Truyen2U.Net quay lại rồi đây! Các bạn truy cập Truyen2U.Com. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

13: Chris

Regresar de la escuela era un infierno, en muchas ocasiones deseé tener un lugar alternativo al que recurrir. Una casa a la que escapar o simplemente desaparecer, pero dos cosas, era un cobarde y no se me daba especialmente bien gustarle a la gente. Así que, no, nadie querría dejarme dormir en su casa o pasar el día conmigo porque para empezar no le importaba a nadie.

Pero supongo que todo empieza un poco más allá, siempre te dicen que debes aprender a amar, que debes dar lo que quieres recibir. Y es cierto, es importante saber ofrecer, pero...cuando no sabes recibir, cuando rehuyes el contacto o el amor, no saber dejarse querer también forma parte del ciclo de amar.

Porque la gente quiere amar y que su amor sea bien recibido mientras asimismo es recíproco. Qué criatura más compleja y curiosa el ser humano llega a ser.

Supongo que se podría decir que nunca aprendí a recibir amor porque para empezar la única persona de la que una vez quise recibirlo, ni siquiera sabía darlo correctamente.

No me malinterpretes, no hay una forma buena o mala, simplemente a veces se dan algunas distorsiones.

Mi madre nunca me deseó, pero no es eso lo que más me afectaba sino el cómo sus acciones constantemente se contradecían. Solía tratarme como si fuera la luz de su vida, para ella era la razón de su existencia un 80% de las veces, pero eso quiere decir que un 20% no. En efecto, ese 20% era el que me volvió un trastornado del amor.

Constantemente traía hombres a casa desde que tenía memoria, a dichos hombres les encantaba humillarme o intentar volverla en mi contra, pues sí, tenía un gusto parecido para todos. La mayoría eran casados que buscaban liberarse por una noche, jóvenes sin vida, borrachos abusivos o delincuentes que no sabían tratarle bien.

Un momento que quedó grabado a fuego en mi mente es de cuando me pidió disculpa entre llantos cuando uno de sus novios se atrevió a intentar ponerme una mano encima, me encontró escondido en el armario con la cara mocosa y llena de lágrimas que se impregnaron en su ropa cuando me abrazó fuertemente.

'Lo siento mucho, Chrissy, perdóname por favor. Mamá no debería haberle dejado a nadie la casa mientras estabas solo'

Me puse a llorar con ella preso de mis emociones, porque desde el armario había escuchado cómo mi madre se enfrentaba al que en ese momento era su novio. Lo que no vi en ese momento era que él la golpeó y estaba sangrando, pero ella era una mujer lo suficiente fuerte como para conseguir echarlo de casa y mantenerme a salvo. Al menos lo mejor que sabía.

Por momentos como ese es que siempre la perdonaba, incluso cuando las situaciones se repetían una y otra vez por mucho que me prometiera siempre que sería la última vez.

Se podría decir que mi juventud fue una gran y absoluta mierda. Siempre deseé que acabara pero no sabía qué esperaba de la vida, solo quería las cosas mejoraran.

A pesar de mi descontento no era capaz de dejarla, sentía lástima por ella y se podría decir que cariño, temía que le pudiera pasar algo en mi ausencia. Estaba siendo auto coaccionado por nada más y nada menos que mi dependencia emocional hacia mi madre.

Yo...hice algo horrible durante mi último año de preparatoria. El Chris que fui no tenía relación con el de la actualidad o al menos eso me gustaba pensar.

Para ese entonces había descubierto que la mejor forma de no tener que ir a casa era quedarme en la escuela todo lo que pudiera, hasta que cerrara bajo el pretexto de estudiar. ¿Recuerdas que he dicho que es importante saber dejarse amar? Pues todavía no sabía hacerlo, eso quiere decir que yo no era el amigo de nadie, solo su conocido. Una vez ya no tenían la obligación de verme dejaban de hacerlo porque ¿para qué iban a ver a alguien que no quería lazos? Alguien que solo les aportaría superficialidad. O al menos eso era lo que yo pensaba. Sinceramente no tengo la receta de la integración o para saber cómo debemos comportarnos con tal de que todo vaya bien. No creo que nadie la tenga, simplemente todos fingimos que sabemos lo que hacemos aunque simplemente la vida fluctúe sin cesar. Algunos fingen mejor, otros peor.

Yo...no me dejaba amar. No permitía a los demás acercarse, porque ¿si mi propia casa era hostil, cómo iba a gente externa ser mejor? Esa era mi conclusión en ese momento.

Me sentía indigno de estar integrado con los demás, insuficiente, un ser humano horrible que no merecía más que rechazo y odio.

Todo esto se vio reflejado en la manera en que actuaba, en cómo sentía cero empatía por los demás y los deshumanizaba.

En una de las incontables tardes que me quedé en la escuela escuché a alguien forcejeando en un aula, se oían mesas y sillas siendo lanzadas al suelo, correteos y la voz de una chica extremadamente asustada.

Por curiosidad me acerqué al aula tratando de escuchar, pues no se podía ver nada a través del cristal tapado de la puerta. No debí ser muy discreto porque en cuestión de minutos la puerta se abrió, Wells Murphy estaba delante mío con su cara de falsa bondad sonriéndome.

'¿Puedo hacer algo por ti?'

'Oh no, eh...solo pasaba por aquí y escuché unos ruidos...' me detuve al ver a una joven tumbada boca arriba en un pupitre.

Sus piernas estiradas fuera de este, de su pierna derecha colgaba ropa interior, tenía la falda levemente elevada y se veía como un cadáver, pero no. Pude captar cómo parpadeaba con la mirada fija en el techo, elevó un poco la cabeza y me miró.

Había súplica en sus ojos que supe interpretar con facilidad. La iluminación en el aula era tan pobre que apenas se la podía ver bien.

'Joven, todos necesitamos un poco de diversión ¿no crees?'

Lo siento. No sé qué me pasó por la mente, estaba enfadado con la vida. Quería que alguien sufriera, estaba feliz de que alguien lo hiciera también porque así me sentía menos solo. Desconozco qué me pasó por la cabeza para convertirme en el cómplice de un abusador, yo podría haber ayudado a esa chica. La podría haber salvado. Podría haber evitado su sufrimiento pero ¿sabes qué hice?

Me encogí de hombros, miré al profesor y dije:

'Lo que hagas o no, no es mi asunto'

Y me retiré de allí queriendo pensar que no había hecho algo tan horrible, que igual ella sí quería estar con ese hombre porque no pidió ayuda ni gritó. No intentó venir a mí.

Si lo hubiera hecho ¿la habría ayudado o directamente se la hubiese entregado con mis propias manos a ese depredador?

No me sentí mal, ni al día siguiente, ni al siguiente, ni al siguiente. Ella nunca apareció en las noticias del pueblo, fue como si hubieran cubierto su caso o simplemente nadie supiera de él, lo cual me ayudó a mentirme y decirme cómo seguramente todo fue consensuado a pesar del riego de sangre entre sus piernas, el cual borré de mi mente hasta que un día, varios años más tarde. Cuando ya estaba con Runa e iba a la facultad pensé en ese suceso.

Pude hacerlo porque en cierto modo había recuperado mi humanidad, estaba intentando reordenar mi vida y ser mejor. Pero no podría borrar lo que había hecho, jamás.

Era un peso que siempre arrastraría. El cómo fui cómplice de una violación y en el momento en que se produjo no sentí nada porque estaba muerto por dentro.

/.../

La primera vez que vi a Sade me cuestioné por qué estaba con Runa. No es como si me gustara, al menos no explícitamente, pero era ese tipo de persona que te hacía cuestionarte cómo podía haber gente tan especial y en cambio tú ser alguien demasiado normal. Aburrido. Alguien que no destacaba.

Pues Sade era ese tipo de persona especial que no tenía que hacer nada para destacar. Por un lado estaba su increíble físico, era bonita y si te la cruzabas en la calle lo normal era girarte para verla una segunda vez y todo lo que pudieras para grabarla a fuego en tu mente. No contento con solo eso, el mundo la había hecho alguien que solo hablando conseguía atraer la atención de todos, o bebiendo, o caminando, incluso respiraba de una forma que la hacía ver especial.

Y en cierto modo fue su increíble especialidad la que me hizo resentirla un poco, porque ella era tan especial y yo tan...convencional, y eso despertaba en mí algo que nunca había sentido por nadie: envidia.

Aunque supongo que no todo en su vida era bonito como ella. Que fuera especial no quería decir que el mundo la tratara como tal. De hecho, hay algo muy curioso y cruel en el ser humano, cuando encuentra algo único y bello está condenado a querer guardarlo para sí mismo y alejarlo del resto. Esconderlo. Atraparlo provocando que muera lentamente al ser inhibido de aquello llamado libertad. Sino ¿qué mejor ejemplo que las aves tenemos? Cuanto más bella y libre un ave es, con más ansias las personas van a querer enjaularla y esconderla. Por desgracia me temo que mantenerla en una jaula de oro no es suficiente para poder decir que la estás tratando bien porque sigue sin poder extender sus alas más allá de unos centímetros.

Sade era una hermosa ave atrapada en una jaula revestida en oro, cubierta con un manto de seda con la voluntad de ocultarla de ojos que pudieran apreciarla por algo más que el hecho de ser especial.

Todo empezaba en su propia casa, con unos padres extremadamente egoístas. Resultaba que tenían una buena relación pero ellos siempre querían que fuera la mejor, su padre era un importante y arrogante médico en la ciudad y su madre tenía tan poca voluntad que lo que su padre quisiera era lo que esta también.

No obstante según Runa, Sade era una persona complaciente y poco problemática, lo que le permitía llevarse bien con ellos pese la constante represión (jaula) en la que vivía. Desconociendo el sabor de la libertad que se merecía.

Si bien he comentado en repetidas ocasiones lo especial que era Sade, Runa no era muy distinta, simplemente...tiraba hacia lo negativo. ¿Qué quiero decir con ello? Pues que Runa no te avivaba, ella era el fuego mientras que Sade la leña.

Runa te mantenía en calor y era hipnotizante, también quemaba, ese era su problema. Era una hoja de doble filo a la que en cuanto se le cruzaban los cables intentaba destruirte.

A ojos del resto éramos en una pareja perfecta, yo me veía como un novio dedicado, extremadamente enamorado de Runa. Destinados incluso. Pero la realidad no podría estar más alejada, nunca amé lo suficiente a Runa, al menos no tanto como ella deseaba.

Su problema era que siempre quiso rellenar un vacío que sentía conmigo, pero yo no podía ayudarla en eso. Necesitaba ayuda profesional y al fin y al cabo yo solo era un estudiante de bellas artes.

Nuestra relación fue deteriorándose poco a poco, volví a estar enfadado con todo ser existente y entonces me di cuenta de que Runa le gustaba a Sade. Ese fue el único impedimento a que rompiera con ella, porque quería verla sufrir. Quería que alguien más no consiguiera lo que deseaba.

Porque yo ni siquiera sabía lo que quería y eso me daba demasiada rabia, tanta que preferí hacer infeliz a la mujer por la que mis huesos probablemente morían aunque no me había dado cuenta, a simplemente ser una persona buena y romper una relación con la que no estaba feliz ya y permitir que sucediera lo que tuviera que suceder entre Sade y Runa.

Del mismo modo en que no me arrepentí por mis acciones en su momento cuando dejé sola a esa pobre chica, tampoco me arrepentí por hacerle la vida imposible a Sade.

/.../

Y por cómo estoy contando las cosas seguramente pienses que mis años de relación junto a Runa fueron un infierno, o que yo era un desgraciado que la trataba mal, o ella a mí. Pero no, ella solo explotaba cuando le daba razones o cuando su mente colapsaba y yo la incentivaba a arder con más intensidad porque era mi forma de consolarla.

Yo...siempre la traté bien. Incluso cuando ya no la quería, me recordaba demasiado a mi madre y tenía miedo de destrozarle la vida porque no supiera gestionar todavía su dolor. Por eso cuando murió sentí un gran alivio, debido a que su futuro ya no recaía sobre mis hombros o así es como lo percibía yo. Tal vez simplemente era demasiado narcisista y creía que tenía tanto poder sobre ella. Siempre lo digo, el Chris que fui no era alguien de quien me enorgulleciera.

Deseaba poder enterrarlo y que nadie supiera de él, pero para eso muchos tendrían que morir.

¿O debería haberlo hecho yo?

Como sea, ¿sabes que Sade me encontró en el cementerio, apartado de la multitud durante el funeral? Pues el motivo por el que decidí alejarme iba más allá de buscar privacidad.

Tenía miedo de que la gente pensara que era un monstruo insensible por no derrochar ni una sola lágrima por la persona que se suponía iba a ser mi mujer en un futuro. La misma mujer por la que yo ya no sentía nada y temía dejar porque llegados a un punto ya no es que no quisiera que acabara con Sade, es que tenía miedo de estar solo. ¿Y si no encontraba a alguien con quien mi corazón resonara nunca más? Porque ella era la única persona por la que alguna vez había sentido algo.

¿Todo lo que le dije a Sade en el cementerio? Pues no era más que un monólogo egoísta dirigido hacia mí mismo y con la intención de expresar todas mis frustraciones. Desde el no poder llorar por Runa hasta la incertidumbre de que alguien como Runa pudiera gustarle a Sade, la tan especial chica de cabello rojo que era un misterio para todos. O eso es lo que queríamos.

La gente convencional como yo, quería que Sade fuera un misterio, especial. Pero ¿sabes qué? Era especial para los demás, en realidad, objetivamente era más normal de lo que deseábamos. Comía, respiraba, incluso iba al baño. Se quemaba si pasaba demasiado tiempo expuesta al sol, lloraba, gritaba...

Pero ¿sabes qué hacía para que se considerara especial y distinto? Todo eso lo hacía de una manera hipnótica para todo aquel que se fijara en ella. Es por eso que muchos nos aferramos tanto a la idealización que habíamos creado de ella cuando Sade solo era una ordinaria chica pueblerina de cabello rojo que casualmente se fijó en las amapolas durante el funeral de su mejor amiga. 

........

Probablemente uno de los capítulos más personales de Chris. Alguien que ha cambiado y mejorado mucho, pero es que era horrible. Un reencoroso y un sociópata que te cagas. Es un capítulo muy importante porque revela las cosas que ha hecho o mejor dicho: permitido.

Pero...¿realmente ha cambiado o ha aprendido a adaptarse y ser lo que necesita para poder integrarse en la sociedad sin sentirse señalado? 

No sé cómo mierdas se me ocurrió crear un personaje tan funable y encantador. Porque actualmente adora a Sade, pero quien fue es bastante cuestionable. 

Y entonces abro la pregunta: ¿Cuál es el límite del perdón? 

Muchas veces decimos que obviamente intervendríamos en algún problema que estemos viendo, pero luego hay ocasiones donde se aplica eso de creer que otra persona intervendrá y por eso no hacer nada o simplemente en ese momento se nos va la valentía y pasamos a tener mucha ansiedad por el qué pasará y no saber sobrellevar la situación. 

Es mi deber decir que siempre que podáis ayudéis, por favor. Esto es ficción, pero igual a una persona de ahí afuera le estáis salvando la vida. Y más allá de la muerte, hablo de traumas y problemas en el día a día. No seáis como Chris porfa.

Me he abierto un tiktok para promocionar la historia porque este mundo está hecho para los extrovertidos 7.7, y el que tenga miedo al éxito que no nazca. (yo)

¿Has llegado aquí por tiktok? 

Cuando acabe esto quiero volver al BL T.T regrésenme a mi hogar.


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Com