𝐨𝐧𝐞. a city full of criminals
❪ 💥 ❫ LOS COMICS SE EQUIVOCABAN. No eran necesario tener ningún tipo de trauma, rayos cósmicos o un par de anillos mágicos para ser un superhéroe, de hecho eso solo era un plus que pocas veces sumaba a la situación. Pero verdaderamente, sólo se necesitaba la combinación perfecta entre optimismo e ingenuidad. Ser optimista para enfrentarse a la realidad y a la injusticia e ingenuidad para creer que era posible hacer un cambio en esa realidad con tan sólo ponerte un tonto traje. Y por extraño que pareciera, era algo que pasaba seguido. Pero si fuera tan sencillo, cualquier persona que cumpliera con ese perfil podría ser capaz de portar un traje y pretender que estaba listo para hacer justicia en las calles de la ciudad. O más bien, cualquier pendejo que fuera mas ingenuo que optimista.
La realidad era obvia, estamos hablando de la vida real, no de un videojuego, ni siquiera de una película. La vida real estaba llena de crímenes en cada parte de la ciudad ──por no decir en el mundo──, injusticias en cada esquina, asesinos escondidos en cada sombra, dolor y sangre, heridas que, en caso se ser graves, significaban una sola cosa, game over. Porque en la vida real no tienes tres vidas para gastar, ni un extra que arriesgue su salud para hacer las escenas de acción en tu lugar. Así que mejor ahorrarse el acto pendejo de pretender tener poderes o habilidades que sabemos que son pura ficción.
Pero de algo hay que estar seguros. En algún punto de nuestras vidas, todos hemos deseado ser héroes y heroínas.
En un mundo lleno de crímenes y criminales, era de esperarse que en algún momento alguien deseara levantarse de entre las sombras para hacer justicia por mano propia cuando la policía no solía hacerlo. Pero aunque muchos anhelaban convertirse en héroes, ese no era el caso de Irina Ivanova. Porque ella, ni siquiera pertenecía al lado de los héroes, de hecho, era cómplice de los villanos de la historia.
No había sido un inicio de película, aunque tal vez sí, después de todo, Irina trabajaba a la par de Frank D'Amico luego de que la vida de su hermano mayor le fuera arrebatada por Big Daddy. Aquel que debía impartir justicia había terminado con la vida de un inocente al que debía proteger y fue en ese momento, que la delgada línea del bien y el mal se hizo borrosa frente a los ojos de Irina. Según las palabras de Frank D'Amico, lo que fuera que Irina hiciera para terminar con Big Daddy no era venganza, era devolverle el favor. Aunque esa frase no ocultaba más que una pura manipulación para que la castaña hiciera el trabajo sucio.
Por las noches, Irina se ocultaba entre las sombras a la espera de interceptar a su objetivo para cumplir con la misión que D'Amico le otorgaba. A veces, eran objetivos fáciles de vencer, algo que no le llevaba más de un par de minutos realizar. Pero en ocasiones, los sujetos a los que se enfrentaba daban pelea con la intención de asesinarla a ella luego de desarmarla. Sin embargo, Irina no era fácil de vencer y jamás se negaba a una pelea.
El dolor por la pérdida de su hermano había sido reemplazado por el dolor físico de las misiones, al menos como una manera de adormecer aquellos recuerdos que aún la atormentaban. Pero ninguna herida, ningún corte, ni siquiera ninguna bala, la detendría de encontrar a Big Daddy y terminar lo que había empezado.
No obstante, durante el día, Irina era completamente diferente. Llevaba una vida como cualquier estudiante normal, asistiendo a clase todos los días de la semana ──a menos que alguna herida requiriera un descanso profundo──, manteniendo calificaciones regulares para evitar cualquier posible regaño de su padre y siendo conocida como la joven más amable entre los estudiantes, pero también la única chica posible que se relacionaba con los nerds.
Porque sí ──aunque suene completamente a un cliché cero original──, Irina tenía de mejores amigos a los tres jóvenes más invisibles de toda la escuela.
Irina había sido la amiga más cercana de Dave Lizewski desde que eran niños, incluso antes de que la madre de Dave falleciera. Desde entonces, siempre estaban el uno para el otro y conocían cada detalle de sus vidas. Al menos eso creía Dave de Irina, pero hasta los mejores amigos pueden tener secretos a veces.
Aquella mañana, Irina se sentía realmente cansada. D'Amico le había pedido que se encargara de un ex socio que había acabado con su confianza ──algo que pasaba más seguido de lo que parece──, pero el sujeto que la acompañó hasta la emboscada que habían planificado fue de los más inútil y todo el trabajo había recaído en ella. Por lo que ella había recibido todos los golpes y ataques del objetivo, mientras que su supuesto compañero había esperado a que terminara para simplemente dispararle al sujeto al final.
──¿No pudiste hacerlo antes? ──le había preguntado agitada por la pelea, mientras se sujetaba el lado derecho del abdomen adolorida.
──Creí que tú podías sola.
Irina lo odiaba. Pero decidió ahorrarse sus palabras para regresar a casa a descansar siquiera un par de horas antes del amanecer.
Sumado a eso, debía terminar un trabajo para la clase de biología y no hubiese llegado a hacerlo de no ser que ──de manera casi imposible──, convenció a su madre de que la dejara asistir para la segunda mitad del día escolar. Por lo que aún entre el cansancio y el dolor, terminó su trabajo unos minutos antes de irse de la casa. Para cuando llegó a la hora del almuerzo a la escuela, su humor era de los peores que había tenido en semanas.
Apenas ingresó, pasó entre medio de algunos de sus compañeros a la espera de que el director de la escuela no la viera. Aceleró su andar por el pasillo y aunque escuchó como el hombre la llamaba varias veces por su apellido, no se detuvo hasta llegar a su casillero. Cuando abrió el mismo, dejó escapar un suspiro acumulado junto con la tensión y el dolor que su cuerpo cargaba. Cuando se relajó, comenzó a dejar sus cosas dentro del casillero tomando solo lo que necesitaba para el siguiente período.
Cerrando su casillero, Irina escuchó la voz de Dave desde el pasillo frente a ella en su casillero mientras intentaba ──completamente en vano──, tener una conversación con Katie Deauxma.
──No, no, le hablabas a Erica. Ya sé, digo lo sabía... ──sonrió nervioso mientras miraba a la castaña y volvía la vista a la otra joven a su derecha a la que Katie había saludado──. ¿Te lo creíste? Yo no... bueno, adiós ──cerró su casillero rápidamente antes de comenzar a caminar por el corredor. Irina dejó escapar una risa antes de seguirlo y pasar su brazo por el de Dave.
──Fue un buen primer intento ──se burló la castaña, pero Dave negó avergonzado. Irina sabía que él estaba completamente enamorado de Katie y sabía que la joven se estaba perdiendo de un chico súper increíble, pero él nunca le creía.
──Siempre consigo ponerme en vergüenza sin siquiera intentarlo.
──No creo que Katie lo haya notado ──la castaña volteó a ver a Katie junto a su amiga Erica que parecían divertidas ante el momento incómodo y luego regresó a ver a Dave──. Bueno... las primeras impresiones siempre son difíciles.
Escuchó a Dave quejarse ante la vergüenza, pero pronto, la risa de Irina lo hizo sonreír mientras caminaban juntos hasta el comedor. Muchos de sus compañeros, incluso sus mejores amigos, creían que ambos tenían una relación más allá de la amistad y tal vez, desde afuera podía tenerse esa impresión. Sin embargo, tanto Dave como Irina siempre negaban tener una relación fuera de ser mejores amigos, sólo que la castaña era demasiado amorosa a veces, pero estaba en su esencia y Dave no se negaba al cariño de ella.
Luego de tomar sus bandejas con la comida del día, ──algo por lo cual Irina deseó haber almorzado antes de salir de casa──, ambos caminaron hasta la mesa donde Todd y Marty ya se encontraban sentados comiendo mientras conversaban de algo que Irina no llegó a comprender hasta que tomó asiento al lado de Todd.
──¿Llegamos tarde? ──preguntó antes de robarle un par de papas a Marty para llevarlas a su boca con una sonrisa burlona mientras el castaño se quejaba.
──Sólo discutíamos qué película ir a ver ──contestó Todd.
Sin embargo, la explicación de Marty sobre su elección se vio interrumpida cuando un balón de color rojo llegó desde una de las mesas hasta caer en medio de la mesa sobre las bandejas. Irina buscó con la mirada a los responsables, más las risas provenientes de una de las mesas fue información suficiente. La pelota provenía de una mesa de jóvenes que ahora se encontraban de pie riendo mirando en dirección a donde ella se encontraba. La joven tomó la pelota y se levantó de su asiento mirando al grupo.
──¡Oye preciosa! ¿Nos la regresas? ──le pidió uno de los jóvenes con una sonrisa──. No te vayas a lastimar ──Irina sonrió con sarcasmo antes de arrojarle la pelota para que golpeara con fuerza en el rostro del joven.
──¿Qué mierda fue eso? ──preguntó Marty igual de sorprendido que Dave y Todd. Más la castaña volvió a sentarse en su lugar.
──Tranquilo, el golpe no le arreglara el rostro.
Los tres dejaron escapar una leve risa tras la confusión del momento, más por lo bajo, Irina intentó no demostrar que aquel movimiento brusco había generado una punzada de dolor en su abdomen. Sólo esperaba que el día terminara para poder descansar para la noche.
❪ 💥 ❫ EMPEZABA A QUEDARSE SIN EXCUSAS CADA VEZ QUE SUS AMIGOS LA INVITABAN PARA IR A ALGÚN LUGAR DESPUÉS DE CLASE. Cada día por medio, Irina debía pensar en algún plan o excusa para negarse a ir con ellos aún cuando las ganas de salir a divertirse eran inmensas. En otras ocasiones, era a D'Amico a quien debía inventarle una excusa por no haber llegado al trabajo. Pero aunque aquella tarde, había estado de acuerdo en acompañar a sus amigos al cine ──debido a que era su día libre──, sus planes cambiaron a último minuto cuando D'Amico solicitó su presencia en el lugar de trabajo que no era más que un espejismo para ocultar los crímenes que se cometían dentro.
Cuando regresó a casa esa tarde, se encerró en su habitación con la excusa de tener que terminar trabajos para la escuela, aunque si era completamente honesta, sólo quería recostarse y no despertar hasta el día siguiente. No obstante, Irina se cambió de su ropa holgada y cómoda a su traje de trabajo y sujetó su cabello en una coleta alta antes de ir al encuentro con D'Amico.
Aquella noche, el trabajo parecía importante. Aunque cuando se trataba de un interrogatorio siempre era importante debido a la información que esos sujetos podían ocultar. Irina sabía que los métodos que tenía el equipo de D'Amico para realizar sus preguntas era inhumano y doloroso, pero para él aquella era la única forma de que esos sujetos entendieran que él siempre estaba un paso adelante y que les convenía cooperar o sería peor para ellos.
──Frankie, enserio. Te juro que no lo estoy inventando ──Irina avanzó entre los hombres de D'Amico hasta llegar al frente y observar la conversación que se llevaba a cabo delante de ella──. Este maldito salió de la nada, nos dio una paliza y nos robó toda la carga de cocaína.
──¿El tipo que se parecía a Batman? ──preguntó D'Amico llamando la atención de Irina, aunque parecía que se estaban burlando del sujeto al que estaban interrogando.
──No dije que se parecía a Batman. Nunca dije Batman ──se defendió el hombre sentado en la silla rodeado por los demás hombres de D'Amico.
──Correcto ──hizo una pausa, Irina podía sentir la tensión en el lugar que podía cortarse hasta con sus propias flechas──. Déjame decirte algo, nuestro espía con los rusos nos dijo otra cosa. De acuerdo con sus palabras, tú vendiste la cocaína y te quedaste con el dinero.
──¡Es una maldita mentira! ──el sujeto se defendió a gritos──. ¡No puedo creer que le creas esta mierda a ese maldito ruso!
──Déjame ver, Tre. ¿Qué es más probable?── D'Amico se acercó un poco más quedando frente a frente con el sujeto──. ¿Qué tú seas un maldito ladrón o que Superman haya robado mi cocaína?
──Batman... ──lo corrigió uno de los hombres a D'Amico. Irina había llegado en la mitad de la conversación, pero aquella situación le parecía hilarante.
──¡Nunca dije Batman!
──¡Basta! ──gritó D'Amico haciendo que Irina olvidara lo divertido de la situación y volviera a ponerse seria lista para recibir cualquier orden──. Mi hijo está en el auto esperando que vayamos al cine y no lo voy a decepcionar esta vez ──D'Amico se acomodó su saco antes de mirar a Irina──. Joe e Irina se harán cargo ahora.
──Si señor ──asintió la castaña antes de que D'Amico se alejara sin escuchar las súplicas de aquel hombre amarrado contra su voluntad.
Joe se interpuso delante de ella con su rostro serio, observándola atentamente de arriba a abajo. No era novedad que aquel hombre tenía celos del trato que la joven recibía. ya que Frank D'Amico solía decir que Irina era su favorita y la mejor de su equipo en comparación con la incompetencia de los demás. Sin medir palabra, se alejó para quedar frente al sujeto y una risa irónica escapó de sus labios.
──Batman... Es la excusa más estúpida que he escuchado ──comentó Joe mientras se acercaba dispuesto a dar la siguiente orden.
Pronto, los gritos del sujeto se escucharon por todo el lugar cuando uno de los secuaces D'Amico se encargó de cortar uno de los dedos de aquel pobre hombre que había tenido la fortuna ──por no decir desgracia──, de cruzarse en el camino de D'Amico. Irina ya estaba acostumbrada a este tipo de castigos, después de todo, no era la primera vez que veía a aquellos hombres torturar de manera sangrienta a cualquier persona.
──Puedes hacer uno de cada mano, al menos así estará par cuando acabemos ──comentó Irina bajo la atenta mirada de todos. Joe se acercó a ella, manteniendo una sonrisa arrogante en sus labios.
──¿Por qué no mejor te vas a casa, princesa? Esto puede ser muy traumático para ti ──la castaña sonrió divertida cruzada de brazos y mantuvo su mirada fija en Joe.
──El jefe me pidió que me encargara de este imbécil ──señaló al hombre que seguía quejándose al haber perdido su dedo──. Y si regresa y no me encuentra aquí, adivina a quien le echaré la culpa cuando me pregunte. No querrás arriesgar tus pelotas otra vez, Joe.
El hombre la observó en silencio un momento, sabía que Irina no se equivocaba. No sería la primera vez que D'Amico quisiera castigarlo por deshacerse de Irina en pleno horario de trabajo cuando las órdenes habían sido claras desde el principio. D'Amico perdonaba una vez de casualidad ──eso si tenías puta suerte──, pero jamás perdonaba dos veces. Sin querer arriesgar su cuello ante su jefe, Joe terminó por apartarse e Irina sonrió victoriosa antes de mirar a los demás hombres dispuesta a dar la siguiente orden.
──Corta el mismo dedo de su otra mano.
Publicado: 04 / 10 / 2021
Editado: 20 / 02 / 2024 ✅
GIULY AL HABLA. . . !!! Hellouu!!! Hemo editado el primer capítulo finalmente. No pude resistirlo y quise subir el primer capítulo. Aunque tal vez no pasa mucho en lo que leyeron quise hacer una introducción de ambas vidas de Irina.
Irina y Dave serán un dúo super cariñoso, creo que son los mejores amigos to lovers que escribiré y ando emocionada por ellos. Espero les haya gustado! Nos leemos prontito! ♥
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