001. | CAPÍTULO UNO

Narrado por:
Ji-yeon.

Miré el reloj, extrañada.

Eran las ocho menos cuarto pasadas, y Hyeon-ju aún no había llamado al timbre. Eso no solía pasar, ella siempre llegaba a la hora y si no me mandaba un mensaje.

Después de arreglarme una última vez el uniforme en el espejo, le envié un mensaje para avisarle de que iba a salir de casa.

No podía llegar tarde, ya había demasiados rumores sobre mí como para darles otro motivo de charla.

Las calles estaban más vacías de lo habitual debido a la hora.

—¡Ji-yeon! —gritó una voz masculina detrás de mí, haciendo que me girara.

Era Su-hyeok.

—Hola, Su-hyeok —saludé cuando llegó a mi lado.

—¿Tú, tarde? Esto sí es raro —bromeó mientras se re colocaba la mochila en el hombro.

—¿Y tú no? —repliqué con el ceño fruncido. Señalé la hora en mi móvil.

Él se encogió de hombros, sin perder la sonrisa.

—Pero en mi es algo habitual, ¿qué te ha pasado a ti hoy?

Suspiré, mirando hacia adelante.

—Hyeon-ju no ha venido a buscarme. Me he quedado un rato esperándola, pero al final decidí salir.

Su-hyeok frunció el ceño, pensativo.

—Qué raro...

—Ya... —murmuré.

Cruzamos juntos la última calle antes del instituto, y el ruido y las charlas de los estudiantes llenaba ya la entrada principal. Llegamos justo a tiempo, un minuto antes de que les empezaran a poner retrasos a los estudiantes.

—Ahora vuelvo —dijo Su-hyeok, para luego desparecer entre unas plantas.

Subí las escaleras del edificio, tarareando una canción, demasiado distraída como para notar que alguien se había puesto a mi lado.

—Emm... Ji-yeon —me dijo una voz algo nerviosa.

Reconocí esa voz de inmediato. Woo-jin.

Me giré hacia él, sorprendida.

Era el chico que se sentaba delante de mí en clase, y, aunque no hablábamos mucho, siempre había algo en él que me llamaba la atención y hacía que resaltara entre los chicos que querían que les hiciera caso por ser popular.

A él parecía no importarle en nada mi popularidad, y eso me gustaba. No me veía como una etiqueta.

El chico me había distraído en mitad de clase más veces de las que quería admitir.

—Oh, hola. ¿Qué pasa? —pregunté, curiosa.

Él se frotó la nuca, evitando mi mirada. —Nada, solo quería preguntarte si tú...

No terminó la frase. Un brazo apareció de la nada, rodeándole los hombros en una especie de abrazo.

—Hey, tío, esta tarde hemos quedado para jugar básquet. Vienes, ¿no? —preguntó el chico que se sentaba a su lado en clase.

Woo-jin puso una cara avergonzada y tuve que contener una sonrisa mientras seguía subiendo las escaleras.

—Nos vemos en clase —dije por encima del hombro, divertida.

Algo en su nerviosismo me dejó pensando, pero no tuve tiempo de darle vueltas.

Cuando pasé por el laboratorio, un olor extraño entró en mis fosas nasales.

Quise entrar, pero la silueta del profesor Lee viniendo hizo que me fuera rápidamente hasta mi clase.

Cuando entré obtuve las miradas habituales de algunos de los chicos de mi clase, pero yo solo los ignoré y fui hasta mi asiento, dejando mi mochila.

A veces, me preguntaba si solo me miraban por mi estatus e influencia en la escuela o solo como una chica más de la clase.

La profesora entró en la clase poco tiempo después, callándonos a todos y alejando a las chicas con las que había iniciado una conversación.

—Gamberros —llamó—. Venga, sentaos de una vez. ¡Vamos! —ordenó, y así hicimos todos—. Buenas.

—Hola —saludamos todos al unísono.

—Hola, buenos días —dijo acomodando sus cosas en la mesa—. A ver, dadme los móviles —pidió.

Rebusqué en mi mochila hasta encontrar el móvil que siempre entregaba para que no me quitaran el mío, entregándolo una vez lo encontré.

Tiempo después, la profesora Park volvió a hablar.

—¿Alguien sabe algo de Hyeon-ju? —preguntó y sentí un puñado de miradas sobre mi—. ¿Nadie? ¿Nadie ha probado a llamarle al móvil? ¿Ji-yeon?

Negué rápidamente, quitando a las miradas que recaían sobre mi.

—Ayer nos tocó limpiar juntos el laboratorio pero... después de eso, no la he vuelto a ver —declaró un chico con gafas.

—Bueno... si alguien se entera de algo o consigue localizarla que me avise, ¿de acuerdo?

—Está bien —dijo la mayor parte de la clase.

La profesora Park mandó un mensaje al grupo de la clase, haciendo que algunos teléfonos sonaran.

El chico que había interrumpido mi conversación con Woo-jin se giró a mirarme, acusándome de que era mi teléfono.

—Lo he oído —habló Park, obvia—. Venga, dadme los móviles de verdad.

Woo-jin le pegó un azote a su compañero de mesa e hizo un pequeño gesto con los labios en forma de un "lo siento".

Negué con la cabeza en señal de que no se preocupara y su compañero se levantó al igual que I-sak para así entregar sus móviles.

La profesora dio un recorrido a la caja de los teléfonos, detectando así que On-jo le había dado el teléfono del año pasado y no el actual.

—¿Quién se anima a traducirlo? —preguntó la profesora, dando leves golpes con la tiza a la pizarra.

Una chica que se sentaba atrás mío se levantó, pero solo era porque quería ir al baño.

—¿Quién quiere probar suerte? ¿Nuestra delegada? —preguntó Park, y mi compañera respondió de manera sencilla—. Muy bien. Siguiente, sin calces —llamó la profesora, haciendo que mi mejor amigo le mirara confundido—. En pie.

—¿Sí? —dijo él mientras se levantaba.

—¿Por qué te llaman así?

—Es para acortar "sin calcetines", "sin calces" —explicó el chico de gafas.

—Ah... ya veo —dijo la profesora Park.

—No le gustan los calcetines, no se los pone nunca —dijo el compañero de mesa de Woo-jin—. Y por eso le cantan los pies —dijo el chico con un tono dramático mientras se tapaba la nariz, provocando que todos menos Nam-ra, mi compañera de mesa, riéramos.

—Vale, Sin calces, cuéntanos, ¿qué ha dicho Nam-ra?

—Pues... —dijo mi mejor amigo algo nervioso, mirando a mi compañera como si tuviera la respuesta escrita en la frente.

—Pues... —imitamos todos.

—Ha acertado en todo —dijo Su-hyeok al fin, haciendo que toda la clase estallara en risas.

—¿Y a qué te refieres exactamente con "todo"? —preguntó la profesora.

La puerta se abrió, y pude ver a mi amiga llena de sangre, golpeada y con moretones en las manos, como si le hubieran retenido en un sitio.

Me levanté de inmediato, echando mi silla hacia atrás.

¿Qué le había pasado?

Espero y les guste, porque a mi no demasiado...
Acabo de finalizar un fanfic de Myung-gi y ya estoy con este.
No sé cuándo saldrá esto, porque lo subiré cuando lo acabe o si me lo piden mucho.
Spoiler: es lo que ha pasado.
Ley <3