8: B de Bilingüe
Un mes más tarde...
Sade
Habíamos avanzado tanto con los cuadros que Chris se temía que en cuestión de con suerte solo un mes más los tendría todos. Bueno, él, yo solo había posado.
De alguna forma Chris era un súper humano que conseguía emparejar el estudiar, hacer el proyecto, trabajar y quedar conmigo de vez en cuando. Lo cual hacía que me cuestionara si tal vez yo tenía poco dinero porque era demasiado pusilánime ¿debería buscar otro trabajo una vez acabáramos sus cuadros?
Igual así encontraría un poco de estabilidad económica hasta que consiguiera un trabajo mejor remunerado.
Como esta vez era viernes al acabar Chris me sugirió que me quedara a dormir, ya casi era una costumbre entre nosotros. Cuando uno iba a casa del otro tarde y para regresar tenía que tomar el último bus, un taxi o ir a pie, dejábamos que el otro se quedara a dormir. La verdad es que casi era una súplica por parte de ambos llegados a este punto.
Veíamos cualquier cosa en youtube, hablábamos o simplemente hacíamos acciones distintas hasta que nos entraban ganas de dormir.
A base de entrar en mayor confianza con Chris ya no me daba tanto miedo que me tocara, de hecho ahora había ocasiones en las que mi piel pedía contacto con la suya, ya fuera él dándome un abrazo o simplemente reposando su mano en mi pierna para tranquilizarme cuando me ponía nerviosa.
Evidentemente la culpa no desaparecía. Runa estaba muy enamorada de él, si supiera que nada más morir había comenzado a hablar con Chris me odiaría, pensaría que era una perra sin sentimientos y que nunca la consideré mi amiga. Pero es que no podía hacer nada, él había aparecido en mi vida en un momento donde era demasiado vulnerable y se había vuelto un gran confort. Yo...necesitaba a Chris hasta cierto punto.
Me prestó una de sus camisas como pijama, debajo solo usaba mis braguitas. Esta vez con dobladillo y encaje de color azul, por cierto.
Tenía mi pelo recogido en un moño, él me dejó que le hiciera dos coletitas, por las cuales acabó convirtiéndose en mi fondo de pantalla y en mi burla durante al menos unos días.
Actualmente nos encontrábamos sentados en el sofá viendo una película que echaban en la televisión, no era la gran cosa pero servía para pasar el tiempo. Los párpados ya comenzaban a pesarme, de vez en cuando se me cerraban los ojos y la cabeza se me caía hacia un lado.
Di un sobresalto cuando mi cabeza cayó de golpe en el vacío. Entonces guiados como por una esencia demasiado atractiva para el alma mis ojos se posaron sobre los suyos, que no paraban de observar mi rostro y acababan su ruta en mis labios. Tragué saliva sintiendo la boca seca de golpe, deseosas de agua y quizá algo que la llenara, como una lengua ajena por ejemplo.
'¿Me he quedado dormida?'
Rasqué mis ojos como si no supiera el tipo de situación en que me encontraba. Como si no pudiera entender el deseo que bailaba en sus ojos.
Pero esta situación era diferente a cuando...él me destrozó la vida. No Chris, sino alguien innombrable, al menos todavía.
No tenía miedo de Chris, ni de su cuerpo, ni de sus intenciones. De nada. Para mí Chris era alguien muy importante y le tenía demasiado aprecio a pesar del poco tiempo que llevábamos hablando. Era la primera vez que sentía tal conexión por mucho que me doliera admitirlo, ni siquiera con Runa sucedió.
Fue uno de mis más grandes amores y nunca la olvidaría, pero la sinergía que tenía con Chris no existía con Runa. Casi era como si fuéramos la misma persona dividida en dos pero con gustos distintos, coincidiendo en la forma en que procesábamos las cosas y el mundo. No sabría explicarlo, pero era una sensación espectacular. Cuando estaba con él era como si nunca me hubiese sentido sola.
Podía olvidarme de todos los malos sentimientos sin arrepentimientos.
Entre sus labios se formó una pequeña brecha casi imperceptible en la oscuridad, me observaba a través de sus tupidas pestañas con esos ojos color caramelo que tanto había comenzado a gustarme. Es curioso porque Chris de verdad tenía los ojos caramelo, pero por cosas de la vida su mirada estaba tan apagada normalmente que parecían más color castaña. Aunque si te fijabas bien podías ver que no era así, que realmente eran caramelo.
¿Podría...yo y él...? ¿Era posible que...?
'¿Tan aburrida era la película?' rompió el silencio y diría que la tensión también.
Me eché hacia un lado algunos centímetros, aumentando la distancia entre nosotros y las posibilidades de que eso sucediera. De que Chris y yo tuviéramos nuestro primer beso.
'Un poco' contesté. Mi voz sonaba tan adormilada que me pregunté si él me habría entendido.
Por suerte parece ser que sí.
'Entonces continúa durmiendo, no te pierdes nada'
En cuanto escuché aquello mis párpados cayeron como presas de un embrujo, fue cuestión de incluso menos que un segundo que me durmiera. En mi mar de inconsciencia conseguí escuchar cómo me decía: Buenas noches, Sade.
Antes de que mi cuerpo se apagara al completo.
/.../
A la mañana siguiente desperté por el rico olor a café recién hecho, inundaba mis fosas nasales del mismo modo en que el aroma a chocolate lo hizo cuando me quedé dormida junto a Chris. Es curioso, Chris desprendía un olor achocolatado y dulce que daban ganas de acurrucarse contra él solo para olerlo un poco más.
Me dirigí a la cocina caminando como un zombie, allí encontré a Chris preparando el desayuno. Estaba haciendo café con tostadas recubiertas de mantequilla y mermelada, sonreí al verlo.
Se había cambiado de ropa y era evidente que se había duchado, lo cual provocó que me preguntara qué hora debía ser.
'¿Qué hora es?' pregunté medio grogui.
Parecíamos una pareja de recién casados. Me miró por encima del hombro y dijo con una sonrisa: 'Las 10'
'¿Ya? Pensaba que había dormido menos' bostecé tapándome la boca. Solté mi cabello y me dejé caer sobre una de las sillas en la cocina 'Qué bien huele. Hacía demasiado tiempo que nadie me preparaba algo para comer'
'Pues aprovecha, es sábado. No tienes que ir a trabajar, tienes a alguien que te haga de comer...¿y si te quedas a pasar el día conmigo?'
'¿Cuál es tu plan para hoy?'
'Normalmente hago trabajos para la facultad o simplemente me paso el día entero leyendo junto a la ventana hasta que se hace de noche'
'¿Y entonces?'
'¿Y entonces?' repitió un poco extrañado por la pregunta 'Que ¿qué hago por la noche?'
Sonreí enternecida por lo lindo que era a veces por no decir siempre. Negué con la cabeza y me abracé el abdomen.
'No, que qué haces el día siguiente'
'¿También quieres quedarte mañana?'
'Todavía no he dicho que hoy me quede, aunque...tienes suerte de que no tenga mascota y solo cuide de Pinchos y Cenicero, mis cactus'
'Me da miedo preguntar el significado tras el nombre de Cenicero'
'Es porque el platito en el que tengo su maceta pues es un cenicero, no te preocupes por él'
Actuó como si estuviera aliviado al obtener tal información. Me sirvió las tostadas y el café, arrugué la nariz.
'No tenías por qué'
'Pero si yo también voy a comer'
Al instante mis mejillas se pusieron rojas ante la realización de que seguramente había hecho el desayuno para sí mismo pero como yo también estaba pues pensó en doblar las raciones por educación. Aparté la mirada.
'Conque Christopher Langhart desayuna tostadas con café'
'Lo cierto es que no suelo desayunar'
'Oh'
No. No está haciendo el desayuno para ti, tonta. No te ilusiones. Seguro que ahora añade algo como: Solo desayuno los findes.
'Como eres mi invitada tengo que comportarme como un buen anfitrión'
Mis cejas se elevaron debido al subidón de azúcar que acababa de provocar en mí, quería levantarme y abrazarlo mientras le daba cincuenta besos en la cabeza.
Por supuesto hubo un desencadenante que empeoró la mañana en cuestión de segundos, estaba condenada a no poder ser feliz nunca.
Mi móvil comenzó a sonar, esta vez no era mi madre sino mi tío. El hermano de ese que decían que era mi padre.
Por cierto, su hermano era fiscal así que...y oh, por supuesto que estaba de su lado. Al menos eso es lo que yo creía, ni siquiera me atreví a pedirle ayuda. Había algo en él que no me transmitía seguridad, también puede ser que al relacionar el concepto de que era un hombre y hermano de mi padre pues mi mente entraba en estado de alerta.
Muchos no entenderían por qué prefería vivir en la miseria de mi apartamento en lugar de en mi casa con esa gente con dinero, pero es que estar con ellos no se podía denominar vivir.
Prefería mil veces no tener dinero y vivir en una habitación sin cocina a regresar a ese pueblo del cual el único recuerdo bonito que tenía era Runa.
'¿Quién es?' preguntó Chris.
'Nadie, no te preocupes'
No debí ser lo suficiente convincente porque su ceño se frunció al instante y me miró con preocupación.
Tomé el móvil, me levanté y fui al balcón, donde me encerré.
Cogí la llamada.
'¿Qué quieres?'
'Supongo que tu madre te ha contado sobre Julian ¿no?'
'Tienes 3 segundos para...'
'Ven a verlo, linda..., se está muriendo'
'No me llames linda'
'Vale. Pues Sade, por favor' su voz era tan dulce que no parecía pertenecerle al hermano de ese monstruo 'No sé qué ha pasado entre vosotros así que bueno, tampoco voy a insistir. Pero si necesitas hablar con alguien me gustaría que cuentes conmigo, soy su hermano pero también un ser ajeno a él'
'Gracias'
'¿Cómo te va en la gran ciudad? ¿Has ligado mucho? ¿Vas bien de dinero?'
Expulsé el aire de mis pulmones con lentitud aliviada de que no insistiera, no quería cambiar mi modo de pensar respecto a él pero tal vez me equivocaba.
'Horrible, tío Victor, esta ciudad parece querer acabar con mi juventud antes de que siquiera llegue a los 30'
Soltó una risotada. Es curioso como el energúmeno de mi padre había logrado formar una familia siendo quien era y en cambio alguien como mi tío no. Igual solo era muy selectivo pero algo me decía que dentro de esa secta a la que llamaban familia él era el más parecido a mí.
Que lo fuera no quitaba que mi mente estuviera creando una barrera de protección contra él, porque no quería llevarme decepciones luego.
No iba a poder soportar que un ser querido me hiciera daño por segunda vez. O tercera, ya había perdido la cuenta.
'¿Necesitas dinero, linda?'
'Eso siempre, pero no voy a depender de nadie'
'Oh, se me ha ocurrido algo. Dos cosas. Si por casualidad vienes puedes quedarte en mi casa, no me quiero entrometer pero algo me dice que no quieres ver a Claire. Y...si quieres te puedo llevar algunos utensilios y esas cosas de casa algún día, tengo muchos que no utilizo'
'¿Por qué tienes tantos?'
'Digamos que mi ex era un gran aficionado a la cocina'
'¿Ex?'
'¿No creías que tu increíble tío pudiera enamorar a alguien? Tch tch. Me decepcionas sobrina, pensaba que era tu referente'
No pude evitar reír. Sintiéndome más relajada tomé asiento en una butaca y observé el horizonte con la sensación de que me faltaba un cigarrillo para mejorar el momento.
'¿Te cuento algo para estar a la par?'
'Adelante'
Entrecerré los ojos.
'Fumo'
De pronto comenzó a toser, probablemente se había atragantado con su propia saliva.
'QUÉ. Sade Rossfeld. Ay, dónde está la pequeña que cargaba en mis brazos. Ahora fuma y todo, ayayayayay. Qué cruel es la vida, un día esperas el nacimiento de tu sobrina y al siguiente te das cuenta de que ya tienes 37 años y pronto estarás calvo'
'¿Pero qué dices? Tú nunca estarás calvo, dramático'
'En fin. ¿Cuándo tienes libre? ¿A qué te dedicas? ¿Estás en un club de striptease?'
'Qué'
'Es broma'
'Hombres...trabajo en una librería, puedes venir cualquier fin de semana, los tengo libres'
'Nos vemos mañana'
'¡NO ESPERA!'
Piiiip.
Ese loco...
Pero no pude evitar sonreír pensando en cómo era el único que me trataba bien en toda la familia. Probablemente porque conocía el sentimiento de rechazo, no tenía ni idea en qué aspecto pero algo me decía que sí.
Al fin y al cabo su padre era el mismo que había criado al mío. Un alma libre como la de Victor no estaba segura con alguien así.
La puerta del balcón se abrió lentamente.
'Te veo relajada'
'Digamos que nada mal, y por cierto. Mañana viene mi tío a verme así que no podré quedarme contigo, pero hoy sí, ¿qué hacemos?'
/.../
Chris
'Mira lo que compré el otro día'
Sade me mostró una baraja de cartas del Uno. Lentamente mis cejas fueron elevándose, por alguna razón me daba muy mala espina jugar con ella a un juego así. No. A cualquier juego que involucrara un mínimo de competencia.
Entorné la mirada.
'¿Por qué me da tanto miedo jugar contigo?'
'Se me ha ocurrido algo. Quien pierda tendrá que concederle un deseo a la otra persona'
'Sabía que debía asustarme ¿cualquier cosa?'
'Cualquier cosa, chico bonito'
'Sade, ¿por casualidad eres competitiva?'
'Como el infierno, Chris'
Algunos minutos más tarde Sade estaba montando un berrinche por perder la 1a ronda. Tal vez fuera extremadamente competitiva pero no era tan buena pensando, intentaba ganar mediante trampas y distracciones.
Solté una carcajada.
'No puede ser. Sácate las cartas de la raja del culo. Ya. Chris'
Elevé las manos en el aire indicándole que no tenía nada.
'Acepta tu derrota'
'Otra ronda'
'Ah ah ah. Primero mi recompensa'
'A ver, ¿qué quieres?'
Lo cierto es que no se me había ocurrido nada, pero tenía un rato para pensar mientras ella planeaba cómo iba a matarme.
'Pues...'
'Vamos, rápido. Piensa o calla para siempre'
'¿Puedo guardármelo para más tarde?'
'Definitivamente no'
Había visto a Sade con un moño, con el cabello suelto e incluso coleta, de los dos tipo. De caballo y baja. Sin embargo...
Sintiéndome acorralado dije lo primero que se me pasó por la cabeza.
'Hazte una trenza'
Su ceja izquierda se elevó tanto que parecía que se saldría de su rostro. Puso los brazo en jarra.
'¿Solo eso? Qué simple eres ¿es que tienes un fetiche con las trenzas?' soltó una risa seca.
Menos mal que más allá de eso no preguntó mucho más. Tampoco tenía un motivo ultra pervertido pero sí que me había imaginado a Sade llevando trenza algunas veces, igual sí que tenía un fetiche con eso y no lo sabía.
Se hizo la trenza dejando los mechones de su flequillo sueltos.
'Venga, prepárate porque ahora vas a perder'
En cuestión de minutos ambos nos encontrábamos con 5 cartas. Parecía que Sade tendría que robar, pero en el momento más inesperado tiró su salvación.
'Chupa dos'
'¿Sí?' miré mis cartas. Lancé una igual a la suya 'Pues vaya...chupa cuatro'
'Chupa seis'
'Chupa ocho'
'...no me dejas otra. Chupa 10'
Me encogí de hombros, estiré el brazo hacia el montón de cartas haciendo amago de que iba a coger. Rápidamente reculé cuando el halo de esperanza en sus ojos fue enorme, tiré mi salvación.
'Chupa catorce, bonita'
Su boca se abrió de par en par. Parecía que su mandíbula podría tocar el suelo, parpadeó repetidas veces sin poder creerlo.
Tan solo me quedaban dos cartas.
Sade cogió las catorce que le pertocaban.
'¿Qué color?'
'Verde'
De nuevo su boca se abrió. Entrecerró los ojos.
No me digas que ni siquiera con 14 cartas más no tiene verdes.
Ahogué una risita que provocó que me asesinara con la mirada. Seguramente eso se debía a que ella había barajado mal las cartas y se habían quedado agrupadas.
No pudiendo aguantarme más solté una risotada que me obligó a doblarme por la mitad, necesitando sostenerme el estómago, aunque lo más gracioso todavía no había llegado.
Sade empezó a robar más cartas de la baraja. Una. Dos. Tres. Cuatro...espera. ¿Cinco? Seis. Siete...
Su rostro se iluminó. Suspiró de alivio. Tenía una expresión pueril que la hacía ver mucho más joven.
'¡Toma!'
La lanzó con violencia sobre el montón de cartas'
'Una lástima' tiré una carta que le devolvía el turno 'UNO'
'¡¿QUÉ?! PERO QUÉ MIERDA ES ESTA. QUÉ COJONES. CHRISTOPHER NO TENGO MÁS VERDES'
'Pues roba'
Tiró sus cartas sobre el montón y se puso en pie de un impulso.
'Ya me he aburrido de este juego'
'Eh, concédeme mi segundo deseo'
'Ni siquiera has...'
No sé de dónde saqué la valentía, en serio. Pero en algún lugar estaba. Uno muy lejos del pasado.
'Dame un beso'
Mi corazón latía como un loco al decir la última palabra. Aparté la mirada y retrocedí un paso.
'Perdón, ha sido una locura, a ti te gustan las mujeres y...'
Entonces. Sade Rossfeld unió sus labios con los míos en un beso superficial que encendió cada uno de los nervios en mi cuerpo. Se separó de mí con una sonrisita malévola.
'Soy bisexual, Chris. Solo como dato'
¿Eso quería decir que yo le gustaba? ¿Aunque fuera un poquito?
,.......
Recuerda lector, no todo es lo que parece. Ni siquiera lo que lees, quien avisa no es traidor. hadoajsjidasda
Y ehhh, estoy haciendo ilustraciones de algunas escenas. A medida que las tenga iré subiéndolas así que si te aparecen notificaciones de capítulos anteriores es porque son las ilustraciones :=)
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