CAPÍTULO 16 ╱ ECHA DE MENOS SU HOGAR

CON TODO LO QUE ESTABA PASANDO, desde ser elegida campeona en la noche de Halloween hasta la primera tarea del 24 de noviembre, parecía que Elodie apenas había tenido tiempo de respirar.

⠀⠀Compaginar ser campeona e ir a clase había acabado siendo bastante pesado. En primer lugar, cuando la llamaban de clase, tenía que ponerse al día con el trabajo. Tenía que hacer todos los deberes y prepararse para la tarea, lo que le llevaba tanto tiempo que apenas tenía tiempo para sí misma.

⠀⠀Pero ahora la primera tarea había terminado, y en comparación con el mes anterior, Elodie estaba casi abrumada por la cantidad de tiempo libre que tenía. Los fines de semana podía dormir hasta tarde, incluso entre semana, y llegaba al Gran Comedor minutos antes de que sonara el timbre de las primeras clases.

⠀⠀Ahora podía dedicar más tiempo a sus deberes, en lugar de intentar terminarlos en el cuarto de hora antes de dormirse. El tiempo que le quedaba después de clase lo podía dedicar a descansar, en lugar de leer libros de hechizos y correr a las aulas vacías para practicarlos.

⠀⠀Y no era sólo una vez a la semana, era todos los días y todas las noches hasta la tarea. Se preocupaba constantemente y su estado de ánimo podía pasar de la alegría a la tristeza en cualquier momento, pero de algún modo, para los demás, se las arreglaba para mantenerse bastante feliz.

⠀⠀Si alguien notaba realmente la falsa felicidad, era Fleur, que siempre había intentado que se acostara antes y dejara los deberes para otro día, o convencerla para que se tomara unas horas libres el sábado y saliera con ella.

⠀⠀Ahora que el periodo de preparación había terminado, Elodie se sentía fatal por haber ignorado las palabras de Fleur, pero durante ese tiempo se había sentido tan estresada por la tarea que no se había dado cuenta de que se estaba agobiando.

⠀⠀Y, por supuesto, no le había molestado a la Beaumont durante ese tiempo, pero ahora realmente no podía creer que se hubiera dejado poner tan mal. Obviamente, ahora que tenía más tiempo para pensar y respirar, eso traía consigo cosas positivas, pero también negativas, como tomarse tiempo para reflexionar sobre lo horriblemente que se había estado tratando a sí misma.

⠀⠀Con el brazo izquierdo vendado durante Merlín sabe cuánto tiempo, Elodie no podía hacer precisamente nada enérgico o deportivo, y en su lugar se limitaba a sentarse en el rincón de la biblioteca con Fleur, riendo a la luz dorada y llena de polvo.

⠀⠀Pero al final, Fred y George acabaron invitándola a la sala común de Gryffindor, no por ningún motivo en particular, sino simplemente para pasar el rato. Y allí estaban sentados, junto a una ventana, todos ellos intentando hacer sus deberes de Transformaciones.

⠀⠀O Fred y George intentaban leer la letra diminuta y arremolinada de Elodie con la que estaban escritos los deberes para intentar copiarlos, mientras la propia chica estaba sentada, apoyada un poco contra la pared, con la pluma suspendida sobre un papel en blanco.

⠀⠀La noche anterior, justo cuando estaba a punto de sumirse en lo que sería un sueño más bien vacío y sin sueños, una punzada de nostalgia había golpeado a la muchacha. Todavía no la había asaltado esa emoción, y como se había adaptado bastante bien a la vida de Hogwarts y estaba tan ocupada, se olvidó literalmente de sentir añoranza.

⠀⠀Había supuesto que, como estaba tan a gusto allí, no sentiría nostalgia y que echaría de menos a su familia con normalidad. Pero no, la añoranza le había llegado de golpe, y casi le había impedido dormir.

⠀⠀Elodie había decidido escribir una carta a su familia: era la forma más rápida de comunicarse con ellos y explicarles por qué no había podido escribir en las semanas anteriores. Estaba bastante segura de que madame Maxime les habría informado brevemente de lo sucedido; había sido seleccionada para el torneo, lo había hecho bien en la primera prueba, pero prácticamente se había partido el brazo por la mitad.

⠀⠀Así que lo resumió rápidamente en el primer párrafo, pero ahora no estaba del todo segura de qué más poner.

⠀⠀—Vas a tener manchas de tinta —le murmuró Fred, sin siquiera levantar la vista de su pergamino mientras usaba su mano libre para sacar la mano de Elodie de su pergamino, que descansaba sobre la mesa.

⠀⠀—Bastante callada hoy, ¿eh? —Dijo George, unos minutos después, mirando a Elodie, y luego a su hermano, que hizo lo mismo, dejando las plumas y sonriendo al ver a la chica.

⠀⠀Se había quedado dormida, con la mano aún agarrando el bolígrafo en la posición en la que Fred lo había movido

⠀⠀—Está agotada —le dijo el gemelo a George, al ver las bolsas oscuras bajo sus ojos—. Tú lo estarías, ¿verdad? Tíranos eso —Fred señaló el cojín que había junto a George.

⠀⠀Cogiendo el cojín, Fred movió suavemente la cabeza de Elodie para que se apoyara en el cojín y no en la dura pared. Los gemelos se quedarían allí hasta que Elodie se despertara, dejando dormir a la pobre chica.

⠀⠀Habían presenciado casi todos los momentos de la preparación de Elodie para el torneo, pero debido a su actitud, no se habían dado cuenta de lo agotada que estaba.

⠀⠀Y después del mes de ayuda de los gemelos, al menos la dejarían dormir. Se lo merecía.