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⠀𝟯𝟬. ❛ CRYBABY ❜


CAPÍTULO 3O⠀✶⠀llorona.


LOS GRITOS DE DOLOR RESONARON POR TODA LA HABITACIÓN EN LA QUE SE ENCONTRABA ANGELINE. Estaba bastante segura de que, a través de su visión borrosa y llena de lágrimas, vio a uno de los hombres que custodiaban la habitación hacer una mueca visible ante uno de sus primeros gritos. Fue penetrante y fuerte, como oír gritar a un niño. Angeline no sabía que tenía la capacidad de gritar tanto, pero no pudo evitarlo con el dolor que sentía.

⠀⠀Sintió que iba a vomitar mientras Williams le tallaba algo en el antebrazo a su espalda. Le habían vuelto a poner una camiseta enorme sobre el cuerpo y, de forma muy humillante, le habían subido un calzoncillo por las piernas, pero estaba empapado hasta el borde por el agua fría, haciéndola temblar.

⠀⠀—¡Para! ¡Para! ¡Por favor! —Angeline aulló, agitándose.

⠀⠀La sangre caliente y espesa le goteaba por las muñecas, pasaba por los dedos y caía al suelo. Podía sentirla, pero no podía verla. Contrastaba enormemente con el agua helada. Angeline estaba segura de que le estaba escribiendo algo en el antebrazo, pero fuera lo que fuese, no podía distinguirlo. Saliera viva de aquí o no, iba a tener unas cicatrices muy feas para recordarlo.

⠀⠀—¡Los códigos, Angeline! —Williams gruñó—. Dame los códigos y detendré todo esto ahora mismo.

⠀⠀—¡Por favor! —Angeline sollozó, ignorándolo. Darle los códigos no era una opción—. ¡Lo siento! ¡Lo siento!

⠀⠀Angeline no sabía por qué se disculpaba, pero le parecía una reacción natural. Sólo quería que cesaran los sofocos de dolor y el arrastre de la hoja. Intentó no agitarse demasiado, temerosa de que él la penetrara más de lo previsto y la desangrara, pero, al mismo tiempo, la muerte no sonaba tan mal en aquel momento.

⠀⠀—¿Qué tal si adivino, eh? ¿Empieza por A? ¿B? ¿C?

⠀⠀En un arrebato de rabia y dolor, Angeline espetó:

⠀⠀—Empieza por: que te jodan, pajero de mierda.

⠀⠀Después de todo, pensó que el dolor no podía ser peor. Se equivocaba. La mano de Williams que no sujetaba el cuchillo se movió para apretarle el brazo, haciendo que intentara estirar las piernas atadas y que más gritos salieran de su garganta rota.

⠀⠀—La única forma de que esa boca te saque de aquí con vida, Angeline, es que me dé los códigos —replicó con dureza—. De todas formas, ya he terminado con tu pequeña marca.

⠀⠀Sintió que la soltaba, pero seguía llorando suavemente por el dolor cuando él se puso delante de ella, agachándose ligeramente.

⠀⠀—Quizá debería empezar ya a cortarte los dedos —murmuró—. Se nos acaba el tiempo.

⠀⠀Angeline empezó a llorar con más fuerza.

⠀⠀—Espero que puto mueras de la muerte más puto dolorosa —escupió.

⠀⠀Williams se rio a carcajadas, completamente divertido.

⠀⠀—Eres tan mona —se volvió hacia sus hombres—. Consigamos una mesa por aquí, ¿vale? —volvió a mirarla—. Es mucho más fácil cortar dedos en una superficie dura.

⠀⠀Angeline sabía que lo más probable era que hubiera acabado con todas las amenazas. Se había dado cuenta de ello cuando él había golpeado su cuerpo desnudo y luego grabado letras en sus brazos, letras que ella aún no había visto. Tal vez moriría sin conocerlas. Eso estaría bien.

⠀⠀Le dolía todo el cuerpo. Echó la cabeza hacia atrás, mirando al techo y sintiendo cómo caían lágrimas calientes. La gente se movía a su alrededor, estaba segura de que preparaban una mesa, pero Angeline trató de bloquearlos. Sus ojos marrones ardían por encima, casi en blanco, con el corazón latiéndole con fuerza. Podía sentirlo latiendo en su herida. Un recordatorio de que estaba viva y respiraba. Sobreviviendo.

⠀⠀La gente se movió detrás de ella y le desató las manos. Angeline forcejeó contra ellos, intentando resistirse con la poca lucha que le quedaba dentro. Los dos hombres grandes le inmovilizaron los brazos en la mesa de enfrente, encadenándolos de nuevo a la mesa. Angeline resistió el impulso de gritarles a todos, pero golpeó un poco con los pies la silla a la que estaba atada, frustrada y agotada.

⠀⠀Williams se sentó frente a ella. Sus ojos helados se clavaron en los de ella, y entonces sintió algo frío contra su piel. Angeline miró hacia abajo, primero la hoja que él tenía rozándole los dedos y luego su antebrazo ensangrentado. La morena ahogó una arcada.

⠀⠀LLORONA

⠀⠀—Pobre princesita Angeline —se burló Williams—. Bonita piel toda dañada. Sólo un recordatorio para la gente que asista a tu funeral de que moriste débil y llorando.

⠀⠀Angeline arrugó la cara. ¿Cómo podía saber que eso le dolería más? Odiaba que la llamaran llorona, princesa o algo por el estilo. Le recordaba a su padre, que siempre la ridiculizaba y la hacía sentir patética.

⠀⠀—¿Nada que decir? —Williams se rio—. ¿Ninguna respuesta ingeniosa?

⠀⠀Angeline lo fulminó con la mirada.

⠀⠀—Es bastante difícil dar con ellas en el acto, sabes. Sobre todo cuando alguien te apunta con un cuchillo.

⠀⠀—Estoy decepcionado —dijo.

⠀⠀—Bien —le espetó—. Date prisa, entonces. ¿Cuál vas a quitarme primero? ¿El pulgar o el meñique? ¿Izquierda o derecha?

⠀⠀Williams gruñó, levantando el cuchillo hacia sus manos. Angeline hizo una mueca de inmediato, el corazón le dio un vuelco mientras agachaba la cabeza hacia un lado, sin querer mirar, sin embargo, hubo una explosión al otro lado de la puerta. Todo el mundo dio un respingo, incluido Williams, y todas las miradas se dirigieron directamente a la puerta.

⠀⠀Todos los hombres importantes se miraron entre sí y a Williams.

⠀⠀—¡Vamos! —Williams les gritó a todos—. No os quedéis parados. Averiguad qué coño...

⠀⠀Empezaron a oírse disparos por todas partes. Angeline bajó la cabeza, deseando no estar pegada a la mesa y a la silla para poder esconderse mejor. El corazón le latía con fuerza en el pecho y se sentía enferma.

⠀⠀—Coge a la chica —siseó Williams a uno de los hombres—. Llévala por la salida de emergencia. Tú tienes las llaves. Me aseguraré de que Mila esté a salvo y...

⠀⠀Se oyó un disparo más fuerte que el resto y Williams fue interrumpido bruscamente. Su cuerpo cayó hacia delante, desplomándose sobre la mesa, justo encima de los brazos de Angeline. Ella chilló, los recuerdos de Zimmerman inundaron su cabeza, y trató de apartarlo de ella con el poco margen de movimiento que tenía.

⠀⠀Oyó que el guardia que estaba detrás de ella siseaba un par de palabrotas y dejó de intentar desatarle los pies. La dejó y empezó a correr hacia la otra puerta, pero otra bala zumbó en el aire, pasó por encima de Angeline y se clavó en el cráneo del hombre.

⠀⠀Angeline tenía los ojos muy abiertos y vidriosos, horrorizada incluso cuando miró fijamente a los ojos de su hermano mayor. Elliot la saludó con una pequeña inclinación de cabeza, frunciendo los labios, y luego avanzó, guardándose la pistola y alcanzando los grilletes de la mesa.

⠀⠀—Ell... —Angeline luchó por encontrar su voz—. Elliot. ¿Qué...? Elliot, ¿qué coño estás haciendo aquí?

⠀⠀—Los hombres de papá llevan un rato apostados ahí fuera —contestó Elliot—. Se dio cuenta de que era Williams quien te tenía un poco más tarde de lo que a papá le gustaría admitir. Pensó que sólo erais tú y Rapp escondiéndoos de nuevo.

⠀⠀—Elliot —repitió ella, sin apartar los ojos de él ni siquiera cuando sus muñecas estuvieron por fin libres y él hizo retroceder la silla para que pudiera encontrar sus tobillos.

⠀⠀Los disparos continuaron fuera de la habitación.

⠀⠀—No te preocupes por eso —dijo Elliot—. Vamos a salir de aquí, Angeline. Y papá te perdonará por haberte escapado. Me dijo que lo haría si cooperabas.

⠀⠀Angeline empezó a sacudir la cabeza rápidamente.

⠀⠀—No, no. Está mintiendo, Elliot. Es un mentiroso.

⠀⠀—No...

⠀⠀—Elliot, va a matarme —Angeline entró en pánico—. Conozco los códigos. Sólo te lo ha dicho para que cooperes, Elliot.

⠀⠀—Va a ser diferente —la tranquilizó Elliot—. Esto... Toda esta experiencia te demostrará lo bien que estás en casa, y papá intentará incluirte más en el negocio familiar, y no hace falta que te vayas a la universidad a ser psicóloga clínica o lo que fuera.

⠀⠀Angeline se sorprendió de que le hubiera prestado atención, pero no le dio importancia. En cuanto su hermano la hubo liberado por completo, Angeline luchó por alejarse de él, arrancando su brazo de su mano cuando la alcanzó.

⠀⠀—Déjame en paz —le advirtió Angeline—. Eres... Papá es un terrorista, Elliot. No voy a involucrarme en eso, papá lo sabe. Me quiere para asegurarse de que estoy muerta.

⠀⠀Elliot se pasó una mano por el pelo. Los disparos parecieron cesar fuera y entonces entraron un par de personas que Angeline juraba haber visto una o dos veces de pasada.

⠀⠀—Señor Lewis, ya nos hemos ocupado de los hombres de Williams. Sin embargo, tenemos que irnos inmediatamente para evitar una emboscada de más de sus hombres —dijo la persona.

⠀⠀Elliot miró hacia su hermana.

⠀⠀—Mira, o vienes conmigo por las buenas y te arreglamos y te llevamos con papá, o voy a tener que conseguir que alguien te recoja, Angeline.

⠀⠀Angeline tragó con fuerza.

⠀⠀—Bueno, supongo que no voy a caer sin luchar entonces.

⠀⠀Entonces, se produjo una lluvia de balas. Angeline se aseguró de agacharse bien esta vez, tratando de protegerse junto a la mesa, con la mano aferrándose desesperadamente a una de las patas. Los hombres de Williams debían de haber llegado antes de lo que Elliot y los demás esperaban.

⠀⠀Elliot le lanzó una mirada desde donde estaba escondido detrás de la mesa con ella, el hombre de antes disparando para protegerlos a los dos. Angeline sabía que Elliot siempre había sido un idiota. Tan idiota como para creer a su padre entonces, y tan idiota como para creerle ahora.

⠀⠀Angeline cerró los ojos y quiso que su corazón dejara de latir con tanta fuerza. Tenía que tomar una decisión rápidamente. ¿Quería morir a manos de su padre o de uno de los hombres de Williams? Si Darcy seguía viva, tal vez vendría a terminar el trabajo de su padre.

⠀⠀Los disparos volvieron a la habitación. El hombre que les había estado cubriendo era el último que quedaba de los hombres de Lewis y Angeline apretó los puños.

⠀⠀—He pedido refuerzos —susurró Elliot mientras escuchaban cómo derribaban al hombre.

⠀⠀—Salid de detrás de la mesa —dijo una voz desconocida.

⠀⠀Elliot empuñó la pistola y sus manos temblaron ligeramente. Angeline se encontró sin decir nada cuando él se asomó por encima de la mesa y disparó, un gruñido procedente del otro lado, antes de que una bala alcanzara al propio Elliot.

⠀⠀Angeline chilló cuando su hermano cayó de espaldas, sangrando claramente por el pecho. Salió de su escondite, quizá estúpidamente, y sus manos presionaron la herida para intentar detener la rápida hemorragia. La sangre estaba caliente y pegajosa, como lo había estado la de Zimmerman, e intentó detener los flashes en su cabeza que le recordaban a él.

⠀⠀Le temblaban las manos, oía débilmente que la llamaban por su nombre y que una mano la agarraba del brazo. Angeline se los quitó de encima, llorando a gritos, todo bajo el agua mientras intentaba ayudar a Elliot. Elliot, que era un idiota y una mala persona y tenía tendencias muy sociópatas, pero también Elliot, que era su hermano y le había enseñado a hacer trampa en los exámenes de matemáticas en la escuela primaria y la dejaba jugar al fútbol con él y sus amigos cuando los suyos la cancelaban.

⠀⠀—Elliot, por favor —sollozó Angeline, sacudiéndole con fuerza cuando no respondió.

⠀⠀Ya no estaba Zimmerman delante de ella, sino Mitch. Estaban en el bosque, él sangraba por la herida de bala, perdía y recuperaba el conocimiento, y ella intentaba ayudarle. Angeline había fracasado. Mitch había muerto, y ahora Elliot también.

HABÍA SANGRE POR TODAS PARTES. Mila, o Darcy, como siempre la había llamado Angeline, yacía muerta entre cadáveres de hombres que habían luchado por Williams. Mitch se sintió un poco decepcionado por no haber sido él quien le metiera la bala en la cabeza y viera cómo sus rubios mechones se teñían de carmesí. Le habría encantado hacerlo después de lo que ella le había hecho a Angeline.

⠀⠀—Rapp —jadeó Phelps, corriendo hacia adelante—. Estuvo cerca. Tenía razón, fue casi suicida entrar ahí sólo nosotros cuatro. Hayes recibió un disparo. Está vivo, pero necesita atención médica...

⠀⠀—Angeline, Phelps —espetó Mitch, agarrando brevemente al hombre por el cuello de la camisa al pasar junto a él en el marco de la puerta, lanzándose al pasillo—. ¿De verdad está aquí? ¿La has encontrado? ¿Está...?

⠀⠀—Está con Larson y Hayes —Phelps asintió rápidamente—. Sígueme.

⠀⠀—¿Está herida? —preguntó Mitch, con el corazón latiéndole tan fuerte que juraba que podía oírlo en el aire que le rodeaba.

⠀⠀Pasaron junto a varios cadáveres mientras Phelps le guiaba por el ático, por un pasillo ligeramente apartado del resto del lugar.

⠀⠀—Dejaré que lo veas por ti mismo.

⠀⠀Antes de que Mitch pudiera exigir airadamente a Phelps que le dijera si estaba herida o no, se encontró tropezando con una puerta que era como entrar en un universo nuevo. Era una habitación sin ventanas, con paredes acolchadas que la hacían insonora para cualquier persona ajena a ella. Había una mesa inclinada hacia un lado, un cuchillo tirado en el suelo, Williams muerto, otro tipo muerto y... y Angeline.

⠀⠀Angeline estaba viva, eso era evidente por lo mucho que lloraba. Sus manos agarraban la camisa ensangrentada de otro hombre. Los labios de Mitch se entreabrieron cuando se dio cuenta de que estaba llorando sobre el cuerpo de su hermano mayor. Era Elliot.

⠀⠀Mitch sintió que su corazón se rompía un poco de una forma a la que no estaba acostumbrado. Alguna vez había sentido montones de simpatía, pero esto era diferente. Casi podía verse a sí mismo y a Milly en aquella playa, podía sentir el calor de la sangre de ella mientras intentaba presionar, mientras la gente le miraba con compasión, abrazando a sus seres queridos aún más cerca que antes.

⠀⠀—Angeline.

⠀⠀Su voz no se oyó por encima de sus sollozos. Apenas salió como un susurro. Tal vez Mitch no quería llamarla, tal vez sólo lo estaba confirmando en su cabeza. Estaba allí, estaba viva, respiraba.

⠀⠀Se suponía que eso era suficiente para él, pero las heridas que ella claramente lucía le hicieron temblar de rabia, y si Williams no estuviera ya muerto a unos metros de distancia, habría sido torturado hasta una muerte lenta y agonizante.

⠀⠀—Angeline —repitió Mitch, un poco más alto esta vez, dando un paso adelante.

⠀⠀Levantó la cabeza para mirarle. Vio su labio partido, el ligero moratón de su pómulo y la humedad de su pelo oscuro. Cuando sus ojos se encontraron, cuando los vio agrandarse por la sorpresa, sintió que su corazón se estremecía. No era compasión ni rabia como antes.

⠀⠀No, a Mitch no le gustaba aquello. No le gustaba nada ese sentimiento.

⠀⠀—Tenemos que irnos —dijo Mitch inmediatamente—. Vamos.

⠀⠀—¿Mitch? —Angeline se atragantó, sus dedos soltando lentamente la camisa de su hermano.

⠀⠀—Sí, soy yo —respondió Mitch, acercándose a ella, su mano encontró su codo mientras la ayudaba a ponerse en pie, reconociendo brevemente el hecho de que sólo llevaba una camiseta grande y algo de ropa interior—. Evaluaré tus heridas más tarde, pero tenemos que irnos ya. Los refuerzos de ambos bandos podrían estar de camino.

⠀⠀—Mitch —murmuró Angeline, con la cabeza claramente hecha un lío, sus pies apenas se movían con los de él mientras intentaban salir por la puerta por la que habían entrado.

⠀⠀—¡Mierda! —Larson irrumpió de repente por una de las puertas de delante—. Son los hombres de Lewis. Están subiendo.

⠀⠀—Tiene que haber otra salida —murmuró Mitch.

⠀⠀—Por eso dije que deberíamos haber vigilado más tiempo y evaluado el edificio y todas sus vías de escape...

⠀⠀—No tuvimos elección —espetó Mitch—. Los hombres de Lewis asaltaron antes que nosotros.

⠀⠀Angeline parpadeaba con rapidez, la respiración acelerada y los ojos aún goteando lágrimas. Su mente se aceleraba con mil pensamientos por segundo, pero consiguió despejarla por un momento.

⠀⠀—La... la otra puerta —Angeline buscó a tientas las palabras adecuadas—. Williams mencionó al otro tipo en esa habitación, sus llaves conducen a alguna... alguna salida de emergencia.

⠀⠀—Bien —dijo Phelps rápidamente—. Vamos entonces.

⠀⠀En realidad fue un borrón. Angeline estaba allí, pero al mismo tiempo no. Se sentía como si estuviera al borde de un ataque de pánico, una mezcla de todo lo que acababa de ocurrirle, su hermano asesinado delante de ella y el puto Mitch Rapp vivo y hablándole como si no fuera para tanto.

⠀⠀Los hombres parecían hacer la mayor parte del trabajo. Todo estaba borroso para ella. Oyó que empezaban a gritarse cuando forcejearon con las llaves de cierta puerta, pero eso le pareció que terminaba en menos de dos segundos, y luego los sumergieron en el frescor del exterior, con las luces brillantes quemándole los ojos a Angeline, y luego la metieron a empujones en un coche.

⠀⠀Angeline parpadeó y Mitch iba a toda velocidad por una carretera. Tragó con fuerza, estudiándole. Se llevó la mano al muslo desnudo y se lo pellizcó. No era un sueño y la sangre que corría por su brazo mutilado le aseguró que no acababa de despertarse de una pesadilla durante otro de los viajes por carretera de Mitch y ella.

⠀⠀Tenía los ojos fijos en la carretera, la mandíbula apretada y los nudillos blancos sobre el volante. Mitch ni siquiera la miró, no hasta que empezó a sollozar. La adrenalina estaba desapareciendo y le dolía el brazo, las costillas, todo.

⠀⠀—Pronto estaremos en un lugar seguro —le dijo Mitch rápidamente—. Allí podré evaluar tus heridas.

⠀⠀—Me dijeron que habías muerto —gritó Angeline, su llanto como cuchillos en su corazón—. Creí que habías muerto y que era culpa mía.

⠀⠀Mitch no dijo nada durante unos instantes. No sabía qué decir.

⠀⠀—Estoy aquí —se las arregló, con la esperanza de que sonara al menos un poco tranquilizador para ella—. Estoy justo aquí.

⠀⠀¿Se desmayaba por el dolor mental o por el físico? Angeline no estaba completamente segura, pero pronto se encontró en una especie de habitación de un edificio en el que no recordaba haber entrado. Todo su cuerpo temblaba cuando Mitch la llevó hasta una silla, tirando de ella y girándola.

⠀⠀—Siéntate en ella mirando hacia atrás, apoyándote en el respaldo —le dijo Mitch—. Tengo que hacer algo primero. Va a doler, pero nos va a salvar el culo a los dos, ¿vale?

⠀⠀Angeline se limitó a asentir, obedeciendo a Mitch. Sintió que le apartaba el pelo por encima de los hombros, dejándole al descubierto la nuca. Las frías y suaves yemas de sus dedos le presionaron la piel, haciéndola fruncir las cejas en señal de confusión.

⠀⠀—¿Qué...?

⠀⠀—Tienes un chip en la nuca —le dijo Mitch de inmediato, su tono sonaba como si fuera médico y no... lo que demonios fueran el uno para el otro—. Tu padre lo ha estado usando para rastrearte todo este tiempo. Voy a sacártelo, ¿vale? Puedo sentir un punto duro bajo mis dedos cuando presiono aquí. ¿Lo sientes tú?

⠀⠀Angeline asintió un poco cuando sintió que él hundía más los dedos en un punto de su nuca.

⠀⠀—Voy a tener que sacártelo, Angeline.

⠀⠀—No más —gritó Angeline, volviéndose de repente hacia él—. Por favor, Mitch, no puedo volver a hacerlo. No quiero hacerlo nunca más...

⠀⠀—Intentaré que sea lo menos doloroso posible, ¿vale? —Mitch la tranquilizó, pero la distancia en sus ojos parecía proporcionar a Angeline poco o ningún consuelo—. Y acabará rápido. No voy a ser violento, yo... —Mitch tragó saliva—. Voy a cuidar de ti, ¿vale, Angel?

⠀⠀Angeline respiró entrecortadamente antes de exhalar aliviada, y la visible rigidez de sus hombros disminuyó ligeramente. Sus manos temblaron al agarrarse al respaldo de la silla y volvió a girarse para mirar hacia otro lado. Angeline volvió a sentir sus dedos en el cuello.

⠀⠀—Ésta debería ser lo suficientemente afilada.

⠀⠀Angeline ni siquiera había oído llegar a los demás. O tal vez sí, pero su cerebro no lo procesaba correctamente. Estaba tan abrumada. Mitch estaba vivo, su hermano y Williams estaban muertos, y ella estaba viva. Angeline estaba segura de que iba a morir. Se había estado preparando para ello.

⠀⠀Sintió un dolor agudo en la nuca. Angeline hizo una mueca, un pequeño gemido ahogado. Uno de los otros hombres le dijo que lo estaba haciendo bien, pero Mitch se mantuvo en silencio y clínico, asegurándose de no cortarla demasiado profundo o lastimarla o ir por el lugar equivocado. Unas pinzas le tocaron la nuca y sintió que le sacaban algo. La hizo gritar de asco, violando su cuerpo.

⠀⠀—¿Ya está? —Angeline gritó—. ¿Lo conseguiste?

⠀⠀—Ya está —respondió Mitch—. Lo he quitado. Estás bien. Era tan pequeño que apenas tuve que cortarte.

⠀⠀Sintió el escozor del alcohol en la nuca y el impacto la hizo gritar y apretar los dientes de nuevo. Angeline supo que lo peor estaba por llegar cuando Mitch vio su brazo lleno de cicatrices. Aquello le iba a escocer de lo lindo.

⠀⠀—Tenemos que movernos —dijo uno de los hombres—. Lewis podría estar rastreando ese chip ahora mismo.

⠀⠀—Déjame comprobar el resto de sus heridas —respondió Mitch.

⠀⠀—No, no —tragó Angeline—. Podemos irnos. Puede esperar... Quiero... quiero ir.

⠀⠀Mitch se quedó mirándola unos instantes más, con sus ojos avellana inseguros, y luego asintió con firmeza. Recogió todo el material médico que habían traído y la ayudó a salir del edificio y a subir al coche. Angeline se puso el cinturón de seguridad y gritó cuando el áspero material le rozó los cortes.

⠀⠀Mitch miró hacia abajo, con los ojos entrecerrados.

⠀⠀—¿Qué es eso? —preguntó, agarrándola de la muñeca—. Angeline...

⠀⠀—Me lo grabó en el brazo —resopló Angeline, apartando el brazo de él.

⠀⠀—Joder —respiró Mitch mientras arrancaba el coche, resistiendo el impulso de golpear el volante delante de él mientras se dirigían por una carretera recta—. Joder, Angeline. ¿Qué más te ha hecho?

⠀⠀Los recuerdos de haber sido ahogada en agua fría llenaban su cabeza, así como de estar desnuda en el suelo y recibir una paliza de un hombre adulto. Aún le dolían las costillas, pero ahora que pensaba en ello, se sentía mucho peor. Pensó en Darcy y en cómo le había dado un puñetazo tan fuerte en la cara que la había derribado, en cómo le había dicho que...

⠀⠀—Ciara —Angeline se atragantó—. Ciara y Paige. Me dijeron que estaban muertas, Mitch. Por favor, dime... Por favor, dime que sólo me estaban jodiendo.

⠀⠀Mitch frunció el ceño.

⠀⠀—Podemos comprobarlo, Angeline. ¿Qué te hicieron?

⠀⠀—No quiero hablar de ello —exhaló Angeline, con los dedos agarrando el cinturón de seguridad y los ojos muy abiertos fijos en el paisaje exterior—. No ahora. Por favor.

⠀⠀—De acuerdo —dijo Mitch—, pero tendrás que hablarme de ello pronto, ¿vale?

⠀⠀Angeline no respondió. Su cuerpo no dejaba de temblar. Cada vez que cerraba los ojos, esperaba volver a abrirlos y encontrarse en aquella habitación. Tal vez todavía encorvada junto a su hermano, llorando para que volviera con ella, deseando haberlo salvado antes de su padre en lugar de permitir que se dejara manipular tan fácilmente.

⠀⠀Angeline no se dio cuenta de que su pierna había estado balanceándose tanto hasta que una gran mano se plantó encima de ella. Estuvo a punto de apartarse, de apartarlo de un puntapié, pero cuando el pulgar empezó a rozarla con un movimiento reconfortante, Angeline se sintió segura de repente.

⠀⠀Estaba a salvo con Mitch.

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