── chapter nineteen 𑁤.ᐟ
chapter nineteen .ᐟ
Reuniones y disfraces.
ELLIE KAVANAGH
Había algo en los domingos por la tarde que siempre me había gustado. Aunque esa vez, en lugar de estar sola en el sofá con una manta y un libro, tenía a siete personas metidas en mi cocina, y cada una parecía hablar más alto que la otra.
Claire estaba en su mundo, con papeles por todas partes y un bolígrafo mordisqueado entre los dedos. Estaba más concentrada que en un examen final. Gibsie intentaba seguirle el ritmo desde la encimera, aunque se notaba que había desconectado hacía rato y llevaba más tiempo contando chistes malos que ayudando.
—Vale, escuchadme un segundo —dijo Claire, golpeando la mesa con el bolígrafo para llamar la atención—. Sé que esto os da igual, pero lo voy a decir igualmente: Halloween va a ser legendario.
—Como cada año, ¿no? —respondió Johnny, rodando los ojos.
—¡Sí, pero este más! Porque no solo coincide con el cumpleaños de Hugh —señaló a su hermano, que rodeaba los hombros de su novia con el brazo—, sino también con el de Sean, y no pienso liarme haciendo miles de pasteles y gastarme tanta pasta. Así que primero cumple del peque con sus amiguitos, y por la tarde-noche, nuestra fiesta. Esa en mi casa. Mamá me ha dicho que podemos hacerla mientras no rompamos nada.
—¿Y los disfraces? —preguntó Shannon, divertida—. ¿Sigues con lo de ir por parejas?
Claire asintió con una sonrisa orgullosa.
—Obvio. Ya lo tengo todo pensado.
Entre el montón de papeles que tenía en la mesa, sacó uno y empezó a leerlo como si fuese la presidenta de Irlanda.
—Johnny y Shannon: Romeo y Julieta. Gibsie y yo: Danny y Sandy. Hughie y Katie: Vivian y Edward. Lizzie y Patrick: Morticia y Gómez. Y no os preocupéis por la pareja estelar, también he pensado en ellos. Joey y Aoife orán del Joker y Harley Quinn.
—¡Les pega muchísimo! —apoyó Shannon, riendo.
—¿Y Tadgh y Ellie? —preguntó Gibsie con la boca llena.
Claire se encogió de hombros.
—No sabía si ellos iban a querer. Pero si queréis, tengo una idea reservada.
Miré a Tadgh de reojo. Él me lanzó una mirada breve, pero no dijo nada. Supongo que nos parecíamos en eso: ninguno quería parecer demasiado entusiasmado con nada. Aun así, me entró curiosidad.
—¿Qué idea? —pregunté, fingiendo indiferencia.
Claire sonrió como si hubiera estado esperando la pregunta.
—Ghostface y Sidney. De Scream. Es simple, pero efectivo.
—Eso no es una pareja —dijo Johnny, con aburrimiento—, es una víctima y un asesino.
—Si nos referimos a Billy Loomis y a Sidney, también son novios, estúpido. Pero igualmente, ese es el punto —replicó Claire sin perder la compostura—. ¡Halloween, duh!
No dije nada, pero la idea no me pareció tan mala. Al menos no me tocaría ir con peluca o maquillaje ridículo. Y Tadgh... bueno, me odiaría por pensar esto, pero estaba segura de que el disfraz le quedaría de locos.
La conversación siguió entre bromas y pequeñas discusiones, pero me limité a observar. Me gustaba cuando estábamos todos juntos así, aunque a veces me sintiera como la pequeña del grupo. Johnny siempre me incluía en todo, pero era fácil olvidar que él era cinco años mayor y que yo todavía tenía mucho por vivir. Claire y Shannon me trataban como una más, y con Tadgh... bueno, nuestra amistad era rara, pero funcionaba. A veces solo con una mirada sabíamos lo que pensaba el otro.
Me levanté para recoger los vasos que se habían ido acumulando en la mesa cuando noté que Tadgh se levantaba también. Me siguió hasta la encimera, donde dejé los vasos y abrí el grifo.
—Bonita —murmuró, en un tono tan bajo que solo yo pude oírle—. ¿Te molesta si aceptamos eso del disfraz?
Me giré para mirarle. Estaba demasiado cerca, como siempre, con esa manía suya de invadir mi espacio personal como si fuera suyo.
—¿Molestarme? —repetí, alzando una ceja—. ¿Y por qué me molestaría, chico malo?
Tadgh sonrió, ladeando la cabeza con ese gesto tan suyo, mitad burla, mitad algo más.
—Porque igual no te apetece que te vean conmigo. Matando gente por ahí, ya sabes.
—Mientras no te tomes el papel demasiado en serio, creo que puedo sobrevivir —dije, cruzándome de brazos—. Además, Claire nos va a emparejar igual, así que mejor eso que acabar de salmón y brócoli, ¿no?
Tadgh se rió. Esa risa suya tan despreocupada, como si todo en el mundo le diese igual.
—Justo lo que iba a decir. Entonces hecho, tú eres Sidney y yo soy Ghostface. Prometo no apuñalar a nadie. Bueno... quizá a Gibsie si vuelve a contar ese chiste del burro.
—Entonces igual sí que me molestaría —sonreí, dándome la vuelta para seguir fregando.
Tadgh se quedó ahí unos segundos más, en silencio, como si no hubiera pasado nada. Pero yo sabía que sí. Que en esos momentos tontos, en los que solo éramos Ellie y Tadgh, había algo que no se decía, pero se sentía. Y no sabía qué era, pero me gustaba.
Cuando hizo el amago de irse, le llamé.
—Oye, Tadgh...
Se giró, con una ceja levantada.
—¿Qué quieres, bonita?
No sabía exactamente qué quería decirle. Solo sabía que no quería que se fuera todavía. Me apoyé en la encimera, secándome las manos con un trapo, y bajé un poco la voz, por si alguno de los otros decidía escuchar.
—Nada —dije al final—. Solo... me parecía raro que no protestaras. Tú siempre protestas por todo.
Tadgh entrecerró los ojos, ladeando la cabeza.
—¿Querías que protestara?
—No —respondí rápido, demasiado rápido—. Solo me ha sorprendido.
—A veces me sorprendo hasta a mí mismo —dijo, con una sonrisa torcida—. Pero bueno, si quieres que me queje, puedo hacerlo. En plan: no quiero llevar una máscara cutre, ni fingir que me importa Halloween, ni andar por ahí con una tía que me odia.
Puse los ojos en blanco.
—No te odio.
—Lo sé —contestó con demasiada seguridad—. Pero te gusta decir que sí.
Me mordí el labio para no sonreír, y me giré hacia el fregadero de nuevo, fingiendo que buscaba algo que secar.
—De todos modos —continuó Tadgh, bajando también la voz—. Claire está empeñada en emparejarnos. Si no es este disfraz, será otro peor. A lo mejor acabábamos de Shrek y Fiona.
Me reí, sin poder evitarlo.
—Tú serías Shrek.
—Obvio. Pero solo si tú te pones las orejas verdes.
—Eso sí que sería el final de mi dignidad.
Tadgh se apoyó a mi lado, los brazos cruzados, observándome con ese aire tranquilo que a veces me sacaba de quicio y a veces me calmaba sin saber por qué.
—¿Sabes? —dijo, después de un segundo—. Igual no está tan mal que nos emparejen.
Le miré de reojo.
—¿Por qué?
Se encogió de hombros, sin dejar de mirarme.
—Porque entonces tendré excusa para estar contigo toda la noche. Sin que nadie diga nada.
Sentí algo en el estómago, como una caída repentina. Como si las palabras hubieran tocado algo que no estaba lista para reconocer. Bajé la mirada a mis manos.
—Eres un idiota —murmuré.
—Y tú te sonrojas cuando te lo digo —respondió él, y se apartó justo antes de que le lanzara el trapo.
Le dio en el hombro y soltó una risa baja mientras volvía con los demás. Yo me quedé ahí, con la cara ardiendo y la sonrisa que no pude evitar.
Y entonces lo supe.
Ese Halloween, por primera vez en mucho tiempo, prometía no ser solo legendario. Prometía ser nuestro.
nota de la autora:
COMO LOS AMO POR DIOS.
He estado todo el día buscando de qué iba cada uno porque no encontraba el capítulo en el que lo decía...
— atexnicki.
Ley actual. . .
Holaa, para quien se esté leyendo el fic sin haberse leído Taming, quiero avisar de que en el capítulo 21 sale un personaje muy importante de ese libro.
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