Truyen2U.Net quay lại rồi đây! Các bạn truy cập Truyen2U.Com. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

011. CASA DE LOS TSUKISHIMA

CAPÍTULO ONCE

Aunque Haru sabía que ese momento iba a llegar, no pensó que fuera tan pronto. Y es que días después dejó a Tsukishima en su casa y para su sorpresa, su viaje no terminó ahí.

—¿Quieres pasar? —le preguntó, pasando su mano por su cuello con un poco de vergüenza. Haru sintió sus mejillas arder, pensando en qué decirle. Es decir, por supuesto que quería, pero eso sería aún más extraño para su chófer.

—Uh… Sí, supongo.

—¿Supones? —repitió con curiosidad, alzando una ceja. Ahora ya no está avergonzado, puesto que la pregunta que tuvo todo el día al fin la planteó.

—Lo siento. Sí quiero pasar.

Tsukishima sonrió, tomando su brazo con cuidado y tomando su mochila, colgándola en su brazo disponible al igual que la suya. Haru entonces le dijo a su chófer que si podía regresar por él en una hora, aunque rápidamente Tsukishima lo corrigió.

—En dos, por favor.

Haru se rio por lo bajo, yendo entonces en dirección a la casa de Tsukishima. Era una casa normal, se veía acogedora a comparación de la suya, por lo cual sintió una especie de extrañeza al ver fotografías familiares y los zapatos de varias personas en el recibidor. En su casa normalmente sólo había un par para cada uno, debido a que sus padres nunca estaban ahí. Tsukishima notó que algo sucedía así que, aunque era malo en eso, tomó su mano y le dio un apretón suave.

—Tranquilo. No hay nadie. Mi hermano creo que vendrá en un rato más a cenar, así que por el momento estamos sólos.

—Genial —murmuró Haru, sintiéndose un poco más cómodo ahí. Sabía que no debía preocuparse si estaba con Tsukishima.

Los dos se dirigieron hacia la que parecía ser la habitación de Tsukishima, siendo la del fondo del segundo piso. Era de esperarse considerando que él era muy serio y seguro apreciaba su privacidad, así que no soltó su mano y se aferró a ella mientras veía todo lo que estaba en los pasillos de camino.

—¿Te gustan los dinosaurios? —preguntó con sorpresa al entrar a su habitación, porque aunque no tenía tantas cosas, sí un par. Tsukishima se encogió de hombros. Eso significaba que sí.

—Tenemos tarea pendiente, podemos avanzarla.

Al ser ambos tan dedicados al estudio, no dudaron en hacerla. Fue divertido hacer la tarea con el otro, ya que aunque se dedicaron casi al cien por ciento en eso, de repente Haru hacía comentarios para no tener un silencio incómodo entre ambos y provocaba que Tsukishima se riera entre dientes casi por todo. Por su parte, el rubio sabía que fue una decisión arriesgada invitar a Haru a su casa considerando que no eran novios oficiales.

Aún.

—¿Algo más que te guste aparte del voleibol, la música y los dinosaurios? —le preguntó con curiosidad Haru, intentando descubrir aún más de él. Definitivamente era su pasatiempo favorito. Tsukishima asintió.

—Tú.

Haru soltó una carcajada, feliz de oír su respuesta.

—Tienes buenos gustos.

Tsukishima rodó los ojos, dándole un leve golpe en el brazo.

—No seas egocéntrico, Haru.

—¡No lo soy! —se excusó, aunque el rubio lo miró con los ojos entrecerrados, sin creerle. Haru resopló—. Bueno, tal vez un poco. Pero en mi defensa, así te gusto.

—Por eso me caías mal —admitió con un poco de vergüenza, pero dispuesto a decir la verdad. Haru, consciente de eso, asintió.

—Lo sé.

—Es que, eras tan perfecto sin mover un solo dedo… Me irrita la gente perfecta. Pero cuando me di cuenta que en realidad tenías todo a base de esfuerzo y dedicación, no pude evitar verte diferente.

Las palabras de Tsukishima hicieron gran impacto en Haru, dejando de escribir y viéndolo detenidamente mientras él seguía escribiendo en su libreta. Parecía que no se había percatado del efecto que tuvieron, aunque cuando notó que Haru no pensaba responder, lo miró. Esbozó una sonrisa ladina al verlo.

—¿Ahora a ti te comió la lengua el ratón?

—Cállate —farfulló Haru, con el rostro ardiente.

—Ya, perdón.

—A mí creo… que siempre me gustaste —fue su turno de hablar, dispuesto a no dejar ese tema rápidamente, porque quería decirlo al fin—. No sé, tuve una afinidad contigo y a que me trataras mal. No puedo evitarlo. Además, eras tan… imponente, que para mí era: «Wow, Tsukishima es genial, quiero ser su amigo». Luego me decías que no y yo decía: «¿Cómo puede ser tan increíble?».

Comenzó a reírse al oír su propia historia, ya que era muy absurda pero la encontraba divertida. Tsukishima, aunque pensaba lo mismo, también sonrió al oírla porque era completamente lo contrario de él.

—¿Te gusta que te traten mal? Ya veo —se burló de Haru, riendo entre dientes y volviendo a su tarea. Él no pudo evitar pensar otra cosa distinta y negó con la cabeza muchas veces, avergonzado.

—¡Claro que no!

—¿Entonces no?

—No.

—Bueno —Tsukishima sonrió.

Haru, en lugar de seguir su tarea, se quedó mirando a Tsukishima. Era impresionantemente atractivo. Conforme a los años se había vuelto más tonificado, su rostro ya no tenía aspecto de adolescente e inclusive sus ojos reflejaban un brillo distinto. Le encantaba ese nuevo Tsukishima, aunque en realidad le había gustado desde siempre sólo que no lo sabía.

Mientras que seguía viéndolo (a pesar de que Tsukishima se percató, no dijo ni hizo nada), una voz interrumpió su momento.

—¡Hey, ya llegué! ¿Estás en casa?

—Para tu pesar, sí —respondió Tsukishima, aunque no parecía con ganas de abrir la puerta. Ni siquiera había volteado, sólo contestó. Haru se quedó en silencio.

—Vamos a cenar, ¿sí? Así me cuentas más de quién me platicabas la última vez que vine. Era quién… ¿Kimu…?

—¡Cállate, Akiteru!

—¡Pero…! Oh, ¡no me digas que está contigo! ¡Hola, Kimura!

Haru no sabía si responder o no. Notó lo sonrojado que estaba Tsukishima, por supuesto de vergüenza, y ahora estaba en duda si hablar o quedarse callado. Pero pensándolo bien, él le había dicho que su hermano llegaría así que no debía ocultarlo, ya que de igual manera lo vería al irse.

—Hola —saludó con una risa pequeña, divertido de ver a Tsukishima así.

—Traje para cenar el postre favorito de mi hermanito, ¿quieres?

—Sería genial, gracias.

Oyó pasos bajar al primer piso y entonces comenzó a reírse mucho más de Tsukishima, inclusive se tuvo que sostener el estómago y tuvo miedo de no poder parar. Era divertido ver su rostro asustado y más porque fue delatado por su propio hermano. Eso significaba que hablaba de Haru y antes de avergonzarse, lo hizo sentir muy feliz y seguro de lo que estaban teniendo. Tsukishima tal vez no lo expresaba en palabras siempre, pero esos pequeños gestos eran agradables para él.

—¿Si iremos a cenar? —le inquirió con burla, alzando una ceja y acercándose a él. Tsukishima chasqueó la lengua, pero asintió—. ¡Genial! Gracias. Por cierto ¿cuál es tu postre favorito?

—La torta de fresa.

—¡Esa me gusta mucho!

—Me alegra.

Haru se puso de pie y extendió su mano a Tsukishima, quién no dudó en sostenerla para levantarse. Estaban haciendo la tarea en el suelo, ya que su mesita de noche no era lo suficientemente grande para ambos. Se miraron y Haru con una gran sonrisa sujetó el brazo de Tsukishima, dirigiéndose hacia la puerta.

—Antes de irnos ¿qué es lo que sabe tú hermano? No quiero decir algo que pueda comprometerte con tu familia, Kei. Ante todo está el cómo te sientas respecto a esto.

Aunque notó que Tsukishima pensó muy bien su respuesta, lo que dijo lo hizo sonreír enormemente.

—Está bien, podemos decirle. Pero poco a poco, es un poco… curioso.

—¿¡De verdad?! ¡Genial, me encanta la idea! ¡Vamos, vamos!

Le tomó la mano con confianza, saliendo de la habitación y llevándolo al comedor. Tsukishima supuso que a esa hora su madre también ya debía estar ahí, sintiéndose, aunque preocupado, confiado en que saldría bien.

Y en cuanto bajaron las escaleras juntos, todavía con sus manos entrelazadas, se encontró con la mirada inquisitiva de Akiteru sentado ya en la mesa con los brazos cruzados. Él sonreía con sospecha. Era algo igual que Kei, aunque no tanto, y también era rubio; de hecho se parecían mucho.

—Bueno, bueno… qué escena tan interesante tenemos aquí.

—Cállate y come —le pidió a su hermano con la voz un poco irritada. Akiteru sonrió con burla, dándole una mirada rápida a Haru antes de volver a su hermano.

—Entonces, ¿ya puedo dejar de fingir que no noté lo obvio desde hace semanas?

Kei apretó la mandíbula, pero Haru, como siempre, parecía estar disfrutando la situación. Aunque le había dicho que podían decirle, era obvio que chocaba con Akiteru al ser curioso y Kei demasiado privado. Le divertía y aprovecharía mientras no decían la verdad.

—¿Qué es lo obvio? —preguntó con fingida inocencia mientras tomaba asiento.

—Que Kei tiene una cara de «estoy enamorado pero lo niego» desde hace meses —respondió Akiteru sin titubear.

El mencionado gruñó, frotándose la cara con las manos.

—Dios, ¿por qué estoy aquí?

—Porque es tu casa —respondió Haru con una sonrisa divertida mientras servía arroz en su plato—. Pero si quieres irte, supongo que yo me quedaré a cenar con tu familia.

Akiteru se rió y tomó un sorbo de su agua.

—Me agradas.

—Lo sé.

Kei miró a ambos, incrédulo.

—¿Qué es esto? ¿Una conspiración?

Su madre, que ya estaba poniendo más comida sobre la mesa, los miró con una ceja levantada.

—Mientras no me rompan nada y coman todo lo que les serví, conspiren lo que quieran.

—Conspiraré con responsabilidad, señora Tsukishima —Haru asintió, tomando un bocado. Kei resopló, pero su molestia era más teatral que real. En el fondo, no podía evitar sentir cierto alivio de que ya supieran, aunque no directamente aún.

—Estamos saliendo, ¿contentos? —dijo como si no fuera nada, comenzando a comer. Haru, Akiteru y la mamá de los rubios se miraron. Los últimos dos no dijeron nada, sólo asintieron y parecían más tranquilos de saber la verdad.

Y porque a pesar de todo, a pesar de las bromas de Akiteru y la sonrisa burlona de Haru, algo en ese momento, en esa cena, en la naturalidad de todo… se sentía bien. Se podía acostumbrar.

HOLAAA, este es el penúltimo capitulo, ¿qué opinan? ¿cuál creen que será el desenlace? les leoooo
voten y comenten porfis porque ya se acerca el final :(

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Com