nos quieren de vuelta.
-No sabemos mucho.-contestó Lana, respuesta que no le gustó a Jorge y bajó un poco de la palanca para dejarnos más abajo.-Vale, vale, está bien, solo sabemos que se esconden en las montañas, y atacaron a CRUEL, se llevaron a un grupo de chavales y eso es todo de lo aue nos hemos enterado.
Jorge iba a decir algo, pero un hombre entró, interrumpiendo la primera palabra que iba a decir Jorge.-Oye, Jorge, ¿pasa algo?
-Simplemente estábamos conociéndonos mejor, ya hemos acabado.
-Oye, espera, ¿no vas a ayudarnos?-pregunté.
-No te preocupes, hermano, os llevaremos a donde debéis estar.-contestó mi pregunta.-No os vayáis.
Empezamos a escuchar ruido del sitio al que Jorge se fue, y vimos a la chica que nos había llevado a aquel sitio yendo hacia allí.
Entre todos, empezamos a empujar a Lana hasta una barandilla, en la que estaba la palanca que nos bajaba, pero el plan no resultó ser efectivo ya que por mucho que Lana se estirara no llegaba por la fuerza con la que Minho le empujaba.
-Vamos, Minho, empujale más fuerte.-animó Thomas.
-Es que Newt ya me está mirando mal, no pienso hacer nada.-dijo y giraron su mirada hacia mi.
-Pues, Newt, empuja a tu mujer.-dijo Thomas en una voz irónica, haciendo que Lana rodara los ojos.
-Ten cuidado, ¿sí?-Le dije antes de empujarla.
Le empujé y llegó hasta la barandilla, en la que se sujetó para luego girar y quedar en una posición perfecta para tirar de la palanca.
Mientras todos bajamos más hacia el vacío, ella cayó en el suelo, y desató la cuerda que sujetaba su pie.
-¿Ahora cómo se supone que consigo que vosotros bajéis?-preguntó, poniéndose de pie un tanto mareada por toda la sangre que le había subido a la cabeza.
Una luz inundó la sala por las ventanas que habían en aquel sitio, mientras Lana empezó a inventar el plan para desatarnos.
A parte de la luz, hubo una voz que sonó por una especie de megáfono, una vos que se nos hacía muy reconocida.-¡Buenas noches! Aquí Catástrofe Radical: Unidad de Experimentos Letales. Tenemos el recinto completamente rodeado, ya que tenéis en vuestro poder, y no por vuestra culpa, unas propiedades de CRUEL. Devolvédnoslas ilesas, y esto quedará como un simple malentendido, si os resistís, morirá cada uno de vosotros.
Lana empezó a desatarnos uno por uno, empezando por mi.
-Claro, como es el que le gusta lo desata antes para que no le pase nada. ¡Yo soy tu mejor amigo! ¡Ahora desátame a mi!-ordenó Minho, y una vez pisé el suelo, reí de lo que había dicho.
Lana rodó los ojos y fue hacia él, para desatarlo.
Nos desató a todos, y cuando íbamos a salir, un hombre que parecía trabajar para CRUEL nos detuvo, y apuntó con una pistola. Cogió un walkietalkie que tenía y comunicó que nos tenía.-Venga, andando.
Iba a coger a Lana del brazo, y Thomas, que estaba del otro lado suyo, aprovechó para forcejear con el hombre de la pistola.
-Serás cabronazo...-dijo este cuando volvió a tener la pistola en sus manos, pero antes de que pudiera hacer nada, otro disparo sonó, y el hombre se empezó a retorcer de dolor.
Una vez el hombre cayó, pudimos ver a la chica que nos había traído a este sitio, apuntándole.-Vale, vámonos.-habló, pero como la primera vez que nos dijo eso, nadie le siguió.-¡Venga, seguidme!
Reaccioné rápido y le cogí la mano a Lana, para así ir tras la chica que, por lo que habíamos escuchado, se llamaba Brenda.
Brenda nos llevó hacia donde estaba Jorge, y empezó a sonar una música por los altavoces.
Jorge abrió una puerta, y cogió el extremo de lo que parecía ser una cuerda que actuaría de tirolina.
Todos empezaron a tirarse, hasta que llegó el turno de Lana.
Brenda se había ido a cubrirnos las espaldas con una pistola, por lo que me tocó asegurar que Lana estuviera sujeta.
-Dale, corre, baja.-ordené.
-Está bien, no tardes.-dijo con su tierna voz y depositó un corto beso en mis labios.
-Estás que te sales, ¿eh?-Minho me dio unos golpecitos en la espalda.
-Lo sé.-sonreí un tanto sonrojado por el beso y bajé con Lana y los demás.
Teresa y Minho bajaron después de mi, pero Thomas y Brenda no llegaron nunca.
-¿Dónde están los dos?-preguntó Teresa.
Teresa solo hablaba con Thomas, y cuando hablaba en voz alta, era solo para preguntar alguna cosa.
Jorge nos guió hacia un sitio más separado.
-¡Corred, la canción ya se acaba!
Nos metió en una pequeña sala, y pudimos presenciar cómo una explosión acababa con todo el sitio, y próximamente los palos que lo sostenían todo caían, haciendo que el techo también cayera, las paredes también, y los suelos que determinaban los pisos también.
Cuando íbamos hacia donde los demás estaban, Lana y yo nos quedamos atrás.
Noté el roce de su mano en la mía, y le agarré de la mano.
-¿Crees que Thomas estará bien?-preguntó con una dulce voz.
-Si se algo de él, es que se sabe cuidar bien, además se fue con Brenda, que también sabe cuidarse sola.-aseguré.
Suspiró y apoyó su cabeza en mi hombro mientras caminábamos.
Le di un beso en la cabeza y caminamos un rato, hasta que hizo una pregunta.-Newt.-Me llamó y levantó su cabeza de mi hombro.
-¿Sí?-pregunté, mirándole.
-¿Qué se supone que somos?-Puso cara de duda.
Hice la misma cara, exactamente, no lo sabía, eramos... ¿amigos que se gustaban?
-No lo sé...-admití después de pensar un poco.
-¿Amigos con derecho?-dudó.-No, yo quiero ser más que eso para ti.
-Y yo para ti.
Soltó una risa.-Pues venga, ¿a qué esperas?-preguntó.
-¿Qué? No te entiendo, perdón.
-Que me pidas ser tu novia, idiota.
-Eres una directa de mierda.-reí.-Lana, ¿me concederías el papel de ser tu novio?-pregunté.
-Claro que sí, bobo.-Me abrazó.
Pero lo bonito, no dura para siempre, menos cuando estáis en medio de un sitio que no conocéis, y del que puede salir un infectado siempre que quiera, como le pasó a Lana.
Un infectado se abalanzó sobre Lana mientras caminábamos, tomándola desprevenida.
Estábamos demasiado lejos de los demás como para que escucharan los gritos de Lana, o el ruido que producían los infectados.
De una patada quité al infectado de encima de Lana, pero el golpe y el ruido hizo que los otros infectados fueran hacia nosotros.
-Mierda...-susurré, y cogí a Lana de la mano para salir corriendo.-¡Minho!-grité al verlo, ya que era el último y el más fuerte.
Se giró a mirarnos, e inmediatamente se dio cuenta de la orda de infectados que nos seguían.
-¡Jorge! ¡Tenemos un problema!-chilló Minho, haciendo que Jorge se girara y viera la escena.
Lana se había hecho una herida notoria en el tobillo, por tanto iba un poco más lenta de lo normal, pero no tanto como para que los infectados nos alcanzaran y arrastraran con ellos.
Jorge disparó a unos cuantos, pero al darse cuenta de que en unos tiros más se quedaría sin balas, empezó a correr.
Nos ocultamos tras una pared con un pequeño techo en el que los infectados no podían entrar.
Se escuchaban las respiraciones agitadas y cansadas de Lana y Teresa.
-¿Estás bien?-miré el tobillo de Lana.
-No lo sé... me da miedo que me alcancen por su maldita culpa.-dijo refiriéndose al tobillo.
-Yo siempre iré a tu lado, ¿vale? Y si no puedes correr te llevaré.-propuse y soltó una tierna risa.
-Te quiero.-sonrió.
-Y yo a ti.
Esperamos un rato más a que los infectados se fueran, y nos dirigimos hacia donde fuera que Jorge nos llevaba, a pesar de que Brenda y Thomas aún no habían vuelto.
Me costó escribirlo...
Apoyen la historia,
Leyre <3
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