Truyen2U.Net quay lại rồi đây! Các bạn truy cập Truyen2U.Com. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Parte sin título 2

-¡Desaparecieron 2 más! - grito mi abuelo, acababa de entrar a la casa - Eric y James

Mi abuelo se veía muy alterado, nunca se había visto así, se sentó en la silla al lado del comedor y se recargo sobre su muñeca poniendo su codo en la mesa, pensaba que en unos minutos más se pondría a llorar, tarde mucho en reaccionar y tratar de consolarlo, pero ya entendía... Eric y James... Sus nombres me eran familiares, pero por la preocupación que tenía de mi abuelo, no me hizo recordarlos rápidamente.

- ! ¿Los Vecinos? ! - grite un poco alterado, no lo podía creer, ahora entiendo por qué mi abuelo estaba así.

- Si, tal vez nos mudemos de nuevo.

No podía creer que haya dicho eso mi abuelo, ¿otra vez?... Era como la 4 vez en el año. Sabía que algo estaba mal, bueno, muy mal, pero no era motivo para tenernos que ir, sino para tomar precauciones.

- No podemos hacerlo - Me puse enfrente de él.

- ¿Por qué? No te puedo arriesgar, tal vez ya lo saben.

El miedo corría por mi sangre en el instante que terminó de decir esas últimas palabras "Tal vez ya lo sepan" no dejaban de repetirse en mi cabeza.

- ¿Cómo... Cómo, que tal vez ya lo sepan? - le pregunte muy angustiado y mi voz estaba muy temblorosa.

- Si, tal vez...

- No.. - Lo interrumpí. Yo jamás le he dicho a nadie.

- Esta bien.... Pero aún sigo preguntándome que paso, solo desaparecieron y los Gro- bux no hicieron nada al respecto.

Me quede pensando sin prestarle atención a las palabras de mi abuelo, "Tal vez ya lo sepan" la palabra seguía en mi cabeza, me movía de un lado al otro en la misma dirección con la cabeza baja.

- Bueno, ya me voy a acostar, tuve una ida muy loca. - Se levantó y me dio unas palmadas en mi hombro.

Mientras subía las escaleras me quede unos minutos sentado en la sala, saque mi libro de lectura del mes de la escuela, mañana me harían un cuestionario. Me senté en el sillón pequeño, era mi favorito desde que era muy niño, agarre el libro que estaba en el librero café de un lado, me coloque mis lentes y me senté.

No me era fácil concentrarme, no podía dejar de pensar en lo que había dicho mi abuelo. Qué tal si es cierto, que tal si me están buscando y quieren secuestrarme o algo así, tal vez y...

Crap...Crap

Salte de un brinco, cheque el reloj que se encontraba en la pared del frente 9:30, se habían cerrado todas las puertas y ventanas de toda La Resistencia a partir de esa hora nadie salía, era tarde y mañana tenía que salir a las 9 de la mañana para la escuela. Me dirigí a la cocina, encendí el Teléfono, era básicamente una tableta táctil que servía también para correos y mensajes.

Abrí mi sección y se apareció en la pantalla "Bienvenido Alf", abrí mi bandeja de mensajes, tenía una notificación, era un mensaje de Dylan.

- "Hey! ¿Supiste lo que paso con el vecino?"

No, mi abuelo regreso muy alterado. Escribí el mensaje y lo envíe, sabía que me contestaría hasta mañana porque el duerme temprano, me dirigí a la nevera saque un vaso con agua que había metido antes para que se enfriara y apague la luz, me dirigía a las escaleras rumbo a mi recamara.

Ting...Ting...¡Nuevo mensaje!

Me quede un tiempo parado para decidir si contestarle o revisar mañana, sería mejor mañana porque si le empezaba a contestar comenzaríamos una charla que acabaría muy noche. Tome mi libro de la sala para guardarlo en mi mochila. Abrí la puerta para entrar a mi recamara, no era muy grande, La Resistencia prohibía habitaciones grandes con muchas cosas solo podías tener un armario escritorio y tu cama nada más. Me dirigí a mi armario, abrí mi cajón para sacar la pijama y ponérmela, el sueño se estaba apoderando de mí y mi abuelo ya se había dormido porque escuchaba sus ronquidos hasta mi habitación, cerré la puerta. Volví a mi cajón y no encontraba mi pijama color blanco.

Yo recuerdo haberla guardado, que raro.

Abrí el segundo cajón, el que estaba abajo, no, solo estaban mis playera, ahora abrí el tercero, si, ahí estaba, la saque y me la puse, desde mi ventana vi que afuera, en las celdas solares de arriba no se encontraban....parejas...

¿Parejas?. Me talle los ojos para ver que estaba pasando, me coloque rápido el pantalón y apague la luz para que no se reflejara, ya que, no se podían abrir.

Efectivamente. Una celda se había ¿Fundido, roto, apagado? La verdad es que no sabía, no era experto, pero era la primera vez que había visto algo así, mire hacia la calle para ver si alguien miraba lo que yo, pero, estaba oscuro, supongo que nadie está viendo. Entonces recordé a los desaparecidos y de pronto mi mente me recordó las palabras de mi abuelo.

Tal vez ya lo sepan....

Volvió a mi cabeza esa palabra al igual que la preocupación, me empecé a tranquilizar, si me empezaba a preocupar me empezaría a sentir mal y no iba a llegar a nada.

Trate de despejar mi mente y concentrarme en dormir...

.....Dormir.......

..Dormir..........

..........Dormir..

Rang.....Rang.....

Me levanto rápido "Otro día", esta vez estaba muy feliz, mi sonrisa llegaba hasta mis ojos. Me aliste para la escuela lo más rápido y baje a desayunar me asome a la recamara de mi abuelo y vi que no estaba, baje las escaleras rápido con mi mochila en la mano.

- ¡Feliz Cumpleaños! - Era mi abuelo que estaba en el comedor junto a un pastel de chocolate.

- ¡Hey!, Gracias – Lo abracé mientras sacaba una silla para sentarme, mi abuelo se dirigía a la cocina, esta vez me hizo un desayuno especial por ser mi cumpleaños, 16 años, ojalá estuvieran mis papás.

- ¡Oye! Quita esa cara triste, es tu cumpleaños. Levante la cara y le sonreí

- Es por tus padres ¿Cierto?

Asentí. El pensar en mis padres me ponía muy triste, me habría gustado que me vieran crecer, mi abuelo me dijo que mi papá huyo después de la muerte de mi madre, y yo nunca los conocí, ni siquiera tengo una foto de ellos, nada.

- No debes de estar triste, a ellos les hubiera encantado haber festejado contigo.

Le sonreí a mi abuelo mientras me servía el desayuno él se sentó en frente de mí y saco sus lenes de lectura dispuesto a leer el periódico de esta mañana, comencé a comer, tenía que llegar temprano a la escuela le dije que tenía clases hasta tarde y que mejor guardara el pastel para comerlo en la noche.

No sabía si era buen momento para decirle a mi abuelo que tuve un sueño, esta vez trato sobre un científico y un trasportador al futuro y a una señora en un hospital, no sabía lo que significara, pero era algo muy extraño.

Mi abuelo vio su reloj que traía en la muñeca, tomo un trajo de su café y me dijo que ya estaba a punto de llegar el tren. Me levante, tome mi mochila del asiento de a lado y me la acomode en la espalda, pero antes me dio una pequeña caja, me dijo que la había encontrado en el sótano y que traía pertenencias de sus padres, pensó que sería un gran detalle dármelo en mi cumpleaños.

- Bueno, pues que te vaya bien. – Se despidió y me dio un beso en la frente, recogía mis platos de desayuno mientras yo me dirigía a la puerta.

- Adiós. – Tome la caja y me la lleve para verla en la salida, era pequeña entonces no habría problema y cabía en mi mochila.

Cerré la puerta y comenzó a caminar hacia la esquina, donde siempre esperaba al tren que me llevaba a la escuela, era un viaje de 13 minutos.

- ¡Feliz Cumpleaños!. –Voltee rápido y era Dylan que se encontraba a unos paso de mi, llevaba su termo, su mochila y una gorra en la cabeza.

- Gracias Dylan, supiste algo más sobre lo de los vecinos.

- No, mis papás solo saben que se desaparecieron en la tarde de ayer.

- En la ¿Tarde de ayer?

- Si y nadie los vio.

Me quede reflexionando lo que me dijo Dylan...en la tarde de ayer... con ellos dos ya eran cuatro personas en estas dos semanas.

El tren se acercaba, le di una palmada Dylan para que se alistara a subir, solo éramos nosotros y otras tres personas esperando el tren. Dylan se agacho para recoger su mochila y se la coloco en su espalda.

Se abrieron las puestas y fuimos los primeros en pasar, me percate que no había mucha gente hoy, siempre en los trenes había mucha gente como 30 por cada vagón, pero hoy solo éramos trece.

Cuando el tren se detuvo en frente de la escuela, Dylan y yo nos bajamos, vimos que ya faltaban pocos minutos para que tocaran la campana así que nos despedimos porque él toma clases en otro piso en el 52A y yo en el 32B.

Dylan eran más grande que yo, yo tenía ahora 16 y el 19, si, es muy grande, pero es muy buena persona cuando apenas me mude me lo encontré en el tren que nos traía a la escuela, me preguntó que si era nuevo y pues le dije que si, después me lo encontré sentado afuera de la cafetería en los pasillos y me senté junto a él , entonces entendí que no es el chico más popular, comenzamos a platicar y descubrí que no tenemos nada en común, pero él era muy gracioso, nos sentábamos en el pasillo con la bandeja de comida él era mi único amigo y el fue el único que me noto cuando era invisible.

Hoy me tocaba clase de "Historia de la Resistencia" en la tarde, era una clase extra para nuevos y decidí tomarla, hoy darán la primera clase.

Ring, sonó la campana que anunciaba que ya podías regresar a tu casa, salí del edificio para buscar a Dylan porque sabía que me estaba esperando para irnos juntos y lo encontré estaba fumando un cigarrillo solitario esperando el tren.

- ¡Hey, Dylan!, me quedaré hasta tarde porque comienzan mis clases de Historia. – Le explique que se me había olvidado decirle en el Descanso. Dylan asintió mientras se quitaba el cigarro de la boca.

- Si, está bien, entonces nos vemos mañana, adiós. Mientras se dirigía a la parada del tren. Me quite la mochila del hombro y saque la hoja de las clases donde decía que piso y que salón.

Piso 48A, salón 2

Me dirigí hacia el edificio y metí la hojas en mi mochila, me apresure mucho para que no se saturara el elevador, eran 48 pisos y no los iba a subir a pie, porque no llegaría a mi clase.

Comencé a apretar los botones para que el elevador se apresurara, escuche el sonido que hacía cuando bajaba, se abrió la puerta y muchos chicos comenzaron a salir. Tome muy fuerte la caja que me había dado mi abuelo y me voltee, comencé a caminar hacia atrás para empujar a los chicos que estaban saliendo porque si no lograba entrar, tendría que espera otro elevador. Dentro de unos segundo cuando ya casi estaba vacío el elevador vi que mi mochila pego contra la pared del elevador, ya se había vaciado, los elevadores de ahí eran muy grande cabían aproximadamente 30 o más personas, me coloque hacia el frente y un chico de la nada salió y puso su mano entre las puertas para que no se cerrara. Entró y se veía muy cansado, su respiración era rápida y fuerte, se colocó al lado de mí.

- ¿Número de piso?- Preguntó la mujer que se aparecía en la pantalla del frente.

- Piso 48A – Dijimos los dos al mismo tiempo, fue algo gracioso.

- Vas a las clases de Historia de la Resistencia. – Me preguntó con una pequeña risa

- Sí, soy nuevo aquí

- ¿Si? Yo igual, vivo en el fraccionamiento 83.

- Yo en el 85

- Ja ja ja, me mude hace dos semanas porque desaparecía gente ahí, y mis papas me dijeron que empacara, que nos mudaríamos a otro fraccionamiento.

- ¿Desaparecía gente?

- Si, ya eran como 6 personas, desaparecían en las tardes y nunca volvían, mandamos un comunicado al presidente Dashner para que solucionara el problema y solo mando a sus estúpidos robots Gro-Bux para que vigilaran.

- Y ¿Qué paso?

- Pues ya no supimos más porque ya nos habíamos venido a vivir a un nuevo fraccionamiento.

Voltee mi cabeza hacia la pantalla y vi que apenas estábamos en el piso 17, mire la caja que me dio mi abuelo al lado de mí y volví a poner mi cabeza hacia las puertas del elevador, escuche el cierre que se abría de la mochila del chico de a lado, era un chico como de la edad de Dylan, casi de la misma estatura, era un chico de piel muy blanca con unos ojos azules y su cabello rizado, su peinado era simplemente un copete, saco de su mochila una tableta que le funcionaba para tomar apunte.

Mire a la pantalla, apenas íbamos en el piso 26

- ¿Cómo te llamas? Me pregunto el chico mientras prendía su Tablet

- Me llamo Alfonso pero todos me dicen Alf y ¿tu?

- Yo, Harry, pero todos me llaman por mi apellido Woods

- Ok, "Woods" tú vas en el piso 52

- Si, A

- ¿Conoces a un chico llamado Dylan?

- ¿Miller?

- SI

- Es un tipo muy gracioso.

Le sonreí mientras escuchaba como el elevador se paraba, vi la pantalla y decía Piso 48 ahora las puertas se empezaron a abrir, tome mi caja que estaba al lado mientras Harry tomaba su mochila y se la colocaba, salí primero que Harry, saque mi hoja para ver que salón era mientras Harry me esperaba para decirle.

- Es el... salón... 2. Le dije mientras giraba la vista para buscar el salón.

Cinco, cuatro, tres... dos, aquí esta. Toque la puerta y gire la perilla para entrar, era una profesora la que estaba dando clase, y ya la había empezado.

- Alfonso y Harry supongo.

Asentí y entre al salón con la cabeza baja, busque un lugar y solo quedaba uno al frente en la derecha y un hasta atrás de lado del medio.

Me dirigí a la banca de atrás mientras que Harry a la del Frente, estaba detrás de una chica, no se veía mala persona, saque de mi mochila mi cuaderno con una pluma para tomar mi apunte, yo no tenía una Tablet como Harry.

- Muy bien chicos ahora que estamos todos, podemos comenzar la clase. -Dijo mientras se sentaba en el escritorio. Soy la Maestra Susan y yo imparto clase de Historia de la Resistencia.

Comencemos: La Resistencia se comenzó a construir en el año 2367, se le conocía como el planeta alternativo, se comenzaron a hacer investigaciones antes en 2276 para saber si podía ser habitable la luna y concluyeron que no, entonces comenzaron a hacer planos, máquinas perfectas para crear lo hoy es la resistencia, comenzaron con el suelo, era altamente peligroso por su contacto con la galaxia, comenzaron a hacer pruebas en la luna con distintos suelos construidos parar el suelo de ello que era lo principal ya que la luna es hueca, también habían problemas como el que no tenía presupuestó para hacer mucho viajes al mes, entonces ahí crearon a los Gro-Bux, robots de distintos diseños con distintos propósitos, que serían utilizados después para La Resistencia como papeles y oficios humanos, policías, bomberos, paramédicos, doctores, etc. como los que conocemos, bueno también ya que tuvieron el suelo, los Gro-Bux los empezaron a colocar y revisar si eran los adecuados, robots aún más antiguos que nosotros peno tan inteligentes, el gobierno no quería que ellos después nos gobernaran.

Gobernaran.....................

............Gobernaran.........

.....................Gobernaran

- ¡Señor Alfonso!, ¿Se encuentra bien? – Comencé a levantar mi cabeza de la banca, no puede ser, me había dormido, vi la cara de la maestra molesta y detrás de ella los alumnos que ya estaban guardando sus cosas para irse, supongo que ya había terminado la clase.

- Sí, estoy bien, solo es que no dormí bien anoche, lo siento.

- Perdiste la clase, que sea la última vez jovencito, puedes marcharte y te pones al corriente de lo que vimos hoy ¿De acuerdo?

Asentí. La maestra se voltee hacia el escritorio, talle mis ojos y vi que el salón estaba vacío, gire mi cabeza a la ventana y vi que las celdas se habían cambiado al azul oscuro simbolizando la noche. Vi mi reloj y ya eran las 7:43 faltaba muy poco para que los seguros de las casa se cerraran, tome mis cosas y salí lo más rápido que pude, casi corriendo.

Había tenido otro sueño sobre ese científico, ¿Científico? Como podía saber que era un científico, tal vez por su bata y porque a veces el sueño es en un laboratorio. Ahora estaba en una selva y había muchos animales...

- Oye ¿Te sientes bien? – Me pregunto Woods mientras salía por la puerta y se recargaba en mis hombros, íbamos en dirección al elevador y yo tenía mucha prisa.

- Sí, me encuentro bien, solo que ayer no pude dormir bien, eso es todo.

- Mira, mañana mis padres saldrán y yo me quedare en casa, que tal si vas a jugar videojuegos conmigo, si sabes jugar ¿no?

- Claro. – dije un poco nervioso. Voltee la cabeza para ver donde estaba el botón del elevador, lo presione y di un paso hacia atrás.

Escuchaba que el sonido del elevador subiendo y mientras de abrían las puertas escuche a Woods decir que se le había olvidado su tableta, me dijo que me bajara y que mañana nos veíamos para ponernos de acuerdo con jugar videojuegos.

Me quede parado en la estación de tren y pasaron 2 minutos y vi que uno se acercaba entonces tome las cosas que había dejado en el suelo. Subí y vi que Woods no venía, tal vez ya se fue a la parada de atrás.

Mire hacia adentro del tren y no había ninguna persona en los 3 vagones, me senté junto a la ventana y me recargue en ella mientras veía hacia las celdas solares y cerré mis ojos para intentar dormir sería un viaje de muchos minutos y tenía muchísimo sueño.

Lo único que escuchaba era mi respiración........

Despierto, no sé en donde estoy, mi corazón comienza a palpitar mucho, miro hacia la ventana y ya no hay casas, solo están los cultivos, me levanto rápido y voy hacia el vagón de enfrente para buscar algún botón de auxilio.

No encuentro nada, estoy solo y no sé cómo regresar ni comunicarme, el tren no debe de avanzar cuando hay personas adentro a las 9 de la noche. ¿Qué está pasando?

Comienzo a golpear la cabina del frente para ver si alguien podía escucharme o se activara una alarma... algo, comienzo a correr hacia el lugar donde estaba sentado y busco mi mochila, me la cuelo en la espalda, voy hacia la puerta y la comienzo a patear con toda mis fuerzas pero es inútil, los trenes siempre fueron lo resistente por si otro tren chocaba o pasaba algo malo.

- ¡AYUDA! ¡Alguien que me ayude!................... ¡AUXILIO!

Comienzo a respirar muy profundo y fuerte, aun no sé qué hacer, mi corazón sigue latiendo muy rápido, levanto mi cabeza y hay una compuerta de metal, subo a los asientos del tren intentado alcanzar la cerradura pero está muy fuerte, comienzo a girar pera la mochila me detiene los brazos, me la quito y la tiro, esta vez estoy desesperado, el tren comienza a acelerar y las luces se están apagando, si alguien descubre que no estuve en mi casa en la noche me llevaran a los cuartos blancos donde la gente que desobedece las ordenes nunca regresa nunca o tal vez descubrieron lo que sabía de la tierra.

La cerradura se comienza a abrir y la velocidad del tren comienza a aumentar. La compuerta de metal se abre y comienzo a alzarla mientras dejo entrar todo el aire, me impulso para salir y siento como la corriente de aire cubre mi cuerpo, estoy desorientado, solo veo los cultivos, siento el aire frio como recorre mi cuerpo.

No sé si aventarme y regresar por un camino que no conozco de noche o simplemente esperar a que el tren pare.

Volteo y veo que algo anda mal el tren se dirige hacia un muro donde se dibujaban los hexágonos de la superficie, solo que esta vez cada uno tenía un color diferente que no se apreciaba bien por la oscuridad.

Comienzo a avanzar más al frente y el aire me sigue impidiendo avanzar, me tapo la cara con mis manos y el aire construye una barrera que me impide mover, casi se acerca, si me quedo aquí, el tren frenara muy bruscamente saldré volando, será mejor que regrese al vagón y espere al impacto.

Mi cabeza va bajando junto con la cerradura que llevo en la mano y veo que falta centímetro por llegar a la pared.

Me siento y salen lágrimas de tristeza y recorren mis mejillas cayendo después a mi pantalón.

Porque me pasaría esto a mí, lo único que he hecho es no ser notado, ser invisible para todos y que nadie descubra porque no soy como los demás.

Cuando tenía penas 6 años comencé a tener sueños, pero no cualquier tipo de sueños, eran sueños sobre la tierra, a los 6 años nadie tiene sueños sobre la tierra, y mucho menos en La Resistencia donde a cada una de las personas que habita aquí les borraron la memoria y no existía ningún recuerdo sobre la tierra.

Cuando le comencé a contar a mi abuelo sobre lo que me pasaba mis sueños con los árboles los animales y con él científico, se preocupó tanto y me dijo que nunca le dijera esto a alguien, porque si alguien se enteraba me podrían pasar cosas malas para que las personas supieran lo mínimo de como Vivian sus ancestros y ponía en peligro a mi abuelo.

A mi abuelo...

No me había acordado, mi abuelo, estará muy preocupado por mí, buscándome y llamando a la escuela.

El tren comenzó a disminuir su velocidad, abrí la compuerta y vi que el tren estaba pasando el gran muro, parecía magia, la pared se iba despareciendo y dejaba entrar al tren, se iba acercando a mí y solo cerré los ojos mientras pasaba la pared y cuando los abrí me lleve una sorpresa.

Era una estación de trenes dirigida por Gro-bux, cada uno de los trenes se iba a un compartimento donde se guardaba toda la noche y era una hilera muy larga, supongo que aquí vienen todos los trenes que hay en La Resistencia.

Estaba impresionado, supongo que nadie nunca tiene el mínimo interés por los trenes, supongo que era algo secreto, no creo que la pared que de atrás no sea para nada, debe de haber algo más aquí, no solo el hotel de los trenes sino algo más secreto.

Me intento bajar del tren, pero el muy alto así que apoyo mi pecho contra la pared de arriba y me comienzo a deslizar ya que el tren va sumamente.

Cuando toco el suelo con el pie derecho comienza a sonar una alarma por todo el lugar después escucho otra y después otra hasta que mis oídos escuchan solamente eso, fue como si el lugar tuviera sensor contra humanos, mi corazón comienza a palpitar aún más fuerte.

- ¿Pero qué.......? –digo. Comienzo a retroceder mientras escucho los sonidos de los Gro-bux viniendo hacia mí, no sé qué hacer ni a donde ir porque si salgo tal vez se den cuenta o tal vez ya se dieron y vienen hacia acá para llevarme al Cuarto Blanco.

Siento unas manos de metal tocando mi palma y jalándome de la mano hacia la derecha justo al lado de los trenes. Volteo, veo hacia arriba, era un edificio con paredes de vidrio donde nos dirigíamos, desde los vidrios del edificio reflejaban a muchos Gro-bux dirigiéndose hacia mí. Desvió la mirada al ver que en mi muñeca comienza a parpadear dos puntos azules que se iluminan justo debajo de mis venas. Estoy corriendo a la entrada del edificio, comienzo a escuchar el ruido que hacen los Gro-bux para destruir algo, en ese instante explota la puerta de vidrio en mil pedazos en frente de mí, pero se me es imposible detenerme. Volteo, tengo agarrada mi mano en una mano robótica de un Gro-bux.

Sigo corriendo y mis pies ya no soportaran tanto, mi mano está perdiendo la coloración de lo fuerte que me aprieta el Gro-bux, el sigue corriendo con sus llantas que van a toda su velocidad buscando con su escáner que sale de su cabeza alguna puerta en especial, el pasillo es muy largo y no creo aguantar tanto tiempo corriendo y con la mano morada.

Comienzo a revisar el pasillo, tiene mucha luz y puertas azules cada dos metros en los 2 lados, supongo que son los cuartos controladores de La Resistencia, esos que se encargan de cambiar el color de las celdas en la noche, los trenes, los Gro-bux.

Escucho que su escáner produce un color y nos detenemos pero sigue sin soltarme, en la puerta del cuarto tiene una placa que dice "Historial de habitantes", explota la puerta como la de la entrada a causa del arma del Gro-bux, y entramos veo a mi alrededor y son muchísimas computadoras con información de cada habitante. El Gro-bux saca de su espalda un dispositivo que inserta a la computadora la cual comienza a pasar muchos perfiles de habitantes y se detienen en el mío y las luces de mi muñeca comienzan a parpadear más rápido. En la computadora hay una ventana que dice "Alerta Habitante No. 0063789 en lugar no autorizado" el Gro-bux aprieta un botón del dispositivo que inserto y mi perfil comienza a ser borrado, empieza en 23%, 45%, 72% 100%, hasta que termina siendo eliminado, la alarma de afuera se apaga y los Gro-bux también, pero el que estaba conmigo porque habría hecho esto, comienzo a tratar de zafarme de la mano robótica que me agarra, pero la mano gira y su cabeza mira mi muñeca, voltea y ve la otra, de repente me suelta y retrocedo un paso con un gesto de dolor, mi mano me dolía, el Gro-bux mueve sus llantas hacia el frente y me agarra la otra mano y ve mi muñeca en donde parpadean las luces azules, saca el escáner de su cabeza y pasa el delgado laser rojo por mi muñeca.

Su otra mano se transforma en una pequeña navaja y comienza a cortar debajo de las luces azules, el dolor comienza a recorrer mi brazo, el sigue cortando la piel y con la misma navaja comienza a deslizar las lucecitas azules por mi piel hasta llegar a la incisión que me hizo, comienza a salir un chip en forma de píldora y unos cables, el Gro-bux los corta y chip se lo gurda en un compartimento en su brazo metálico.

Comienza escurrir sangre de mi brazo y el Gro-bux me coloca un parche.

- Todo estará bien, las cosas cambiaran por aquí –dijo mientras colocaba el parche en mi brazo y limpiaba la sangre que me escurría.

- ¿Qué me quieren hacer, porque hiciste todo esto?

- Descuida, solo quiero salvar tu mundo, ahora necesitamos buscar el cuarto, no tenemos mucho tiempo antes de que se den cuenta que eliminamos un perfil y desactivamos un chip de rastreo.

- ¿Chip de rastreo?-digo

- Solo sígueme si quieres sobrevivir – dijo mientras avanzaba hacia la puerta para salir, Salí yo primero y después el, cuando cerró la puerta las luces que iluminaban los pasillos comenzaron al tornarse color rojo y empezaban a parpadear iluminando el lugar mientras sonaba una alerta.

El Gro-bux comenzó a correr y yo lo seguía por detrás, había sacado su escáner y comenzaba a repasar cada puerta con el láser delgado. El sonido de los demás Gro-bux comenzaban a escucharse por la puerta que había explotado, comencé a ponerme un poco nervioso, no sé a dónde iba y porque, yo solo seguía al pequeño cuerpo robótico que estaba al frente de mí.

El láser seguía recorriendo cada puerta, hasta que por fin parpadeo, me adelante a él y abrí la puerta, espera a que entrara mientras veía a la estampida de Gro-bux que venían hacia nosotros.

Cerré la puerta y voltee, era un lugar diferente.

Era demasiado grande, habían cosas del espacio, un traje espacial, una computadora enorme y.......

Una nave espacial.

- Ponte el traje que está ahí solo quítate la sudadera y tus zapatos - dijo el Gro-bux mientras se dirigía a la computadora.

- ¿Qué?- dije mientras veía todo los aparatos espaciales. Es una idea ridícula, solo llévame a casa.

- Haz lo que te digo, no tenemos mucho tiempo, ¡Apresúrate! ¿Quieres?

Me dirigí hacia la mesa del centro donde estaba un traje espacial color Rojo, creí que haría esto, no sé si salga de aquí, no me pude despedir de mi abuelo y decirle que estaba bien.

- ¡APRESURATE!.

- "Despegue programado en 50 segundo "- dijo una voz femenina que provenía de las bocinas de la computadora

50 segundos, comencé a quitarme la sudadera y mis zapatos como había indicado el Gro-bux. Quite el traje de la mesa y me lo comencé a poner, después los guantes, los zapatos espaciales y el casco.

- "34 segundos"

La nave espacial se comenzaba a mover de su lugar, colocándose en posición de despegue, se colocaba en un tubo que daba hacia la galaxia,

- "19 segundos"

- Bien colócate en el asiento de atrás de la nave. Dijo el Gro-bux mientras bajaba y se dirigía a la nave.

- "12 segundos"

- Claro. Dije mientras intentaba caminar con el traje, era bastante fácil, pensaba que sería más complicado.

- "8 segundos"

- Bien, ya todo está listo. – Dijo el Gro-bux mientras cerraba la compuerta y se sentaba en el asiento del frente colocándose el cinturón.

- "7 segundos"

- ¿Por qué lo hacemos? - le pregunte mientras la nave encendía sus propulsores y comenzaba a avanzar hacia el frente del tubo.

- "5 segundos"

- Descuida, estarás bien y todas tus dudas se resolverán pronto. Solo despídete.

- "4 segundos"

- Adiós abuelo.

Crash..... Se escucha un ruido proveniente de la puerta, eran los Gro-bux, nos habían encontrado y se dirigían a la nave.

- "3 segundos"

- Adiós

- "2 segundos"

- Resistencia.....

Estoy en la galaxia, me asomo por la ventana para mirar con más detenimiento, es hermosa, es infinita y oscura. Veo los pequeños puntos blancos que se esparcen por toda la superficie obscura, la nave esta en movimiento y estoy confundido pero entusiasmado.

- ¿Qué haces, Gro-bux? – le pregunto mientras el no deja de presionar los botones que están al frente.

- ¿Gro-bux? ¿Qué es eso? – me pregunta muy confundido, es algo ridículo que me juegue una broma en estos instantes.

- Si, un robot que trabajaba para el gobierno y así.

- Pues, yo no soy del gobierno, y no me llamo Grobex o Gromex o esa cosa, vez mi espalda metálica, tiene mi nombre escrito.

Pill

- ¿Te llamas Pill?

- Si.

Se abrió una compuerta por atrás, Pill me dijo que ya me podía quitar el cinturón comenzar a caminar en la nave. Me levante de mi asiento y me dirigí hacia la compuerta abierta y vi que había una pequeña cama y muchos cables en el techo, también había una ventana muy larga que daba la vista hacia el espacio.

- Y ¿Por qué tú te llamas Pill y los demás robots se llaman Gro-bux? – le pregunte mientras me dirigía a la ventana.

- Porque yo no fui creado por el gobierno.

- ¿Como?

- Es una larga historia.

Me senté en la cama y era muy cómoda, tenía mucho sueño no había dormido por todo lo que había pasado.

- ¿Por qué no duermes un poco? – me pregunto Pill mientras volteaba la cabeza para verme.

- No dormiré hasta saber a dónde nos dirigimos, esto es algo absurdo, me secuestra un tren, varios Gro-bux me quieren atrapar, me encuentro con un robot que es diferente a los demás que me lleva al espacio cuando La Resistencia tiene prohibido salir al espacio. ¿Por qué tenía que ser yo? ¿eh? Solo tengo 16 años.

- Porque tú conoces a la tierra más que cualquier habitante de ahí.

- ¿Cómo lo sabes?

- Tu solo confía, todo va a salir bien.

- No, de verdad ¿Cómo lo sabes? – le dije mientras me dirigía a él, creo que algo no anda bien.

- Es fácil ninguna persona reconoce el espacio, sabe lo que son las estrellas ni las naves espaciales y mucho menos como colocarse un casco. Niño también leo mentes y es parte de tu destino el que estés aquí.

Quede impresionado por la contestación de Pill, pensé un poco y tenía razón, lo que yo pensaba no lo hace una persona común de La Resistencia.

Destino. Entonces no era coincidencia nada, de una o de otra manera tenía que está en una nave espacial con un robot dirigiéndome algún lugar en el espacio.

- Exactamente – dijo Pill, supongo que había leído mi mente.

- Deja de hacer eso.

- ¿Que?

- Leer mi mente.

- Por supuesto, ahora que sabes algo recuérdate y descansa.

Me di la vuelta y me dirigí hacia la cama, me comencé a quitar el casco y el traje espacial para que no me estorbara al dormir.

- ¿A dónde nos dirigimos? - Le pregunte mientras quitaba la sábana blanca y me recostaba.

- A la tierra.

Despierto, comienzo a recordar lo que había pasado y en donde estoy, me levanto mientras me tallo los ojos y me asomo por la ventana que da al espacio, presiono el botón al lado de la puerta y se abre haciendo un ruido muy molesto.

Volteo a ver hacia la ventana, esta Pill sentado controlando el volante de la nave, en frente de mí se encuera la tierra, la nave disminuyo su velocidad ya no iba tan rápido como antes de que me durmiera.

Me acerco más a la ventana para apreciar la Tierra.

- ¿No es algo maravilloso? - me pregunto Pill mientras volteaba a verme.

- Ya lo creo.

No quería despegar mis ojos del vidrio, era algo hermoso, no podía creer que me dirigía a la tierra, cuando tuve mi primer sueño y le conté a mi abuelo le pregunto que si podíamos ir a visitarla, él me dijo que era una idea extraordinaria, pero ese día nunca llego.

La tierra ya había cubierto toda la ventana, veía el mar y las pequeñas partes verdes.

- ¿Cuánto falta para llegar?

- Aun no lo se

Una pregunta llego a mi cabeza, ¿Por qué yo sí puedo ir a la Tierra y los demás nunca lo intentaron?, eran pequeñas cosas que no me cuadraban.

- Será mejor que te pongas el traje espacial – dijo Pill mientras giraba el volate de la nave espacial a la derecha.

Asentí con la cabeza y me dirigí al cuarto que se había abierto ante de llegar, recogí el traje espacial, me comencé a poner hasta terminar ponerme el casco, no sabía porque, tal vez era porque estábamos cerca.

- Oye Pill, ¿Por qué ninguna persona quiso salir de la Resistencia antes?

- Después de la última guerra el planeta quedo devastado, países quedando sin población y los cambios de temperatura estaban aumentando, Rusia había terminado con su creación "La Resistencia", antes era solamente para vivir de lujo, pero después fue utilizado para conservar la raza humana, cuando las millones de persones fueron rescatadas de diferentes países, estudiadas para que no tuvieran ninguna enfermedad fueron los candidatos para vivir en La Resistencia con la condición de que no recordaran de dónde venían y que nunca tuvieran ni la más remota idea de regresar a la tierra, se les aplicaba una vacuna llamada SMEMO.

- Entonces ¿nadie recuerda o sabe que es la tierra? – dije un poco nervioso.

- No, solo 14 personas, solo esas eran las únicas que podían tener un recuerdo no tan grande, pero si lo indispensable que debe saber y eso solo pasa cada muchos años, no pueden haber dos personas al mismo tiempo sabiendo el secreto.

- ¿Entonces porque mi abuelo me entendía?

- No te entendía, solo te seguía la corriente porque te quería y no quería que pensaran que estabas loco por eso te dijo que nunca le dijeras a nadie, pero él te quiere.

Me sentía un poco triste, por eso le molestaba que le contara mis sueños, pero me quería y tal vez solo lo hacía solo para protegerme, qué más da, solo eran simples sueño que terminaron en ponerme en este lio sin una explicación lógica todavía. Las palabras de Pill me calmaron un poco no era la única persona que tenía esta pesadilla, tal vez las 14 personas que me dijo ya han de estar en la tierra, esperándome.

- Yo que numero de persona soy – le pregunte mientras me acomodaba el cinturón y me quitaba el casco.

- El numero 15

- ¿Cómo, el numero 15? - le dije. Prense que esta vez estaba bromeando pero recordé que los robots no tienen sentido del humor

- Si

- ¿Y las demás personas?

- Muertas

Su respuesta fue tan real, mis ojos quedaron muy abiertos, muertos, no puede ser.

- ¿Muertas? ¿Por qué? - le dije un poco preocupado.

- Si, muertos. Esos idiotas atrasaron el plan por muchos años y tu llegaste por arte de magia, por eso te digo que es el destino y un poco de suerte, quien diría que habría otro más.

- ¿Otro más?

- Si, solo había la posibilidad de que 14 vacunas no funcionaran, solo 14.

- Entonces, ¿Por qué las 14 personas no pudieron con "tu plan"?

Esta vez estaba preocupado, mi confianza se había desmoronado en el piso, lo único que quería era está vivo, no muerto como los demás.

- Simple, cuando una vacuna falla, solo falla al 34%, los recuerdos no son muchos, las personas murieron durante la prueba porque no supieron cómo sobrevivir y nunca encontraron el laboratorio.

- ¿Y porque soy la persona 15?

- Eso será algo que tu tendrás que averiguar, lo único que sé es que seguirás siendo diferente y único ante una sociedad a la que nunca le importo la salud de su planeta y solo le importaba gobernarla. Pero quien gobernaría en un planeta en donde ya no existe la raza humana. Ese fue el precio de la guerra.

- ¿Única?, tuvo que haber existido otra persona a la que si le interesara

- Claro, solo que ya estaba muerta, excepto alguien que nunca fue candidato para ir a la Resistencia, el ultimo sobreviviente.

La nave se estaba acercando a un pequeño cuadrado que se veía desde lejos flotando, estábamos listos para aterrizar y no sé porque entonces me puse el casco.

Cuando la nave se detuvo en la superficie cuadrada, se abrió compuerta para que salgamos, Pill salió primero y saco el escáner de su cabeza y la delgada línea roja para por todo el lugar, estaba bien, no había peligro, podíamos bajar.

Pill me conecto a una cuerda blanca para que no saliera volando al espacio, cuando baje mis botas se iban adhiriendo al suelo.

Era un lugar con gran vista a la tierra, la tierra, era tan enorme, gire mi cabeza al lado contrario y al lado de la nave gris se veía La Resistencia y su hexágonos o celdas.

Al final del camino estaba un cuarto blanco que se perdía en el color, Pill seguía avanzando y no decía ninguna palabra solo avanzaba con sus ruedas.

Cuando llegamos al pequeño cuarto, no era tan grande, habían dos camas de metal distendidas en una estaba un libro abierto volteado y también había una ventana que era un medio circulo, todo era un desastre. Pill estaba al frente mío y se dirigía a una compuerta que se abrió por la mitad, esta oscuro con una pequeña televisión y una silla.

- Bien, Bien, por aquí debe de estar – dijo Pill mientras acercaba una caja de cartón y con su mano de metal comenzaba a mover y a buscar.

Me quede viendo la televisión que estaba al frente, no tenía señal, solo era un gran recuadro en blanco, tenía ganas de quitarme el casco pero no sabía si en esta lugar había oxígeno, sería mejor no comprobarlo.

- Bien chico, toma esto, será lo único que necesitaras – dijo mientras me daba un papel doblado en 6 partes.

Instructivo "Tele trasportador de tiempo"

- Un instructivo, ¿De qué me servirá eso? - le dije mientras desdoblaba el manual, solo eran imágenes con sus respectivas letras, nada difícil de entender.

- Bien chico, durante tu dormías, yo programe la nave para que aterrizara en el punto exacto cuando llegues a la tierra.

- ¿De qué hablas, no iras conmigo? - le pregunte mientras el avanzaba y abría la compuerta para salir.

- Claro que no iré contigo, mira, si mi metal toca el oxígeno de ahí, me comenzare a oxidar entonces no puedo ir y aparte mi trabajo ya está hecho, sacarte de La Resistencia, así que será mejor que te apresures.

Se abrió la compuerta que daba al espacio, me puse un poco nervioso, ahora estaba solo con un instructivo y esperanzas.

- Aguarda, ten, esto también te será útil – dijo mientras me daba un disco. Recuerda chico, ninguno de los que sabía llegaron tan lejos como tú, depende de ti si quieres regresar a casa, toma esto en un chip para que yo te rastree, pero ten en cuenta que no puedo hacer mucho, solo colócatelo en el brazo y este se activara solo. Suerte

Salí y me quede observando la Resistencia, tenía muchas ganas de volver a ver a mi abuelo a Dylan y a todos. Tenía miedo.

La nave estaba en movimiento y yo estaba sentado en el asiento del frente admirando la grandeza del universo, comencé a pensar en todo lo que había vivido en la Resistencia, con mis amigos de otros fraccionamientos, en la escuela y mis sueños.

Mis sueños en la tierra, tal vez tengan algo que ver con lo que he estado viviendo o me ha pasado, todo eso de los animales, el científico y la tierra, tal vez solo sean una señal.

Tome el instructivo y deje el disco a un lado, lo abrí y en las 6 partes estaban los 6 pasos a seguir para usarla, que extraño, nunca había pensado en que existiera algo así como esto, ¿Cómo porque lo usarían las personas que viven en la tierra, tendría algún significado con la misión?

Aterrizaje, 15 minutos.

15 minutos... Solo eso faltaba para la aventura de mi vida, aun no me queda claro algo, Pill había dicho que la raza huma se había extinto en la tierra, obvio excepto los que viven en La Resistencia, porque yo podía ir a ahí si no podía ser habitada, bueno la guerra fue hace muchos años.

Bueno, eso no importaba, lo que importaba era que podía resistir estar ahí mientras no me quitara el traje, tal vez y está diseñado para eso, supongo.

La tierra se hacía cada vez más grande y más grande según la nave se estaba acercando, podía apreciar el extenso mar y las nubes blancas que flotaban en toda la superficie, como el sol iluminaba a la mitad mientras la otra se quedaba en completa obscuridad, la luna le proporcionaba una cierta iluminación a la parte que quedaba oscura, pero supongo que la resistencia a cabo con eso.

La nave comenzaba a descender y su velocidad era la máxima, a la nave le prendía fuego por el frente, comencé a gritar, no sabía si era algo normal o estaba pasando algo malo, me coloque el cinturón de seguridad y mis manos agarraron el asiento por el borde y en el vidrio del frente se comenzaron a iluminar unas letras que decían: DESCENDIENDO en un color rojo, la nave comenzó a temblar moviéndose muy bruscamente, comencé a sentir la misma sensación que sentía cuando pensaba que el tren se iba a estallan contra el muro.

Comencé a respirar muy profundo para tranquilizarme y el vidrio del casco solo se empañaba, me incline un poco para ver los controles y vi la pequeña pantalla donde comenzaban a bajar la manecilla que apuntaba a la velocidad máxima.

Me comencé a relajar sin dejar de respirar profundo, la nave comenzó a bajar su velocidad, solté un grito de alegría, solté mis manos del sillón.

La nave ya estaba aterrizando, me asome por la venta, vi una pequeña playa donde las olas del mar se iban acercando y después se iban chocando con la que trataba de llegar a la arena.

La nave estaba ya estaba en la tierra y se comenzaban a escuchar los sonidos más fuertes de cuando estábamos en el espacio.

Registrando lugar, temperatura 25°

Era la voz de una mujer, registraba si el lugar era seguro, de todos modos yo no me quitare mi traje por ahora, la compuerta grande comenzaba a bajar y estaba listo para salir al exterior, tome el instructivo, el disco y mucho valor y me adentre en la selva.

Solo había palmeras y muchas plantas verdes esparcidas por todo el lugar, era increíble ver palmeras, era algo tan extraño ya que en La Resistencia nunca te encontrarías con una palmera y mucho menos con un árbol, solo las plantas para cosecha, pero en lugares especiales.

El viento era increíble, hacía que el sonido de las olas del mar se mezclara con el sonido que producían las hojas al chocar.

Comencé a caminar muy cauteloso, no creí que la fauna pudiera haber resistido a la guerra, trataba de no pisar las plantas del suelo, pero era algo imposible ya que todas estaban en todos lugares.

Llegue hacia la playa, empecé a agarrar la arena con los guantes y la sentí, me fui dirigiendo hacia el mar, era infinito y azul.

Me sentí muy feliz, la naturaleza era la mejor terapia.

Voltee y vi la nave espacial en medio de las plantas, y vi a la Resistencia.

Las plantas comenzaron moverse, retrocedí un poco, echaba que algo corría hacia la playa, vi que a mi derecha había una gran roca y me oculte ahí, no sabía lo que era. De pronto una pequeña bola de pelos salió girando y cayendo en la arena.

Me sorprendí al verlo, la pequeña criatura se paró en cuatro patas mientras agitaba su cabeza de un lado al otro, después de que si incorporara, se alzó quedándose en 2 patas, comenzó a producir un sonido por su boca, era un oso negro.

Comenzó a girar su cabeza por todos lados, tratando de buscar algo, trate de asomarme un poco más, pero si mano dejo caer una pequeña roca. Cuando la roca callo la cara el pequeño oso giro hacia mi viéndome, me voltee rápido a la piedra y me senté, comencé a escuchar los pasos pequeños que deba el oso hacia la piedra.

No sabía qué hacer, tome una roca grande con mis manos y di un brinco hacia afuera, el oso estaba viéndome y yo me acercaba muy despacio por si él quería atacarme, era un pequeño oso que me llegaba a la cadera o tal vez más arriba.

Sus ojos negros no dejaban de mirarme con asombro.

-Eres el humano –dijo el oso con una voz de niño.

Quede asombrado por las palabras que dijo, no creí que los animales hablaran solo habían un sonido pero decían palabras que entendiera.

- ¿Por qué no bajas esa piedra?, olfateo tu miedo, descuida no te hare daño, te estaba esperando.

- ¿Esperándome?

- Si, cuando escuche a esa cosa aterrizar, me dirigí aquí corriendo lo más rápido que pude. Necesito que me acompañes antes de que los "Otros", se den cuenta de que un humano estuvo aquí.

El pequeño oso se dirigía a la selva y lo comencé a seguir, iba muy rápido en sus cuatro patas, la noche se estaba acercando, el oso seguía un estrecho camino, yo solo quitaba con la las hiervas que salían.

El oso tenía un pelaje negro que con la noche no se podía distinguir por donde corría.

- Espera, no te veo - le dije mientras me trataba de quitar el casco para distinguirlo mejor. Ahora entro hacia los árboles, el seguía corriendo, mi aliento se estaba acabando, estaba muy sediento, el traje de astronauta dejaba que estirara mucho las piernas para alargar el paso. Espera – le vuelvo a gritar, los troncos de los arboles eran muy delgados y muy anchos, el camino se volvía más estrecho, el camino se volvía estrecho. La oscuridad de la noche se estaba gobernando del lugar. Una densa niebla comenzaba a producirse. – Espera – le grito de nuevo. El camino se está volviendo húmedo y resbaloso, solo veo las pequeñas huellas que deja en el camino el oso.

Logro sacar el casco del cuello del traje de astronauta, el aire frio de la noche comienza a llenar mis pulmones, comienza a salir humo por mi boca, tal vez sea lo que produce el aire frio en mis pulmones, sigo corriendo.

FITSHHH...

Se escucha un estruendo, se prenden unas luces encima de los árboles y el viento comienza a ser más fuerte. Me detengo muy rápido, volteo y la luz ilumina al oso el cual también se detuvo muy de prisa y no deja del ver arriba, vuelve a caer en sus cuatro patas y se dirige un árbol para esconderse, estoy asustado, mi corazón comienza a palpitar muy fuerte, mi respiración es muy rápida, me dirijo al árbol que está al lado de mí y me escondo de tras del tronco que está muy ancho, me vuelvo a colocar el caso, la luz no cesa y sigue ahí, el artefacto de arriba comienza a producir sonido extraños, me intento asomar pero se me hace imposible ver algo con el maldito casco.

Siento una pequeña pata majada que me agarra del guate, era el oso, antes de que diera un grito el me tapo la boca con su otra pata, estaba muy nervioso, me puse de pie y mi agarro de la mano muy fuerte de él y nos dirigimos hacia el otro lado, tratando de rodear el circulo de luz.

El oso solo corre en sus dos patas, los troncos de los arboles ahora son más delgados y el camino más ancho, el vidrio del casco se comienza a empañar, ahora lo único que puedo escuchar es la respiración del pequeño oso.

Aun no se hacia dónde nos dirigimos, salimos de entre los arboles hacia una montaña, veo que se iluminas pequeños caracoles del suelo marcando nuestros pasos.

Volteo hacia atrás y lo que estaba encima de los arboles era una enorme Nave que ilumina todo el bosque por dentro, los caracoles iluminando el camino, el oso se dirige hacia un gran cubo de plantas y ramas, suelta mi mano y comienza a quitar algunas ramas, y veo que es un cubo de metal con una puerta, me acerco y le ayudo al oso a quitar las ramas, él va hacia la derecha y presiona un botón rojo.

Empiezo a escuchar como algo empieza a subir, me vuelvo a quitar el casco y el aire frio rosa mis mejillas.

Se abre la puerta de metal en dos partes, se abre un elevador.

El oso entra rápidamente mientras me agarra del traje para que yo entre también, la del elevador es muy brillosa e ilumina afuera, el oso se acerca y presiona un botón de una flecha hacia abajo, la puerta se cierra y comenzamos a bajar.

- ¿Cómo te llamas? – le pregunto mientras dejo caer mi casco y me recargo contra la pared para respirar y descansar.

- Baxter, me llamo Baxter – me dijo, su voz era muy tierna, aun no sé cómo podía hablarme.

- Alf, ¿Qué era ese gran pedazo de metal volando arriba de los arboles?

- Son las naves de los Otros, casi siempre vienen en la noche a buscar al humano, en este caso tú, y tal vez sepan que estas aquí por la nave que dejaste en la tierra.

La puerta se abrió y Baxter salió primero hacia el pasillo blanco con muchas lámparas blancas en el techo que estaba al frente, lo seguí hasta que llego a una puerta azul muy desgastada por el tiempo.

Baxter abrió la puerta y entro hacia un tazón de metal lleno de agua.

- ¿Tendrás más de eso? – le pregunte mientras veía como metía su pequeña lengua con agua a su hocico.

- ¿Agua?, claro, sígueme

Baxter comenzó a caminar en dos patas y se dirigía al fondo, abrió un grifo de acero y comenzó a chorrear agua, primero lave mis manos y comencé a tomar la deliciosa agua que salía del grifo.

- Bien, ya es noche y necesito dormir - dijo Baxter mientras hacia un bostezo.

Salimos del cuarto hacia el pasillo, Baxter tenía mucho sueño y comenzó a caminar en cuatro patas para que no se cansara y llegara más rápido, pasamos por 4 puertas igual azules desgastadas hasta que Baxter se detuvo y abrió la que está en frente de él.

El cuarto parecía a un departamento, solo había una cama personal y había una pequeña montaña de tierra al lado, Baxter encendió la luz y se acercó a la cama.

- Bien, yo dormiré en la cama y tú en la madriguera de tierra, ¿Entendiste? – dijo Baxter, no sabía si reírme o enojarme, era un osos pequeño que no conocía a los humanos entonces no importaba.

- Los humanos como yo, dormimos en camas, entonces creo que dividiremos la cama para un humano y un oso

- Está bien, nunca había compartido mi cama con un humano, casi siempre dormía en la madriguera porque estoy solo.

Baxter, se recostó en la cama de lado izquierdo y comenzó a dormir, yo me senté en la cama y me di cuenta de que estaba muy dura, pero no importaba, lo que importaba era que no dormiría en la madriguera de Baxter, apague la luz y me recosté para dormir.

Me asome al lado de Baxter y vi si ya había dormido, efectivamente él tenía mucho sueño y ya tenía sus ojos muy cerrados.

Siento dos manos en el estómago que me mesen de un lado al otro.... Despierta....despierta.

Me empiezo a incorporar, veo a Baxter que está al frente de mí.

- Bien Alf, la comida ya se acabó, tenemos que ir recoger frutos.

- Si, está bien, tal vez en la nave donde llegue haya comida, ¿Qué tal si vamos a ver?

- Mala idea, tal vez estén los Otros inspeccionando.

Baxter tomo una bolsa y se la coloco en diagonal pasando por su hombro derecho para que la bolsa quedara de lado izquierdo.

Cuando salimos del elevador, el sol comenzaba a salir, el cielo estaba de un color morado con naranja y azul que se mezclaba formando algo maravilloso, talle mis ojos para apreciar mejor, Baxter comenzó a caminar hacia los arboles donde anoche habíamos corrido despavoridos. Los delgados rayos del sol salían formado líneas disparejas por todo el bosque.

- Baxter, tengo michas preguntas para ti.

- Está bien, me gustan las preguntas.

- Bien, ¿Por qué hablas?

- No lose, supongo que es porque soy un oso pardo negro

- Bien, ¿quienes son los "otros"?

- Bueno, no lo se, una vez los vi y tienen cuerpos muy largos y caras muy extrañas con ojos muy grandes.

Baxter se había detenido, lo mire, estaba viendo un árbol con un panel de abejas.

- ¡Miel! – dijo Baxter mientras se acercaba al árbol.

- ¿Miel? – dije

- Si, es mi alimento preferido, necesito que me ayudes a bajarlo.

Baxter intento trepar el árbol, pero fue inútil porque estaba pequeño

- Bien Alf, necesito que te pongas tu casco.

Sabía lo que Baxter estaba planeando, a pesar de que era un oso pequeño, era muy inteligente, por mi traje espacial, mis guantes y mi casco las bajas no me podían picar.

Me coloque el casco y le dije a Baxter que retrocediera por si algo salía mal, el árbol no era tan alto como los demás. Tome dos hojas muy grandes de las ramas del árbol donde estaba colgado, comencé a subir rama por rama hasta llegar al panal, con mi guante metí la mano y saque un poco de miel. Tome la hoja grande, le unte la miel y luego puse la otra hoja encima para que se hiciera un sándwich, baje y se lo di a Baxter que estaba entusiasmado por si desayuno.

Recorrimos el lugar, recogimos muchas frutas que yo desconocía porque en la resistencia no comíamos nada de eso.

- ¿Por qué estoy aquí, Baxter?

- Porque te necesitamos, bebes salvarnos y salvarte

- ¿Salvarme?

Estaba un poco desconcertado, ¿A quién debo de salvar?, Baxter presiono el botón del elevador.

Cuando bajamos, Baxter no había dicho ninguna palabra, tenía su cara agachada, estaba triste, supongo que recordó algo. Baxter me llevo a la última puerta del pasillo, era un laboratorio.

El laboratorio con el siempre soñaba.

- ¿Qué hacemos aquí Baxter?

- Primero debes de entender lo que paso, para que entiendas lo que debes de hacer.

Baxter se dirigió al escritorio de la esquina y tomo unas hojas, las cuales me dio para que las leyera, Baxter salió a dejar lo que habíamos recolectado y me dejo solo. Era muchas hojas con una escritura en tinta negra, era una carta.

Científico Alfonso Dashner. 29 años. Fue lo último que decían en las cartas. Ahora entendía todo, lo que había encontrado en la isla, eran a los animales, no dice que tipo animales había encontrado.

Se abrió la puerta y era Baxter con una manzana en su pata, estaba muy desconcertado, ¿Qué era lo que quería que hiciera?

- Baxter, ¿Qué debo de hacer?

- Debes de salvar a los animales, debes salvarme a mí y a tu planeta.

- ¿De qué hablas, donde están los animales?

- Están secuestrados por los Otros, no sé si están muertos o vivos

Necesitábamos ir a salvarlos, aun no sé quiénes son los otros y que quieren hacerles. Baxter salió conmigo hacia la montaña, antes había tomado mi instructivo y el disco. Me coloque el casco, lo primero que iba a hacer era ir a la nave a buscar alguna arme con que protegerme.

Baxter estaba muy desanimado por lo que estaba a punto de hacer, pensé que le pondría contento saber que íbamos a salvar a sus amigos, tal vez sabía algo importante y no me quería decir, necesitaba saber un poco más acerca de lo que paso con ellos.

- Primero tenemos que visitar a Esencio, él te dirá lo que necesitamos hacer.

- ¿Quién es Esencio? – le pregunte desconcertado, pensé que Baxter era el único que vivía aquí.

- Esencio es un ahuehuete muy viejo, el parte el bosque y la selva, él es el que trae vida a toda la isla.

Durante el camino, conocí un poco más sobre la naturaleza, Baxter me dijo que cuando abrazas a un árbol él te pasa energía que adquiere del sol. Baxter tomaba piedra y las iba poniendo detrás haciendo un camino por si no recordábamos el camino de vuelta porque Baxter no salía mucho y no conocía el lugar.

La sombre era muy grande, escuchaba como pegaban las hojas con el aire, habían muchas ramas largas que caían hacia el suelo y en el medio un gran tronco de ahuehuete.

- Silencio, ahí está, él te está esperando, solo escucha lo que te dice y nunca lo cuestiones – dijo Baxter susurrando mientras nos adentrábamos a las ramas.

Los rayos del sol ya no se notaban, vi el tronco del ahuehuete y esta tallada la sitúela de una cara muy anciana por las arrugas y su cara baja.

- Tomen asiento – dijo el ahuehuete con una voz muy fuerte y vieja que le salía por la boca que se le dibujaba, una raíz comenzó a salir de la tierra y Baxter se sentó acomodándose en ella mientras prestaba atención a las palabras de Esencio.

- Vaya, vaya, pero si es Baxter, has crecido mucho muchacho – dijo mientras dejaba escapar una risa muy fuerte y positiva.

- Alfonso, Alfonso, Alfonso, te has tardado mucho en venir a nosotros.

Las ramas de esencio comenzaron a bajar hacia el suelo por completo, formando un circulo que dejaba todo obscuro por dentro.

Esencio no dijo ninguna palabra mientras eso pasaba, dejo escapar un humo por su boca que iluminaba todo por dentro de un color azul, líneas de luz comenzaban a formarse al frente de mí, después comenzaron a hacer figuras de animales.

- Todo sucedió después de la guerra, Alf era un científico que habría pasado por cosas muy malas la principal fue la soledad – comenzó a decir el árbol, mientras las figuras de luz comenzaban a representar lo que decía. Las sustancias nucleares que estaba en el aire habían alterado la isla convirtiéndola en selva y bosque a la vez, conocí a Dashner muchos años después, me contaba acerca de su vida antes de la guerra, todo lo que quería hacer, acerca de su familia, yo noca pensaba en que alguien confiara en mí, un árbol parlante es algo muy extraño. Todas las tardes me visitaba, ya no se sentía tan solo, yo tenía contacto con toda la isla, sentía todo lo que pasaba, los pasos de Dashner cuando se iba, el viento socorriendo las hojas, etc. Una tarde cuando el sol estaba a punto de entrar al mar, sentí pasos que estaban entrando a la playa, después fueron aumentado, Dashner se encontraba conmigo le dije lo que pasaba y se dirigió a la playa, después de un rato, sentí como las pisadas se dirigían a mí, estaba un poco asustado, pero yo confiaba en la inteligencia de Dashner, ahí fue cuando llegaron los animales que cambiaron la vida de Dashner. Nunca habría creído que los animales pudieran salvarse y encontrar la isla, supongo que era la conexión con la naturaleza lo que los hizo venir. Los animales eran igual que yo, podían comunicarse y eran muy hábiles, se acostumbraron muy rápido, Dashner los cuidaba mucho, les ayudaba a encontrar su comida, les contaba sus anécdotas, era un padre para ellos. Después de un tiempo, Dashner siempre tuvo curiosidad sobre su inteligencia y su manera de comunicarse con él, entonces los llevo a los laboratorios y comenzó hacerles pruebas para investigarlos y entenderlos, llego a la teoría que por las bombas nucleares habían hecho que los animales ocupara su cerebro al 75%, por eso pudieron comunicarse y hacer cosas que los animales comunes no hacían, él decía que eran especiales. Todas las tardes nos reuníamos alrededor de mi tronco, pero todo cambio, era un día de mucha lluvia, las olas del mar pegaban con fuerza y los truenos eran enormes, de repente uno callo en la punta de la montaña, cuando lo sentí quede un poco inconsciente y comencé a sentir pequeñas pisadas que se dirigían hacia donde había caído el rayo, pero me quede dormido en un sueño profundo, a la mañana siguiente Dashner llego muy preocupado, me decía que John había desaparecido en la noche porque nunca llego a dormir a los laboratorios, le dije que en la noche había caído un rayo en la punta de la montaña y había sentido los pasos de John, Dashner corrió hacia la punta de la montaña y había encontrado un Tele trasportador de tiempo, había dicho que John estaba en otra dimensión en otro año. Todos estábamos muy tristes, pero más Dashner, así que la noche siguiente comenzó a ver otra tormenta y Dashner corrió hacia el artefacto, después desapareció, pasaron muchas semanas y el no regresaba, hasta la siguiente tormenta fue cuando regreso, traía consigo un robot al que había llamado Pill, un disco y un instructivo, lo único que hizo fue encerrarse en su laboratorio durante días, pero lo peor estuvo a punto de pasar, los animales para agradecerle le hicieron una sorpresa mientras él estaba en su laboratorio, un puente de la isla hacia la tierra, pero ¿Cuál sería la sorpresa?, los animales descubrieron unas bases alienígenas, cuando corrieron a avisarle a Dashner era demasiado tarde, naves comenzaron a volar encima de la isla y comencé a escuchar disparos de la superficie y sentí como empezaban a quemar parte del bosque, sentí como Dashner corrió hacia él puente y nunca volvió.

Esencio había terminado su narración y termino una última frase.

- El chip que te dio Pill es la única ayuda que necesitaras.

Las ramas comenzaron a ascender y la oscuridad desapareció, Baxter y yo le agradecimos y lo abrazamos para que nos diera energía.

- Baxter, cuántos años tienes – le pregunte

- 11 años

- Y, porque no has crecido, se supone que a los 11 años debes de ser alguien enorme.

- Veo a que te refieres, mira, al igual que nuestro cerebro evoluciono nuestra edad igual, podemos vivir lo mismo que una persona normal, por eso tenemos la esperanza de que estén bien y tú debes de salvarlos.

Nos dirigíamos a la playa a buscar el chip, pero cuando llegamos los extraterrestres estaban buscando algo y algunos estaban saliendo de la nave con unas pistolas alienígenas, eran muy altos con una piel muy arrugada, una cabeza en forma de ovoide y unos ojos muy grandes color negro. Retrocedí un poco con Baxter y nos escondimos detrás de las hojas gruesas que salían de una planta con espinas, no podía salir, no sabían si eran peligrosos y lo que estaban buscando. Baxter estaba muy preocupado.

Desde lejos se escucharon como las ramas se golpeaban bruscamente, intente asomarme pero los extraterrestres estaban subiendo a su nave, después la nave de los extraterrestres se encendió dejando escapar mucho aire, las ramas seguían moviéndose.

- Es Esencio, nos está ayudando – dijo Baxter, ya comprendía, el sentía que ellos estaban aquí.

Cuando la nave se alejó lo suficiente, Baxter y yo salimos a toda prisa hacia la nave espacial, entre mientras Baxter se quedaba afuera vigilando, me dirigí hacia el compartimiento de atrás donde estaba la cama, abrí los cajones metálicos que estaban pegados a la pared de la izquierda, solo encontraba cosas sin interés que no me servían, vi que debajo de la cama había otro cajón muy largo, lo abrí y estaba un propulsor para volar en aire, era un propulso que se ponía en la espalda y tenían botones de control. Lo tome y me lo coloque mientras tomaba el chip que estaba en los controles de la nave.

- Bien ya lo tengo ¿Ahora, hacia donde nos dirigimos?

- Primero debemos buscar el puente, el único lugar donde podemos pasar hacia el otro lado.

- ¿Sabes dónde está? – le pregunto mientras me ajusto el propulsor.

- Si, tu solo sígueme – dijo Baxter mientras comenzaba a correr en sus 4 patas.

La tarde se comenzaba a volver en noche, el cielo se estaba tornando oscuro, no teníamos mucho tiempo, esta vez solo rodeábamos la salve y corríamos por la orilla de la playa.

El sol comenzaba a meterse en el mar, sabía que Baxter estaba muy asustado, era un pequeño yo no sabría lo que hubiera hecho a su edad, Baxter era muy fuerte aunque en el fondo no quería enfrentarse a la realidad por eso nuca salió de los laboratorios.

Desde lejos veía el puente hecho con ladrillos de tierra, era demasiado largo, Baxter seguía el camino, lo veía muy preocupado y nervioso, no lo podía obligar a hacer algo que no quería.

Llegamos al puente, Baxter se quedó viéndolo por unos segundo con una mirada profundo, ¿Qué tal si loa animales ya no estaban? ¿Qué tal si nos pasara algo?

No era momento de entrar en pensamientos negativos, ya no, tenía que arriesgar todo, por eso confiaron en mí, era parte de mi destino, no lo podía evitar, pasara lo que pasara habría hecho el intento.

Baxter dudo en entrar al puente, tome su mano y le dije que todo saldría bien, el asistió con la cabeza pero su rostro seguía con preocupación y miedo.

Nos adentramos al puente, escuchaba las olas del mar que golpeaban las grandes rocas de abajo. Comencé a caminar lento, no quería que Baxter se presionara. Mi mente se comenzó a llenar de preguntas, ¿Qué are allá? ¿Cómo los salvare? ¿Qué pasara si ya no están vivos? ¿Qué pasara con Baxter?, comencé a respirar profundo, mi corazón latía con fuerza, seria las lágrimas que bajaban a mis mejillas, no quería que Baxter me viera llorar, tenía que ser fuerte, por él, por todos.

Escuche una gran explosión que venía de atrás, mi corazón casi se paraba de lo fuerte que se escuchó el sonido, cuando voltee...

..Esencio... estaba ardiendo en llamas, no lo podía cree, entre en pánico, arriesgo su vida por mí, sus ramas estaban ardiendo en fuego, en la montaña se comenzaron a iluminar los caracoles. Baxter comenzó a hacer un ruido de oso, trabada de zafarse de mi mano, estaba muy asustado quería salir corriendo para despedirse de Esencio...

- ¡No podemos regresar! - le grite

Baxter me vio y comenzó a llorar, me hinque y lo abrase con todas mis fuerzas, sentía como sus manos recorrieran mis hombros y me apretujaban con mucha fuerza mientras escondía su rostro debajo de mi cara.

- Todo estará bien, lo prometo.

Me pare y lo tome de la mano, mis ojos estaban muy hinchados, Gracias Esencio, dije en mi mente, le agradecía por lo que había hecho, cuando voltee vi que los caracoles de la montaña comenzaban a dejar de iluminarse, dejando a la montaña en completa oscuridad.

Las naves espacial venia hacia nosotros, comencé a correr con Baxter agarrado de mi mano, me detuve de golpe, había un gran estrecho de puente destruido.

- Por eso nunca llego a rescatarlos, los Otros no se lo permitieron.

Entendía sus palabras, las naves se estaban acercando, solté a Baxter mientras prendía el propulsor, le dije a Baxter que me tomara del traje con muchas fuerzas.

- No voltees hacia abajo, todo saldrá bien.

Mientras Baxter se sostenía, retrocedí muchos metros, comencé a correr para tomar impulso, Baxter cerró los ojos y salte hacia el acantilado mientras presionaba el botón del propulsor para elevarme, tenía miedo que todo saliera mal. Solo veía como pasábamos por encima del mar hacia el otro extremo del puente.

Estábamos en el otro extremo del puente, apague el propulsor mientras Baxter me soltaba, había dejado rasgadas partes de mi traje espacial. Volví a tomar a Baxter de la pata, comenzamos a correr, nos dirigíamos hacia el fin del puente. No sentía el tiempo, mi mente se concentraba en lo que tenía que hacer a continuación.

Llegamos a tierra, el puente quedaba a nuestras espaldas, nos pusimos pecho tierra mientras pasaban las naves alienígenas, asome un poco mi cabeza, era un desierto y estaban las bases alienígenas, eran muchos cubos de metal formado un gran circulo el cual estaba iluminado todo por dentro, las naves aterrizaron y comenzaron a salir las creaturas que había visto hace unas horas en la nave espacial donde había llegado.

- Tal vez debamos entrar por detrás – dijo Baxter susurrando.

Comenzamos a caminar muy cautelosos hacia la base alienígena, comenzamos a rodear el lugar tratando de buscar una entrada trasera, cuando dimos con la puerta, comencé a girar la perilla y se abrió una puerta de metal fría que estaba muy alta, entre rápido y después Baxter, antes de que Baxter dijera algo, le tape el hocico.

Al frente de nosotros se encontraban tubos de vidrio que llegaban hasta el techo, ahí dentro estaban los animales que buscábamos congelados, solté el hocico de Baxter y respiro profundo, se empezaron a escuchar pasos, tome a Baxter del hombro y nos escondimos detrás del tubo que estaba al frente de nosotros, creí que los cubos eran más pequeños, pero era o contrario, el cubo donde nos encontrábamos en ese instante era muy grande.

Comencé a escuchar los cortos pasos del alienígena.

- No hagas ningún sonido – le dije a Baxter susurrando.

De pronto escuche un suspiro muy fuerte del marciano.

- Salgan, ya sé que están aquí – dijo el marciano.

Baxter y yo no hicimos nada y seguíamos escondido. Comencé a escuchar disparos laser en el techo, asome un poco mi cabeza y el extraterrestre estaba buscándonos, escuche más disparos en el techo.

- Están en el cubo ASU-6 – dijo el extraterrestre que tenía un comunicador en la mano.

Escuche sus paso que se dirigían hacia el tubo donde estaba escondido, me moví hacia la puerta agachado y Baxter en sus cuatro patas, Baxter salió primero.

- ¡Hey! – dijo Baxter mientras me incorporaba y alzaba la cabeza, eras cientos de alienígenas apuntándonos con sus armas formados uno de tras del otro formando un cuadrado en la puerta.

Nos colocamos en medio de cuadrado, pase a Baxter de tras de mi para que no le hicieran daño, cerré los ojos esperando a que actuaran los extraterrestres no tenía salida ya no había nada más que hacer, pero no sabía si los animales estaban bien.

Desperté, estaba recostado sobre una mesa de metal, mi cuerpo estaba frio, gire mi cabeza y vi mi traje espacial rojo en una esquina y encima del mí casco con el vidrio roto, me sentía muy débil vi hacia la lámpara blanca que estaba en el techo, mii vista se tornaba borrosa si movía mi cabeza, veo dos siluetas de extraterrestres con un cubre bocas blanco observándome.

- ¿Dónde está Baxter? - le pregunto pero mi voz es muy suave.

- ¿Tu amiguito?, él está en otro lugar.

Comienzo a tratar de moverme y salir a buscarlo pero se me hace imposible.

- ¿Qué van a hacerme? – le dije pero hubo u silencio muy largo.

Me tomaron con sus manos pegajosas y me alzaron, no podía moverme solo respiraba muy lento, me sentaron en una silla de metal con muchos cables.

Solo veía a dos extraterrestres al frente de mí no podía distinguir bien su cara, comenzaron a colocarme imanes en forma de circulo que se adherían a mi piel el cual tenía cables saliendo de cada uno. No podía evitarlo, mis fuerzas no eran muchas como para intentar escapar.

Mis ojos se cerraron en un sueño profundo, comencé a recordar los sueños que había tenido antes de llegar a la tierra, esos sueños.

Estaba corriendo en la montaña, los caracoles se iluminaban bajo mis pues, las olas eran gigantescas ya era de noche y había muchas gotas de agua cayendo por todo el lugar, veía rayos que iluminaban las nubes, seguía corriendo hacia la punta y veía el tele trasportador, de pronto un rayo cayó sobre él, se comenzaron a encender focos alrededor del tele transportador y en el centro se veía como un líquido que comenzaba a girar, de repente salte pasando el tele trasportador y fui hacia un lugar muy silencioso, era un pasillo muy obscuro y escuchaba bebes humanos llorando detrás de una ventana de vidrio, escuchaba pensamientos con otra voz que decían frases como "soy el único y nunca estaré ahí para ellos". Abrí la puerta y entre hacia donde estaban los bebes, era recién nacidos, cada uno en pequeñas cunas. Me acerque a la cuna de un niño, en la cuna había una hoja de información que decía "Nacido día: 15 mes: 2 año: 2492, hospital de La Resistencia, "La Resistencia, año 2492" pensé, estaba en el futuro, tome al niño en mis hombros, saque de mi bolsa un chip, me lo coloque en la cabeza y comencé a pensar en todos mis recuerdos, en la tierra y todo lo necesario para que pudiera funcionar mi plan" después me quite el chip se la cabeza y se la puse al bebe. El chip lo había creado hace mucho, consistía en guardar tus pensamientos desde el instante en que te lo ponías en la cabeza. Acosté de nuevo al bebe y con un plumón que estaba en el escritorio al lado de las cunas, escribí "Alfonso" en la hoja donde estaban sus datos de nacimiento.

Salí del cuarto y voltee atrás para ver si alguien me había visto, tropecé con un Gro-bux, lo tome y me dirigí hacia el portal regresando a mi pasado.

Desperté y los extraterrestres me quitaron los imanes de la cabeza la cual me dolía mucho.

- Es el, lo encontramos – dijo un extraterrestre dirigiéndose a su compañero.

No entendía lo que decían, que habían encontrado, escuche un estruendo muy fuerte en la puerta, era Pill y estaba entrando, tenía una pistola de laser en la mano, los extraterrestres estaban muy asustado, uno corría hacia un botón rojo que estaba en la pared pero no llego porque Pill le había disparado primero y después le disparo al otro antes de que hiciera algo, pero pasaba algo raro el láser no los derribaba, los desaparecía.

Pill se acercó a mí y me inyecto una sustancia verde en el brazo, mi cabeza dejo de dolerme y tenía energía de nuevo.

- ¿Cómo es que estas aquí? – le pregunte

- El chip que te di fue el que me ayudo a encontrarte.

- ¿Qué quieren de mí?

- Tus recuerdos, cuando Dashner me secuestro me programo para ayudarte a cuidar la isla, pero él no contaba con que seres de otra galaxia nos invadieran, cuando nunca regreso salí a buscarlo y me encontré con esta base, y comencé a vigilarlos todos los días, venían de un planeta que se llamaba Kepler y habían encontrado a la tierra, su objetivo era reconstruir la tierra para que habitantes de Kepler vinieran a vivir aquí.

- Y ¿para qué quieren mis recuerdos?

- Para saber si la tierra no es peligrosa y poner a trabajar la gran máquina para restaurar y dar vida de nuevo al planeta.

- ¿Se puede hacer eso?

- Claro, pero hasta que no estén seguros si la tierra vale la pena, no la harían funcionar.

Me quedaba todo claro ahora, entendía mi propósito aquí.

Tenía que darle vida de nuevo al planeta tierra.

- ¿Cuál es el plan? – le pregunte a Pill, mientras nos dirigíamos a fuera.

- Tenemos que eliminar a todos los extraterrestres – dijo Pill. Pero yo me encargo de eso

- Mientras ¿Qué are yo? – dije

- Bien, tienes el disco y el instructivo – dijo y yo Asentí con la cabeza. Pues dirígete al cubo de control, es uno totalmente hecho de vidrio y meterás el disco en la computadora del centro, ahí te espero.

Pill salió primero y yo me dirigí hacia mi traje espacial para ponérmelo, escuche pasos que venían de atrás, vi a extraterrestre dirigiéndose a mí, tome rápido mi casco y cuando él se acercó le estampe el casco en la cabeza, al mismo tiempo los pequeños vidrios caían en el suelo y el extraterrestre desapareció en frente de mis ojos. No entendía porque desaparecían, cuando Pill les disparo a los otros dos igual desaparecieron.

Me puse el traje espacial y salí corriendo hacia el cubo de control, vi a Pill que les estaba disparando a los extraterrestres mientras ellos desaparecían, faltaba poco para llegar, veía adentro de los cubos intentando encontrara a Baxter.

No lo hallaba, tenía la esperanza de que estuviera bien.

Entre al cuarto de control, era increíble, nunca había vista tanta tecnología en un solo lugar, me dirigí a la computadora del centro, saque el disco de una bolsa que estaba en el brazo del traje espacial, de repente sentí unas manos de alienígena que me agarraron de los brazos lanzándome hacia la pared cristal, me estampe y los vidrios comenzaron a volar por todo el lugar, mi espalda me dolía y solo cubrí mi cabeza con mis brazos para antes de caer y evitar que los vidrios no se incrustaran en mi cara.

El disco ya no estaba en mi mano, me intente levantar, vi que el extraterrestre tenía el disco en su mano, pero desapareció y Pill estaba de tras de el, el disco cayo y Pill lo levanto mientras se acercaba a mí.

- ¿Te encuentras bien? – me dijo mientras me ayudaba a levantarme.

No respondí, me dolía mucho la costilla, mire la abertura que se hacía en el traje y salía mucha sangre, tenía un gesto de mucho dolor, un vidrio se había enterrado en mi costilla, puse mi mano en la abertura para detener la sangre.

Pill me ayudo a caminar hacia la computadora, me senté debajo de la computadora mientras Pill insertaba el disco.

Me comenzaba a doler más y la sangre no pasaba de salir. Se comenzaron a escuchar ruidos que provenían del techo, estaba bajando un tubo muy ancho de metal, Mire a Pill y él me estaba viendo también.

- La máquina te necesita a ti – dijo Pill

- ¿Que? – le dije. No te entiendo

- Si, cuando los extraterrestres secuestraron a las personas de La Resistencia, no funciono la maquina porque no cubría el "perfil".

Por eso desaparecían la personas de sus casas y nunca la volvían a encontrar.

- Te refieres a que ¿soy la única persona que puede salvar al planeta?

- Si

- Pues bien, ¿Qué debo de hacer?

Hubo un silencio, me levante con la mano en la costilla y mire la pantalla de la computadora, faltante: "Cuerpo Humano" decía en la pantalla.

- ¿Dónde están las personas? – le dije a Pill.

- No lo sé, ellos lograron entrar en sus naves espaciales que se volvían invisibles por una celda sin electricidad.

La compuerta del tubo de metal que había salido del techo se abrió.

- Tienes que entrar ahí – dijo Pill mirando el tubo.

- ¿Voy a regresar?

- No.

Salieron lágrimas de mis parpados, solo tenía 16 años, tenía mucho por vivir, pero lo necesitaban mi memoria era la clave para salvar la tierra, tome mucho valor y me dirigí al tubo.

- Solo necesito un favor – le dije a Pill mientras me quitaba las lágrimas de mi cara.

- Claro, dime amigo – me dijo

- Dile a Baxter que sea fuerte, dile que es el oso más valiente que había conocido y que nunca me olvide.

- Se lo diré – dijo Pill mientras se dirigía a la computadora para presionar el botón.

- ¡Espera!, una cosa más, si todo sale bien, asegúrate que todos los habitantes de La Resistencia.... vivan aquí, que cuiden de los animales de Dashner y quieran a la tierra, que la honren y que la cuiden por siempre, también busca a mi abuelo y dile que es la mejor persona con la que me hubiera gustado compartir mi vida. Adiós Pill, siempre te recordare.

La máquina necesitaba el ADN humano y la memoria de la vida en la tierra antes de que fuera destruida para que pudiera hacer un proceso que vuelva toda la fauna perdida.

Pill presiono el botón rojo de la computadora, el disco era para que la maquina pudiera funcionar sin necesidad de códigos o contraseñas.

La compuerta se cerró.

Meses después, los habitantes de La Resistencia, llegaron a su nuevo hogar la tierra. Los Gro-bux se encargaron de construir de nuevo una ciudad más consiente del cuidado del planeta. Pill fue uno de los encargados del proyecto y también se encargó de restaurar el puente para que los animales de Dashner vivieran ahí. Los humanos estaban muy impresionados por las maravillas de la naturaleza.

Baxter, por su lado comenzó a conocer a los humanos, hablaba con ellos y les contaba sobre Alf.

La gran vida de Alf, la única persona que habría logrado...

..... Lo Imposible.


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Com

Tags: