CAPÍTULO SIETE ╱ CORAZÓN ROTO, CÁMARA ROTA

CARLA NUNCA HABÍA DESEADO TANTO QUE TERMINARA LA JORNADA ESCOLAR COMO HOY.

⠀⠀No tendría que soportar las miradas de todos, ni los susurros ni los dedos que la señalaban. No tendría que girar en las esquinas para no encontrarse con su hermana y Steve.

⠀⠀Aún dolía lo que le había dicho a Steve. Dios, ¿por qué le dolía tanto? No había hablado con su ex desde la ruptura y llevaba un tiempo viviendo su vida sin él, pero dejarlo ir de nuevo dolía. Le dolía de verdad.

⠀⠀Quizá porque Carla Wheeler era tan tonta como para creer que podría volver a ser amiga de Steve Harrington, que sería capaz de ignorar sus sentimientos románticos y convertirlos en platónicos, de mirar al chico sin sentir alguna punzada de deseo.

⠀⠀Resulta que no podía.

⠀⠀Ir a la fiesta había sido una decisión estúpida. Necesitara o no el pequeño respiro, había sido un error. Si no hubiera ido a la fiesta, no la habrían tirado a la piscina, lo que significaba que no habría necesitado cambiarse de ropa. El beso nunca habría ocurrido y no habría tenido que despedirse.

⠀⠀Pero ya era demasiado tarde para cambiar el pasado. Ahora, Carla tendría que lidiar con las consecuencias del futuro por ello.

⠀⠀En ese momento, la Wheeler se encontraba saliendo del edificio de la escuela, con la esperanza de encontrar a Jonathan Byers esperándola en su coche. Se había marchado a la hora de comer una vez más, seguramente para ver cómo estaba su madre, quien, según había oído, se había puesto un poco peor. Más histérica, afirmando que había oído a Will en las luces.

⠀⠀Todo sonaba un poco loco, pero honestamente, Carla no dudaba tanto de que lo que Joyce decía fuera totalmente mentira. Tal vez ella también estaba loca, pero después de su pesadilla... sintió que tal vez toda la situación de Will era algo más que un caso perdido. Que tal vez, algo había sucedido realmente, algo que tal vez lo hizo hablar a las luces.

⠀⠀Sí, definitivamente Carla estaba un poco loca.

⠀⠀Siguiendo a otros adolescentes por la puerta principal, la morena se apresuró a buscar por el aparcamiento el Ford Galaxie 500 de 1971 al que se había acostumbrado. La chica no tardó en encontrar el vehículo, pero tampoco tardó en detectar al grupo de cinco que miraban fijamente al propietario, algo que a Carla no le gustó nada.

⠀⠀Jonathan Byers había sido el blanco de los matones desde el primer día. Su familia era pobre y él era conocido como el bicho raro de todo el colegio. Carla lo sabía y aunque siempre estaba a su lado para defenderlo... sabía que siempre tendría esa reputación.

⠀⠀Sus principales acosadores eran los chicos populares, los chicos ricos que vivían en el Loch Nora y no tenían que hacer turnos de noche para mantenerse. Chicos como Steve Harrington, Tommy Hagan y Carol Perkins.

⠀⠀Así que, cuando Carla se dio cuenta de que dichos adolescentes —así como Nicole y su hermana— estaban frente al Byers, se apresuró a acercarse a su amigo. Aunque estaba un poco enfadada con él por toda la situación de "acoso", no iba a dejar que lo molestaran. Carla no era esa persona.

⠀⠀Caminando hacia los adolescentes, sus ojos se abrieron rápidamente cuando se dio cuenta de lo que Steve Harrington llevaba en la palma de la mano: la cámara de Jonathan, su posesión más preciada.

⠀⠀Hacía seis horas, Carla estaba triste por el chico, pero ahora, sólo estaba cabreada con él. Steve no tenía derecho a llevarse la cámara del Byers.

⠀⠀—¡Oye! —la Wheeler gritó mientras se acercaba, mirando entre el chico solitario y los adolescentes populares. No sabía lo que estaba pasando, pero estaba claro que se estaban metiendo con Jonathan. Mirando a Steve, preguntó—: ¿Qué demonios te pasa? Devuélvele la cámara.

⠀⠀Steve siguió agarrando el objeto y replicó:

⠀⠀—Creía que no nos hablábamos. De cualquier forma, ¿por qué debería escucharte? Eres una extraña.

⠀⠀Claro, ella había dicho que lo mejor sería que fueran desconocidos, pero sinceramente, eso no le importaba ahora mismo. Todo lo que Carla quería era que Steve le devolviera la maldita cámara.

⠀⠀—Devuélvele la cámara, Steve.

⠀⠀Tommy dejó escapar una mueca.

⠀⠀—¿Y por qué haríamos eso, Carlie?

⠀⠀—Porque no es suya para jugar con ella —exclamó la Wheeler, dirigiendo una mirada fulminante al chico que sostenía el objeto. Luego miró a su alrededor, al grupo, que parecía estar del lado de Steve en cualquier discusión que hubiera ocurrido. No parecía importarles si Jonathan recuperaba o no su cámara, ni siquiera a Nancy. Tommy y Carol la habían cambiado para peor.

⠀⠀Carol soltó una carcajada.

⠀⠀—¿Como tú?

⠀⠀—Déjala fuera de esto —Jonathan habló, no queriendo involucrar a su amiga en el lío que había armado. Ella no sabía que él había tomado fotos de la noche anterior, y nunca había planeado que alguien descubriera que lo había hecho.

⠀⠀Steve soltó una carcajada seca.

⠀⠀—¿Por qué? ¿Porque no quieres que sepa que anoche le hiciste fotos pervertidas? —sus palabras hicieron que la Wheeler se girara hacia su amigo con la boca ligeramente entreabierta. Ella sabía que él lo había visto todo, pero... ¿también había hecho fotos? 

⠀⠀Mientras Jonathan se daba la vuelta avergonzado, sin querer encontrarse con la mirada de su amiga, Steve continuó:

⠀⠀—Está claro que él sabe que estuvo mal, pero... es el problema de los pervertidos, que lo llevan en la sangre. No pueden evitar ser como son.

⠀⠀Carla soltó un resoplido. Estaba enfadada con Jonathan por hacer algo tan espeluznante —observarlos era una cosa, pero hacer fotos era otra—, pero también seguía enfadada con Steve por llevarse la cámara.

⠀⠀—Steve, devuélvele la cámara y vete.

⠀⠀—Creo que vas a cambiar de opinión después de ver las fotos que tu escalofriante amigo hizo anoche —el Harrington cogió el montón de fotos de las manos de Carol y se las entregó a la Wheeler. La morena se tomó su tiempo, examinando cada una de ellas.

⠀⠀La primera: ella de pie frente a la piscina, la luz iluminando sus rasgos. La segunda: ella saliendo de la piscina, Tommy riendo. La tercera: ella y Carol jugando a la gallina.

⠀⠀Carla hojeó unas cuantas más, cada una de ellas un momento diferente de la fiesta, hasta que por fin encontró de lo que hablaba Steve.

⠀⠀Carla se quedó con la boca entreabierta al ver las imágenes. Había una en la que se desnudaba frente a la ventana de Steve, su figura cubierta por nada más que el sujetador y la ropa interior; otra la mostraba poniéndose la camiseta por encima de la cabeza.

⠀⠀Estas eran desagradables. Al pasarlas por alto, pudo ver fotos similares en las que aparecía su hermana, lo que enfadó aún más a Carla Wheeler. Jonathan no sólo le había hecho fotos vulnerables a ella, sino también a Nancy.

⠀⠀Pero pronto aprendería que eso no era lo peor.

⠀⠀Al sentir un ligero empujón, Carla levantó la vista de las fotos y vio a Steve frente a ella. Entonces él sacó otra foto de su bolsillo y se la entregó, viendo cómo a ella se le cortaba la respiración al verla.

⠀⠀Jonathan había hecho una foto de su beso. Una foto que todo el mundo podría haber visto. Dios, Carla rezó por que Steve hubiera sido el primero en revolver las fotos, por que se hubiera metido la foto en el bolsillo en cuanto la había visto.

⠀⠀Mirando de nuevo al chico, los dos compartieron una pequeña mirada antes de que Carla cerrara los ojos. Empujando las fotos contra el pecho de Steve, murmuró:

⠀⠀—Sólo... Sólo devuélvele la cámara.

⠀⠀—No estoy de acuerdo —Steve respondió, argumentando en contra de su ex. Levantó ligeramente la cámara, a un paso en falso de dejarla caer—. Mi solución... tendremos que llevarnos su juguete.

⠀⠀Nancy finalmente habló con un pequeño murmullo:

⠀⠀—Steve...

⠀⠀—No, por favor, la cámara no —Jonathan gritó desesperado. Sabía que Steve no se lo tomaría a la ligera, pero realmente apreciaba esa cámara; es más, ni siquiera había sido él quien la había comprado. Carla se la había regalado el año anterior—. Por favor, Carla me regaló esa...

⠀⠀El chico Byers dio un paso adelante para intentar recuperar su cámara, pero Tommy se lo impidió y se adelantó para evitar que se la robara. Carla miraba, con los labios fruncidos. Sabía que no debía quedarse de brazos cruzados, pero no acababa de superar el hecho de que Jonathan lo hubiera fotografiado todo. ¿Merecía que lo dejaran ir tan fácilmente?

⠀⠀—No, no, espera, espera... Tommy, Tommy —Steve detuvo al Hagan, el chico se hizo a un lado para dejar pasar a su amigo. El Harrington lo hizo, adelantándose con la cámara extendida hacia Jonathan, como si fuera a devolvérsela—. Tranquilo. Aquí tienes, tío.

⠀⠀La Wheeler cruzó los brazos sobre el pecho, observando con expresión insegura. Era imposible que Steve le fuera a devolver la cámara a Jonathan, no después de montar semejante escándalo con las fotos. Tampoco sería muy superior de su parte.

⠀⠀Y tenía razón. Cuando Jonathan cogió su cámara, Steve dejó que se le cayera de las manos, rodando por el suelo y rompiéndose contra el pavimento.

⠀⠀La cara de Jonathan se desencajó al oír el pequeño tintineo. No había forma de que pudiera pagar el arreglo, y mucho menos comprar una nueva. Tendría que trabajar más turnos de los que podía hacer para siquiera acercarse.

⠀⠀—¿Qué coño pasa contigo? —exclamó la Wheeler, mirando a Steve con clara frustración. Sabía que Jonathan había hecho mal en hacer las fotos, y claro, rompiendo la cámara se aseguraba de que él no pudiera hacer más pero... Carla sabía lo mucho que le gustaba el cacharro: le venía a la mente el abrazo que le había dado aquella Navidad—. Sabes que no puede comprar otra. ¿No fue suficiente con llamarle la atención? ¿O necesitas subir tu ego aún más?

⠀⠀—¿Crees que hay algo malo en mí? —Steve respondió, un poco molesto porque ella seguía defendiendo al Byers—. ¡Yo no fui el que nos hizo fotos pervertidas! Pero no me sorprende que lo defiendas. Siempre habéis estado muy unidos.

⠀⠀Carla se burló.

⠀⠀—¿Toda esa laca te está nublando el cerebro? ¿Cuántas veces tengo que repetirte que Jonathan y yo somos amigos? No me extraña que todos tus amigos sean más bien putos seguidores: no entiendes el concepto de amistad.

⠀⠀—Al menos yo tengo algo más que al bicho raro como amigo —replicó el Harrington.

⠀⠀Antes de que pudiera contenerse, Carla espetó:

⠀⠀—Prefiero ser amiga de él que nada contigo.

⠀⠀La expresión de Steve sólo vaciló un momento antes de soltar:

⠀⠀—Y yo prefiero estar con Nancy que contigo. Al menos ella sabe decir te quiero.

⠀⠀—Steve... —reprendió Nancy, con el ceño fruncido.

⠀⠀—No, está bien, Nance —Carla intentó mantener una expresión inquebrantable, pero mientras hablaba, le tembló ligeramente el labio—. Me alegro de que estemos de acuerdo, Steve, porque déjame decirte que, a partir de ahora, no eres nada para mí. Eso... —señaló con un dedo las fotos que tenía en la mano, hablando sobre la fotografía—, no fue más que un error de borrachos. No significó absolutamente nada y nunca lo significará.

⠀⠀El chico Harrington recorrió el rostro de su ex antes de reprimir sus propios sentimientos. Si ella quería jugar a ese juego, que así fuera. En lugar de replicar, miró al suelo y murmuró:

⠀⠀—Venga, vámonos. Está a punto de empezar el partido.

⠀⠀—Bu. —Tommy se rio del chico Byers antes de seguir a su amigo.

⠀⠀Carol frunció falsamente el ceño hacia la Wheeler, que estaba enviando una mirada fulminante a la nuca del Harrington.

⠀⠀—Adiós.

⠀⠀—Cierra la puta boca, Carol —le espetó la morena, haciendo que la pelirroja le enviara otra mirada antes de marcharse ella también.

⠀⠀Cuando sólo quedaban las hermanas Wheeler, Jonathan se arrodilló para salvar lo que pudo de su cámara. A su alrededor había trozos destrozados de fotos que Steve o alguien debió de arrancar antes de que llegara Carla.

⠀⠀—Lo siento, Carla —murmuró Nancy, con el ceño fruncido—. Eso que ha dicho ha estado muy fuera de lugar...

⠀⠀—No quiero oírlo —replicó Carla, bajando junto a su amigo para ayudarle a recoger algunos restos de las fotos que había tomado. La otra Wheeler suspiró, dándose la vuelta antes de dejarse caer repentinamente sobre el capó negro, cierta imagen le llamó la atención.

⠀⠀Carla vio cómo la chica cogía una foto de Barb sentada en el trampolín de la piscina de Steve —así como las piezas que la acompañaban— antes de reunirse con su novio, mientras el chico le pedía que se diera prisa.

⠀⠀Mientras Nancy se alejaba, los dos adolescentes que quedaban seguían recogiendo el desorden que se había formado. Metieron trozos de fotos en la bolsa de Carla, Jonathan sostenía los trozos rotos de su cámara. Todo en silencio.

⠀⠀Todo fue silencio hasta que la chica Wheeler se cansó de ignorar lo que había sucedido y habló.

⠀⠀—Tomar estas fotos estuvo mal, y honestamente algo incómodo. Saber que viste lo que viste fue una cosa, pero tener fotos de ello, de Nancy y yo en nada más que sujetador y ropa interior, es algo jodido.

⠀⠀—Lo sé —murmuró Jonathan en respuesta.

⠀⠀—Pero, sé que sabes que lo que hiciste estuvo mal y puedo ver que te arrepientes de haberlo hecho así que, eh, te perdono.

⠀⠀Jonathan aprovechó que ella terminaba para disculparse por las acciones.

⠀⠀—Carla, te prometo que no intentaba ser un asqueroso o un pervertido. E-Estaba buscando a Will y oí un grito que me llevó a la fiesta. Estabas feliz y sonriente y realmente hacía tiempo que no te veía divertirte tanto, y sabía que querrías una foto de ello —hizo una pausa—. No quería llegar a eso. No debería haberme quedado tanto tiempo... Yo sólo... Quiero que sepas que nunca fue mi intención quedarme con las fotos y explotarte a ti o a Nancy. Nunca fue mi intención.

⠀⠀—Es bueno saberlo —Carla asintió, contenta de que el chico se hubiera disculpado—. Pero no vuelvas a hacerlo, ¿vale? A mí, o a Nance, o demonios, incluso a Carol. O no esperes que siga merodeando cerca de ti, ¿sí?

⠀⠀Jonathan asintió y la chica Wheeler esbozó una débil sonrisa antes de que ambos terminaran de recoger el desorden y se dirigieran a su coche.

—SÉ QUE TE LO HE PREGUNTADO ANTES, PERO AHORA QUE ME HAS PERDONADO... ¿Cómo fue el beso entre Steve y tú? —Jonathan preguntó en voz baja desde el asiento del conductor, escatimando una mirada a su mejor amigo antes de añadir—: Aunque no tienes que responder si no quieres.

⠀⠀Carla decidió que debía hacerlo.

⠀⠀—No sé. Después de la fiesta me ofreció ropa seca y le seguí a su habitación... Nancy se quedó atrás para hablar con Barb. Me dijo algunas cosas y de repente me besó. Y lo profundicé porque, bueno, quería que fuera más allá. Pensé que había superado lo de Steve, pero...

⠀⠀El Byers asintió, permaneciendo callado.

⠀⠀—Entonces, ¿qué va a pasar ahora?

⠀⠀—Bueno, después de dejarte en el pasillo esta mañana, Steve me encontró y hablamos. Al final decidí que sería mejor que no fuéramos amigos, que no habláramos. Quiero decir, quiero volver a estar cerca de él, pero... —se interrumpió—, después de lo que ha pasado esta tarde, no creo que vayamos a ser nada.

⠀⠀Jonathan cambió ligeramente de tema:

⠀⠀—No debería haber dicho el comentario sobre Nancy. No es tu culpa que no puedas...

⠀⠀De repente, un grito sacó a ambos adolescentes de su conversación, mirando hacia delante, viendo nada menos que a Joyce Byers deteniéndose delante del vehículo. Cuando los faros del coche iluminaron sus rasgos, Carla no pudo evitar darse cuenta de lo petrificada que parecía.

⠀⠀Jonathan pisó rápidamente el freno para no golpear a su madre y salió del coche, habiéndose fijado también en su expresión.

⠀⠀—¿Mamá? —preguntó el chico moreno, mientras la mujer dejaba escapar gemidos histéricos—. Mamá, ¿qué ha pasado?

⠀⠀Carla corrió hacia delante, acercándose a la mujer.

⠀⠀—Señora Byers, ¿qué hace aquí fuera? ¿Qué pasa...? —se interrumpió rápidamente cuando la mujer mayor la rodeó con sus brazos, dejando escapar un sollozo.

⠀⠀¿Qué demonios había pasado para que se pusiera tan nerviosa?

⠀⠀La Wheeler no molestó y en su lugar mostró su apoyo, aferrándose a la mujer mayor como si fuera su madre. Giró la cabeza para mirar al hijo de la mujer, que no dudó en rodear también a Joyce con sus brazos, confuso.

⠀⠀Los tres se abrazaron mientras las sirenas de la policía resonaban detrás de ellos.