CAPÍTULO XVI: SO... I'M SORRY.

LAS PANTUFLAS EN FORMA DE CONEJO de Paris movían las orejas al compás de sus pasos. Ella caminaba de un lado a otro en el pasillo, frente a la habitación de Stiles. Lydia y él estaban allí, ya que habían descubierto algo que los acercaría al Benefactor y posiblemente su medio hermano estaba colocándolo en su pizarra transparente.

Después de los sucedido en la habitación de su padre en el hospital, Paris tomó algo de aire e hizo su camino hasta su casa. En varios momentos había pensado que podría ser algo peligroso caminar en la noche, sola. Pero ella tenía gas pimienta, así que no se sentía tan desprotegida.

Al llegar a casa, lloró. Bastante.

Las palabras de su hermano le habían dolido. Pero sentía que se las merecía (cosa que no iba a admitir en voz alta), había traicionado su confianza, así como la de Scott y la de Liam... Y la de todos en general. Estaba tan ensimismada en tomar venganza que no había pensado en las personas que podrían salir heridas con sus decisiones. Si la persona que había asesinado a su mamá iba tras ella, de seguro no le importaría quitar de su camino a quienes intentaran protegerla.

Y si la madre de Paris había sido tan poderosa como Satomi le había relatado y no había logrado salir con vida, entonces era más fuerte de lo que creía.

Aún así, en medio de un colapso emocional y mientras seguía llorando, tomó una ducha (aún estaba sudorosa por la práctica de ballet), se hizo un sandwich y fue hasta su habitación, pensando en que le diria a Stiles cuando llegara a casa.

Pero allí estaba, habían pasado varias horas y ella todavía se paseaba como una idiota sin saber que decir. Para su suerte Lydia ya se había marchado hace unos minutos.

Cuando ya se sentía algo mareada, decidió tocar la puerta. A los pocos segundos, su hermano la abrió. —¿Qué sucede?

Bien, por lo menos su tono de voz ya no escupía veneno.

—¿Podemos hablar? —Stiles asintió y se hizo a un lado para que Paris pasara. Ella se sentó en la cama con las piernas cruzadas al estilo indio, el chico la imitó. — Lo siento. —Su hermano se vio algo confundido y sorprendido por las primeras palabras que había dicho. El silencio por parte de Stiles fue como un indicio de que continuara. — Sé que estuvo mal ocultarte a ti y a los demás lo del asesino de mi mamá... —su voz se rompió un momento y tuvo que esperar unos segundos para hablar bien. —Yo... Estoy dolida. Mucho. Y enfadada. Me quitaron a mi mamá, no fue algo que debía pasar. Alguien decidió arrebatarme a la mujer que me dio la vida, Stiles, estoy tan llena de dolor.

>>Así me he sentido estos últimos meses, ¿sabes? No duermo bien, porque lloro cada noche antes de hacerlo por solo Dios sabe cuánto tiempo. Me duele el corazón. — los ojos de Paris comenzaron a humedecerse. — Cuando veo a la mamá de Scott o incluso cuando estuve con la de Liam, no pude evitar sentir envidia de ellos, porque... Te juro que daría cualquier cosa por un minuto con ella. —la última palabra salió de sus labios con un jadeo sollozante. La rubia miró sus manos, no queriendo hacer contacto visual con Stiles, quien tenía una expresión solemne. — Y creía que si encontraba a quien le había hecho esto, hallaría algo de paz. —Paris alzó su mirada a la vez que Stiles la observaba con ojos curiosos.— Porque siento que la culpa me va a comer viva.

—¿De qué hablas, Paris? Lo que sucedió, no fue tu culpa.

Paris sorbió su nariz, mordiendo su labio inferior. — ¿Nunca te preguntaste donde estaba yo ese día?

Stiles titubeó un poco. —Si lo pensé, pero no quería preguntarte al respecto.

Ella asintió. — Ese día, había llegado de la escuela y me habían invitado a una fiesta, con chicos más grandes. Mamá había salido temprano de sus obligaciones para cenar conmigo y hacer algo juntas, pero no le dije que saldría esa noche. — pasó saliva con dificultad. — Estaba molesta, claramente. Porque me había preguntado antes si tenía algo que hacer para que ella pudiera tomarse otro día y que si lo pasáramos juntas, pero se me olvidó. Cuando le dije lo de la fiesta, comenzó a reclamarme, diciéndome que debía ser más considerada con su tiempo, porque ella se esforzaba en pasarlo conmigo... Pero yo no lo aprecié. Y, Dios Stiles, yo sólo quería ir a la estúpida fiesta en ese momento. Pensaba en lo que dirían de mi si no lo hacía y, claro que no podía permitirlo entonces.

>> Así que me enojé. Aún sabiendo que era mi culpa que estuviéramos discutiendo por mi poca atención, decidí enojarme con ella porque sólo era una maldita fiesta. Ella podría encontrar otro día y eso era todo, pero me equivoqué... Así que después de gritarnos, cada una se fue a su habitación. Yo tenía aún planeado ir, así que me cambié de ropa, cogí mis cosas y me fui. No dije adiós, no le dije que la quería, no le dije nada. —Paris tomó aire, riendo fríamente, casi burlándose de ella misma. — Cuando llegué eran las tres de la mañana, estaba algo mareada porque había tomado una cerveza y casi no bebo, así que me sentó algo mal. Fui a mi habitación, me quité los tacones y caminé a su habitación, porque hacía algo de frío y me sentía mal por la pelea así que quería dormir con ella... Pero no estaba en la cama.

>>Cuando ya fueron varios minutos esperándola, decidí abrir la puerta del baño, pero no estaba a la vista, así que fui hasta la tina y corrí la cortina y... Ella estaba allí.

Los ojos de Stiles se abrieron con impresión. — ¿Tú la encontraste?

Paris asintió. —Tenía un corte en cada antebrazo, de manera vertical... Cuando se hace de esa manera, es casi imposible detener el sangrado. —ella recordó las palabras del forense.— Yo no pude hablar, ni gritar. Recuerdo que me arrodillé ante ella y le cerré los ojos, se notaba que había llorado. No se aún si fue por nuestra discusión o algo así, porque lo hacía cada vez que pasaba. Me quedé allí por una media hora, hasta que tuve que levantarme e ir al teléfono a llamar al 911.— Paris apretó la mandíbula. — Si yo no me hubiera ido, las cosas serían diferentes. Debí quedarme con ella, pero preferí una estúpida fiesta a mi mamá.

Después de unos segundos de silencio, Stiles decidió hablar.

— Aún así, no fue tu culpa, Francia. Tal vez el asesino te hubiera hecho daño a ti también. No estarías aquí. Las cosas se dieron de esa manera, pero no fue tu culpa. — Stiles suspiró. —Pero aún así, lo siento... -

La rubia lo interrumpió. —No te lo conté para que me tuvieras lástima y me perdonaras, lo hice para que intentaras comprender como te sentirías si fuese papá. — la aclaración de Paris lo tomó por sorpresa. — Sé que no actué de la mejor manera, Stiles, sé que no fui honesta... Pero debo hacer esto, debo saber quien lo hizo. Debo saber que va a pagar por ello, ¿si?

Su hermano asintió, suspirando. — Lamento haber dicho eso en el hospital. No lo creo en verdad, solo estaba enojado.

—Lo sé, te perdono... Pero quiero que sepas que no voy a huir o algo parecido, ni siquiera cuando reciba mi herencia y todo ello. Ustedes son mi familia, tu eres mi hermano. —dijo sonriendo sin mostrar sus dientes. — Soy una Stilinski y me tendrás molestando tu flacucho trasero por mucho tiempo.— Stiles puso sus ojos en blanco, en broma.— La manada es importante para mí. Mason, Holly... Y Liam, también lo son.

El último nombre pareció llamar la atención de su hermano. — Así que Liam...

Su tono hizo el ambiente menos pesado, dejando de lado los pensamientos tristes de Paris al recordar.

Paris lo miró, sin diversión. — Cállate.

— Debe estar queriendo tirarse de un puente por no hablar contigo últimamente. — se burló.

— No lo creo. Debe mas enojado que triste, debo disculparme con él. — la rubia puso una mueca en su rostro. — No estoy acostumbrada a esto, es extraño.

— ¿Que cosa?

— Decir que lo siento.

Stiles negó con desaprobación.

¡Hola! Espero que les haya gustado el capítulo de hoy. Muchas gracias por votar y comentar, me hacen muy feliz. ❤️

La verdad estoy muy emocionada por terminar el primer libro de esta trilogía, creo que ya nos estamos acercando.¡AHHH!

En fin, un beso para todos y cuídense mucho.