Capítulo dos:
BELLA CASI ME ASESINA.

Persephone tomó en brazos a la bebe, rápidamente el olor a vampiro y a Edward le llegó a sus fosas nasales, haciendo que se disguste. Se restregó contra ella mientras que la pequeña se reía al sentir como su protectora hacia esa acción.

La bebe de ojos avellana miró fijamente a la pelirroja, estirando su bracito, colocó una de sus manos en las suaves mejillas de Persephone, comunicándose con ella a través de su don.

Persa se quedó estática ante eso bajo la mirada de la familia Cullen, vieron como la pelirroja sonreía a medias a medida que la bebe la soltaba.

—Bella, despertara pronto, Nessie. Lo prometo— respondió la muchacha meciendo al bebé. —Vas a encantarle.

Renesmee siguió balbuceando por un buen rato hasta que Jacob llegó, quien rápidamente se dirigió a su impronta viendo que este completamente bien. Dejo un beso en el cabello de la pelirroja y acaricio suavemente la pequeña cabeza de Nessie.

—Te he extrañado— murmuró Persephone sin mover sus labios, bloqueando la audición de los presentes.

Jacob le sonrió. —Me alegra que hayas encontrado a tu impronta, ahora parece que entiendes mejor el vínculo— contestó el hombre lobo dejando su chaqueta de cuero en una de las sillas.

Persephone rodo sus ojos. —Una cosa es especular, otra diferente es comprender cómo se siente.

—¿Y ahora cómo se siente?

Persa se encogió de hombros y miró a Renesmee. —Sigue sintiéndose horrible, no veo la hora de llenar la casa de film burbuja cuando empiece a caminar— bromeo la muchacha dando terminada la conversación.

Desactivó su don al instante que ella escuchó con su audición híbrida movimientos en donde Bella descansaba, esperando a despertarse.

Los movimientos se hicieron más constantes y Edward y Bella comenzaron a hablar.

Estaba confirmado. Bella era una neófita.

Persephone se removió incomoda y respiro hondo antes de salir por la puerta trasera, siguiendo a Jacob

Persephone se removió incomoda y respiro hondo antes de salir por la puerta trasera, siguiendo a Jacob. Querían utilizarse a ellos mismos para ser la prueba de fuego ante la seguridad de Nessie. Vio a través de la puerta con ventana de vidrio como Jacob miraba a uno de sus costados y sonreía levemente.

A Persephone le temblaban las piernas el simple hecho de pensar que Bella podía atacar a Nessie, por más que esto no iba a pasar, antes de tocarle un pelo a su bebé primero muerta, pero la inquietud seguía incrustada en su pecho.

Algo en lo que Persephone se destacaba era que los demás le importaban poco. Como todo el mundo tiene un lado bueno, que no conoce mucha gente a decir verdad, pero siempre ha sido una chica de estar sola, de no verse atada a nadie.

Pero esto había cambiado radicalmente ante la llegada de Jasper, Jacob y Renesmee.

Con el corazón en su garganta, salió del hogar. Bajo las escaleras rápidamente y llegó a un lado de Jacob, el hombre lobo pasó un brazo por sus hombros a medida que visualizaba a Persa.

—¿Persa? ¡Te quedaste! Se quedaron— exclamó la neófita con una sonrisa. Estaba realmente feliz que la chica que había cuidado de ella se había quedado.

Jacob y Persephone comenzaron a avanzar hacia ellos. —Y tú también. No esperaba que lo hicieras tan...— Jacob vaciló buscando las palabras. —Tu— se encogió de hombros. —Excepto por los ojos raros— Persa sonrió levemente.

Bella levanto su brazo y aguantó su respiración. —Yo mantendría mi distancia por ahora— aviso la muchacha bajando su brazo.

Jacob sintió como su impronta se tensaba y dejó el hombro libre de la muchacha, era algo que Persephone tenía que hacer. Quería asegurarse que Nessie estaba a salvo con ella.

—Será más seguro para la bebe si superas esta prueba— aseguró Persephone con una expresión tan seria que Bella se sorprendió, la híbrida siempre soltaba comentarios graciosos y sarcásticos.

—La sangre de Persephone es exquisita para todo vampiro, pero lo que contrarresta es su olor...— al ver la mirada de su sobrina pato de hablar. —su hedor lobuno.

—Veo que mi bebé tuvo su efecto en ti— bromeó Bella buscando que Persa le siga su chiste, pero pudo percibir como todos los presentes se tensaban.

Persephone apretó sus labios y comenzó a avanzar hacia Bella sin ningún tipo de miedo, rogaba en sus adentros que la neófita supere la prueba de fuego así la bebe puede estar con su ansiada mamá.

Se acercó a Persephone y olfateó sutilmente, Bella alzó sus cejas de sorpresa y apretó la mano de su esposo. —Ya entiendo a lo que Edward se refería. Persephone hueles exquisita— confesó Bella con una tenue sonrisa forzada, haciendo su mayor esfuerzo para poder controlarse y ver a su bebé.

—Ahora a mi— dijo Jacob dándose espacio ante la escena. Bella repitió el mismo proceso solo que puso una pequeña mueca de asco, sacándoles una sonrisa a ambos lobos.

—Jake, de veras, apestas— Edward soltó una pequeña risa ante las palabras de su esposa.

El vampiro se acercó a Bella y dejó pequeñas caricias amorosas en su cuerpo, ganando las sonrisas sinceras de Jacob y Persa.

—Ustedes, se ven bien juntos— alago Jacob con una leve sonrisa.

Bella los miró extrañada, pero Edward rápidamente la saco de su duda antes de que comience a preguntar más de lo debido. Aún no sabían cómo decirle sobre la imprimación de Persephone.

—¿Quieres conocer a nuestra hija?— ante la mención del cobrizo de la bebe de la casa Persephone sonrió inconscientemente.

Les sonrió por última vez a la pareja y se fue corriendo al interior de la casa, escuchando los pasos tranquilos y ansiosos de Bella siguiéndola por atrás.

Persephone se posó a un lado de Rosalie, quien tenía en brazos a Renesmee, la bebe rápidamente sonrió y rio al ver al lobo que juro protegerla por siempre, estirando sus manos para que sea cargada por ella.

—Bella, despertó Renesmee, vas a conocerla— susurro la híbrida mientras le daba un dedo para que la bebe lo lleve a su boca con emoción.

Escucho como su familia comenzaba a alagar a la nueva inmortal, abriendo su paso lentamente para poder revelar a la pequeña bebe en brazos de Rosalie. Persephone se tensó cuando su madre volteo con la bebe en brazos, sentía que debía abalanzarse sobre Bella antes de que toque a la pequeña.

Jasper sintió todas las emociones que Persephone estaba sintiendo y no dudó en acercarse colocando sus manos en la cintura de ella, apegando la espalda a su pecho, buscando transmitirle paz como siempre hacia, pero cuando se trataba de Renesmee nadie la paraba.

Bella tomó en brazos a su bebé, quien no dudó en usar el don en su madre, mostrándole los primeros y únicos recuerdos que tenia de la neófita antes de su muerte.

—¿Qué fue eso?— susurro Bella admirando la belleza que había salido de ella.

—Te mostró el primer recuerdo que tiene de ti— contestó Edward en el mismo tono que ella.

Persephone comenzaba a impacientarse, Edward había prometido que sólo iban a ser unos segundos y que poco a poco iban a dejar que Bella se acerque a Renesmee. Persa se removía incomoda entre el pecho de Jasper, temiendo que el agarre en su cintura no le permita defender a su impronta si Bella perdía el control.

—¿Como?

—Como leo los pensamientos, como Persa, como ve Alice el futuro— contestó Edward. —Es su don.

Bella observo como la bebe en sus brazos abría su boca levemente, demostrando los pequeños dientes que comenzaron a salir, la neófita se extrañó.

—Solo estuve inconsciente dos días— dijo mientras revisaba la boca de su hija.

—Su manera de crecer es inaudita— respondió Carlisle ante la duda en su cabeza.

Persa se libró sutilmente de las manos de Jasper y avanzó hacia Bella y el bebé.

—Bueno, Bella, lo estás haciendo genial. Una gran racha de tiempo, deberías tomar un descanso— alardeo la híbrida a medida que amagaba a sacarle a Renesmee.

—Persa, lo está haciendo bien, déjala un poco más— detuvo Edward con su ceño fruncido.

Persephone apretó sus labios mirando a su tío. —Sí, bueno, no hay que forzar mucho. Pasos de bebés ¿verdad?— volvió a balbucear.

Bella la miró con su ceño fruncido ante el comportamiento de Persephone, ella entendía muy bien que la híbrida había estado para ella y para su bebé, pero ahora no era una humana, podía defenderse y a Renesmee también.

—¿Cuál es el problema?— murmuró Bella club tanto confundida.

Rosalie sonrió de lado y acaricio la espalda de su hija. —Vamos cariño, dile. Debe saberlo.

—No la presiones demasiado, Rose. Más ahora que nuestra lobita Persa saca los dientes si se trata de Renesmee— bromeó su padre, ganándose una mala mirada de Rosalie.

Los ojos de Bella y Persephone no se habían despegado ni un segundo, ninguna iba dar su brazo a torcer cuando se trataba de Renesmee.

—Edward toma a Renesmee y llévala, no quiero que nada le ocurra— dijo Persephone sin dejar de mirar a la neófita de ojos rojos.

—Bella— llamó Edward estirando sus brazos para tomar a Renesmee, a regañadientes, Bella se la dio.

Persephone tomó una bocanada de aire al momento de tener que improvisar, había creado muchos escenarios y discursos cuando se trataba de que Bella iba a enterarse que ella se imprimo de su hija, pero nunca uno como este.

Tenía pensado darle un animalito muerto con una cartita de "lo siento :(".

—Creí que nunca pasaría— comenzó a balbucear la pelirroja a medida que se quitaba su chaqueta de cuero.

—¿Qué creíste que nunca pasaría?— espetó Bella entre dientes. Estaba imaginándose perfectamente que era lo que ocurría.

—Es algo que no se puede controlar, no tenía planeado decírtelo de esta manera— Persephone comenzó a hablar rápidamente, sintiendo como sus manos comenzaban a sudar. —No es lo que crees, Bella. Nunca vería a la bebe de esa forma, no sabía que podía ser posible que suced-— se interrumpió a ella misma al ver como Bella comenzaba a enfurecerse cada vez más y más. —Creí-, pen-pensé que podía reprimirlo, no tenía idea que era tan fuert-— Bella la interrumpió.

—Llévense a Renesmee— dijo la neófita sin dejar de mirarla. Edward se acercó a su esposa. —No me toques Edward, te haría daño— volvió a hablar entre dientes.

Pudieron escuchar el leve maulló lobuno que soltó la lobo al ver que Bella iba a atacarla, la neófita la tomó por sus cabellos sacándola rápidamente de la casa. Jacob y Jasper llegaron al tiempo en donde la neófita lanzaba a Persephone por los aires, Emmett y Carlisle sostuvieron a los muchachos antes de pudieran hacer alguna locura.

El lobo de Jacob estaba frenético al ver como Persephone era herida y él no podía hacer nada para ayudarla, se removía en su interior, siendo plasmado en los fuertes forcejeos que proporcionaba ante el agarre del líder del clan.

Persephone se levantó del piso y miró rápidamente a Jacob y a Jasper, quien se removía en los brazos de su hermano buscando detener a Bella.

—Estoy bien, suéltenlos y no se involucren. Esto es un asunto entre Bella y yo— ordenó la pelirroja, rápidamente el lobo de Jacob se tranquilizó un poco al ver que Persa estaba bien, pero eso no quiere decir que se había quedado quieto.

—¿Te imprimaste en mi hija?— le grito Bella furiosa desde los escalones de la casa.

—Lo dices como si hubiera sido mi elección, no me apetecía que mi lado lobo esté completamente suelto en mi sistema— reprendió la muchacha defendiéndose en pocas palabras.

—¿Acaso estás enferma? Es una bebe— volvió a vociferar Bella a medida que bajaba los escalones.

Persephone puso una mueca de asco. —¿Por qué todos creen que soy una pedófila y que practico incesto? Bella, es mi sobrina, ¡nunca la vería de otra forma!— chilló Persephone desesperada para que Bella le crea.

—La tuve en brazos una vez. ¡Una vez, Persephone!— se acercó a la recién nombrada. —¿Y te das el privilegio de pensar que tienes un derecho perruno a ella?

—Lo siento, Bella. No puedes alejarnos— dicho esto, la recién nombrada golpeó a Persephone en la mandíbula, haciendo que de esta se escuche un leve "crack".

Jasper volvió a comenzar a forcejear por su pareja al igual que Jacob. Algo que ellos tenían en común, es que a Persephone nadie le tocaría un pelo.

Persa se incorporó en su lugar, ignorando la tierra que se había pegado a sus prendas, dirigiendo toda su atención a los betas que aparecieron a su lado.

—Tranquilos, cachorritos. No se involucren— ordenó de forma rápida.

—Persephone, ¿Qué se te paso por la cabeza? ¡Te considere una hermana!— grito nuevamente Bella aún más furiosa.

—¿Consideraste? Pasado. Apuesto a que no me quieres más cerca— afirmó Persephone.

—Por supuesto que no.

—¿Sabes por qué fue eso? Nessie me quería cerca de ella, fue capaz de captar nuestro vínculo mucho antes de su nacimiento— explicó Persephone en tono tranquilo tratando de apaciguar a Bella.

—¿Nessie? ¿Nessie? ¿Le diste a mi hija el apodo del monstruo del lago Ness?— volvió a gritarle aún más enojada que antes.

Por dios, nada le viene bien a tu mujer, Edward.

Fue capaz de articular en su mente antes de ver como Bella se lanzaba hacia ella, pero el golpe fue interceptado por Seth, poniéndose por instinto delante de su uno de sus alfa e impronta de uno, pero fue lanzado fuertemente por Bella hacia un árbol.

Persephone le importo poco el enojo de Bella, a sus cachorros nadie los tocaba. Sin dudarlo se lanzó hacia Bella, proporcionándole unos golpes mientras que la neófita trataba de separarse de ella para poder pelear también. Podía ser una recién nacida, pero nadie nace sabiendo pelear, y Bella no sabía.

En un movimiento a otro Bella se encontraba de rodillas ante la familia Cullen con Persephone haciéndole una llave en su cuello.

—Si te mueves, te arrancas la cabeza. Piénsalo— murmuro Persephone en el oído de la neófita, sintiendo como ella se removía para escapar, sin importarle como su piel se comenzaba a romper alrededor de su cuello.

—Suéltame, te haré trizas— mustio Bella aun removiéndose.

Persephone activo uno de sus dones, bloqueando la audición de los presentes

—Bella, piensa. Tú me conoces. Te he intentado arrancar la cabeza varías veces pero aun así te defendí con garras y dientes de tu propio esposo, piensa realmente lo que estás haciendo— mustio en el oído de la vampira, quien a medida que escuchaba lo que Persa decía iba forcejeando cada vez menos. —Fui tu primera opción para cuidar de tu hija si nada salía bien, probablemente fue porque Nes-Renesmee lo quería así, pero piensa que por algo será.

»Solo quiero que Renesmee crezca feliz y amada, la protegeré con mi vida y lo sabes, Bella. Nunca dudaste de eso, no lo hagas ahora.

La neófita apretó sus dientes dejando de removerse completamente. —Bien— mustio antes de que Persephone la deje ir.

Persa observó cómo Jacob dormía plácidamente en el sillón de la sala principal del hogar Cullen. Bebiendo el líquido escarlata que yacía dentro del vaso que tenía en mano, se acercó al hombre lobo y por instinto lo tapó.

Miró las espaldas de Bella y Edward, quienes ellos tenían los ojos fijos en la ventana, ojeando como la familia Cullen volvía de la cacería nocturna. Termino el líquido del vaso de un tirón, preparándose ansiosamente por tener a Renesmee en sus brazos.

Se acercó a los muchachos, quienes se dieron vuelta rápidamente. Bella observo como su bebé estiraba los brazos hacia la loba frente a ellos, sonriendo de lado le tendió a su hija a Persa.

—Hola, pequeño engendro. Alguien me extraño, ¿verdad?— susurro la pelirroja a medida que mecía la bebe.

Edward miró con una sonrisa la imagen frente a él, su sobrina favorita –y única– imprimada de lo que más amaba en el mundo. Lo hacía sentir seguro y tranquilo la idea que Persephone daría la vida por su hija, si a cambio ella tenía una oportunidad. Tenía a alguien en quien confiar.

—¿Dónde duerme?— preguntó Bella con tono tranquilo.

Persephone le sonrió. —En mis brazos, o con Edward, Jasper. Quien sea— respondió observando a su impronta.

—No mientas, Persephone. Siempre la secuestras para llevarla contigo— se burló levemente su tío, mientras pasaba su brazo por la cintura de la muchacha.

Persephone lo miró con sus ojos entrecerrados. —Es porque el pequeño engendro me obliga, tiene un gran poder de incitación, falta pulirlo pero me encargaré de eso— alardeo en broma.

Alice entro abriendo la puerta de par en par con una gran sonrisa, siguiéndola venía Jasper y Rosalie. La rubia sin dudarlo arrebató a la pequeña bebe de sus brazos para acunarla en los de ella. Jasper rio levemente al escuchar el pequeño gruñido lobuno que se escapó por la garganta de Persa. Pasó un brazo por la cintura de la muchacha y acercó sus labios a la oreja de Persa.

—Nessie estará bien, ¿por qué no vamos a aprovechar que acabo de alimentarme?— susurro levemente, pero fue claramente escuchado por todos los vampiros de la casa.

Bella miró a Persephone con sus cejas alzadas y ella rodó sus ojos en respuesta. —Me acusas con la mirada como si tú fueras una puritana.

Dicho esto, tomó la mano de Jasper y comenzó a caminar hacia la puerta de la sala de estar, escuchando las leves risas que salían de los labios de su familia.

—¡Traten de no romper nada!— se escuchó la voz burlona de Emmett.

—¡Recién alimentado es más feroz, no prometo nada!— respondió cerrando la puerta de su habitación a sus espaldas. Miró a Jasper con una sonrisa coqueta. —No cambiará ningún número del banco si rompemos algunas cosas.

Jasper sonrió al igual que Persephone. —No planeaba contenerme.