CAPÍTULO VI: FADING AWAY

PARIS ENTRECIERRA SUS OJOS al entrar en contacto con la luz del sol, casi sintiéndose como un vampiro. Camina por el campo de lacrosse, agradeciendo internamente que tenía una hora libre que podría aprovechar para alejar su mente de las clases, las pesadillas y el caos sobrenatural.

Había decidido evitar leer el libro de Valack por su propio bien. Tenía demasiado con ver sombras cuando estaba despierta y tener sueños demasiado reales en sus pocas horas de descanso, añadiendo su preocupación por el tema de decirle a Liam sobre las almas gemelas. Así que le dijo a Scott que la disculpara, pero que no se sentía capaz de hacerlo.

No le había sorprendido que se lo tomara tan bien, puesto que siempre había sido un muy comprensivo alfa y, sobre todo, un gran amigo. Pero aun así, le otorgó cierta sensación de alivio saber que no estaba decepcionado ni enojado con ella.

Logra encontrar a Brett y a Mason en las gradas, así que camina hasta ellos con un paso un poco apresurado. Llega a su lado y se sienta junto al moreno, dándoles una pequeña sonrisa.—Hola chicos.

Brett gira su rostro para mirar a la chica y sus cejas se elevan.—Te ves como si te hubieran atropellado.

Paris pone sus ojos en blanco.—Que amable, idiota.—murmura.

Mason le da una sonrisa.—Lo que Brett quiso decir es: ¿Estás bien?

La primera respuesta que piensa Paris es no, porque es la verdad. No esta bien, en absoluto, no puede dormir y por eso se ve horrible, por eso no tiene energía y por eso se ha estado durmiendo en clase y sus calificaciones han bajado. No está bien, quiere llorar todo el tiempo y el cuerpo le duele siempre. Holly apenas habla con ella y su hermano esta muy enfocado en lo de los Doctores del Terror así como todos los demas, pero no quiere molestar a nadie.

Pero lo que sale de su boca es:—Si, solo algo cansada.

Sabe que no le creen, pero supone que por su mirada apagada deciden no indagar mas. Los tres ponen sus ojos en Liam, quien esta haciendo tiros al arco, al igual que Hayden, solo que ella patea un balon de futbol. Sonríe levemente cuando ve al chico y todo lo que ha sentido hasta el momento disminuye un poco. Esta feliz de tener a Liam.

Al parecer, Liam nota la sonrisa de satisfaccion de la chica cuando nota que ella a estado haciendo tiros perfectos, entonces comienzan a hacer lo mismo una y otra vez, como si estuvieran compitiendo. El pequeño momento de buen humor de Paris comienza a marchitarse cuando el chico le da una sonrisa a Hayden que activa el poder de la xana. Cuando intenta saber que esta sintiendo, un dolor punzante comienza a palpitar en su cabeza, haciendo que lleve una mano allí.

Liam hace un tiro tan fuerte que provoca que el arquero caiga al suelo.

—¿Qué les pasa a esos dos?—pregunta Brett, sin notar a Paris.

—El sexto año no fue el mejor año para Liam y sus problemas de control de ira. Fue una pelea en un pasillo, entre Liam y otro chico, Hayden paso por ahí accidentalmente y esta es su fotografía del anuario.—le responde Mason, enseñándole la foto al hombre lobo.

El dolor de Paris disminuye levemente cuando cierra los ojos e intenta respirar hondo. Una sensación se incrusta en su pecho cuando nota la mirada de Hayden sobre Liam, pero antes de que intente saberlo con exactitud un chico entra corriendo a la cancha.

—¡¿Alguien tiene asma?! ¡¿Alguien tiene un inhalador?!

La sensación de ahogarse llega a la xana de repente, informándole que Scott no está bien. Sin pensarlo, Paris sale de las gradas y comienza a correr hacia la escuela. Se encuentra con Liam en la puerta, quien continua corriendo junto a ella para dirigirse al salón de Biología Avanzada.

—Iré a buscar un inhalador, intenta ayudarlo.—le dice el chico.

Paris asiente e intenta enviar todo su cansancio al fondo de su mente mientras sigue corriendo por los pasillos, empujando algunas personas. Finalmente, llega al lugar y se abre espacio entre la gente para arrodillarse junto al alfa. Toma su mano e intenta ayudarlo a respirar.

—Scott vamos, sigue mi respiración.

Usa su poca energía concentrándose en los pulmones de Scott, ayudándolos a funcionar un poco mejor hasta que por fin, Liam aparece con el inhalador. Lo coloca en la mano de Scott, pero el alfa no hace movimiento alguno.

Liam pone la mano en su hombro y lo sacude ligeramente. —Scott, por favor. — al no tener respuesta, el beta ilumina sus ojos, trayendo de vuelta a el alfa.

Scott vuelve en si y usa el inhalador, logrando controlar su respiración. Mira a Liam y Paris, algo asustado. —Gracias.

La rubia le sonríe levemente, a pesar de sentir que esta a punto de desmayarse.

LIAM ESTABA ANSIOSO.

No era como si no lo estuviera todos los días, la verdad, pero últimamente con el mundo sobrenatural siendo cada vez mas caótico, esa ansiedad llegaba a niveles que nunca había llegado antes. Añadiendo que tenía otras preocupaciones además de quimeras y doctores aterradores, como su examen de química, pagar el dinero de Hayden y, por encima de todo, Paris. Al final del día, a pesar de que de sus uñas salían garras de vez en cuando y que la luna tenía un efecto en él, era un adolescente como muchos otros.

Así que claramente una de sus preocupaciones era la chica con la que estaba, con quien no había hablado mucho últimamente, ya que ella estaba de lleno en lo de los Doctores del Terror y Liam no tanto. Además de que tenían otras responsabilidades y, a veces, simplemente el tiempo no era suficiente. Sin embargo, últimamente sentía que algo andaba mal.

No sabía muy bien si era solamente Paris quien actuaba extraño, durmiéndose en clases y no llevando casi maquillaje (cuando él sabía cuánto le gustaba hacerlo), o si el problema era ellos. Es decir, su relación.

Liam no iba a mentir, estaba confundido. Había ignorado esa confusión las semanas posteriores a su viaje a México a rescatar a Scott, ya que se encontraba en las nubes luego de que supiera que Paris correspondía sus sentimientos, pero durante el verano y en los últimos días su cabeza volvió a lo mismo. A ver, le gustaba Paris, la quería, era una chica genial con la que muchas personas querrían estar...

Pero. Había un 'pero', eso era lo que mas le causaba conflicto a Liam. No sabía si ese 'pero' estaba relacionado a la extraña y poderosa sensación que había experimentado cuando se besaron por primera vez o si era algo mas. Liam creía que eran sus hormonas las que no habían podido olvidarlo, pero estaba equivocado, había algo extraño en ellos, una conexión demasiado fuerte que asustaba a Liam.

Su miedo se enfocaba principalmente en que tuviera algo que ver con Paris siendo una Xana, no sabía mucho de ello, asi que, haciendo a un lado su orgullo, tuvo que pedirle a Brett ayuda para encontrar información que lo sacara de sus dudas. El chico le había llevado uno de los muchos libros de Satomi, pero antes de dárselo le dio una mirada sospechosa.

—¿Paris sabe de esto? —le preguntó con sus ojos entrecerrados.

Liam puso sus ojos en blanco. —No, no lo sabe. ¿Por qué tendría que saberlo?

Brett se escogió de hombros, mirando el libro por unos segundos. —No lo sé, ¿porque quizá vas a investigar sobre lo que es y tal vez encuentres cosas que ni ella conoce?

—Se lo diré.

Liam extendió su mano para que le entregara el libro.

—Eso espero. —le respondió Brett.

Entonces bien, allí estaba en su cama, leyendo un texto que estaba a punto de deshacerse de lo viejo que estaba. Había información que ya conocía, porque Derek se lo había dicho la vez que Paris se había desmayado: Mujer hermosa, rubia, ojos claros, que daba una sensación de paz cada vez que entraba a un lugar...

Pero cuando llega al capítulo de 'Relaciones', su atención se pone totalmente en él.

"Las Xanas, siendo criaturas sensibles a la energía de las almas, deben mantener extremo cuidado en cuanto a quienes son sus parejas y sus amigos, ya que esta energía de sus allegados se conecta directamente con su propia alma.

Si una Xana pertenece a una manada y forma un vínculo verdadero con ella, su energía será leal al alfa y la conexión con los integrantes de esta podrá llegar a ser tan poderosa hasta incluso sentirlos en momentos de peligro o riesgo de muerte. Sin embargo, por esto mismo, al romperse la manada y dividirse, el no encontrar un balance entre todos los integrantes le causará a la naturaleza de la xana confusión al no saber a quien mantenerse fiel y, posteriormente, al intentar mantenerse en conexión con todos, su salud empeorará hasta, finalmente, morir al quedar sin energía propia."

Liam suspira y pasa su mano por su cabello, intentando procesar toda la información. Pasa a la siguiente hoja y sus ojos siguen las palabras, concentrados.

"Desde eras antiguas, las xanas han conectado en un nivel diferente con una sola persona a lo largo de su vida, esto conociéndose actualmente con el nombre de 'almas gemelas'.

Desde el primer encuentro, el alma gemela de la xana sentirá una atracción inmediata por ella, sintiéndose deslumbrado e hipnotizado por la criatura cada vez que la vea. A pesar de esto, este sentimiento deberá desaparecer unos días después, ya que una persona normal (exclúyase integrantes de la manada y amigos) siempre tendrá esta sensación cuando este en la presencia de la xana."

El ceño de Liam se frunce levemente.

"En el momento en que las dos almas gemelas tengan un contacto puro y verdadero que demuestre lo que sienten, una ola de energía se extenderá desde su corazón hasta el resto de su cuerpo y la conexión será sellada.

Las xanas, lamentablemente, tienen una gran desventaja al encontrar a sus almas gemelas, ya que no pueden estar seguras del compromiso que tendrán para quedarse con ellas en lo que deberá ser toda la vida. Si el alma gemela de la xana muere, la abandona o comienza tener sentimientos hacia otra persona, esto tendrá graves consecuencias para la criatura, ya que la conexión se romperá y con esto, una gran parte del alma de la xana.

Al igual que con la manada, la energía de la xana intentará recompensar la falta del alma de la otra persona en ella misma, provocando que su cuerpo comience a debilitarse hasta el punto de colapsar, causando una muerte dolorosa."

No, no, no...

Liam se levanta de su cama, tirando el libro encima de ella, comenzando a caminar por toda su habitación. Pasa sus manos por su cara, intentando comprender lo que acaba de leer... Cada cosa, cada cosa descrita en ese libro le había pasado: La atracción, el sentirse deslumbrado, luego simplemente comenzar a tener un crush con ella, hasta finalmente... besarse.

Esa sensación que Liam no había podido quitarse de la cabeza, era eso. Ese calor, ese brillo dorado que había sentido en su interior, era la conexión de las almas gemelas.

Comienza a pasearse aún más rápido, intentando no entrar en pánico. Tenia diecisiete años, no había vivido casi nada, no había amado a nadie, jamás, y ahora, se entera de que esta atado a una chica que claramente puede llegar a amar muy fácilmente, pero si algo le pasa, él sera el responsable. Está atrapado, se siente atrapado, no quiere lastimar a Paris, no quiere matarla, pero ni siquiera esta seguro de que quiere desayunar mañana, mucho menos esta seguro de con quien quiere pasar el resto de su vida.

Paris merece estar con alguien que se alegre al enterarse que esta destinado a estar junto a ella para siempre.

Liam toma el libro rápidamente, intentando buscar algo en específico. Pasa unas cuantas páginas hasta que encuentra un subtitulo en negrita que, sin querer, lo hace suspirar de alivio:

'Romper el vínculo de las almas gemelas: La salvación de las Xanas'

Mira la hora en su teléfono y agarra un lápiz para marcar la página, luego toma su chaqueta, el dinero e intenta despejar su mente mientras abre la puerta de su habitación para dirigirse a Sinema, con la esperanza de encontrar a Hayden allí. Antes de irse un mensaje llega, así que desbloquea el aparato y lee.

"Hola, lamento que no nos hayamos visto estos días, pero te extraño.

Espero no ser molesta, ¿quieres almorzar mañana? Yo te invito,

Paris xoxo"

Se siente terrible.

PARIS ABRE LA PUERTA DE SU CASA, agradeciendo que por fin el día estaba acabando. Sube a su habitación y deja su bolso en la silla del escritorio, de quita los zapatos y la ropa, colocándose un pantalón gris de algodón y una sudadera tres tallas más grandes, con unas medias que le ayuden a combatir el frío que sienten sus pies.

Va hasta el cuarto del baño, enciende las luces y pone su mirada en el espejo.

Su reflejo parece que no es el suyo, se ve como una persona totalmente diferente. Su cabello está opaco y con algunos nudos, su piel está mucho más pálida de lo normal y unas grandes y profundas ojeras enmarcan sus ojos azules, sin brillo alguno. Las lágrimas comienzan a acumularse, así que aparta la mirada por un segundo, pero cuando vuelve a mirar el espejo, no está ella sola.

Una sombra de casi su misma estatura aparece tras de ella, nota como algunos cabellos flotan alrededor de su rostro casi negro. Paris no siente terror, ni desesperación... No siente nada.

Apaga la luz y sale del baño, dirigiéndose a la sala con su teléfono en la mano. Baja las escaleras y se recuesta en el sofá, mirando de vez en cuando el listado de contactos de emergencia.

Stiles, Holly, Liam...

No sabe si llamar. No quiere molestarlos, pero se siente tan mal, tan sola... Como si estuviera desapareciendo, como si la Paris de siempre estuviera marchitándose poco a poco, pero nadie lo nota.

Suspirando, pone su teléfono en la mesita de centro y, antes de que pueda volver a acostarse para intentar descansar un poco, el timbre suena. Se pone de pie y abre la puerta, sorprendiéndose cuando se encuentra con ella.

—¿Qué estás haciendo aquí? —le pregunta Paris. —¿Cómo supiste donde vivo?

Oriana parece que quiere desaparecer, su mirada está clavada en el suelo, haciendo que su cabello cubra gran parte de su cara. —Necesito hablar contigo, es algo urgente.

Paris frunce su ceño, pero se hace a un lado para que la chica entre a su casa. Oriana da pasos pequeños cuando la rubia le indica que puede sentarse en el sofá. Ambas se acomodan, de tal manera que quedan mirándose frente a frente.

La pelinegra suspira. —Lamento mucho venir de esta manera, pero cuando lo supe, tuve que hacerlo cuanto antes.

—¿Saber qué? —le pregunta la chica.

—Eres la hija de Aurora Callaway, una de las más poderosas xanas de todo el mundo.

El ceño fruncido de Paris se profundiza. —¿C-como es que...?

—Eres más famosa de lo que crees en el mundo sobrenatural, eres casi legendaria...—Oriana se ve más animada mientras le habla a Paris. —Nunca había visto a otra xana, mucho menos a una tan poderosa.

La rubia está casi muda. —¿Otra...?

La pelinegra le da una pequeña sonrisa mientras dice: —Yo también soy una xana.

Y entiende sus manos, dejando ver unos pequeños lazos de energía blancos, iguales a los que Paris hace.

ORIANA SE HACE CAMINO A TRAVÉS del lugar mientras mastica una goma de mascar. Hace una burbuja con el caramelo que revienta a penas se encuentra con el muchacho, quien tiene una sonrisa victoriosa en su rostro. Se concentra en saber que siente y una ola de ansiedad combinada con alegría la llena de inmediato.

—Al parecer tuviste suerte hoy.

El muchacho se encoge de hombros, pero una pequeña sonrisa se le escapa, delatándose. —Las cosas simplemente están tomando un buen camino, es casi como si fuera destinado. —Oriana asiente.—¿Qué hay de ti?

Ella suelta una risa corta. —Esa chica es increíblemente ingenua, debo admitir que esperaba un poco más.

—Es porque la manada se separa poco a poco, hay muchos secretos. —le responde. —¿Y las pesadillas?

—Cada noche, sin falta. Está comenzando a debilitarse y, si fuera poco, el chico parece tener un pequeño interés en uno de los experimentos. — mira sus uñas, desinteresada.

Él asiente. —Podríamos tenerla de nuestro lado cuando lo necesitemos, nadie motiva más a una chica que la venganza.

Oriana le da una mirada divertida. —No estás equivocado. Pero recuerda que no será ni la mitad de poderosa cuando acabe con ella, ¿aun así la quieres de tu lado?

El muchacho entrecierra los ojos. —Creí que solo le quitarías parte de su poder, no todo.

Oriana comienza a caminar al rededor, dejando salir un lazo de energía que, a diferencia de cuando salió en casa de Paris, ahora es de color negro. — Bueno, a alguien le hace falta leer mucho más sobre las xanas, ¿no? —Él siente como los lazos comienzan a rodearlo, desde sus piernas hasta llegar a su cuello, haciendo una ligera presión que cada segundo aumenta un poco. — Cuando logre quitarle su poder, estará demasiado débil. Con la manada separándose y ese pequeño beta alejándose de ella, puede que ni siquiera este viva cuando todo se sepa.

La respiración del chico se hace cada vez más pesada, mientras Oriana mira sus uñas con desinterés. —Dijiste que era muy poderosa.

—Lo es, pero no lo sabe aún. —se encoge de hombros, dándole una sonrisa de lado. —Y necesitamos que siga así, ¿verdad? —camina hasta él, pasando su dedo índice por su mejilla. —No queremos que lo arruine todo.—La muchacha escucha el suspiro de alivio a sus espaldas cuando los lazos regresan a sus manos.—Además ya me tienes a mí y seguramente no quieres que esa humana sepa que estas involucrado en un terrible plan para matarla, ¿cierto?

Observa como sus ojos se apartan de ella y sonríe, casi de manera enferma. —¿Sabes? Me sorprendes. Cuando nos conocimos no te creí el tipo de chico que llega a enamorarse.

La mandíbula del muchacho se aprieta. —No la amo.

—Aun. —Oriana lo señala con una sonrisa divertida, para luego colocar su dedo bajo su mandíbula. — Es curioso, no la amas, pero haces que la aleje de Paris para no lastimarla.

Él se encoge de hombros. —Ya tiene demasiada mierda con la que lidiar. No necesita más.

La pelinegra arruga su nariz. —Vas a hacer que vomite... Pero recuerda mis palabras, —le dice mirándolo a los ojos. —Cuando todo se descubra, Holliday te odiará.

—No lo sabrá.

Oriana le da unas pequeñas palmadas en el rostro antes de alejarse hacia la salida. —Por el bien de tu pequeño corazón, eso espero Theo.

¡Hola! Espero que hayan disfrutado el capitulo de hoy, estoy super feliz de como va avanzando la historia, a pesar de que este haciendo sufrir tanto a Paris pero así es la vida ajjsjsja

Muchas gracias por sus votos y, por favor, recuerden dejarme su comentario sobre todo lo que paso jjajsjja.

Nos leemos prontooo <33

Tqm