Truyen2U.Net quay lại rồi đây! Các bạn truy cập Truyen2U.Com. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

O9 ៹ ،، IMPOSTOR

━━━AVY ESTABA de pie frente a la puerta de la pequeña cabaña de madera, esperando reunir suficiente valor para tocar su puerta. Había tomado la decisión días después de buscar a Jacob para finalmente resolver las confusas emociones que la habían atormentado durante días. Cada latido de su corazón resonaba en sus oídos mientras levantaba la mano para tocar suavemente la puerta. El nerviosismo se apoderaba de ella con cada segundo que pasaba. ¿Y si no estaba listo para hablar? ¿Y si las respuestas que obtuviera solo complicaban aún más las cosas? Estas dudas la tentaban a dar media vuelta y alejarse, pero una voz interior le decía que debía enfrentar lo que fuera que estuviera por pasar si veía de frente a su amigo.

La puerta se abrió lentamente, revelando a Jacob con una sonrisa cálida que iluminó su rostro. Avy se sintió momentáneamente aliviada al verlo, pero sus nervios seguían latentes bajo la superficie. Antes de que pudiera decir una palabra, los amigos de Jacob aparecieron en el umbral, con expresiones curiosas y amigables.

— ¡Hola, Avy! ¿Quieres venir con nosotros a la playa? —, exclamó uno de ellos, rompiendo el hielo con entusiasmo.

Avy se encontraba entre la sorpresa y la indecisión. No esperaba ser invitada a unirse a ellos, especialmente en un momento tan íntimo que esperaba tener con Jacob. El nerviosismo se intensificó, pero al mismo tiempo, una sensación de calidez y aceptación comenzó a emerger. Había venido buscando respuestas y claridad, pero tal vez lo que realmente necesitaba era estar con Jacob y sus amigos, en un ambiente donde podía ser ella misma sin miedo al juicio, sin complicaciones.

Finalmente, dejando de lado sus preocupaciones y reservas, Avy asintió con una sonrisa nerviosa. —Pero por supuesto que sí.

Los nervios todavía hacían eco en su mente mientras caminaban hacia la playa, pero al observar la tranquilidad del mar y sentir la compañía amistosa a su alrededor, Avy comenzó a relajarse. Hablar con Jacob ya no parecía una tarea imposible; más bien, parecía el primer paso hacia la comprensión y la conexión renovada. mientras sentía que todo iba encajando, y cuando se encontraron solos, dijo lo primero que vino a su mente sin tantos rodeos.

—Me gustas, Jacob, me gustas mas de lo que podrías imaginar. — Todo lo decía viendo al frente a los dos chicos jugar, mientras sentía la mirada de Jacob clavada en su costado. —Pero me gusta mas, y amo mas como me envuelves en ese amor tan amistoso que cargas, y prefiero morir, antes de perderte.

El muchacho se encontraba perdido, viéndola, y fue aun mas extremo y se tornó mas nervioso cuando Albane le devolvió la mirada fija, esperando una respuesta.

—Yo..., estoy algo confundido.

— ¿Tu confusión se llama Bella Swan?

—Sí, es decir, no, no, no..., mi confusión es que ella llegó y llamó mi atención, pero antes de eso, yo te amaba y lo hago ahora.

—Jacob, suenas como un niño hablando. No te voy a acribillar por tu honestidad. Como lo dije anteriormente, eres mas importante como mi amigo, además, no me importa si tu amor por mí es mas grande que la fijación que tienes por Bella, yo no estaré con alguien que no me tenga solo a mí en su cabeza.

—Lo sé, es lo que mereces Avy, que vivan por ti.

—No exageres. — Suelta con una risa nerviosa, viendo de nuevo al frente.

—Hablo en serio.

Parecía una conversación fácil de sobrellevar, pero en realidad no lo era, no sabía si era por la edad o que, pero simplemente sus sentimientos no se estaban encajando con todo lo que estaba diciendo en ese momento, quedaban restos de una ilusión del haber tenido algo más con su amigo, pero no había tantísima mentira en lo que dijo, amaba a Jacob, pero lo amaba más como su compañero eterno de aventuras y confidente, su mejor amigo. No iba a dejar que una simple confusión nublara sus sentidos al punto de querer llegar a algo más.

—Bien, subamos, tenemos compañía. — Dice la pelinegra al ver cierta banet conocida a La Push, era el vehículo de Tyler.

Cuando estuvieron ahí, Avy reconoció a Bella y sus amigos, sobre todo a la odiosa, envidiosa de Jessica, con la cual no simpatizaba para nada, pero la castaña siempre que la veía trataba de acerarse, y Avy estaba segurísima que era únicamente por el averiguar alguna cosa sobre los Cullen que le cooperara con sus chismes en la escuela.

— ¡Bella! Que sorpresa verte. — Sonríe Albane sinceramente, sonriendo también a Ángela.

—Sería bueno que acompañaran a Bella, su cita la dejó plantada.

Avy arrugó sus cejas y preguntó sin siquiera pensar: — ¿De quien hablan?

—Invitó a Edward.— Dice de inmediato Jessica con una mueca, Avy solo arqueó sus cejas, escuchando como Bella se justificaba solo diciendo que era por simple cortesía.

—Si bueno..., los Cullen no vienen por acá.— Responde uno de los amigos de Jacob.

—Bueno, chicos, yo me iré, tengo cosas que hacer.— Avy se rasca el cuello nerviosa, tenía que ir a casa de los Cullen justamente, y a Jacob no le agradaba mucho oírla decir que iba a compartir tiempo y lugar con esa familia. Jacob supo descifrar sus gestos y solo asintió, sin siquiera despedirse con algún típico además cariñoso como solía hacerlo siempre.

🌒

— ¿Me explicas que intentas con Bella Swan? — El tono pícaro de Albane le empezaba a molestar a Edward, sin embargo este solo se limitaba a verla de reojo medio molesto mientras se acomodaban en el balcón para conversar —Parece muy curiosa.

— ¿Eso crees? También parece muy curiosa respecto a ti.

— ¿De qué hablas?

—Quiere saber porque tú..., ya sabes, te das el privilegio de juntarte con nosotros.

— ¿Privilegio?

La tarde pasaba, y empezaba a alistarse para irse antes de que cierta rubia se detuviera al frente suyo y se le quedara viendo fijamente, era ella, su misión suicida, la cual por ahora su resultado estaba tan pacífico que empezaba a tener un mal presentimiento. La rubia abrió la boca para empezar a hablar pero no pudo decir nada, más que darle un sobre, el que parecía contener un papel muy delgado por dentro, si lo había hecho en silencio, era porque sabía algo y no quería que nadie más se enterara, arriesgándose a Edward claro. Avy solo caminó hasta la salida y arrancó su auto hasta quedar solitaria en algún punto del camino cerca a casa, abrió el sobre y su respiración se cortó para darle paso a que su corazón se quisiera salir de su caja torácica.

     Ellos ya están aquí, más cerca de lo que crees, si tienes una visita reciente, sácala ahora, y no precisamente con vida.

En ese mismo instante, sola en tanto silencio, solo pudo activarse a sí misma cualquier alarma de desconfianza, quería tomar su celular y marcarle a Jacob, a Liam, a Carlisle, al que fuera, pero no sabía por dónde empezar. Sabía que la hermana de Jasper tenía con ella dones que le daban presentimientos extraños, era tan parecida a Alice pero al mismo tiempo, como si Edward también estuviera en esa combinación. No se atormentó más, volvió a arrancar el vehículo para ir directo a casa y descifrar que era lo que realmente podría estar sucediendo.

Entró a su casa con las manos temblorosas, con las piernas sintiéndose como si estuviera pasando un lago de puro lodo, no estaba estable, subió como pudo las escaleras, respirando con tranquilidad, sentía que podían estar hasta oyendo sus pensamientos, en el fondo, sabía más o menos lo que podía estar pasando, si la hermana Hale hablaba de visitas, no había otra más que Regina, tan sorpresiva, perfecta y delicada, fina y cuidadosa, no había visto una mujer tan hermosa en mucho tiempo.

Tomó su celular y escribió un texto al doctor Cullen, no se le ocurría ninguna otra opción, este había tardado en responderle, sin embargo lo hizo, ella solo decía una y otra vez que algo malo pasaba en su hogar, y no sabía como descubrirlo, así que hizo la pregunta que tanto temía.

"Carlisle, ¿Cómo desenmascaro a un vampiro haciéndose pasar por humano?"

Al otro lado del teléfono, Carlisle se había levantando de golpe de su escritorio con el dispositivo en sus manos, estático en su lugar, entendiendo un poco lo que estaba pasando, esos días pocos de oscuridad que había tenido Avy era por un presentimiento que tenía, y todos debieron escuchar el llamado de ayuda que estaba gritando con su estado de salud. Carlisle solo le había respondido que se mantuviera segura mientras él llegaba, que no hiciera nada estúpido, pero Albane, no vio el mensaje, en cambio, se internó en las profundidades de su ropero y deslizó una puerta escondida para dejarse ver una serie de armas y artefactos extraños en fila y perfecto orden.

—Ningún maldito vampiro me matará, no hoy maldita sea. — Mientras trataba de tomar con sus manos temblorosas las pistolas con balas de plata y explosivas, no podía evitar mascullar por lo bajo, esperando que alguna presencia se notara al fin en su casa, sin saber que no solo un vampiro estaba en camino, sino dos.

A los minutos de estar sentada en el borde de su cama, viendo la alfombra tan roja, escuchó como la puerta principal se abría y cerraba, habiendo voces que llegaban a ella sin entenderlas, se levantó, tan decidida e impulsiva como siempre y recordó todo lo que alguna vez le habían enseñado para defenderse, lo que su padre le inculcó sobre las armas, lo que Jacob le había dicho de sus desiciones, empezaba a bajar las escaleras decidida a empezar o terminar algo.

Cuando se asomó a la cocina, estaba su madre y su supuesta cuñada guardando alimentos en la despensa y el refrigerador, entró tranquilamente, decidida a hacer que iba a ayudar en algo, mientras esas dos mujeres hablaban, Albane se acercó casi sin querer a tocar la piel de Regina, de la cual sin siquiera estar tan cerca, pudo sentir esa aura gélida, entonces solo pudo jalar aire y llevar sus manos hasta detrás de su pantalón, donde había logrado esconder el arma más pequeña que tenía en su posesión, pero antes de que el impulso se la llevara entre sus redes, el timbre de la casa sonaba, una y otra vez, había alterado cualquier plan en su poder. Volvió a ver a Regina, y no lo entendía, estaba viendo a una persona, sus ojos le brillaban con amabilidad y no podía imaginarse que alguien pudiera estar utilizando a su hermano de una manera tan vil.

— ¡Doctor Cullen! Que sorpresa, pase pase. — La voz de su madre interrumpe la mirada sospechosa entre ambas mujer y Avy comienza a caminar en dirección a la entrada, donde estaba un preocupado Carlisle, con su uniforme y sus ojos bien abiertos y dorados, observando cómo Albane se asomaba poco a poco y detrás de ella, su nuevo problema.

Un problema del cual no sabían si ella sabía acerca de las sospechas tan claras de Avy.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Com