•°●○Slytherin
capítulo cuatro•°●○

𝖕𝖔𝖛 𝖊𝖑𝖎𝖟𝖆𝖇𝖊𝖙𝖍

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»Los de primer año debéis tener en cuenta que los bosques del área del castillo están prohibidos para todos los alumnos. Y unos pocos de nuestros antiguos alumnos también deberán recordarlo.

Los relucientes ojos de Dumbledore se dirigieron perspicazmente hacia mis hermanos Fred y George,lo supe rápidamente por las miles de anécdotas que me habían contado desde que entraron a Hogwarts.

-El señor Filch, el celador, me ha pedido que os recuerde que no debéis hacer magia en los recreos ni en los pasillos.
»Las pruebas de quidditch tendrán lugar en la segunda semana del curso. Los que estén interesados en jugar para los equipos de sus casas, deben ponerse en contacto con la señora Hooch.
»Y por último, quiero deciros que este año el pasillo del tercer piso, del lado derecho, está fuera de los límites permitidos para todos los que no deseen una muerte muy dolorosa.

Rodé los ojos pensando que era una simple exageración.

-¡Y ahora, antes de que vayamos a acostarnos, cantemos la canción del colegio! -exclamó Dumbledore. Los profesores se veían tensos con expresiones forzadas como si no quisieran estar en ese momento. Dumbledore agitó su varita, como si tratara de atrapar una mosca, y una larga tira dorada apareció, se elevó sobre las mesas, se agitó como una serpiente y se transformó en palabras. -¡Que cada uno elija su melodía favorita! -dijo Dumbledore-. ¡Y allá vamos!

[Hogwarts, Hogwarts, Hogwarts,
enséñanos algo, por favor.
Aunque seamos viejos y calvos
o jóvenes con rodillas sucias,
nuestras mentes
pueden ser llenadas con algunas materias interesantes.
Porque ahora están vacías y llenas de aire, pulgas muertas y un poco de pelusa.
Así que enséñanos cosas que valga la pena saber,
haz que recordemos lo que olvidamos,
hazlo lo mejor que puedas,
nosotros haremos el resto,
y aprenderemos hasta que nuestros cerebros se consuman.]

La mayoría de alumnos entonó la melodía en diferentes tiempos y tonos, al final solo mis hermanos resonaban por el gran comedor con una melodía fúnebre.

-¡Ah, la música! -dijo Dumbledore, enjugándose los ojos-. ¡Una magia más allá de todo lo que hacemos aquí! Y ahora, es hora de ir a la cama. ¡Salid al trote!

Los prefectos de Slytherin nos dirigieron a través de las escaleras que nos llevaban a las mazmorras, en el camino me dediqué a observar cada recoveco del camino, era abrumante la arquitectura del lugar, daba la sensación de haber sido hecho con magia, parecía imposible que hubiera sido tan detallado de otra forma.

-Bien, aquí acaba el recorrido; Os vendrá bien recordar la contraseña, dominatur- Dijo con voz segura y clara el prefecto de Slytherin que se había presentado como Myles Metaxos.- De todas formas si no la recordáis podéis preguntarme en cualquier momento que, estaré gustoso de ayudaros.

El grupo de primer año accedimos a la sala de Slytherin, la sala tenía un tamaño inmensurable, el techo tenía un estilo victoriano ligeramente influenciado por un estilo barroco que se elevaba uno diez metros por encima de una especie de segunda planta; esta segunda planta tenía la misma forma que la inferior con la peculiaridad de que tenía una enorme abertura central que conectaba ambas plantas dando el efecto de ser un angosto pasillo elevado alrededor de la sala,su única finalidad era la de acceder a unas enormes estanterías llenas de libros que variaban desde los de magia más oscura hasta cuentos infantiles; Las paredes estaban cubiertas por altos ventanales daban directamente al lago, estos aportaban a la estancia una luz azul verdosa que concedía una sensación mística, los ventanales más fundamentales estaban precedidos por arcos que a su vez estaban sostenidos con columnas dónde serpientes de piedra se enroscaban hasta su capitel de forma que parecían vigilar el resto de la sala, la parte de pared que no era ocupada por ventanas o estanterías estaba recubierta por ladrillos de color grisáceo que confluían en dibujos cincelados cuanto más arriba miraras; El mobiliario de la sala era muy recargado y elegante, daba la sensación de estar en otra época y, a la vez proporcionaba un ambiente mágico, poderoso y ciertamente oscuro; Habían tres chimeneas de mármol blanco perla dispersas por la enorme sala, todas parecían tener cientos de años, estaban colocadas a proposito entre los ventanales más vistosos y estaban decoradas con ornamentos cincelados en la pared y en las propias chimeneas, la única luz cálida que la sala proporcionaba provenía de estas; Los estudiantes se recostaban en sofás y sillones de cuero negro frente al crepitar de las chimeneas, algunos frente a las mesas y estanterias más alejadas del bullicio de la zona principal y algunos incluso estaban sentados en las costosas y mullidas alfombras que se extendían por la sala para evitar el helado suelo; A pesar de las increíbles características de la sala algo que la hacía destacar sin duda era el cielo nocturno constante que decoraba el techo a partir de las decoraciones victorianas de forma similar que el gran comedor y, ademas de esta las incontables plantas que inundaban la sala, las podías encontrar en macetas, junto a las miles de velas que ardían lentamente, enroscadas en las columnas, en los rebordes de las cristaleras o incluso consumiendo los laterales de estanterias con libres de la misma época que Salazar, estas daban un toque único que aumentaba el aura mágico.

Tras observar maravillada la sala, me dirigí junto a la prefecta y las demás niñas de primer año hacía las habitaciones de las chicas.

-Las habitaciones serán divididas de tres en tres- Dijo la prefecta de orbes ónix con tono autoritario mientras señalaba a unas pocas habitaciones del principio- Slytherin no tiene muchos nuevos miembros, podríais tener habitaciones individuales en caso de tener problemas con las demás compañeras, aunque no os recomiendo elegir la vía fácil de tener una habitación única.

La chica expresó una pequeña sonrisa ladeada mientras dejaba sus palabras caer en el aire para añadir dramatismo.

-Una parte fundamental de Hogwarts es la familia que elegís, os guiarán en vuestro camino y, vosotros los guiareis a ellos.

»Pansy Parkinson,Elizabeth Weasley y Alyssanne Gaunt, se os ha asignado la habitación 7.

Tras oír mi nombre me dirigí hacia la habitación nombrada y me puse una camisa ancha de un grupo muggle que utilizaba a modo de pijama, antes de que mis compañeras pudieran entablar cualquier tipo de conversación me deslicé entre las sábanas color perla y caí en un sueño profundo.