Truyen2U.Net quay lại rồi đây! Các bạn truy cập Truyen2U.Com. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

── chapter fourty-four 𑁤.ᐟ


chapter fourty-four .ᐟ
Feely.
TADGH LYNCH

No sé cuánto tiempo estuvimos así.

Y sinceramente, no me importaba.

Ellie tenía la frente pegada a la mía, su respiración aún era agitada, y tenía esa forma de mirarme que me hacía sentir algo que no entendía.

Algo que me dolía, pero que dolía bien.

Se tumbó a mi lado, aún sin vestirse del todo, como si el mundo no pudiera alcanzarnos en esa cama prestada.

Y sonrió. Con esa sonrisa suya que no veía desde hacía años.

La que parecía sacada de otra vida. De cuando todo era menos jodido. De cuando ella no sabía cómo era cargar con mis monstruos.

Me giré hacia ella solo para mirarla, porque no me cansaba.

La habitación estaba en silencio, salvo por el ruido del mundo fuera.

Gente riendo, música de mierda...

Pero aquí dentro solo estaba ella.

Ella y yo. Nosotros.

Y no me podía quejar de las vistas.

La tenía tan cerca que podía contarle las pecas. El pelo le caía enredado por la frente, tenía los labios todavía un poco hinchados y la piel caliente, como si su cuerpo aún no hubiera procesado que esto... esto acababa de pasar.

En cuanto la vi bajar esas escaleras esta noche, supe que iba a acabar así.

Sabía que no iba a poder resistirme. Y no quería.

Porque si tenía que hacerlo con alguien, si tenía que perder esa parte de mí... tenía que ser con ella. Con Ellie.

No me arrepentía, no lo haría ni por un segundo.

Porque había algo en su forma de tocarme, de mirarme y de quedarse que me hacía sentir que valía algo.

Que, aunque por dentro todo esté podrido, ella no lo ve igual.

O, peor aún, lo ve todo y aún así elige quedarse.

Y eso... eso me jode más que cualquier golpe.

Me incorporé un poco, apoyándome en el codo, y la miré en silencio.

—¿Estás bien? —pregunté, bajito.

Ella asintió, con esa media sonrisa que usa cuando no quiere hablar pero quiere que sepas que está bien.

Y joder... me dolía de lo bonita que era. De lo real que era.

El cuarto seguía oliendo a ella.

A su pelo, a su piel, a todo lo que no entendía pero me jodía de lo bien que me hacía sentir.

Estábamos tumbados casi en silencio, respirando lento, como si ese colchón prestado fuera el único sitio seguro del mundo.

Y entonces... la puerta se abrió.

Sin golpes ni avisos.

—¿Ellie? ¿Has visto a Ciara? Me ha dicho que dejó su... —Patrick se congeló en la entrada—. ¡Joder!

Yo me incorporé de golpe.

Ellie se tapó en un segundo con la sábana, con una rapidez que rozó lo olímpico.

Feely no sabía dónde mirar.

—¡Tío! ¡Perdón! ¡Perdón, de verdad! No sabía que estabais... bueno, estabas... o sea, que había... —agachó la cabeza, cubriéndose los ojos con una mano—. Dios. Vale. Nada. No he visto nada. Literalmente no he visto nada.

Ellie gimió bajito desde debajo de la sábana.

—Feely,  sé que eres amigo de mi hermano —soltó, con voz apagada pero firme.

—¡Sí! ¡Y por eso me voy corriendo antes de que me rompa la cara! —respondió Feely, dando marcha atrás como si hubiera pisado lava—. Tranquilos, me piro. Lo siento muchísimo. Esto no ha pasado. ¿Vale? ¡No ha pasado!

Y cerró la puerta de golpe.

El silencio se volvió a apoderar de la habitación en segundos.

—Bueno —murmuré, dejándome caer otra vez sobre la cama—. Eso fue elegante.

—Va a contárselo a Johnny —gruñó Ellie.

—Feely no es un chivato.

—No necesita serlo. Solo necesita respirar cerca de Johnny y ya se le nota en la cara.

No pude evitar reírme.

—¿Quieres huir del país?

—Sí. Pero contigo.

Me giré hacia ella.

Y entonces sonrió.

Esa sonrisa suya, la que no enseña todos los dientes, pero igual me rompe.

Y supe que por mucho que Johnny me mate, no me arrepiento de nada.

Estaba en el jardín trasero con los chicos.

Cian tenía una cerveza en la mano, Darragh jugaba con una naranja como si fuera una pelota, y Rian estaba medio dormido en una hamaca.

Yo no había dicho nada, ni hacía falta.

Cian fue el primero.

—¿Entonces... Feely ha visto tu pene? —le dio un sorbo a la cerveza, tranquilo.

—¿Y lo ha superado? —preguntó Darragh—. Porque yo no sé si lo superaría.

—Calla, imbécil —solté, pero ya sonreía.

Rian levantó una ceja.

—¿Está bien Ellie?

Asentí.

—Entonces todo bien.

—Y tú —añadió Cian, dándome un codazo—, deberías comprarte una alarma para puertas.O un cartel que diga "no molestar, estoy viviendo mi primer polvo". O puede que deberías follar en tu casa.

—Gracias, de verdad. Estáis siendo un gran apoyo emocional —sonreí, irónico.

—Lo somos, lo somos —asintió Darragh—. Y ahora que oficialmente has cruzado la línea, ¿cuándo os casáis?

—¿Y si lo sabe Johnny? —murmuré.

Los tres se callaron.

Cian silbó.

—Hermano, ahí sí que no te salvamos.

—Pero valió la pena —dijo Rian, sonriendo tranquilo.

Y sí.

Joder que sí.

Cian tenía una bolsa de patatas en la mano, pero hablaba como si estuviera dando un discurso en el comedor del colegio.

—Entonces, ¿vais en serio o fue rollo "gracias y adiós"?

—¿Qué dices, tío? —resoplé.

—Es una pregunta legítima —añadió Darragh desde el suelo, tumbado en una colchoneta como si no estuviéramos hablando de mi vida—. Por saber.

Rian, desde la silla, se limitó a levantar las cejas como diciendo yo no me meto, pero quiero saberlo igual.

—¿Os da por jugar a "Vamos a joder al emocionalmente inestable"? —solté, alzando la voz—. ¿Por qué cojones os importa tanto?

—Porque, hermano, te conocemos —dijo Cian, serio de repente—. Y porque la chica que estaba contigo es Ellie. No es cualquiera. Y tú tampoco.

—¿Y eso qué significa? ¿Que no puedo estar con ella? ¿Que tengo que pediros permiso?

—Nadie ha dicho eso —respondió Rian, tranquilo—. Pero igual que tú te pondrías como una fiera si me liara con Niamh y luego la dejara hecha mierda, queremos saber que no estás siendo un gilipollas.

Solté una carcajada sin humor.

—¿En serio pensáis que la usaría?

Silencio.

—No —dijo Darragh al fin—. Pero sí pensamos que tienes la cabeza hecha polvo y que a veces no sabes ni lo que haces.

—Y también pensamos que Ellie te importa tanto que te da miedo —añadió Cian, encogiéndose de hombros—. Y eso puede acabar bien... o acabar como una bomba.

Apoyé las manos en la nuca, frustrado. Me levanté de golpe y di un par de pasos, solo para volver a girarme.

—No necesito un puto tribunal. Fue cosa de los dos. No le he hecho daño. No la he presionado. No le he mentido. ¿Queréis más?

—Vale, vale —respondió Rian, alzando las manos—. Solo estábamos hablando. No hace falta morder.

—Pues dejad de hablar como si supierais más de lo que sabéis.

Darragh se levantó con calma, sin decir nada al principio. Se acercó y me dio un golpe en el brazo, suave.

—Tranquilo, Lynch.

Me quedé callado.

—Estamos de tu parte, tío —añadió—. Pero también lo estamos de la suya. Porque esa chica lleva años aguantándote.

Cian se rió por lo bajo.

—Y lo hace sin cobrar. Es una santa.

Rodé los ojos, pero ya no tenía tanta rabia encima. Me dejé caer otra vez en la silla, medio agotado de mí mismo.

—Estoy cansado —murmuré—. Y no quiero pensar si va a salir mal. Por una vez solo quiero que algo me salga bien.

Rian asintió despacio.

—Entonces, no lo jodas. Ni por miedo, ni por orgullo. Porque si algo tienes claro... es que la Ellie no es de pasar por alto las cosas.

—Lo sé —dije, y lo dije de verdad.

Darragh se estiró.

—Bueno. ¿Volvemos dentro o esperamos a que Johnny entre por la puerta y te huela el pecado?

—¿Qué pasa, que ahora tenéis una porra? —bufé.

—Sí. Cian apuesta a que te parte el labio. Yo digo que solo te grita delante de tu madre.

—Y Rian cree que va a fingir que no sabe nada y lo usará en tu contra dentro de cinco años —añadió Cian—. En plena boda, por ejemplo.

—Sois unos cabrones —murmuré, pero me estaba riendo.

Y en el fondo... agradecido. Porque al menos con ellos podía cabrearme, explotar, y seguir aquí. Sin que me mandaran a la mierda.

nota de la autora :

PERDÓN POR NO SUBIR CAPÍTULOS, HE ESTADO MUY OCUPADA.

Os prometo que de ahora en adelante habrán capítulos diarios.

— atexnicki.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Com