𝟬𝟭𝟯. new friends
ハート型のボックス
capitulo trece
"nuevos amigos"
El regreso a clases era una de las cosas que no le agradaba para nada a Kimi. Aún más, porque su primera clase del día era inglés y todo el mundo sabía que la Hayakawa era malísima en la asignatura. Aunque había un solo tema que ella lograba comprender: los comparativos y superlativos; le parecía interesante desde que Hekima se lo había explicado, y cuando volvían a repasar para los exámenes no lo tocaban para nada.
—Hayakawa —le habló el profesor de pronto, provocando que levantara la mirada de su cuaderno—. ¿Tiene las respuestas de los problemas que acabo de poner?
—¡Sí! —exclamó feliz, y orgullosa de sí misma—. ¿Tengo que pasar a responderlo?
El profesor pareció sorprenderse de que tuviera las respuestas, y en realidad Kimi no podía culparlo: comúnmente decía que no y se ponía a trazar algunos bocetos de ropa que se le ocurrían en plena clase. Entonces el hombre asintió y ella fue feliz a colocar las respuestas, ganándose un cumplido de parte del profesor mientras iba de vuelta a su asiento.
Al menos, Kimi esperaba que con su participación el profesor no le pidiera participar más, ya que él solía pedírselo a los alumnos que les fuera más mal o que nunca participaran. También pensó en contárselo a sus hermanos en la salida de la escuela. Podría ser un logro un poco insignificante, pero saber que había podido responder algo correctamente en la escuela sin ser corregida, era tan satisfactorio que Kimi quería gritarlo a los cuatro vientos.
La clase había terminado y el profesor salió del aula, por lo que Kimi sacó su cuaderno de dibujo y se puso a terminar una chaqueta que había tenido en mente desde esa mañana en lo que llegaba la profesora de literatura, que era la siguiente clase. Un sonido llamó su atención a pesar de estar inmersa en lo que hacía, así que cuando se giró y vio al chico que se le había declarado meses antes a Kimi, llamado Itadori.
—Hola, ¿qué te trae por aquí? —le preguntó ella con curiosidad, y escondiendo poco a poco su dibujo por vergüenza—. Hace mucho no me hablabas.
—B-bueno, me daba mucha pena hacerlo luego de lo que sucedió —Itadori se ruborizo, y Kimi creyó que se veía muy tierno gracias a su cabello rosa—. Pero he intentado agarrar valor desde ese día.
—¿Casi cuatro meses? —se burló discretamente, soltando una risita en voz baja—. Está bien, no tengo problema con eso.
—Sales con Mitsuya Takashi, ¿verdad?
Aquella pregunta la tomó desprevenida y como respuesta asintió, sorprendida de que Itadori conociera a su chico. Aunque no era extraño en realidad, ya que la ciudad era pequeña y las probabilidades de conocer a otras personas eran altas.
—Fue mi compañero cuando estábamos en primaria —le contó él sonriendo—. Es un buen chico... Tal vez sonará extraño, pero me alegro que sea Mitsuya con el que estés saliendo. He escuchado de muchas personas que no tienen buenas intenciones contigo por ahí, y aunque quisiera hacer algo saldría peor... Por eso decidí contarte. Quiero que tengas cuidado, Kimi.
—Me parece mal que tú puedas llamarme por mi nombre y yo a ti no, así que, Yūji, muchas gracias —la rubia le sonrió y se sintió muy agradecida con él por tener la valentía de contarle aquello. Kimi no era tonta, y había escuchado esos rumores varias veces; sin embargo, nadie había sido capaz de expresarlo con ella—. Lo tendré demasiado en cuenta, lo prometo. ¿Te gustaría que seamos amigos? Tal vez con tu amiga de la vez pasada, se veía muy buena chica. No tengo amigos en la clase...
—¡Sí, por supuesto! —rápidamente Itadori exclamó, aunque después de eso se dio cuenta de lo extremo que se vio y el rubor de sus mejillas aumentó debido a la vergüenza—. Nobara siempre ha creído que eres muy linda y que te vistes muy bien. Una vez me confesó que deseaba ir de compras contigo.
Eso le causó un poco de pena a Kimi, pero a la vez la hizo sentir mejor. No muchas chicas (ninguna, en realidad), se le acercaban para hablarle por muchas razones bobas, y curiosamente la única que le sonreía como saludo era Nobara Kugisaki, la amiga de Itadori. A pesar de que el motivo por el cual él le había ido a hablar no tuviera nada que ver con una posible amistad, le alegraba hacerlo; hacer amigos no era tan fácil para Kimi y cuando la oportunidad se presentaba, no dudaba dos segundos en tomarla.
Al final de las clases Kimi se acercó a Itadori y Nobara que se sentaban del otro lado del aula, pero igualmente hasta atrás como ella, dispuesta a platicar con ellos mientras salían de la escuela. Cuando llegó el chico se encontraba ruborizado y su amiga se reía de él.
—¡Me dijo este bobo que querías ser mi amiga, estoy muy emocionada! —exclamó Nobara con una gran sonrisa y lanzándose sobre ella en un abrazo—. ¡¿Podríamos ir hoy de compras?! Tenía planeado ir sola pero ya que somos amigos podríamos ir los tres. ¿Qué opinas?
—Oh, me parece una idea genial —asintió Kimi varias veces—. Vayamos a la salida para buscar a cualquiera de mis hermanos y decirle. Luego me van a estar esperando, ¿sí?
Ambos chicos se fueron a sus lados y caminaron juntos hacia donde ella había dicho. Iban platicando sobre las clases de ese día y Yūji incluso mencionó que le había sorprendido su participación, poniéndola feliz porque ni siquiera ella se lo esperó al inicio del día; además que eso le había hecho sentir mejor para continuar aquel lunes. Al llegar a la salida se encontró únicamente con Issey esperando a las demás, así que se acercó a él rápidamente dejando a Nobara y Yūji un poco detrás.
—¡Issey! —exclamó sonriendo y dándole un abrazo—. Hoy no podré irme con ustedes, iré al centro comercial con mis nuevos amigos —los señaló, e Issey no dudo ni dos segundos para girarse a verlos y mirarlos amenazadoramente—. ¡Oye, no los asustes! Me caen bien y luego van a querer huir.
—Es que uno de esos es un chico, ¿qué quieres que diga al respecto? —bufó y se cruzó de brazos, aun mirándolos con los ojos entrecerrados.
—Que dejaras de ser un hermano mayor celoso —se rio. Kimi tocó su nariz con el dedo índice, imitando el sonido «¡Pop!»—. ¡Nos vemos de rato, celosín!
Su hermano frunció los labios antes de que Kimi se alejara y se volvió a reír de él. Tendría que mandarle un mensaje a Rin diciéndole que controlara a Issey antes de que amenazara a sus nuevos amigos. Cuando llegó con Yūji y Nobara, el primero tragaba en seco tratando de ignorar la mirada intensa de su hermano, y la segunda se reía de él.
—Por favor, ignoren a mi hermano, es un celoso —agregó al estar en medio de ambos, conteniéndose una risita por el aspecto de Yūji—. Así es siempre que mis hermanas y yo conocemos nuevas personas, pero en realidad es una masita que le gusta ser mimado por su novia.
—¡No parece de esos! Aunque es normal. Cuando caen, caen —dijo Nobara mirándolo de reojo mientras se alejaban de ahí—. ¡Y, Kimi! Cuéntame de ti, no sé mucho en realidad, solo que ahora son parte de la Tokyo Manji Gang, ¿no?
—Sí, la verdad no creí que me gustaría tanto estar en una pandilla —les confesó con una sonrisa tímida y sintiendo sus mejillas arder al recordar a Takashi—. Son todos muy buenas personas a pesar de la pinta que tienen ante los demás, y me incluyo. Me alegraba que me tuvieran miedo y respeto, ¿saben? Porque de esa forma sabían que yo era fuerte y que no importaba que fuera una chica; pero, a la vez también quería que se me acercaran para hacer amigos...
—Debe ser horrible que te traten de esa forma, me imagino —Nobara la tomó de la mano y le esbozó una linda sonrisa, deteniendo la caminata y con Yūji observando todo—. Somos amigos ahora, Kimi. La verdad es que siempre quise hablarte, pero me daba vergüenza, creía que no querrías intentar una amistad... ¡ahora creo que podremos ser muy buenos amigos en lo que termina la escuela! ¿Verdad, Yūji?
—Por supuesto que sí —murmuró ruborizado. Kimi se preguntó si acaso siempre estaba así o le daba aun vergüenza hablar con ella tan tranquilamente—. Siempre lo quise así, en realidad...
—¡Ya llegamos! —avisó Nobara cuando minutos después estaban frente al centro comercial—. Ay, qué emoción. ¡Vamos, vamos!
A ambos los tomó de las manos y prácticamente los arrastró al interior del lugar. A Kimi eso le hizo recordar a ella misma, ya que cuando iba a un lugar y se encontraba emocionada, lo hacía; suponía que con Nobara haría una linda amistad al ser similares. También, disfruto mucho estar a su lado aconsejándole sobre ropa y maquillaje, porque ella igualmente tenía buen gusto y se complementaban muy bien. Y aunque Yūji fuera más tímido, tal vez por ella, daba sus opiniones muy sinceras con respecto a cómo se le veía la ropa a Nobara.
Era imposible no divertirse con ellos. Sus nuevos amigos eran unas personas completamente diferentes, pero ante todo la hacían sentir incluida en sus planes o platicas cuando Kimi no sabía con certeza de qué hablaban; mencionaban mucho a un amigo suyo llamado Megumi que estudiaba en otra escuela y que conocían desde pequeños. A veces envidiaba ese tipo de tratos, porque ella nunca había tenido a unas personas de tantos años; pero eso sí, con sus hermanos no importaba que se hubieran hablado desde su incidente, porque eso los había unido más, aunque hubieran tenido una relación desde pequeños.
O, así como con Takashi, que no necesitaba tener tiempo de conocerlo, porque en pocos meses se había ganado su corazón.
—¡Podríamos comprar esto para usar los tres juntos! —propuso Nobara extendiendo unas pulseras—. Son lindas, ¿verdad?
—¿Y Megumi? —le preguntó Yūji. Nobara lo miró mal.
—A él ni siquiera le va a importar, no te preocupes.
Kimi se rio, pero acepto que se las compraran en conjunto. Cada quien pagó la suya y al menos a ella le había gustado mucho la suya, ilusionándola acerca de que aquella inusual y reciente amistad para que continuará mucho tiempo más.
Todos sabían que siempre los amigos eran algo que a Kimi nunca se le había dado bien. La mayoría la buscaban por conveniencia: dinero, su fuerza o para llamar la atención. Y no le gustaba aquello. Kimi solamente quería tener personas con las cuales contar siempre, poder salir a comer, de compras, o simplemente platicar; por suerte, en la Toman había conocido justo lo que quería y no podía quejarse de lo feliz que la hacían. Así que tener a más personas de un vínculo diferente le provocaba sentirse feliz y querida, porque aunque para muchos fuera algo insignificante, para ella no.
Cuando salieron de la tienda en la que habían comprado las pulseras se dirigieron a la última que tenía en mente Nobara, dónde según compraría algunas telas. Kimi nunca la había visitado, pero era muy linda y había gran variedad; pensó entonces en qué a Takashi le gustaría mucho estar ahí, en el mismo momento que alguien la tocó del hombro, asustándola.
—¡Bonita, ¿qué haces aquí?!
—Takashi... —murmuró aliviada al verlo, y sonrió como boba—. Me asustaste, en serio.
—¡¡Kimi!! —ambas hermanas de él también estaban ahí, y las traía tomadas de la mano. La rubia sonrió al botarlas y se agachó para darles un abrazo. Luego Mana habló—: Nos alegra verte, ¡tu uniforme es lindo!
—Ustedes también se miran muy hermosas —las halago dándoles un beso en sus mejillas—. ¿Qué hacen aquí? —cuestionó, alzando una ceja y viendo de reojo a Takashi.
—Oh, ellas querían venir a pasear un rato —sus mejillas se ruborizaron, y Kimi creyó que era muy adorable—. Decidí traerlas... ¿Vienes con ellos?
Detrás de los cuatro se encontraban Nobara y Yūji viendo todo. Ella se emocionó al ver a Mana y Luna, en cambio él se veía nervioso de ver a Takashi; incluso se miraron extrañados, seguramente al no esperar encontrarse. Según Kimi nada había sucedido extraño entre ellos, ¿entonces podrían ser amigos? ¿O estaba pensando de más?
—Itadori...
—Mitsuya.
—¿Se conocen? —preguntó con curiosidad Nobara, dejando de abrazar a Luna y Mana junto con Kimi; ellas se miraron discretamente al sentir una tensión—. Tal vez... Yūji, vi una bolsa muy linda, vamos.
Lo arrastró hacia la tienda más cercana, dejando a Takashi con ella y sus hermanas. Kimi quería preguntar cualquier cosa, pero no se le ocurría qué. Tal vez el momento incómodo había sido por estar varias personas, y no tenía idea de lo que ocurría entre ellos, porque cuando Yūji había mencionado que fue amigo de Takashi hace años, creyó que no había existido problema alguno entre los dos. Seguramente se estaba equivocando, o tal vez no.
Takashi propuso llevar a sus hermanas a un pequeño lugar donde había juegos para niños, y a Kimi le pareció una excelente idea, e inclusive pagó las entradas porque habían resultado ser un poco más caras de lo que él tenía planeado. Cuando Luna y Mana se encontraban ya en los juegos, se sentaron en una banquita justo afuera de éstos. Kimi le tomó la mano y lo miró al rostro, esperando que hablara.
—Él no es un mal chico —comenzó, y ella vio como sus mejillas se tornaban un poco rojas—. Pero, cuando éramos amigos demostró sentimientos por mí... fue muy incómodo, más porque a mí no me gustan los chicos, Kimi. Dejamos de ser amigos porque lo comenzaron a molestar por eso y se cambió de primaria; tampoco lo vi en la secundaria. No creí que lo conocías, y menos que eran amigos.
Al inicio le costó un poco de trabajo a Kimi procesar esas palabras. No entendía bien, y tal vez a Yūji también le interesaban las chicas. Tampoco lo juzgaba, pero aún así, le provocaba un poco de extrañes que no parecía que esa historia existiera detrás de todo. Soltó un suspiro cuando pareció procesarlo, y asintió antes de responder.
—Yūji se me declaró el año pasado, el día que nos unimos a Valhalla —explicó—. Aunque nunca hablamos hasta hoy... trató de advertirme con que hay chicos en la secundaria que tienen malas intenciones conmigo, es muy amable, de hecho. Y bueno, siento lo de hace minutos, seguro fue un poco extraño para ti.
—Si él tiene buenas intenciones no tengo problema con que sean amigos entonces, bonita —le sonrió Takashi y pasó su mano por su mejilla—. De todas formas, es buen chico. Me alegra que te hagas su amiga y así no estés sola. Si alguien llega a querer hacerte algo solamente necesitas mandarme un mensaje y estaré ahí en menos de cinco minutos.
—Puedo cuidarme sola, lo juro —bromeó Kimi—. Te juro que sí. Además, nunca estoy sola, siempre estoy con mis hermanos o simplemente hay gente a mi alrededor. En todo caso, sé apañármela por mí misma y atacar a cualquier imbécil que quiera intentar algo.
—¿Cómo es que te fijaste en mí? —preguntó él con un poco de nostalgia, aunque si sonaba en serio—. Toda tu vida has tenido tantos chicos detrás de ti y me parece a veces irreal que me hayas escogido. Y mejor aún, que te hayas quedado aquí.
Kimi inevitablemente comenzó a recordar la primera vez que lo vio. En aquella reunión, en donde oficialmente los hermanos Hayakawa se habían unido a la Tokyo Manji Gang luego del conocido "Bloody Halloween"; Takashi tan sólo intentó ser amable con ella, pero la había enamorado con su voz y presencia... él no tenía idea de lo mucho que lo quería.
—No voy a negar que lo primero que me gustó de ti fue tu físico —habló al fin, riendo en voz baja—. Sin embargo, tu voz me atrapó. Era como terciopelo, tan lindo y aunque tú tratabas de solamente disculparte por Hakkai, amé el detalle. Creí que eras increíble, y puedo asegurar que fue amor a primera vista. Supe que eras tú, porque nunca me pasó nada igual. ¿Entiendes?
Takashi asintió, acercando su rostro al de ella. Kimi sintió sus mejillas arder al estar en un lugar público, aunque no había nadie a su alrededor más que los niños que se encontraban encima de los juegos. Luego él, antes de besarla, murmuró:
—Te quiero tanto.
—Yo más.
¿Era posible cansarse de una persona? Kimi sentía que no. Si por ella fuera, le gustaría estar toda la vida al lado de Takashi, porque lo quería tanto que no se imaginaba estando con otra persona. Sabía que podría suceder, pero para eso tenía que suceder algo muy grave entre ellos; a la vez sentía que no, porque él era lo que ella había estado esperando siempre. Una vez escuchó que decían que a su edad no podía hablar de amor verdadero, porque ni siquiera había tenido muchas experiencias con chicos, pero no lo necesitaba para saber que Takashi era su otra mitad.
Mientras se besaban, comenzaron a escuchar quejidos de los niños cerca diciendo «qué asco, ¡se están contagiando gérmenes!», «yo nunca tendré novia porque no quiero compartir babas con alguien más», y más. Kimi y Takashi se separaron riendo por sus comentarios, porque mientras había unos niños quejándose, Luna y Mana los defendían:
—¡No estén diciéndoles nada a mi hermano y su novia! ¡Ellos se quieren mucho!
—¡Más asco debería darles comiéndose los mocos!
No pudo evitar soltar una carcajada por ese último comentario, y Takashi también se comenzó a reír con ella. Luna y Mana se bajaron molestas de los juegos, diciendo que los demás eran unos inmaduros y preferían irse. Kimi no podía más con ellas, porque eran las niñas mas lindas que había conocido en toda su vida y quería protegerlas siempre.
—¿Te vas a regresar con tus amigos? —le preguntó él, señalándolos a la distancia, mientras salían de la tienda a la que habían entrado antes.
—No lo sé...
Yūji llegó y se veía muy nervioso, y a la vez Nobara le daba pequeños empujones para que se acercara más. Kimi alzó una ceja con curiosidad y ella solamente le guiñó el ojo.
—¿Podemos hablar a solas? —habló Yūji, mirando a Takashi. Él, miró a Kimi y ella asintió, soltándolo de la mano. Entonces se acercó a Luna y Mana, tomando a cada una de una mano.
—Vengan, pequeñas, vayamos a ver ropa, ¿sí?
—¡¡Sí!!
Le sonrió a Takashi antes de retirarse y los dejo solos. Seguramente tenían cosas de las cuales hablar, y ahora que indirectamente se habían encontrado por ella, sabía que debían quedar cosas pendientes. Pero era bueno, porque adoraba a Takashi y Yūji era un buen chico, y no quería que tuvieran asuntos pendientes entre ellos.
—¿Crees que quede todo arreglado? —cuestionó Nobara en un susurro, viéndolos a la lejanía y de cómo se sentaban en una banca.
—Espero que sí.
—Me alegré al enterarme que Kimi salía contigo, Mitsuya —dijo primero Yūji, demasiado nervioso, pero feliz de tenerlo frente a él y poder hablar de las cosas que siempre había tenido dentro suyo y que por miedo se guardó—. Ella es una chica increíble, al igual que tú. No sé si te dijo, pero ahora en la secundaria... hay muchas personas con malas intenciones y me preocupo por ella.
—Te lo agradezco en verdad, Itadori —Takashi le sonrió—. Ella es fuerte, sé que puede. Solo que siempre habrá personas peores y con las que tal vez no pueda... sí me da miedo. Tal vez esté abusando de tu ayuda, pero, ¿podrías echarle un ojo? A pesar de todo, confío en ti.
—¡Por supuesto que la cuidare! —aseguró, devolviéndole una sonrisa—. También quiero pedirte disculpas si te causé problemas cuando éramos niños —agregó rápidamente—. Y también a Kimi. No sabía que de conocían y pensar que ambos me gustaron...
Takashi negó con la cabeza y lo interrumpió:
—No necesitas pedir disculpas. Simplemente fueron coincidencias y sé que nunca lo hiciste con una mala intención. Siempre quise buscarte y decirte que a pesar de todo eres mi amigo, pero te fuiste y nunca más te encontré.
—¿Te gustaría que fuéramos amigos? —corroboró Yūji sorprendido. Takashi se rio por eso, pero terminó asintiendo.
—Así podríamos los dos cuidar de Kimi.
Levantó la mano y Yūji sonrió, aceptándolo. Al parecer todo había terminado bien y aunque siguieron hablando de un par de cosas, por otro lado, Kimi y Nobara sonreían por verlos comenzar una plática normal, tal vez de cómo habían estado los últimos años. Luna y Mana parecían no entender qué sucedía, pero también se emocionaron.
A Kimi le agradaba que aquello se hubiera arreglado tan fácil. Que ellos se hicieran amigos nuevamente daba pie a que podían seguirse frecuentando juntos, o en caso de que fuera accidental, todo pasara de forma amena. Ella no tenía tantos amigos, así que pensaba atesorar mucho a Yūji y Nobara, y que se llevarán bien con el chico que quería sonaba más que excelente.
Aunque, no contaba con que las cosas después de eso, no harían más que empeorar.
salio medio corto pero creo que era necesario así, los tqm y no olviden VOTAR <3
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