xii. Paris, Paris, Paris...
CAPÍTULO XII: PARIS, PARIS, PARIS... (THE XANA IS BACK!)
— ¿NO PODÍAMOS IR a un lugar menos tétrico? ¿Como un restaurante o algo así? — le pregunta Liam a Paris cuando llegan a un claro en el bosque, ambos sentados en un tronco, con sus piernas balanceándose al mismo ritmo.
La rubia ríe ligeramente, mientras niega. — No puedes encontrar esta tranquilidad en un restaurante, Liam.
— De acuerdo. — suspira el castaño. — ¿Por dónde deberíamos comenzar?
Paris mira sus manos, recordando todas las cosas que les han pasado últimamente. Todo el dolor, la angustia, la decepción. No sabe con certeza si debería sentir alivio porque todo fue por los sentimientos implantados por Oriana, o si debería sentir miedo por lo fácil que ello pudo dañarlos.
— Cuando todo empezó a ir mal — Paris comienza ante la atenta mirada de Liam —, la xana en mí comenzó a morir, Liam. Tuve muchas pesadillas, veía cosas, no comía, estaba paranoica todo el tiempo. Pude soportarlo, por un tiempo, pero el que Hayden y tú estuvieran juntos... sabía que no sobreviviría a eso. Oriana apareció, diciéndome que también era una xana, me enseñó cosas y me convenció de que lo mejor era romper nuestro vínculo y el de la manada. Y eso hice, la noche de la superluna.
Liam asiente, recordando todos los sucesos de esa noche. Recuerda cómo dejó a Scott medio muerto y como en algún punto de la pelea, sintió como si le estuvieran arrancando el corazón. —Lo sentí —le dice a ella, haciendo que levante su mirada hacia él. — Sentí cuando lo rompiste, nunca nada me había dolido tanto.
— Fue horrible, Liam —le dice Paris.— Estaba muy débil y Oriana dejó ver sus verdaderas intenciones, se aprovechó que no podía defenderme y me llevó. Cuando desperté estaba en un sótano con mi pecho conectado a una criatura nazi que había sido amante de Oriana hace muchos años.
El chico frunce el ceño, confundido. — Pero, ¿por qué Oriana te escogería a ti?
Paris hace un intento de sonrisa que parece más una mueca. — Mi madre era la líder de un aquelarre de xanas y Oriana pertenecía a él, habían unas reglas y no las cumplió, la obligó a romper el lazo... Ella la mató, Liam. Mató a mi mamá.
Cuando la voz de Paris se rompe un poco, es inevitable para el chico acercarse a ella y rodearla con su brazo, buscando darle un poco de consuelo. — Lo siento mucho, Paris.
— Quería usar mi poder para revivir a su novio nazi y como debía tenerme débil, plantó sentimientos falsos en ti y en Holly. Ella hizo que amaras a Hayden, Liam, y también hizo que Holly se alejara de mí —le dice ella.
El castaño siente que todo cobra sentido. No entendía muy bien por qué de forma tan repentina Hayden se había metido en su corazón, cuando no habría forma natural de que alguien más ocupara el lugar de Paris. — Y cuando estabas allí los sacó, ¿verdad? Por eso mi instinto fue ir hacia ti. —Ella asiente. — Dios Paris, no puedo imaginar cómo debiste sentirte con todo esto, lamento no haber sido más fuerte. —toma las manos de la rubia entre las suyas, mirándola.
Ella niega. — No es tu culpa, Liam. Debí suponerlo, no debí confiar en ella, ni romper nuestro vínculo. Ahora tengo que averiguar cómo reconectarlo. Y el de la manada.
Liam le sonríe levemente. — No necesitamos de un vínculo sobrenatural para saber qué sentimos el uno por el otro, ni qué tan fuerte es.
El corazón de la rubia se detiene un instante antes de preguntarle: — ¿Y qué es lo que sientes? — Antes de que el chico pueda contestar, Paris siente cerca a ella la presencia de Hayden y de su hermana, que no están muy lejos de ellos. Salta del tronco y tira a Liam con ella. — Ven, Hayden está por aquí.
El chico frunce el ceño. — No creo que sea buen momento para ir con ella.
— ¿Por qué no? Debemos preguntarle cómo es que volvió de entre los muertos.
Liam se encoge de hombros mientras sigue a Paris. — No sé si sea correcto que yo esté cerca de ella con todo lo que pasó, no quiero lastimarte más.
Antes de que se acerquen a la camioneta, la rubia pone sus manos en el rostro del castaño. — Mientras tú estés seguro de lo que sientes, no tienes por qué temer por mí.
Él asiente y siguen su camino hasta llegar al vehículo estacionado frente al edificio. Con Hayden de espaldas, la chica toca su hombro, pero tiene que alejarse cuando un puño vuela peligrosamente cerca de su cara.
— ¡Liam! ¡Paris! ¿Qué hacen aquí?
— Necesitamos hablar contigo —le dice Paris.
Liam asiente, con la mano de la rubia entre las suyas. — ¿Por qué no me dijiste que estabas viva?
Hayden mira sus manos entrelazadas. — ¿Tal vez porque me dejaste muerta?
Paris frunce el ceño. — Pero, estabas muerta, ¿no es así?
La castaña hace una mueca. — Miren, tienen que irse.
Un gruñido capta la atención de los tres adolescentes, que ponen sus ojos en la puerta del lugar, viendo como una criatura arranca la reja desde las sombras y la arroja a ellos.
Los ojos de Paris se abren con terror. — ¡¿Qué diablos es eso?!
— ¡Corran! —con el grito de Liam, la rubia toma la mano de Hayden para comenzar a correr. La voz de la hermana de la castaña resuena hasta ellos, mientras escapan por el bosque.
— ¿Qué es esa cosa? —les pregunta Hayden. — Liam, ¿qué demonios es eso?
El chico niega, sin dejar ir la mano de la rubia. — No lo sé, ¡corre!
Los tres chicos se apresuran con el sonido de las garras del monstruo sonando tras ellos, siendo obligados a detenerse cuando un risco aparece a sus pies.
— Salten —les dice Hayden, mirando hacia atrás.
— ¿Enloqueciste? —le pregunta Paris, al borde de la histeria.
— Podemos hacerlo, vamos —la castaña toma la mano de Paris retrocediendo un poco, antes de saltar.
La rubia le pide a Dios que la fuerza de sus piernas no le falle en este momento y que todos sus años de ballet tampoco cuando toman impulso y saltan. Por suerte, ambas chicas lo logran con éxito, menos Liam. Cuando intentan ayudarlo, la bestia salta al igual que ellos, quedando frente a ambas chicas, gruñendo y rugiendo, listo para matarlos.
— ¿Confías en mí? —pregunta Liam.
— ¿Qué? ¡No! —le dice Hayden, Paris adivina el siguiente movimiento de Liam, así que toma el brazo de la castaña con fuerza y la mano del chico.
— Entonces confía en mí —le dice la rubia antes de dejarse caer, arrastrando a Hayden con ella.Paris frunce el ceño cuando Hayden le da otro golpe a Liam, intentando despertarlo. Cuando se rindió tratando de hacerlo amablemente, la castaña no demoró en comenzar a darle golpes en la cara. La rubia toca su mejilla, sintiéndola adolorida, observando a Hayden.
— Tú no me despertaste con suavidad, ¿verdad? —le pregunta.
Hayden suspira y la mira. — No es nada personal, solo estoy... molesta.La rubia asiente. — Supongo que Theo te lo dijo.
— ¿Qué cosa? ¿Que los sentimientos de Liam por mí eran falsos? Si, lo hizo. Supongo que estás feliz.—le dice la castaña.— Liam nunca dejó de amarte y yo casi me muero.
Paris suelta una risa sarcástica. — Nada de esto me hizo feliz, aunque sea difícil de creer, Hayden. Casi morir porque mi alma gemela sintió cosas por alguien más no fue divertido, ni que la causante de esto resultara ser la persona que asesinó a mi madre.— Las duras palabras de Paris parecen llegar a la castaña, porque voltea la mirada, con un poco de vergüenza.— Escucha, tal vez nunca nos caeremos bien, pero nunca quise que te lastimaras. De ninguna forma.
Hayden le da una mirada a Liam y luego a Paris. — No me rendiré, ¿de acuerdo? Sé que dentro de él hay sentimientos reales por mí, lo sé.
La rubia asiente. — No pelearé contigo ni con nadie por Liam, Hayden. No se supone que sea así.
La castaña le da una última sonrisa antes de voltearse. — Bueno, esa es una de las muchas diferencias entre nosotras: Yo sí peleo por lo que quiero.
Paris no le dice nada mientras la ve irse, cansada de la situación en general. Observa a Liam antes de poner su mano en su pecho unos segundos, antes de que el chico abra los ojos, asustado.
— ¿Qué haces? ¿Dónde está Hayden?
— Asegurándome de que estés vivo —le responde.— Acaba de irse, tuvimos una conversación... interesante.
Liam intenta moverse, pero no lo logra. — No siento las piernas, debí partirme la espalda.
— Pero curarás, ¿no? —pregunta la rubia.
El castaño suspira. — Tal vez me lleve tiempo.
— Supongo que estaremos aquí un rato.
CUANDO PARIS termina de cambiarse luego de tomar una ducha, su teléfono suena insistentemente unas tres veces. Con el cabello goteando aún, toma el aparato cuando Stiles la llama por cuarta vez.
— ¿Qué pasa, Sti? —le pregunta la rubia, mientras pasa el cepillo por las hebras rubias.
— Paris, estuviste en el lugar donde salió esa criatura, ¿verdad? —Stiles habla apresurado como siempre.
— Sí, estaba con Liam y Hayden.
— Bien, vístete y ven a la casa de Scott en veinte minutos, iremos a investigar.
La chica suspira. — De acuerdo, te veo allá.
La rubia toma su abrigo y se ajusta los zapatos, acaricia a Cher, que está muy cómoda en su cama, y sale de su habitación. A pesar de los extraños sucesos recientes, hay algo dentro de ella que le dice que las cosas pronto podrían mejorar. El panorama no es muy alentador teniendo en cuenta que la manada aún está separada, pero lo siente. Deben reunirse, deben detener a sus enemigos, deben sacar a Lydia de ese manicomio.
Abre la nevera y se alegra cuando ve uno de los sabrosos sándwiches que su padre hace envuelto con su nombre escrito a un lado, Noah sabe cuánto ama ella esa comida y, cada vez que la nota triste, le prepara uno.
(Ha tenido que hacer como ocho de ellos últimamente).
Lo toma y agarra una botella de agua también, con las llaves de su auto y las de su casa. Sale y se apresura a subirse para encaminarse a la casa del alfa, pensando mientras come en qué plan tendrá su hermano esta vez.
La chica estaciona frente a la casa de Scott, justo cuando Stiles llega también.— Francia, justo a tiempo. Ven, iremos por Scott.
— ¿Ya son los mejores amigos de nuevo? —el tono hace que su hermano la mire fastidiado, lo que provoca una pequeña risa en Paris.— Espero que sí.
— Estamos trabajando en eso. —murmura abriendo la puerta de la casa de los McCall.
Paris frunce el ceño. — ¿De dónde sacaste una llave?
Su hermano mayor se encoge de hombros, mientras suben las escaleras.— La tengo desde los catorce.
Ambos avanzan hasta el cuarto de Scott, encontrándose con el pecho desnudo del alfa, una herida que parece difícil de sanar y, para Paris, demasiados sentimientos en el chico.
Scott alza la mirada y casi sonríe al ver a su amigo.
— Hola. —saluda Stiles.
Paris mueve su mano. — Hola Scotty.
— ¿Aún no has sanado? —la pregunta tonta de Stiles intenta reemplazar la tensión ligera que se siente, lo que provoca que la rubia ponga en blanco sus ojos.
Señala con la mano. — No soy doctora, pero creo que es obvio que no. —Stiles jala un mechón de pelo de Paris, haciéndola callar.— ¡Auch!...
Scott mira su herida, con un dolor más allá del físico mostrándose en sus ojos. Paris sabe que la situación lo está lastimando, que siente responsabilidad por todo lo que ocurre. Piensa en cómo debió sentirse cuando apenas lo mordieron, toda esa carga del mundo sobrenatural en sus hombros a tan corta edad. Y, sin embargo, tiene el corazón tan puro que roza la ingenuidad.
— A veces me toma más tiempo. —le responde a Stiles con suavidad.
Paris se concentra en intentar darle un poco de energía a Scott para que la herida se cierre, cuando un lazo de luz sale de su cuerpo directo al abdomen del alfa, bajo la atenta mirada de ambos chicos. Toma cinco segundos que la herida deje de sangrar.
Ambos la observan, algo asombrados. — Creí que habías roto el lazo. —le dice el moreno.
Ella asiente. — Lo hice, pero alguien me dijo que el lazo entre una xana y su manada va mucho más allá de un ritual.
El alfa le da una mirada de cariño, igual a las que Stiles le da. — Gracias Paris... ¿Qué hacen aquí?
— ¿Supiste del hombre que mataron en la torre de comunicaciones? —le pregunta su hermano.
Scott no dice una palabra.— Francia estaba allí, y creo que descubrí algo.
Scott se ve sorprendido. — ¿Quieres mi ayuda?
Stiles mira el suelo un momento, Paris quiere reír porque parece que tuvieran cinco años de nuevo.— Sí, dijiste que... puedes encontrar pistas que yo no. —Al parecer, esta era la forma de intentar arreglar las cosas.— Miren esto, —su hermano acomoda su teléfono para que ambos observen.— es cuando el técnico llegó. ¿Lo ves entrar?, luego entra la oficial Clark, luego algo muy grande y rápido sale, ahora sale Clark. Después, los paramédicos sacan el cuerpo del técnico.
El alfa le da una expresión confundida. — Bueno, ¿qué no vi?
Paris toma la palabra, mirándolos a ambos.— Entraron dos personas, salieron tres. Aunque esa cosa no podría catalogarse como persona.
— Revisé las grabaciones, —sigue Stiles.— no entró una sola persona a ese edificio antes que el técnico en todo el día, así que... ¿de dónde salió la cosa grande y rápida?
El moreno parece recordar algo. — Hay otra entrada.
EL OLOR DE la sangre y los recuerdos de la rubia siendo perseguida por ese monstruo gigantesco hacen que la bilis se le suba a la garganta, los dos chicos mayores están unos pasos adelante con linternas, buscando algo que les de una pista. Scott y Stiles se detienen frente a una cosa de metal grande y pesada que Paris no puede definir.
— ¿Notas algo? —le pregunta Stiles a Scott.
Paris habla observando su alrededor.— ¿Además del olor a muerte? Nada.
Scott ríe antes de responder.— Veo sangre.
— Mira a dónde va. —le dice su hermano. Scott se agacha, intentando mover el ¿armario? de metal, pero al parecer su fuerza no es suficiente esta vez. Vergüenza, tristeza e impotencia son las cosas que siente el alfa verdadero cuando sabe que no puede hacerlo solo, antes de que ambos hermanos Stilinski le ayuden.
La alcantarilla no es un lugar acogedor en absoluto, pero Paris se aguanta el comentario mientras los tres adolescentes avanzan buscando alguna pista. La linterna azul de Stiles ilumina el suelo, haciendo que noten cómo un ligero humo negro sale de él. Unos pasos más allá una inscripción en el suelo capta su atención.
— ¿Qué es eso? —pregunta Scott.
—Es latín.— dice Paris, intentando leerlo.
—Sostén la luz, tomaré una foto.— Scott alza su celular, con la mirada de Paris puesta en el suelo, hasta que la luz se mueve.
—Sti, no muevas la linterna.— le dice Paris a su hermano, antes de notar que alguien más los acompaña.
Tracy deja ver sus garras y dientes luego de paralizar a Stiles, Paris intenta enfocarse en darle energía al alfa, mientras se mueve junto a él evitando los zarpazos de la kanima. La rubia se acerca a su hermano, sabiendo que es mejor darle su energía a Scott que interponerse cuando él sabe luchar mejor.
—¡Scott detrás de ti!— Los lazos de la xana llegan al alfa justo a tiempo, logrando que tome la mano de Tracy y encaje las uñas en el cuerpo de Josh, derrotandolos a ambos.— Es horrible, ¿no?— le dice su hermano a Josh, quien cae a su lado.
Los ojos de Scott se iluminan al gruñir, cuando Corey aparece de la nada con una expresión de miedo. Antes que cualquiera haga algún movimiento, una voz sale de atrás de ellos. —Bien, tal vez no están listos para enfrentar a un alfa, sobre todo uno que huele el miedo... Y que tiene su propia xana.
Paris se levanta e intenta ir hacia Theo para golpearlo, pero Scott la toma del brazo.
—¡Él tiene colmillos!— dice Corey, aun asustado.
—¿Qué hiciste?— le pregunta el alfa.
—Encontré amigos nuevos.— le dice Theo de forma sarcástica.— No me gusta el rechazo.
La rubia lo mira enojada.—¿Tu amiguita Oriana dejó de ayudarte para que las personas sientan algo más que repulsión por ti?
Theo suelta una risa corta.— Te puedo asegurar que Holliday sintió todo menos repulsión por mi.
—Maldito idiota...— ella murmura enojada, siendo detenida por Scott de nuevo.
—Hola Theo.— dice su hermano.
La quimera mira hacia abajo.—Stiles.— dice antes de romper la inscripción que habían visto hace unos minutos. —Te irás de aquí pensando que debes preocuparte por mi, pero no es así.— dice caminando.— De hecho, estamos en el mismo bando. Porque esa cosa es por la que debemos preocuparnos, tu manada y la mía volveremos a la escuela y fingiremos que somos normales pero en la noche pelearemos por nuestras vidas.
—Su manada...— Paris murmura incrédula y enojada.— De lo único que serás alfa es de la manada de los estúpidos.
—¿Qué es eso?— le pregunta Stiles.
— No es una quimera.
— Hay un chico debajo de todo.— le dice Scott, dejando ver de nuevo su corazón puro.— Como nosotros.
Theo niega.— No más.
—SCOTT TENGO que hablar contigo.— Liam insiste en la puerta trasera de la clínica veterinaria, tocando una y otra vez, esperando que su alfa esté dispuesto a escucharlo y aceptar sus disculpas.— Scott...
No sabe ni siquiera como empezará, se siente tan mal, tan avergonzado. Se había vuelto un monstruo en ese momento, había tirado a la basura todo lo que el alfa le había enseñado. Y, además de eso, lo abandonó a su suerte. Definitivamente Liam no ganará 'Beta del Año', pero espera que este sea el inicio de recuperar lo que eran antes y de recuperar la manada.
Las luces y el sonido de un auto lo distraen, sintiendo un peso en su estómago cuando se da cuenta que es Hayden.— ¿Qué haces aquí?
— Te estaba buscando.— Liam frunce el ceño, pensando que al nuevo alfa de la chica no le gustará mucho.
— ¿Eso no le molesta a Theo?
A Hayden parece no importarle.— Puede que si.
—¿Por qué estás aquí Hayden?— le pregunta de nuevo.
— Por ti.
Liam se siente incómodo con las palabras de la chica, pero se acerca de igual modo porque sabe que deben hablar y aclarar todo lo que ha sucedido.
La castaña mira al suelo.— ¿De verdad casi matas a Scott por mi?
— Fue la súper luna y Oriana, por los sentimientos que puso en mi.— le aclara rápidamente.— Supongo que Theo te lo contó.
Hayden asiente.— Lo hizo, pero Liam...— toma la mano del chico en un rápido movimiento.— Es dificl para mi creer que todo lo que pasó entre nosotros fue por lo que ella hizo, ¿de verdad no sientes nada por mi? ¿Nada en absoluto?
El chico suelta su mano y la mira con seriedad.— Lo siento Hayden, pero no siento nada por ti. Paris... ella es mi alma gemela, es con ella con quien quiero estar.
Un bufido escapa de los labios de la chica.— Paris, Paris, Paris... ¿La que te mintió y te ocultó que estabas prácticamente obligado a pasar el resto de tu vida con ella porque sino, se moría? Ahora tienes opción, Liam, de hacer tu vida con otra persona. Rompió el lazo.
Liam niega, sonriendo levemente.— Ya no se trata del lazo, Hayden. Si, estaba asustado y enojado al principio, aun tengo miedo de no ser lo suficientemente bueno para ella pero...— la respiración de Liam se corta cuando al fin el pensamiento que ha estado rondando su cabeza por bastante tiempo sale de su boca.— la amo. Con o sin lazo, aunque ella no fuera una xana y yo no fuera un hombre lobo... La amo, Hayden.
Las lágrimas en los ojos de la castaña hacen sentir mal a Liam, pero sabe que es necesario. Sabe que debe hablar con la verdad, aunque duela.— Le dije que no me rendiría, ¿sabes? Que lucharía por ti.
El beta mira el suelo, recordando el rostro de la rubia, recordando todo lo que ama de ella.— El amor no se debería de luchar. Ella y yo lo sabemos.
Hayden asiente, quitando las lágrimas de sus mejillas. — Ahora lo entiendo.
— Lo siento Hayden, nunca quise lastimarte.
— Lo sé. Paris también me lo dijo.
¡Hola! Espero que les haya gustado este capítulo, estoy taaan motivada de nuevo con este fic, les prometo que este año si lo termino jasjjs, es momento de decirle adiós a Paris, pero quiero hacerlo con todo el amor que ustedes le han dado.
Muchas gracias por votar y comentar, gracias por mantenerse conmigo <3
Nos leemos pronto, déjenme saber sus opiniones sobre el capítulo de hoy! Estuvo movido ajsjaja.
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