Capítulo 6 - Dejándose Ir
El viernes en la noche, Leo recogió a Mia para ir al concierto. Estaba un poco titubeante sobre su supuesta cita y no podía dejar de pensar sobre lo que Melissa le había dicho más temprano.
"¿Estás bien allí, Mia? Te noto un poco callada. ¿Ya no tienes 21 preguntas hoy?" Habían estado manejando silenciosamente en su coche cuando Leo hizo la pregunta.
"Sí, estoy bien. Todavía no puedo creer que realmente estoy yendo a este concierto." Mia trató de cambiar el enfoque fuera de ella, pero Leo no la dejó.
"Escucha, Mia. Sé que has tenido una semana pesada, pero deberías de tratar de relajarte, ¿okay? Diviértete un poco. Te lo mereces." Las palabras de Leo parecían tan honestas que se las tuvo que creer.
"Ya sé, tienes toda la razón," Mia confesó.
"Siempre tengo la razón," Leo dijo con una sonrisa. "Mira, te lo prometo que nos vamos a divertir esta noche. Sólo hay una cosa que te quería advertir. Tiene que ver un poco sobre la tortura que hablamos antes."
Ay Dios. ¿Estaba esperando algo de esto? Antes de que pudiese imaginarse lo peor, Leo continuó.
"Conseguí estos boletos a través de mi hermano. Siempre tiene estas conexiones locas, así que son asientos de palco."
Su comentario la sorprendió. "¿Y qué tiene de malo?" No entendía dónde estaba yendo con esto.
"Supongo que nada, en verdad. Sólo sé que va a haber mucha gente prepotente ahí que se creen mucho. Así que no quiero que te sientas rara o fuera de lugar por ellos."
"Creo que lo puedo manejar," Mia respondió. "Digo, ¿estamos aquí para el concierto, no?"
¿Siempre era tan consiente de los sentimientos de otros?
"I like your attitude," Leo contestó simplemente.
"¿Leo? En caso de que me olvide agradecerte después, la pasé muy bien esta noche."
Su sonrisa parecía radiar dentro del coche. "El placer es mío. Pero la noche todavía es joven."
Una vez que llegaron al Palacio de Deportes, Mia no pudo contener la emoción. ¡Estaba en un concierto de Kings of Leon, por Dios! Los había estado persiguiendo por un tiempo y se los había perdido un par de veces en Nueva York y México.
Además, ¿tenía que mencionar el hecho en que estaba en una cita candente? Una cita muy candente. Demasiado candente para ella, al menos. ¿Y qué si los rumores sobre él eran ciertos? Lo menos que podía hacer era disfrutarlo mientras podía, ¿no?
Leo los escoltó hacia el palco, y Mia se sintió completamente desconcertada cuando pusieron el pie adentro. Efectivamente, el palco estaba lleno de chicas que parecían muñecas de Barbie y pijos fresas que tenían demasiado gel en el pelo y relojes ostentosos en sus muñecas.
"Parece que el plástico está rebotando esta noche," Leo susurró en su oreja y ella no pudo contener la risa. Al instante se sintió más cómoda. Leo saludó a un par de personas que reconoció y les presentó a Mia. Mientras que los chicos no le prestaron mucha atención, las chicas le ofrecieron sonrisas falsas y vio a dos de ellas echándole miradas de muerte.
"Creo que tu advertencia fue un poco subestimada," Mia le susurró.
"Si no te sientes a gusto no nos tenemos que quedar aquí. Es lo último que quiero."
"No te preocupes. Estoy acostumbrada. Veo este tipo de cosas en Nueva York todo el tiempo. Puede ser peor a veces en la Ciudad de México, aunque no lo creas. A la gente le gusta presumir supongo," le dijo.
"Bueno en ese caso, déjame ir por unos tragos. ¿Vodka tónica?"
"¿Cómo supiste?" ¿Podía leer su mente?
"Te he estado espiando, ¿recuerdas?" Leo contestó jugando. "Ahora regreso."
Mia tomó un momento para apreciar la vista desde el palco. Podía ver el estadio completo claramente. Realmente era otra cosa. Nunca había tenido asientos de palco para un concierto. La única otra vez fue cuando era mucho más joven para un partido de fútbol. Un chico de su clase había invitado a mucha gente a su palco, y todavía recordaba claramente lo divertido que fue. Pero eso había sido hace años.
"¿Estás aquí con Leo? ¿Cómo lograste hacer eso?"
¿Por qué todos me siguen preguntando eso? Mia volteó para ver a una de las muñecas Barbie mirándola. Tenía el pelo largo rubio platino, las pechugas saliéndose de su camisa, una falda demasiado mini, y tacones de plataforma matadora. ¿Podría ser más de un estereotipo?
"Sólo somos amigos," Mia alcanzó a decir.
"Eso pensé. Digo, ¿cómo podría estar interesado en ti? Por favor." Barbie giró su pelo a la pregunta retórica.
Mia odiaba admitirlo, pero sabía que tenía la razón. Con un suspiro, se volteó para admirar la vista y sintió un nudo en la garganta. ¿Por qué las mujeres tenían que ser tan maliciosas todo el tiempo? Y peor aún, ¿por qué nunca se podía defender de ellas?
"Hermosa, ¿no? La vista no está mal tampoco." Leo materializó detrás de Mia, sus manos llenas de tragos y con una sonrisa grande a través de su cara. "Nos conseguí unos shots también, pensé que te iría bien...al menos que... ¿qué tienes? ¿No te gustan los shots?"
Antes que Mia pudiese contestar, se situó delante de ella, cortando a Barbie fuera detrás de él. Se inclinó y la besó suavemente justo en la esquina de su boca. Para alguien mirando de afuera, le hubiese parecido como un verdadero beso en los labios.
Escuchó a alguien enfadarse detrás de Leo, y luego mascullar algo sobre sólo amigos antes de salir corriendo. Su acto juvenil le trajo una sonrisa a su cara.
"Creo que mi plan funcionó como maravilla. Lo siento por eso, dulzura. No sé qué le pasa."
Le tomó a Mia un momento para reaccionar. "¿Solían...salir o algo?"
"No para nada. Sólo la he conocido un par de veces, pero siempre está tratando de llamar la atención desesperadamente. No le hagas caso, ¿está bien? No vale la pena. Y por favor no creas lo que dijo ni por un segundo."
Mia asintió y dio un suspiro de alivio. "¿Por qué no mejor regresamos al concierto?" sugirió.
"Bueno, aquí te va el plan. Primero, tomamos los shots. No estaba bromeando con lo que dije antes – necesitas relajarte. Y luego nos largamos de aquí."
"¿Te quieres ir del concierto?" Mia preguntó incrédula.
"No, tengo un mejor plan. ¿Confías en mí?" Leo alzó su vasito de shot hacia ella.
Mia no contestó, pero simplemente alzó su shot al de él sonriendo. "Cheers," dijo, antes que ambos lo tomaran.
Leo se agachó y la agarró de la mano. "Let's go." Lo siguiente que supo, estaban corriendo bajando por unas escaleras. "Nunca me dijiste cuál era tu canción favorita de Kings of Leon."
"Hay demasiadas," Mia contestó. "Pero supongo que si tengo que escoger una sería 'Taper Jean Girl', es una canción anterior de ellos y no tan conocida.
"La conozco. Está en la banda sonora de esa película Disturbia." Llegaron a la planta baja de las escaleras.
"Sí, exactamente. No puedo creer que supieras eso."
"Hay muchas cosas que no conoces de mí. Deberíamos apurarnos, creo que ya están por empezar." Leo la llevó a través de una gran multitud de personas en el piso inferior. Llegaron con un guardia de seguridad y rápidamente le mostró sus boletos para entrar a la sección VIP cerca del escenario.
"Leo, ¡estamos tan cerca! ¿Por qué no me dijiste que teníamos acceso aquí abajo?" Mia preguntó.
"No lo tenemos. Sólo actué como si lo tuviéramos. A veces es la ilusión que cuenta," dijo, parpadeándole. En ese momento, un aplauso inmenso estalló en el estadio cuando el grupo subió al escenario. El bajo de 'Sex on Fire' empezó y la multitud se enloqueció.
Mia miró a Leo. Podía sentir la electricidad candente alrededor de ellos. Sentía como si estuviera volando. "¿Qué piensas?" le preguntó con una sonrisa que parecía ir de oreja a oreja.
Leo tomó su mano y la miró profundamente a los ojos. "Pienso que nuestras vidas están por cambiar."
Mia volteó de regreso al escenario, preguntándose qué podía significar esa declaración. Teniendo demasiado miedo de arruinar el momento, decidió mejor perderse en él.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Com