Rick, en uno tono de voz que espanto a todos.

Hizo sobresaltar a Maggie, que de un movimiento rápido tiró del brazo a Carl y a John, poniéndolos detrás de ella de forma protectora.

Del mismo modo lo hizo Glenn conmigo. Mientras Axel se ponía delante de Sophia y de Carol.

─ ¡Por favor! ¡Fuera! ─seguía gritando Rick.

─ Nos iremos. Nos vamos ─aseguró Tyreese, haciendo retroceder a su grupo ─ no hay necesidad de que nadie salga herido. Nos vamos.

─ ¡Vamos, largo! ¡¿Qué hacen aquí?!

─ Nos vamos. ─repitió Tyresse, tomando sus cosas y saliendo de ahí.

Todos los del grupo nos quedamos asustados y sorprendidos por la nueva actitud de Rick. Personalmente, yo tenía miedo, así que prácticamente me escondía en los brazos de Glenn.

Ya perdí a Daryl, no se que pasaría conmigo si pierdo a Rick también.

▬ palabras; 2505
▬ With love, Lucy Rhee