Truyen2U.Net quay lại rồi đây! Các bạn truy cập Truyen2U.Com. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

𝟬𝟳𝟬 | I understand

070. ┊໒ ⸼ 𝗖𝗛𝗔𝗣𝗧𝗘𝗥 𝗦𝗘𝗩𝗘𝗡𝗧𝗬 ──

── 𝖨 𝗎𝗇𝖽𝖾𝗋𝗌𝗍𝖺𝗇𝖽 🐝•˖* 📼 ☄️

(denle mucho amor a este cap, así como a los últimos <3)

─ Samara...

Él se detuvo frente a mí. Su mirada no era la misma de siempre; había algo diferente, pero no podía explicar qué era. Quizá solo estaba sobre pensando en todo, como lo había hecho todo el camino. Carl Grimes estaba muy quieto, con la boca entreabierta. Sus manos caían a los lados y no daba señales de querer acercarse (quizá estaba exagerando). Treinta segundos exactos. Los diez primeros me los tomé para analizarlos; los diez segundos siguientes estaba diciéndome a mí misma que todo estaba bien, y en los últimos diez segundos mi tablero de emociones interno estaba colapsando. Estoy segura de que si yo fuera una caricatura, ahora mismo habría un letrero arriba mío con una señal de peligro.

No me duele tanto ─fue lo primero que dije.

Luego me cuestioné por qué esas palabras salieron de mi boca. ¿Qué quería probarle? ¿Asegurarle que estaba bien? Carl conocía mis mentiras.

─ Tú...

─ Dijeron que debo tener cuidado para que no se infecte.

¿Por qué estaba diciendo eso? Quiero hablar sobre él, estar con él. Preguntarle cómo está, darle un abrazo... y solo estaba diciendo cosas al azar. Ni siquiera él se estaba refiriendo a eso. Quizá sí, pero estaba muy nerviosa como para prestar atención a sus señales. ¿Por qué estoy nerviosa? No hice nada malo.

Tal vez sí y no me di cuenta.

─ Viniste con Negan y con su hijo.

─ No vine exactamente con ellos ─dije muy rápido ─. Es decir, sí. Básicamente, me interceptaron.

─ ¿Te hicieron algo?

Preguntó. Esta vez pude sentir algo en él. Aunque también sentía que arrastraba algo, algo que no se atrevía a decir. Aunque tampoco lo puedo culpar; en la entrada están los salvadores y Negan; no es un buen momento para poder hablar. Lo entendía.

De pronto, dejé todas mis dudas de lado. No era el momento. Comencé a caminar hacia la casa, pero él no vino detrás de mí, al menos no de inmediato. Era extraño, pero no me pondré caprichosa en este momento, escandalizándome por detalles. Simplemente, cuando llegué cerca de la puerta, giré e hice una mueca indicándome que me siguiera. Me miró por unos segundos y luego me siguió hacia dentro de la casa. Así que subimos juntos las escaleras.

─ Dennis dice que su padre a veces no cumple con los plazos que da; viene antes.

─ Proteger a Judith. ─dijo de inmediato, comenzando a bajar.

─ Ve a avisarle a Enid o a John.

─ Iré por Enid, estaba con Marianne ayudando con las reservas de comida. ─comenzó a explicarme, señalando la habitación de arriba, dándome a entender que yo me encargue de su hermana menor.

─ ¿And John?

─ ¡En tu casa!

Cuando pensé que se había ido, lo vi regresarse sobre sus pasos.

─ Te amo. ─dijo, y no esperó a que yo respondiera algo.

Solo se fue.

Me quedé helada por unos segundos. Luego simplemente corrí hacia la habitación de mi pequeña. Abrí la puerta tan rápido que hice que esta se estampara contra la pared, haciendo un ruido fuerte y asustando a Jude. De inmediato la saqué de la cuna y la tomé entre brazos, acunándola contra mi pecho.

Con un brazo la cargaba y con otro palpeé mi arma. No sabía cómo funcionaban exactamente los salvadores con las comunidades que conquistó Negan, pero no puede ser nada bueno después de su primera impresión. Salí de la casa y fui corriendo a mi casa. Ahora solo era una casa. La puerta estaba abierta, así que entré y subí las escaleras tan rápido como mis piernas me permitían.

Arriba estaba John, viendo cómo hombres estaban sacando cosas de las habitaciones. Apenas me vio, corrió hacia mí. Fue diferente con él; ni siquiera se quedó quieto al verme, simplemente se acercó y pasó un brazo por mis hombros, como si intentara que esos hombres ni siquiera me tocaran. Así que acomodé a la bebé entre mis dos brazos y vi cómo sacaban cosas. Hasta ese momento no había caído en cuenta de que nos estaban quitando cosas, es decir, no me refería a cosas materiales, bueno. Cosas materiales con significado.

Me acerqué a la habitación de Beth; estaba completamente vacía. ¿Cómo lo habían hecho tan rápido? Y sobre todo. ¿Por qué se llevaron las fotos?

Salí de ahí, cuidando de Judith aún. Le grita a uno de los salvadores.

─ ¿Las fotos?

─ ¿Qué fotos, monstruo?

─ ¡¿Las fotos de esa habitación?!

─ No me importa, búscalas si quieres.

Estaba a punto de sacar mi arma, pero luego pensé en la bebé que cargaba en brazos. Y casi de inmediato, como si hubiera entendido mis intenciones, John se acercó y tomó mi brazo, comenzando a sacarme de ahí. Bajamos juntos las escaleras; no íbamos a quedar en la sala. Bueno, mi mejor amigo iba a ir corriendo donde su novia (hablo de Enid, no de Carl), pero le dije que ella ya debe estar protegida por mi novio. Así que nos quedamos abajo, viendo cómo sacaban nuestras cosas.

De pronto, escuchamos una bala sonar. Antes que John pueda siquiera procesar el disparo, coloque a Jude entre sus brazos, le dije que la cuidaba y comencé a correr hacia el origen del disparo. De inmediato, llegué a la enfermería.

Deja eso o la próxima irá para ti.

Era la voz de Carl. Entre con cuidado de no sobresaltar a nadie. Además, aunque no sabía qué pasaba exactamente, siempre estaría del lado de mi novio, así que saqué mi arma y apunté.

─ Ya lo escuchaste. Deja eso donde lo encontraste.

─ Chicos ─nos llamó, mirándonos como si fuéramos un chiste ─, ¿qué creen que pasará después?

─ Morirás. ─le respondió Carl sin inmutarse, mientras yo me ponía a su lado, también apuntando hacia ambos salvadores. Los analicé por un segundo, y me di cuenta de que se estaban llevando más de la mitad.

─ Lleva solo lo que te corresponde ─añadí.

De un momento al otro, y para sorpresa de absolutamente nadie por el sonido del disparo, Rick y Negan llegaron.

─ Niños, bajen las armas... ─nos pidió Grimes mayor.

─ ¡Se llevan toda la medicina! ─explicó Carl, totalmente enojado. Y dijeron que solo sería la mitad.

─ ¿Tus hombres no fueron a primaria o algo así? ¿No les enseñaste a dividir? ¿O a jugar básquet?

─ Muy lista. ─señaló Negan.

─ Lo sé.

─ Dijo la mitad. No se están llevando la mitad. ─comentó Carl.

─ Por supuesto ─suspiró Negan, con su sarcástica sonrisa en el rostro. ¿De verdad, niño?

─ Sí, y ya deberían irse, o descubrirán lo peligrosos que podemos llegar a ser. ─lo miro desafiante.

─ Perdóname, jovencito, a mí y a mis jodidos modales... Pero, ¿acabas de amenazarme? ─inquirió Negan, pero Carl no respondió ─. Porque entiendo que amenaces a Davey, pero no puedo tolerarlo, ni a él ni a mí.

─ Chicos, ya, bajen sus armas. ─nos pidió Rick otra vez, pero poco caso le hicimos.

─ No seas grosero, Rick ─Negan le dijo, haciéndolo callar, pero sin dejar de mirarnos ─. Estamos en medio de una conversación.

Carl ladeó su cabeza mientras yo apuntaba a los dos salvadores que pretendían llevarse las medicinas.

─ A ver, ¿en qué estábamos? ─Negan solo miraba a Carl; parecía que yo no importara, no por ahora. Ah, sí, ¡en tus super gigantescas bolas! No nos amenaces. Me caes bien, así que no quiero aclarar esto por las malas. Yo dije la mitad de sus cosas, y la mitad es lo que digo que será. Hablo en serio. ¿Quieres que te demuestre qué tan en serio? ¿Otra vez? ─ahora sí me miró ─. Porque Emma estará feliz de demostrarlo.

Me miró de reojo mientras Carl le entregaba su arma a Rick para después tomar mi mano y llevarme afuera junto con él. Yo solo me quedé viendo nuestras manos unidas.





















Estábamos yendo a una asamblea de emergencia que se estaba realizando en la iglesia, pues dos armas de las que teníamos habían desaparecido, y si no las encontrábamos, matarían a Olivia. Caminaba al lado de Carl, mirándolo de reojo. Apenas habíamos tenido como tres minutos libres como para hablar de las cosas que pasaron en estos días (no lo hablamos). Él no quería hablar, y yo no quería ser insistente; recuerdo lo último que pasó cuando yo fui insistente. Así que simplemente lo seguí. Y era extraño, siento como si estuviéramos a cinco metros de distancia, y tan solo estamos a cinco centímetros.

Sé que la noche trágica en la que perdimos dos vidas fue dura para todos, pero ver actuar a Carl así me hacía pensar que no era por eso. Tal vez sí... o tal vez lo hace por la herida en mi rostro. No digo que no me quiera por eso, pero de alguna manera... ¿Quizá se esté reflejando en mí? ¿Con lo que le pasó?

Carl, no es tu culpa ─digo, y la verdad es que para este momento no sé si me refiero a algo en específico ─. Dennis dice que su papá crea sus propias reglas. De todas maneras, Negan lo haría.

Seguimos caminando; no obtuve respuesta. Así que tome su mano. Lo hice como si fuera algo normal, algo habitual, y fingí que no era la gran cosa. Él al parecer hizo lo mismo, aunque se notaba más relajado que antes, a decir verdad.

─ Ven, vamos. ─dice él.

Esta vez él es quien guía. Su mano ahora se entrelaza con la mía y me guía por la iglesia. Y esto, fuera de tranquilizarme, solo me hizo sentir rara. No, no me refiero a Carl, pero me refiero al resto (a excepción de unos cuantos). Me miraban, pero no como antes, no como a esa chica que se presentó con todos, no como a esa pelirroja que leía a sus hijos o paraba en enfermería ayudando. Me miraban como... no sé explicarlo. Tampoco sé por qué lo hacen.

Me senté entre John y Carl. Enid estaba al lado de su novio, y en un mejor lugar, Sophia estaría junto a Ron, a nuestro lado.

─ Yo pensé en esconder algunas armas ─comenzó a decir Rick, así que ambos miramos al frente ─. Lo hice una vez; se me ocurrió que podía enterrarlas afuera. Y tal vez pasar años sin usarlas.

¿Años?

─ Sí ─le respondió a un hombre ─, así es. Pero, ¿y si los salvadores las encuentran? ¿Y si nos ven cuando tenemos las armas encima? ─nos preguntó, caminando por toda la iglesia ─. Uno de nosotros morirá, o tal vez más, muchos más. No importa cuántas balas tengamos, no serán suficientes. Ellos ganaron, no hay nada que hacer.

Carl apretó un poco más mi mano, mientras lo veía enojarse por la actitud de su padre. Sé que él quería luchar, y ahora tenemos que someternos al gobierno del terror de Negan.

Es muy duro no luchar cuando literalmente crecimos aprendiendo a no someternos. Luchar. Luchar por un nuevo mundo. ¿Y ahora no había nada que hacer?

─ Ocultar un par de armas no es la solución. Ya no. Y no digo que nos guste... pero tenemos que entregarlas. Son una Glock 19 y una 22. Eso es lo que buscan; ¿quién las tiene?

Nadie respondió.

─ Si no se las damos, matarán a Olivia.

Después de un silencio incómodo gigante, un hombre se levantó. Lo reconocía, pero la verdad es que no recordaba su nombre, aunque una vez le llevé latas de comida para él y su familia. Aunque ahora no era aquel hombre, me lo agradeció. Ahora estaba claramente molesto. No conmigo, o eso creo, porque miraba a Rick por ahora.

─ Tal vez la niña traidora los tenga. ─escupió.

Rick de inmediato frunció el ceño. No había muchas niñas en Alexandria. Las únicas prácticamente éramos Enid y yo. Así que estaba confundida, de hecho, mis amigos lo estaban, y mucho.

¿Qué niña traidora?

─ Vamos, Rick, la hija de Daryl.

Carl me miró, al igual que John y Enid. Se veían tan confundidos que en un mejor momento me hubiera reído de sus caras. Después de unos segundos, cuando analicé las palabras del hombre y el tono despectivo con el que lo había dicho, solté la mano de Carl y me levanté. Me crucé de brazos, dispuesta a defenderme. Lo siento, Rick, pero siempre lucharé. Además, yo nunca traicionaría a mi familia. Nunca los abandonaría.

─ No soy la niña traidora. Tengo un nombre y es Samara Dixon. ─lo confronté, mientras sentía las miradas encima mío.

─Cálmate, Sam ─me pidió Rick, para luego ver al hombre, intentando mediar las cosas. ¿Por qué dijiste eso?

─ Todos lo vieron, ella llegó con ellos, tenía el bate que ahora tú cargas, y Negan o como se llame, la besó en la frente. Es cuestión de tiempo para que ella muestre su verdadera cara...

Eso fue la gota que derramó el vaso.

─¿Mi verdadera cara? ─asentí; estaba molesta y trataba de controlarme.

Trauma. Tristeza. Ira. Empiezo a ver los patrones de los que mi psicólogo me hablaba.

Pero es que no podía más con esto. Quizá era todo lo que venía reteniendo desde que Abraham y Beth murieron, el hecho de que mi niñera, la persona que guardé en mi memoria desde que se fue, ahora era una especie de máquina de matar sin emociones. Quizá sea porque papá fue secuestrado por Negan, o porque tío Merle se fue. O porque no tengo a Glenn aquí. Quizá sea porque mi mejor amiga se fue y ahora no sabía si estaba viva.

─ Tú no estuviste ahí. Ninguno de ustedes que me miraron así cuando entré estuvo ahí. Pero yo sí. Rick estuvo ahí, Carl, John, Michonne, Aaron, Rosita. Pero ustedes no. ¡No estuvieron arrodillados en ese bosque!

Cuando me di cuenta, ya estaba levantando la voz, mirando a todos con furia. Ni siquiera lloraba. Creo que mis lágrimas se acabaron esa noche.

─ ¡No vieron cuando una persona que yo amaba mató a dos personas que amaba! ¡No vieron cómo alguien que ame me hizo esto en la cara! ─grité, señalando mi herida. ─ ¡No vieron cuando me puse delante de Glenn para que no muera! ¡No vieron cómo Beth me salvó! ¡No escucharon mis gritos cuando eso pasó! ¡No escucharon a Maggie llorar por Beth!

Levanté mi mano y los señalé, a todos los que me juzgaban con las miradas. Vi a Rick por un segundo y él ni siquiera intentó detenerme o decir algo.

─ ¡No estuvieron ahí y me juzgan como si supieran...!

La última frase salió rota, y sentí como mi vista se nublaba. Siempre hay lágrimas.

─ Mierda ─me sequé el rostro torpemente, incluso rocé mi herida y dolió como el infierno ─. Ustedes no vivieron esa noche, ni el día siguiente. No pasaron esas horas junto a los cráneos destrozados de gente que amábamos. Ustedes no sintieron morir, no sintieron que su hora había llegado. Ustedes y yo no estábamos preparados para morir. Yo sí.

Me quedé callada cuando la voz no me daba y las lágrimas eran tantas que apenas podía.

─ Si quieren pensar que soy traidora, háganlo. No me importa.

Salí de la iglesia.





















El día de hoy estaba muy lejos de mejorar. Luego de la iglesia quería esconderme en una de las casas vacías y ya saqueadas de los salvadores para probar mi teoría de las lágrimas infinitas, pero vi cómo un grupo de ellos estaba a punto de lanzar las cosas de Beth, específicamente su mural, donde había fotos y pequeñas cosas que ella y yo pegábamos ahí. Cosas que nos recordaban a gente que ya no estaba en el mundo, y ahora eso me recordaba a ella. No dejaría que su recuerdo fuera roto por ellos. Así que sin pensarlo dos veces, corrí de inmediato. No al mural, sino al hombre que tenía las fotos.

Solo que al ser más grande y alto que yo, le bastó con levantar su brazo para que ya no pudiera alcanzarla.

─ ¿Ahora llorarás por unas fotos, niñita? ─me pregunto, retándome a lo que sea que pretendía.

─ Damelas, ustedes no las necesitan.

─ Di "por favor."

─ Por favor. ─dije, porque aunque no me gustase obedecerlos, sabía que probablemente él rompería las fotos o, yo qué sé, sacaría su arma y pegaría un tiro.

Pero cuando pensé que por fin me daría las fotos, él llevó su dedo índice a mi mejilla, deslizándolo por toda esta mientras yo lo miraba con repulsión. Más no deje que me tocara por más de dos segundos, pues mi puño se estampó contra su cara y mi rodilla contra sus partes.

─ ¡Ahí esta tu por favor, imbecil! ─le grité, tomando las fotos que él había soltado para frotarse el golpe que le había dado.

Pero claro, yo no conté con que su grupo de amigos sacara sus armas y me apuntara; tampoco conté con que él sacaría un cuchillo y se acercaría a mí porque su hombría fue afectada porque una simple "niñita" le tiró un golpe que casi lo deja en el suelo.

─ Déjala, Robert. ─la voz de Dennis se hizo presente cuando el cuchillo estaba a punto de rozar mi rostro.

─ Tú no mandas, niño.

─ Pero yo sí ─dijo Negan, acercándose a nosotros ─. Ella no se toca.

El hombre llamado Robert se alejó de mí, y en su lugar, Smith Mayor fue quien llegó a mi lado, tomando mi brazo y agachándose un poco para susurrar en mi oído:

Si vuelves a hacer una estupidez como esa, me olvidaré de que algún día nos conocimos.

Yo me zafé de su agarre, y fui corriendo hacia Rick.





















Negan estaba a punto de irse, así que suspiré aliviada pensando que todo había acabado, al menos por hoy, pero no fue así. Porque antes de partir, él pidió verme. En un principio pensé que eso sería una maldición; sin embargo, quizá, solo quizá,, había tocado su corazón y dejaría que papá se quede aquí conmigo. Así que fui; además sé que si no iba, es capaz de venir hacia mí y dar golpes a todo el que se interponga.

Ahora lo creo capaz de todo.

─ Oh, no, si quieres hablar conmigo, ella se larga ─señalé a Emma de inmediato No la quiero aquí.

─ Vaya, yo intentaba hacer algo bueno por ti ─dijo con algo de desprecio hacia mí, mientras me extendía un arco... i arco, junto a mi carcaj ─. Tómalo.

─ Aún te odio.

─ Lo sé..

Tuvimos un enfrentamiento de miradas, antes de queque yo pudiera ver a Dennis a punto de subir a uno de los autos.

─ Anda, niña.. ─Negan me dio permiso sin querer ─. Demonios, esto del poder del pasado me va a sacar canas verdes.

Yo lo miré raro; sin embargo, corrí hacia Dennis, abrazándolo dándole la espalda a Negan y los demás, para que así no vean cuando yo hable. Sentía que él era el menos culpable en esto, y quizá ambos nos podamos ayudar.

─ No hagas caras, actúa normal y solo escucha ─le dije en voz baja ─. Si tu respuesta es sí, solo da palmaditas a mi espalda. ¿Estás dispuesto a ayudarme?

Aunque no me crean, no pasó ni dos segundos para cuando palmaditas aparecieron en mi espalda.

─ Trataré de ayudarte, te buscaré y ayudaré, solo resiste, ¿sí? ─le aseguré.

─ Papá evita que te hagan algo porque le recuerdas a mamá, le recuerdas a Lucille... Cuídate, y adiós.

─ Adiós, Dennis.

Me terminé de despedir, entrando otra vez a Alexandria, caminando hacia mi casa mientras pensaba en eso.

Le recuerdo a Lucille. . .





















Me tomé mi tiempo para poder llegar a la casa. Cuando lo hice, Enid me recibió, poniendo una sonrisa a pesar del mal rato que los salvadores nos hicieron pasar, incluso a ella, pues luchó para que ellos no se llevaran un suéter que le pertenecía a Beth.

Pero al final de todo, sobrevivimos a este día y sobreviviremos al siguiente.

Espero.

Subí las escaleras con ella y noté cómo el cuarto de Beth estaba casi con la puerta salida de su marco, pero decidí no tomarle importancia, no por hoy. Al menos conseguí las fotos; podré llevarlas a Hilltop y ponerlas en su tumba. Siento que eso será un bonito gesto y que a Maggie le gustará.

─ Los chicos dijeron que debemos dormir juntos; de todas formas no tenemos camas, ni colchones, ni ganas de dormir separados ─me dijo, para luego negar con la cabeza, como si se hubiera dado cuenta de algo ─. Pero si no quieres, puedo ir a mi habitación y...

─ No te preocupes, es lo mejor ─le di una sonrisa ─. Además, no quiero dormir sola.

Ambas entramos a mi habitación, donde John y Carl habían puesto en el suelo varias cobijas, además de muchas almohadas alrededor. Al menos algo se había salvado, y a decir verdad se veía divertido, porque parecía que fuera un enorme colchón; ocupaba casi la mitad de la habitación, había suficiente espacio para los cuatro y más, podíamos invitar a todos los caminantes del mundo y sobraría espacio... Sí, dejaré de exagerar.

─ No es mucho, pero es trabajo honesto. ─escuchamos decir al chico Walsh, comenzando a sentarse en su obra de arte.

Enid fue hasta él y se colocó a su lado, dándole un beso en la mejilla para luego dejarse abrazar por su novio. Yo me quité la chaqueta, dejándola a un lado y caminando hacia Carl, que también estaba en este intento de cama.

─ ¿Cómo estás? ─preguntó Enid cuando saqué un frasco de pastillas de mi bolsillo ─. ¿Son antibióticos?

─ Sí ─responde de inmediato ─. Me los dieron en Hilltop, dicen que es para evitar infecciones en eso.

Los tres se quedaron callados; solo me veían, o al suelo, pero ninguno hablaba, supongo que por miedo a hacerme sentir mal. Pero la verdad es que mi cicatriz, o al menos la que me quedara, no me causa conflictos; las cicatrices se hacen al sobrevivir, y creo que soy muy buena en ello.

─ Pregunten lo que quieran, no me molesta ─les dije con total honestidad y amabilidad ─. Aunque debemos alistarnos para dormir, mañana será otro día, y espero que mejor.

─ John dijo que te desmayaste, ¿cómo te sientes? ─inquirió Enid, mientras Carl me miraba con preocupación, en busca de respuestas.

─ Sí estoy mejor, el doctor Carson y Glenn me ayudaron. Solo fue una especie de descompensación, nada grave ─respondí, dándoles una leve sonrisa mientras los veía quitarse prendas de más, como zapatos y chaquetas ─. Felices los cuatro, ¿eh?

─ Creo que deberíamos dejarles el cuarto a Carl y John, así podrán vivir su romance; nosotras sobramos en esta relación. ─comenzó a bromear Enid, dándole un empujoncito a su novio.

─ Sí John, ven a darme unos besotes. ─Carl comenzó a seguirnos el juego... espero que sea un juego.

─ Ya quisieras que este tremendo bombón sea tuyo, Grimes.

─ Por nuestra paz mental, dejen de coquetearse en frente de nosotras ─pedí, levantándome para así apagar la luz ─. ¿Listos?

─ Sí mami. ─se burló Nyd.

Yo negué divertida, presionando el interruptor, para luego acostarme junto a Carl, recostando mi cabeza en su brazo, mientras era abrazada por él.

Te amo. ─susurro.

─ Te amo. ─respondí de la misma forma, colocando mi mano encima de la suya, que yacía en mi cintura.

─ ¡Lo escuchamos! ─gritó John ─ ¡Usen la habitación del costado; se harán sobrinos para nosotros!

─ ¡Merlin, John, ya deja de pensar en sexo! ─chilló Carl,, muy indignado.

Su mejor amigo soltó unas risitas, y luego paró, deseándonos las buenas noches. Entonces, me acomodé mejor entre los brazos de Carl, donde me sentí cómoda, protegida y calientita, justo lo que necesitaba. Me quedé despierta por un rato más, mucho tiempo más.





















No se en que momento me había quedado dormida. Supongo que mi mente estaba agotada, aunque no logre descansar mucho. Eran...no se que hora era, pero aun no amanecia. Para este punto, la forma bonita en la que comenzamos durmiendo quedo atras, porque Carl estaba desparramado a un lado mío, mientras John y Enid...ni que decirles. Parecían pareja divorciada, uno a cada extremo de nuestra improvisada cama, incluso, ella tenía su pie cerca de la boca de su novio. Era tan gracioso.

Necesito un cámara.

En fin, me senté con mucho cuidado de no moverme bruscamente y despertar a los chicos, miré a Carl por un momento, y noté que se había olvidado de quitarse la venda ─lo cual siempre hace siempre─. Supongo que porque no esta durmiendo solo. Así que, temiendo un poco, comence a dejar caricias suaves en su mejilla. Aparte un mechon de cabello de su rostro y acomode la cobija con la que nos cubriamos.

Me levante del suelo y tome mis botas, comenzando a caminar de puntillas hacia afuera, donde al pie de la escalera, me puse mis zapatos y salí a caminar un rato por las calles de Alexandria. La noche era tranquila, el bosque tambien, era un buen día despues de todo. Aunque seguía dudando de cosas, cuestionando otras. Así que mentí, el bosque no estaba tranquilo.

Estuve empujando una piedrita, cuando me encontre con Marianne sentada en el garaje de su casa. Me acerque a ella, viendo que mirada con melancolía algo que tenía entre sus manos, y cuando notó mi presencia, escondió lo que sea que tenía en uno de sus bolsillos, para después venir hacia mi.

─ Me contaron lo que pasó... Lo siento ─fue lo primero que dijo, tomando mi rostro entre sus manos ─. Tu...

Me pareció raro que ella fuera tan efusiva conmigo, aunque no lo cuestione. Desde que la conoci ella fue buena conmigo, así que simplemente deje que lo hiciera.

─ No te preocupes, no me duele ni me importa ─me encogí de hombros ─. Pero no quiero hablar de cosas malas, quiero conversar contigo, como antes. No podía dormir y creo que tú tampoco.

─ No después de lo de hoy. ─respondió, soltándome poco a poco.

─ Sí, y lo que nadie sabe es que la pelirroja que vino con Negan es Emma, y es mi hermana, o eso me dijo esa noche.

Marianne se estremeció, adoptando una expresión de preocupación, pero antes que pueda preguntarle qué le pasó, pase de ella al ver un pequeño trozo de papel en el suelo, algo así como una foto... y eso era. Me agaché y lo recogí, volteándolo y congelándome unos segundos por la persona que había en la fotografía.

Giré sobre mis talones con la respiración algo agitada.

─ No, es niño tu...

La interrumpí, girando la foto para que ella la viera. ─ Este es mi papá... ¿Por qué tienes una foto de papá?

Mi pecho subía y bajaba; por alguna razón me sentía enojada y engañada. No sé explicarlo.

─ ¿¡Por qué?!

Todo esto se estaba saliendo de mi control. Ni siquiera me di cuenta de que había levantado la voz ni que me había acercado tanto a ella. De pronto, sentí como dos manos rodearon mi cintura, comenzando a tirar de mí. Por el toque, supe que era Carl. Me dejé llevar, bueno, arrastrar. Mi mirada seguía fija en Marianne, al menos hasta que me llevó al garaje de la casa.

─ Ella tenía una foto de papá.

─ Tal vez tenga una explicación.

─¿La defiendes? ─pregunté. Yo le conté sobre mi padre, le conté cómo murió y ella simplemente me escuchó por semanas y no dijo nada. No tienes la foto de alguien que no conoces en tu bolsillo.

─ Estás enojada, no con ella, lo sé. —Tú eres más razonable —dice él, estirando sus manos hacia mí. Yo también pasé por esto. Cuando te vi por la mañana estaba confundido, más bien... celoso. Celoso no por Dennis, o porque viniste con Negan o los salvadores. Celoso porque tu estabas aquí, frente a todos, cuatro días despues, dispuesta a ayudar.

─ No...entiendo. ─murmuré, mientras intentaba calmar mi respiración.

─ Tú viste cómo odié a todos cuando perdí mi ojo, cuando mi cara quedó marcada.

─ No es lo mismo.

─ No, pero lo sientes igual. Es una herida, una herida de alguien que considerabas tu amigo, ¿no se te hace conocida esa historia? ─me dice, acercándose un poco más ─. No sanará, es profunda, dejará una marca para toda tu vida, pero estabas aquí. No alejaste a los que amabas. Pero estás enojada. Lo entiendo.

Miré al suelo.

─ En la asamblea. Estabas enojada. No porque te dijeran niña traidora, estabas enojada por ti, te estabas desahogando. Lo entiendo. Puedes enojarte conmigo si quieres. Y sé que no te puedo prohibir con quién enojarte, pero Marianne ha sido buena con todos, lo ha sido contigo; quizá merece que la escuches.





































▬▬ 𝗟𝗨𝗖𝗬'𝗦 𝗦𝗣𝗔𝗖𝗘 🐝

Negan ve a Lucille en Mara, y eso traera muchos problemas.

¡Michonne! ¿Porque secuestras a mi nena?

¡Zeus! y Marianne, necesito respuestas (dijo la que escribe el fic). ¿Quieren un spoiler sin contexto en forma de edit en tiktok? ¿O no les arruino la experiencia?

Ustedes dirán.

▬▬ with love, Lucy Rhee
▬▬ palabras; 6267.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Com