Truyen2U.Net quay lại rồi đây! Các bạn truy cập Truyen2U.Com. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

𝟬𝟱𝟮 | I love you

052. ┊໒ ⸼ 𝗖𝗛𝗔𝗣𝗧𝗘𝗥 𝗙𝗢𝗥𝗧𝗬 𝗙𝗜𝗙𝗧𝗬 𝗧𝗪𝗢 ──

── 𝗂 𝗅𝗈𝗏𝖾 𝗒𝗈𝗎 🐝•˖* 📼 ☄️

CARL Y YO NOS ESTABAMOS BESANDO EN EL CUARTO DE ÉL. Yo estaba sentada encima del escritorio, y él se encontraba de pie, pasando sus manos por mi cabello mientras nuestros labios danzaban al compas de los ronquidos de John.

Lo sé, romantico.

Verán, Rick y Daryl tienen miedo de lo que pueda pasar, así que mandan a John a vigilarnos.

─ Admito que Sophia por un trozo de chocolate, nos hubiera dejado solos. ─murmuro Carl contra mi boca, sonriendo mientras recuperabamos la respiración por el extenso beso que habíamos tenido hace apenas unos segundos.

─ ¿Ves? ─pregunté con una sonrisa de victoria ─. Mi mejor amiga es increible.

─ Mi mejor amigo tambien, mira ─señalo a John ─. Se durmio y no nos vigila. Es un mueble.

─ Pero...es extraño besarnos frente a él, incluso si esta durmiendo.

─ Cierto. ─Carl hizo una muequita, pero luego se encogió de hombros y le resto importancia, volviendo a unir nuestros labios en un beso.





















Estaba profundamente dormida, soñando con mi padre, el verdadero. Aun recuerdo cuando me tomaba de la mano y me ayudaba a cruzar troncos caídos. Lo único malo de mis sueños es que no puedo hablar con él como yo quisiera. Ni siquiera escuchaba su voz, creo que es porque mi mente ya no recuerda su voz.

Estaba a punto de verlo abrir la boca y decir algo, pero un ruido externo me despertó. Me senté en la cama mientras frotaba mis ojos; por mi mente pasaron un par de opciones: Enid y Sophia. Ellas habían amenazado con venir a mi cama en las noches y darme un beso mientras duermo. Al parecer me aman.

Una vez que mis ojos por fin se adecuaron a la luz nocturna que pasaba por la ventana de mihabitación, pude ver que se trataba de John; él estaba con los ojos hinchados y rojos, probablemente estaba llorando o sentía mucho dolor. O ambas.

Mis ojos se adecuaron a la luz; apenas lo vi, me levanté de inmediato de la cama, sin importarme el pijama cuestionable con el que estoy ahora. Me aproxime rápidamente a John, revisando sus brazos, rostro, piernas, verificando que no estuviera herido, porque es lo primero que pasó por mi mente.

Él me detuvo, y luego me abrazó.

Me demoré unos segundos, pero al final correspondí al gesto, dejando palmaditas en su espalda, en un nulo intento de calmarlo.

¿Quién le hizo daño?

Luego de un tiempo, y cuando noté que estaba un poco más calmado que antes, tomé su mano y lo guié hasta la zona de cojines de mi cuarto, donde se dejó caer. Parecía estar completamente roto.

─ Debes decirme qué pasó, no creo que esta sea una pelea con Carl o algo así, ¿quién te hizo daño? ─le pregunté, sentándome frente a él, queriendo saber todo para así poder ayudarlo.

─ L-la v-verdad, Sam, estoy llorando por la verdad.

Yo fruncí el ceño, mientras lo veía secarse torpemente la cara con las mangas de su camiseta.

─ ¿De qué verdad hablas, John?

─ Mi papá ─me respondió. Todos los recuerdos de Shane llegaron a mi mente, en especial el momento de su muerte, cuando Carl le disparó a su caminante Rick me mintió, todos lo hicieron... Mi padre... se había convertido en un idiota, en un impulsivo de mal carácter... Él...

─ No hables así de Shane, era tu padre...

Pedí, sé que él había cambiado su actitud, pero ya no está en este mundo. No deberíamos arruinar su recuerdo; no importa que hubiera pasado, no era correcto que ahora John pensara lo peor de su padre.

─ Es la verdad, y lo sabes ─me interrumpió ─. Yo... le estaba preguntando a Carol sobre la muerte de mi papá, ya que cada vez que le pregunto a alguien, me responde con algo diferente. "Lo mordieron buscando provisiones", "Estaba ayudándonos a salir de la granja" y otras mentiras más... Luego llegó Rick y dijo que se convirtió, luego Carl simplemente lo soltó todo.

Miro hacia el suelo, empezando a jugar con los cordones de sus botas.

─ Lo siento por preguntar esto, John─dije, haciendo que él me mirara─. ¿Pero por qué no estás enojado conmigo? Yo también te mentí...

─ Tú no eras mi amiga cuando nos conocimos, apenas nos habían presentado, yo era un extraño para ti. ─explicó ─. Y cuando me dijeron lo de mi padre... Carl apenas habló, Rick fue el que me mintió, pero Carl era mi mejor amigo...

─ Lo siento ─murmuré apenada ─. Nadie tenía que mentirte... pero... no ensucies la memoria de tu padre. Shane solo tuvo un bajón; algunos no se adecuan al nuevo mundo, mucho menos lejos de tu hijo y con cosas malas sucediendo alrededor. Eso te cambia...

─ No intentes salvarla, la memoria de mi padre ─pidió él, más calmado que antes ─. Solo... ¿puedo quedarme a dormir aquí esta noche?

─ Claro. ─acepté sin cuestionar sus motivos, aunque eran más que claros.

Él no quería ver a Rick, ya que él había revelado la oscura verdad. Incluso que él mató a su padre; supongo que debe ser duro descubrir eso.

Nos levantamos del suelo, yo lo guié hasta mi cama y lo vi acostarse ahí, corriéndose hasta una de las esquinas. Yo me acosté del otro lado, pero yo no podía conciliar el sueño; me tenía muy preocupado.

Así que estuve con los ojos abiertos un buen rato, es por eso que pude ver cómo Carl estaba en la puerta de mi habitación.

Giré a ver a John, creo... o al menos esperé que esté dormido. Yo me levanté con cuidado y me encaminé hasta la puerta, cerrándola detrás mío.

─ Vete.

─ Quiero ver a mi amigo.

─ Necesita descansar, ¡y-y... si los tres adultos de esta casa te ven! ¡Te asesinarán!─chillé en voz bajita.

─ No voy a poder dormir si no sé cómo está John. ─sentenció Carl.

─ Pues no dormirás, porque ahora no importa si nosotros no dormimos; lo que importa es que él descanse y que sepa la verdad. Debía saberla desde antes.

─ Tienes azón. ─Susurro, haciendo una muequita de perrito regañado.

Apenas me giré, él quiso entrar, pero tiré de su brazo y cubrí su boca con mi mano para que no hablara.

─ No, cállate.

Lo empujé hacia las escaleras.

─ Iré a dormir con Beth; tú deberías regresar a casa.

─ Si pasa algo, me dirás, ¿verdad?─dijo con resignación.

─ Siempre, cariño, siempre. 

─ Te veré por la mañana. ─Se acercó a mí, dejando un beso en mi frente, para después irse antes que yo lo mate.





















JOHN ESTABA MÁS CALMADO, aunque se había levantado con un pésimo humor.

Carl había venido hace un rato para conversar con él, y luego de mi intervención, decidieron darse una charla.

El chico Walsh no estaba enojado con Carl, pero es comprensible que le doliera un poco que su mejor amigo le ocultara todo, pero todo se solucionará, se arreglará.

Son Carl y John, ellos van a casarse.

─ Hola ─saludé a Sophia, que llegó junto a mí con su mochila repleta de cosas ─. ¿Qué tal?

─ Tuve que soportar a tu novio sobre pensando todo luego de la pelea Rick-John ─contó, haciendo una muequita. Pero olvidemos eso, tienen que solucionarlo ellos mismos; nosotros éramos unos niños cuando Rick decidió mentirle a John. Aunque se hubiera evitado esto con la verdad.

─ Nosotros se la hubiéramos dicho.

─ No podíamos hacer nada, Sam. Le correspondía a Rick, solo a Rick. Carl también era un niño, obedecía a su padre ─murmuró ella ─. Pero bueno, Enid dijo que encontró una cabaña abandonada a casi un kilómetro de aquí, ¿sabes dónde es?

Aun tenía algunas reservas sobre Enid, pero estaba demostrando ser buena amiga con todos, así que poco a poco se gana un lugar especial en mi corazón. Aun no olvido como me tranquilizo demasiado cuando se dio cuenta que yo estaba sospechando de ella y Carl.

─ Uh, sí─chillé, sonriendo de lado ─. Ella dejó un mapa en el hueco de un árbol.

─ Samara... Hay muchos árboles.

─ Lo sé, pero marco uno en específico; además, ella nos esperará ahí. No nos perderemos.

O al menos eso espero . . .





















─ Creo que deberíamos quedarnos aquí; mañana ya iremos a la cabaña del demonio. —Opino ─dijo Sophia, ya que habíamos visto caminantes cerca, y el clima parecía empeorar a cada paso que dábamos.

El universo no quiere que seamos adolescentes.

─ Estoy de acuerdo con la rubia. ─señaló Enid.

─Sí ─me encogí de hombros, de acuerdo con ella Más adelante podremos ir.

Las tres nos aferramos a nuestras mochilas; bueno, Sophia de vez en cuando nos proporcionaba comida que su madre horneaba para los ancianos y que ella robaba de las charolas.

Empezamos a caminar, pero luego nos espantamos al ver a Carl aparecer frente a nosotras como fantasmas.

─ ¡Por las chanclas de mi abuela muerta! ─soltó Enid, llevándose la mano al pecho con mucho dramatismo . La próxima vez, avisa.

─ Solo quería ver a Sam, y asegurarme de que ustedes estén bien. ─respondió Carl, encogiéndose de hombros.

─ Vamonos, Enid ─dijo Sophia ─. Ya conozco esto, creeme, ahora empezaran a meter sus lenguas en sus gargantas, no es nada bonito. 

─ Gracias por la advertencia. ─soltó la castaña muy agradecida, mientras yo me acercaba a Carl.

Él se colocó detrás de mí y empezó a rodear mi cuello con un collar, el cual, mientras era abrochado por él, pude notar que se trataba de una pequeña placa que tenía incrustadas las palabras "Mara".

─ Carl... esto es... ─balbuceé, girando para verlo, mientras dejaba el hermoso collar en mi cuello.

─ Lo hice con ayuda de Jessie ─comentó con una sonrisilla ─. Me ayudó a escribir Mara en el metal con una soldadora. Quería darte un regalo.

Yo solo sonreía, dispuesta a darle un beso. Me coloqué de puntillas y tomé su rostro entre mis manos, uniendo mis labios con los suyos.

Todo estaba siendo mágico, al menos hasta que murmuró contra mi boca.

─ Te amo, Mara─soltó, y no malinterpreten, sé que eso es mágico, pero conozco sus intenciones ─. Pero necesito que tú también lo digas... porque lo sientes, ¿no?

─Sí, yo... lo siento. Estoy enamorada de ti de la cabeza a los pies, pero...

Él se quedó brevemente callado.

─ Dos palabras, cinco letras, se que te duele decirlo, pero necesito escucharlo. ─soltó mirandome fijamente.

Me puse nerviosa al instante; yo quería decírselo, y sé que suena absurdo aún usar mi pasado como excusa para no hacerlo.

Pero es la completa verdad, en mi casa no existían los "Te amo". Yo escuché aquellas palabras en una carta de mi padre muerto; siento que si lo digo, la realidad chocará contra mí y luego lo perderé a él, así como perdí a mi padre.

Por otro lado, también quería decirlo, no quiero cometer el error de mi padre de decir "Te amo" cuando era demasiado tarde.

─ Yo... ─balbuceé.

─ Mara...─soltó con algo de decepción, haciendome empezar a temblar mi labio inferior.

Cuando iba a explicarle, o a decirle "te quiero", Enid y Sophia salieron desde detrás de un árbol.

─ No puedes obligarla a decirlo ─empezó a decir Enid, cruzándose de brazos ─. No necesita decirlo. Las acciones hablan más que las palabras, ¿has visto los ojos de ella cuando te ve? ¿La has visto suspirar por ti mientras hace tarea?

─ Es cierto, Carl. Hemos pasado con mucho como para que dudes que ella te ama. ─añadió Sophia.

Luego de que Woody falso soltara un suspiro, regresamos a Alexandria. Conmigo teniendo los ánimos por el suelo.

¿no estoy dando lo suficiente? ¿Acaso no es suficiente?





















─ No. ─me levanté de la cama de golpe, haciendo sobresaltar a mis dos amigas.

─¿No que? ─inquirió Sophia muy confundida.

─ Yo diré esas palabras cuando me encuentre lista, no antes. No quiero que esto se arruine así como la relación de mi familia biológica. Quiero hacerlo bien.

─ Bien dicho, mujer. ─apoyó Enid.

Ellas de pronto me miraron con el ceño fruncido, preguntándome qué tengo en mente por mi actitud y mi sonrisa malévola.

─ Aun es temprano, y el clima mejoró; podríamos llevar música, comida y mucha diversión a esa cabaña. ─conté con una sonrisa.

─ Me gusta cómo piensas. ─Sonrió Sophia.

─ Bien. ─dije, empezando a caminar hacia la salida del cuarto de Enid ─. Iré a ponerme algo más cómodo; mientras, ustedes, déjenle una nota a Carl en su cuarto, diciendo que "me iré un rato de Alexandria, no estoy enojada".

Sí, estaba diciendo eso porque luego de aquello en el bosque, en el camino de regreso, pensó que yo estaba enojada. Después dijo que no me presionaría a nada, que sabe lo que yo siento por él.

Pero, a veces las palabras son necesarias . . .





















─ Pérdidas.

─ Muy perdidas, diría yo.

─ ¡Te dije que había muchos árboles!

─ Y no recuerdo ni cuál marqué.

Las tres nos miramos.

Habíamos estado caminando por más de una hora buscando el árbol que Enid había marcado, un árbol en donde habíamos dejado libros y comida, además de un mapa para llegar a la cabaña, pues estaba un poco lejos y entre tanto bosque era un poco confuso llegar. Sin embargo, lo que pensamos que sería un viaje rápido se volvió más complicado de lo que pensamos.

Lo peor de todo es que tratando de buscar el árbol marcado nos alejamos más y más de Alexandria. En un punto, estuvimos realmente perdidas, sin saber a dónde ir para regresar. Tuve que subirme a un árbol para tratar de ver algo, y luego de tratar muchas veces, logramos ver la torre del reloj, así que supimos que no estábamos tan lejos. Decidimos ir al lado para no perder las galletas que Sophia había robado de su madre.

Conversamos un buen rato; cuando nos dimos cuenta, ya era muy tarde.

─ ¿Si le dejaron la nota a Carl, no? ─pregunté luego de recordar la hora y lo mucho que el se preocuparía si no leyera la nota.

─ Claro. ─respondieron ambas al mismo tiempo.





















LLEGAMOS A ALEXANDRIA LUEGO DE UNA HORA; ya era de noche, y todas teníamos una coartada perfecta. Sophia y yo dijimos que estaríamos toda la tarde en casa de Enid, ayudándola a remodelar su cuarto, así evitábamos que nos fueran a buscar.

Y Enid no tenía que decirle nada a nadie, puesto que las personas con las que vive apenas le hacen caso.

En fin, al cruzar los muros, lo primero que me encontré fue con Carl al borde de las lágrimas y a John muy preocupado a su lado.

Él del sombrero corrió hacia mí, me abrazó muy fuerte y dejó besitos en mis manos y luego en mis cachetes, para después analizarme de pies a cabeza, asegurándose de que no esté herida.

─ Pensé que te habías ido... No estabas... Pensé que estabas enojada... Y tu nota...

─¿Mi nota?─inquirí con confusión, que hizo mi pobre nota.

John se acercó a mí, dejando el post-it en mis manos.

Pudrete, Carl. Con mucho
odio y más odio.
Samara Dixon

Giré sobre mis talones, mirando a mis dos amigas, que empezaban a huir del lugar.

Luego lo arreglaré con ellas. ¡¿Qué les pasaba?!

─ No estoy enojada contigo. ─dije sonriendo, colocando mi mano en su mejilla.

─ No insistiré más con el "te amo", lo prometo ─murmu­ró, mirando al suelo ─. No quiero que te vuelvas a ir.

─ Hey ─llame ─. No me fui por ti, me fui porque quise pasar un momento lindo con mis amigas.

─ Okey. ─miro a otro lado.

─ Escuchame ─pedi con una sonrisa por lo tierno que se veía ─. Yo estoy contigo, nunca me iría, y tu sabes que te amo, así que, vaquero, relajate un poco, ¿si?

Mire a Carl cuando este abrió la boca de par en par; parecía que estaba a punto de llorar de la emoción, y yo no entendía el porqué... al menos hasta que caí en cuenta de mis palabras.

─ Es la primera vez que dices que me amas...

Yo abrí la boca levemente, muy sorprendida y congelada por todo.

─ ¿Debo fingir que no es la gran cosa? ─inquirió para no hacerme sentir rara.

─Sí ─asentí repetidas veces ─.  Eso tienes que hacerlo... porque vas a hacerme llorar, y ambos sabemos que si yo lloro, tú lloras.

Pero al parecer, Carl no pudo guardar su emoción, y yo tampoco. Él del sombrero pasó sus manos por mi cintura, elevándome un poco del piso y haciéndome dar vueltas en el aire.

─ ¡Mi novia dijo que me ama! ─grito muy feliz, mientras daba vueltas conmigo sonriendo como boba enamorada.

─ No lo grites tan fuerte, Woody Falso, ¡¿acaso quieres que los hermanos Dixon y Glenn te maten?! ─le advirtió Sophia con miedo.
































▬▬ 𝗟𝗨𝗖𝗬'𝗦 𝗦𝗣𝗔𝗖𝗘 🐝

¡Tuvimos el te amo de Sam gente! 

Lo pensaba alargar más, y había una escena de pelea fuerte entre Sam y Carl, pero al final decidi hacerlo así, así que, ¿les gusto?

▬▬ with love, Lucy Rhee
▬▬ palabras; 2739.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Com