la llegada al area.
Desperté en un espacio oscuro, que empezó a subir con mucha velocidad, estaba tumbada en el suelo de una caja extraña, que se parecía a un ascensor y me provocaba un gran dolor de oídos debido al ruido que hacía.
Mi mirada recorrió todo el lugar, buscando un objeto con el que defenderme cuando saliera de ahí si es que lo necesitaba. La caja dejó de moverse, y yo no había conseguido ningún objeto. La luz se interpuso en mi campo de vista después de que las puertas de arriba se abrían, y dejaban ver a una serie de personas mirándome.
-¡Es una chica! ¡Chicos, es una chica!-dijo una voz masculina.
Uno de ellos entró, y me sacó, más bruscamente de lo que quería. En cuanto estuve fuera, empecé a correr, sintiendo todas sus miradas en mi, pero acabé cayendo y aprovecharon para agarrarme entre dos, pero antes de que lo hicieran, me tomé el tiempo de observar mi alrededor, estábamos rodeados por unas paredes muy altas, que no tenían espacio para entrar o salir, era como si estuviésemos en una jaula.
Me encerraron en una especie de cárcel hecha a mano, y cuando fui a mirar, un chico apareció.
-Prométeme que no volverás a escapar.-dijo y asentí.-Dime, ¿recuerdas alguna cosa sobre ti? ¿Tu nombre, ciudad, edad,... cualquier cosa?
Negué ante lo que dijo, dándome cuenta de todo.-No recuerdo nada, ¿por qué?
-Tranquila, a todos de aquí nos ha pasado, en pocos días lo recordarás, es lo único que podemos recordar.
-¿Qué sitio es este?
-Voy a enseñártelo.-extendió su mano para agarrar la mía.
Me hizo un recorrido, mis pensamientos eran reales, parecía seguir siendo un sirio sin salida, y ellos ya se habían acostumbrado a una vida ahí, solo era cuestión de tiempo.
Un rubio apareció y saludó al que parecía ser el líder.-¿Qué, todo bien, Alby?
Cuando me giré a ver quien hablaba, me di con un rubio, y al verlo, el corazón me dio un vuelco y me provocó un sentimiento de familiaridad, cosa que no había sentido con ninguno de los otros chicos de aquí.
-Nombre desconocido, te presento a Newt, cuando no estoy yo, él está al mando.-dijo el que parecía ser Alby.
-Hola, menuda carrera te echaste antes, pensé que tenías madera de corredora, hasta que caíste y Gally te agarró.-dijo Newt.-Pero me encantó.-susurró, logrando que no escuchara nada.
-¿Corredora?
-Newt, ves con Chuck. Tú-se refirió hacia mi.-, ven conmigo.
Le seguí y me llevó a las escaleras de una especie de casa del árbol.
-Espero que no tengas vértigo, ven, sube.-Me hizo subir.-Esto es todo lo que tenemos. Y hemos trabajado muy duro para ello, si respetas las normas, nos llevaremos bien. Sólo tenemos tres reglas; pon de tu parte, (no hay sitio para gorrones), segunda; nunca hagas daño a otro Clariano, nada de esto funciona si no hay confianza, y la más importante jamás cruces esos muros.
Luego, me dejaron a cargo del que era el segundo líder, Alby se había ido a buscar alimento y ayudar a un niño, que parecía ser el único aquí.
-Siempre es la misma historia, te despiertas, te meten en la caja y te acabas acostumbrando.-dijo este, atando una especie de amaca.-No te preocupes, lo llevarás bien, pero eres la primera chica que viene, veremos cómo te tratan.
-Espera, espera, ¿nunca más ha venido una chica?-pregunté, confusa.
-Desde que yo vine aquí, no, y por la reacción de unos pocos que llevan más tiempo, tampoco.
Asentí y miré a la entrada del laberinto, habían dos chicos que salían de ahí con una apariencia un poco sucia, creía que nadie podía entrar ahí, por tanto nadie podría estar saliendo, ¿no?
-Oye... ¿no decíais que nadie podía entrar al laberinto?-Le pregunté a Newt.
-Nosotros no podemos entrar ahí, ellos sí, son corredores, personas que exploran el laberinto y pueden correr para que nada malo les pase o se queden encerrados, dentro de poco el laberinto cerrará, si se quedaran ahí nadie sabe lo que pasaría, bueno, sí, mueren, pero no sabemos cómo son las cosas que nos matan.
Hice un gesto de aprobación con algunas dudas.
Siquiera sabía cómo era mi apariencia, solo había escuchado mi voz, y lo único de cómo me veía que sabía, esa que llevaba unos pantalones de chándal cómodos y una camiseta blanca, cunrida por la parte superior del chándal.
Por la noche hicieron una especie de fiesta, y aproveché para preguntarle a Newt qué pasaba.
-¿Estamos aquí encerrados?
-Bueno... vamos, que te enseño todo esto.-esquivó mi pregunta, y extendí mi mano, para que me la agarrara y nos fuéramos a alguna parte.-Estos son los constructores, muy buenos con las manos, pero con pocas luces en la cabeza.-Hizo un gesto con las manos y reí.-Luego los corredores, y dos médicos, se pasan la mayor parte del tiempo vendando a los corredores.
-Está bien, pero, oye... ¿Qué pasa si siento que a alguien de aquí ya lo conozco?
-¿De qué hablas? ¿Conoces a alguno?-Puso una cara de confusión.-No pasa nada malo, yo siento lo mismo.
-Ah...
Los dos días siguientes transcurrieron normal, menos por un hecho, la cabeza no me dejaba de decir un nombre.
Lana, Lana, Lana.
¿Lana? ¿Ese era mi nombre?
Fui a hablar con Newt, era al que más confianza le tenía, después de Minho, uno de los corredores, por no decir el mejor.
-Newt.-Me recosté en la madera que hacía de puerta de la cabaña en la que él estaba.-Creo que sé mi nombre.
-Al fin, ya me aburría llamarte rubia.-refumfuñó.
-Me llamo Lana, o eso creo.-dije, ignorando lo segundo que dijo.
-Bueno, pues... Lana, un placer.
-No es mi caso.-Rodé los ojos.
-Bueno, da igual, ahora, escucha, ¿Quieres ser útil? Ponte a trabajar.-me tiró un cubo hecho de paja.
-Se ve que no has tratado a una mujer en tu vida.
-Cállate ya.
Reí y me fui a hacer lo que me dijo, mientras sentía como me miraba con una sonrisa.
Era tarea simple, solo tenía que recoger el fertilizante.
El problema venía a la hora de preguntarse dónde, estaba en medio del bosque, pero no sabía dónde estaba exactamente.
Dónde estaba el fertilizante, me percaté de que un poco más alante, había una especie de tumba.
George.
Al rededor, había huesos con carne, pero huesos que parecían ser de carne humana, como costillas.
Al girarme para volver al recinto principal, me encontré con un chico mirándome.
-Mierda.-Me asusté, y di unos pasos por atrás.-Perdón, me has asustado, no sé si nos han llegado a presentar, yo soy... ¿estás bien?
Esto último lo pregunté al ver que respiraba con mucha intensidad, y me miraba con una mirada... que no parecía ser humana.
Saltó sobre mi tiempo después de pronunciar mis últimas palabras.
El agarre que hacía este en mis muñecas, hacía que no me pudiera mover.
En un momento, cambió la posición de una de sus manos, en vez de agarrarme la muñeca, me agarraba el cuello.
Aproveché para agarrar un cráneo de un animal y se lo clavé en el brazo.
Cuando aflojó su agarre, corrí como nunca, pidiendo ayuda.
-¡SOCORRO! ¿¡Minho!? ¿¡Newt!? ¡Ayuda!-grité mientras corría, sintiendo los pasos del chico cerca de mi.
Caímos rodando por una rampa, pero conseguí seguir corriendo.
Volví a gritar exactamente lo mismo de antes.
Al parecer, ya habían oído mis gritos.
Llegué con todos justo cuando ese chico me agarró, y caímos al suelo, pero antes de que me pudiera hacer nada, entre Newt, Alby, Minho, Gally y otros más, lo pararon.
-Levantadle la camiseta.-ordenó Gally.
-¡No!-Se movía el que le había estado siguiendo.
Se la levantaron a la fuerza, dejando ver una extraña picadura rodeada por lo que parecían ser venas.
Me gustó, nada más que decir.
Leyre <3
Tiktok: atexnicki
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Com