엄마
—¿Estás seguro de que con esa ropa será suficiente? — Namjoon observaba la maleta que Jimin le había tendido mientras la acomodaba en la parte trasera del auto. —Tal vez necesites más ropa... Y tu pasaporte. —
—Creo que con eso es suficiente, hyung. Además, Busan está cerca. — Namjoon se había dado cuenta que Jimin había tratado de sonreír todo el tiempo, pero se notaba que no estaba completamente feliz.
—Necesito ir a Japón, por una reunión... Así que necesitarás tu pasaporte. — Jimin puso toda su atención sobre el mayor. —Olvidé decirtelo. —
—Puedo quedarme en Busan mientras vas a Japón, hyung, después puedo regresar en el tren. —
—Lo que pasa es que necesito que estés a mi lado, Jiminnie. — El rubio asintió entendiendo.
—Está bien, hyung, iré por mi pasaporte. —Regresó dentro del edificio.
Treinta minutos después ya se encontraban en camino.
—¿Quieres llegar a una tienda de conveniencia antes de salir de la ciudad? — Preguntó Namjoon al vislumbrar una tienda a lo lejos.
—No necesito nada hyung, traje almuerzos y agua para ambos. —
—Qué tal dulces, chocolates, helado, ¿no se te antoja algo como eso? — El rubio negó.
—Gracias hyung. — El mayor siguió el camino por la carretera.
—Jiminnie. —El menor volteó su vista hacia él. —¿Cómo te sientes? —
—No me mareo fácilmente, hyung, no te preocupes. —La sonrisa en su rostro le demostraba a Namjoon que no estaba para nada bien.
—Sabes a qué me refiero. — Jimin volteó a ver por la ventana, como si no estuvieran teniendo una conversación.
—Lo sé, pero no quiero hablar de eso. Quiero ver a mis padres y quiero disfrutar de mi tiempo libre, solo eso. — El mayor decidió no insistir por el momento, lo que menos quería era hacer sentir peor al menor.
—¿Qué te parece el auto? Te dije que había muchas ventajas sobre comprarlo. —
—La única ventaja es que satisface tu necesidad de tener nuevos autos, hyung. — Namjoon soltó una carcajada.
—¿Cómo va la escuela, pequeño? — Preguntó después de unos minutos de silencio.
—Bien, comenzaron los preparativos para la graduación. Aún faltan unos meses pero todos están muy alterados con ello. — Los ojos de Namjoon brillaron.
—Vaya, faltan unos meses para que te gradués y parece que fue hace muy poco que te conocí. — Puso una mano sobre el muslo del rubio mientras seguía con la vista al frente.
—Siempre voy a estar muy agradecido por todo lo que me has ayudado, hyung. — Jimin tomó la mano de Namjoon con ambas manos. —No sé cómo voy a pagarte por tanto. —
—Lo único que quiero es que trabajes en lo que ames, que seas exitoso y que lo disfrutes mucho. Quiero que seas muy feliz. — Jimin alzó la mano de Namjoon y le dio un beso sobre esta; después se quedó estático sin voltear a ver al mayor.
—¿Acabas de besarme la mano? —
—No. —
—Ow, nuestro Jiminnie es tan cursi. —
—Calla hyung, tu eres mucho más cursi. — Jimin se volteó hacia la ventana y Namjoon comenzó a reír a carcajadas. El menor volteó hacia él nuevamente y ambos rieron ante la situación.
...
Habían llegado a Busan en cinco horas. Ahora seguían el camino hacia el hotel donde Namjoon iba a quedarse.
—Hyung, mamá dijo que podías quedarte en casa, no sé por qué insistes en ir a un hotel. — Jimin rodó los ojos.
—Tu madre creía que salíamos cuando dijo eso. — Jimin rió.
—Igual puedes quedarte, hyung. —
—Después será. – Llegaron al hotel y Namjoon entró a registrarse.
Media hora después ya estaban nuevamente en el auto.
—Bien, dale a este amigo tu dirección. —Namjoon apuntó la pantalla del navegador.
—Hyung, me preocupa que llames amigo al GPS. —
—Solo dale la dirección. — Jimin rió y tecleó la dirección de la casa de sus padres. La emoción lo llenó derrepente.
—Muchas gracias por traerme a ver a mi familia, hyung, de verdad los extraño mucho. — El mayor sonrió mientras seguía las indicaciones del GPS.
— Yo solo quiero que seas muy feliz, sé cuanto los extrañas. — Jimin recargó la cabeza sobre el hombro de Namjoon.
—No sé qué hice en mi vida pasada para merecer tenerte en esta. — Namjoon rió mientras maniobraba para dar una vuelta.
—Debiste haber salvado a la nación. — Jimin miró al mayor como si hubiera dicho lo más extraño del mundo... Que de hecho lo era si hablabamos de Namjoon, ya que él hacía comentarios graciosos, pero nada que aumentara su ego.
La extrañesa no evitó que Jimin riera.
Que riera tan fuerte que olvidara por un momento el cómo se sentía.
Que riera tan sinceramente que hiciera sonreír a Namjoon.
Esto era lo que el menor necesitaba.
Eso y a su madre. Namjoon lo descubrió cuando después de bajar del auto, cuando ya habían tocado la puerta, esperado y una mujer estaba de pie del otro lado del marco, Jimin se había soltado a llorar, largo y tendido, abrazado a la cintura de su hermosa madre, la cual lo había apretado contra ella con todo ese cariño y calor que solo una madre te puede brindar.
Jimin estaba dejando a sus emociones salir. Y Namjoon supo que todo esto había sido lo correcto.
Porque no podía borrar todo lo que el estúpido de Min Yoongi había dicho, pero si podía cuidar del corazón de su pequeño Jiminnie mientras lograba sanar.
Hará lo imposible porque eso ocurra.
...
Aquí el capítulo después de un mes.
No hay justificación, no me sentía bien, no alcanzaba a encontrar tiempo. Esa es la verdad.
Pero aquí estoy, hermosos 💜
Y espero que les guste. Es más corto, pero prometo no tardar mucho en subir el siguiente.
Les mando un abrazo
💜
Sus comentarios son bienvenidos, siempre me animan.
Y recuerden que siempre les respondo.
😍💜
Y por cierto, hay una pequeña pista por ahí sobre interacción de otra pareja... Pero veremos si lo notan... Igual es obvia >:v ... Igual ya me voy 👋👋
💜💜💜
—🍞
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