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01

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CAPÍTULO UNO
AURADON
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Ese mismo día horas antes en Auradon ...

EL SONIDO DE unos tacones hacia eco por todo el largo pasillo. Ella danzaba tal cual pavo real; lento, con delicadeza y glamour, nadie esperaba menos de ella, era una reina de donde la miraras. Su cara y bellísima vestimenta, la seguridad de sus pasos al menear sus caderas exageradamente, la hermosa sonrisa que les regalaba a todos mediante desfilaba eran de las principales razones por las cuales era siempre vista, muy pocas miradas eran de envidia, pues la mayoría eran de admiración, muchas querían ser como ella y otros estar con ella. Pero no le importaba como la vieran en lo mas mínimo, mientras fuera centro de atención estaba bien para ella.

Continuó con su camino hasta divisar a una cabellera roja; Héctor.

Al ver al chico las famosas mariposas comenzaron a revolotear dentro de su estómago y se ensanchó su sonrisa. Admitía que se sentía demasiado confundida respecto a sus sentimientos por el semi-Dios siendo que su última relación fue hace apenas un mes y terminó mal, por las razones de siempre. —Respecto a la relación nadie sabía, más que su hermano y mejor amiga.

El pelirrojo y ella sentían cosas por el otro, todos en Auradon lo sabían, se notaba a kilómetros, pero ninguno de los dos daba el siguiente paso, en cambio, salían con sus opuestos. Bianca tenía muchas citas con chicos que tenían fama de "malos" y Héctor trataba de quedar con las chicas más buenas, inocentes y nobles, tratando de olvidarse, pero no podían engañar al corazón, a pesar de todo ellos seguían en la mente del otro. Se eran "leales"... de una forma muy bizarra.

Ella era demasiado inteligente y suficiente madura para saber que ella no era buena para el, no quería que el estuviera con alguien más ni dejarlo. Deseaba tener una relación con el como en los cuentos pero no en ese momento, no en ese momento de su vida donde todo era un plus pero igual estaba mal. No quería herirlo como a los otros...

Si estaba con el sería para algo serio, algo para lo cual no estaba preparada, y no quería arruinar lo que tenían ahora. No por la amistad, esa excusa es muy ridícula, pero esa chispa no la quería perder por errores que sabe que cometería. Y que no estaba dispuesta a dejar ahora.

Se acercó hasta el actuando con naturalidad.

— ¿Listo para la noche? — dijo con una sonrisa coqueta recargándose en los casilleros.

El sonrió en su dirección para después volver su atención a su casillero teniendo presente que su actitud coqueta era normal.

— Preparado y listo sargento. — dijo en broma riendo un poco lo cual hizo que la de pelo azabache se pusiera alerta.

El nunca bromeaba con ella.

Siempre quiso tener esa actitud de maduro frente a ella, claro que conocía su lado gracioso por su hermano ya que siempre estaban juntos haciendo boberías, pero el casi nunca era bromista con ella, a menos que estuviera nervioso.

— ¿Qué sucede? —preguntó sin rodeos erigiéndose en una postura más seria.

La miro sabiendo que ya no podía hacer nada para evitar que la bomba explotara, se lamentaba que lo conociera tan bien.

— No es nada importante... solo... algo respecto con el baile de esta noche. —intentó ponerle fin al tema.

— ¿Ah, si? — pregunto entre cerrando los ojos — ¿Y por qué anoche estabas normal y ahora, después de hablar con Ben, pareces preocupado?

— ¿Preocupado yo? Pff no, las preocupaciones son las que se deben de preocupar por mi. —ella frunció el ceño ante tal cosa.

El supo que no tenía sentido lo que decía pero si lograba hacer tiempo para distraerla del tema hasta por lo mínimo en la noche que Ben diera el anuncio habría triunfado.

Pero era ella, no se lo tragaba tan fácil, seguiría con su cuestionamiento sino fuera porque una de sus mejores amigas llegó hasta ellos con cara de pocos amigos y sin dirigirles ni una mirada sacó las cosas necesarias para sus siguientes clases y dio un fuerte portazo a su locker y posteriormente irse a grandes zancadas.

El pelirrojo y la pelinegra se miraron al mismo tiempo confundidos para después seguir a Crystal por el pasillo.

— Buenos días — dijo Bianca en tono sarcástico haciendo burla a su obvio mal humor.

— No se que tienen de buenos. —Dijo con mala cara la de ojos azules.

Hector frunció el entrecejo por la actitud de la rubia, ella siempre cargaba consigo una sonrisa que alegraba los días hasta de la persona mas amargada del mundo.

El trío siguió caminando hasta llegar a una banca del campus, tenían tiempo antes de clase. Por un momento nadie tuvo intenciones de decir algo hasta que se sumó Mariela al grupo.

— ¡Hola chicos! —saludo con una radiante sonrisa sentándose enfrente—Okey, pregunta rápida ¿qué vestido creen que me favorezca más...?— mostró fotos de dos vestidos de diferente diseño de color verde, su favorito.

— ¿A quién le importa? —respondió de mala manera la rubia lo cual sorprendió mucho a los tres haciendo que la vean con los ojos como platos.

Momentos después por fin Bianca decidió matar ese incómodo silencio

— Izquierda — la pelirroja sonrió satisfecha y se dedicó a ver la fotografía con el atuendo— ¿Nos dirás por qué actúas así, Crys?— giro la mirada a su derecha viendo a su amiga cabizbaja.

— Si... ¿por qué tan gruñona?— pregunto Héctor con la boca un poco llena de frituras y al ver que tenía la mirada de las chicas sobre el ofreció un poco del paquete pero todas negaron.

Crystal soltó un resoplido

— Es por lo de esta noche ¿okey?—dijo como si ya necesitara sacarlo— Ben no confía en mi para decirme su "primer proclamó real"—dijo lo ultimo imitando la voz de Ben pero de una forma graciosa— y me enoja porque ya le dijo a Nick y Héctor— inmediatamente Bianca posa su mirada acusadora mente sobre Héctor y este intenta esconderse detrás de la bolsa de frituras—¡... y no a mi! ¡Su- - mejor amiga...—suelta un suspiro triste con la última frase.

Si, Crystal estaba perdidamente enamorada de Ben, pero este solo la veía como una amiga. Algo que con el optimismo de la rubia no era tan malo, pero también era muy sensible y le dolían ciertas cosas que hacía o decía el próximo rey sin darse cuenta.

Crystal sintió una mano en su espalda dándole masajes suaves de apoyo. Se encontró con la mirada compasiva de Mariela.

—No te pongas mal, ni frunzas el entrecejo, te saldrán arrugas...—dijo mientras que con sus dedos alisaba el entrecejo de la rubia pero al girar se encontró con las miradas desaprobadoras de sus amigos por su intento de consuelo. Carraspeo. — Quiero decir... nunca frunzas el ceño ya que no sabes quién se podría enamorar de tu sonrisa...—dijo con una cálida sonrisa.

Soltó un suspiro

—...Tal vez supongo que exagero...

— Pero es que aun no logro entender... ¿por qué Ben no quiere que nadie sepa su decisión? ¿Es algo malo o qué? — preguntó confundida Bianca a lo que la pelirroja y la rubia solo levantaron los hombros sin saber que decir.

Segundos después Héctor tenía puesta la mirada de tres princesas sobre el, y no de la forma que le gustaría.

—Tu sabes algo— dijo acusadora mente Mari.

—¿Por qué creen que se la proclamación de Ben?—dijo nervioso.

— Crystal lo acaba de decir. — señaló obvia Mari.

—Además ambos no son nada discretos, ustedes dos están muy extraños y más Nicholas, que salió antes de casa porque Ben tenía que hablar con el y contigo.

Parecía que el trío de chicas iba a linchar al muchacho con preguntas y este estaba por comenzar a hablar pero en ese momento unos libros siendo azotados fuertemente en la mesa donde se encontraban hicieron que se fuera toda la atención al pelinegro recién llegado.

—¿Ya se enteraron?— dijo en un tono frío y seco mientras se quitaba su mochila y se sentaba junto a Mariela de mala gana.

— Pues es lo que queremos averiguar pero nadie nos da las respuestas.— contestó su melliza.

El nombrado suspiro — Ben decidió traer a los hijos de villanos a Auradon... — murmuro con tono molesto y la mirada gacha dejando a todos los presentes perplejos, incluido a Héctor que no creía que lo fuera a revelar tan fácil, pero lo entendía, a él que cayó peor la noticia, con decir que antes de que Ben dijera quiénes eran los elegidos se fue dejándolo con la palabra en la boca.

Hubo silencio por un momento pero este fue interrumpido por una fuerte carcajada de la chica.

—¿Es broma, no?—dijo entre risas. Bianca soltó una risa junto con un resoplido — Increíble.

Pero la mirada seria de su hermano decía que era todo lo contrario a una broma.

Ben traería a los hijos de los villanos aquí.

De pronto cambió su expresión por una seria mientras veía un lugar indefinido.

— ¿Quiénes son sus padres?—preguntó con voz frívola mientras apretaba sus manos en puño.

Entonces Nicholas miró de forma acusadora a Héctor que igual que Bianca también mantenía la vista gacha más no con molestia como la morena.

— El único que sabe es Héctor. —dijo mirando a su mejor amigo fijamente, la verdad es que el también tenía curiosidad por saber de quiénes eran hijos. En esos momentos lamentaba haberse ido antes.— ¿Y? ?¿nos lo dirás?— Preguntó Nicholas impaciente.

El pelirrojo suspiro mientras se frotaba la cara en forma de frustración

— No lo se... Ben me lo dijo como un secreto, siento que estoy traicionando su confianza. Ya fue suficiente con que les dijera que vendrán.

— Lo sabremos tarde o temprano.— Acotó Crystal.

El chico miro a todos sus amigos y luego soltó el décimo suspiro frustrado del día.

— Jafar...— El trío de amigos se miró con un toque de preocupación.

— Cruela de Vil— Al oír aquel nombre Bianca sintió con escalofrío recorrer su espalda y extrañamente un raro cosquilleo en su estómago.

Sin darle importancia a lo anterior miro a sus amigos que veían un punto del gran patio preocupados; Chico.

Crystal mantenía la mano en su boca asustada mientras que Mariela y Nicholas aun veían preocupados a Chico que jugaba con Tim.

— ¿Quiénes más?— preguntó Mari al ver que su amigo se detuvo.

—...Malefica— A Héctor le costó decir aquel nombre temiendo la reacción de sus amigos la cual no fue precisamente buena.

Mariela soltó un gritillo en tanto Nicholas comenzó a morder sus uñas con mirada preocupada mientras que Crystal estaba teniendo un tic en su ojo derecho.

Bianca estaba en shock ¿cómo se le ocurría a Ben traer a la hija de la peor villana de todas? Sintió su piel achinarse de solo imaginar a la chica o chico conviviendo con ellos.

Pero eso no era lo peor, Héctor quería soltar el peor golpe para sus amigos mellizos al último.

— Y-Y... La reina malvada...

Los hermanos dejaron de ver donde quiera que tuvieran la vista para girar incrédulos hacía su pelirrojo amigo. Las otras dos chicas comenzaron a negar y balbucear cosas sin sentido respecto al tema.

Bianca no podía creerlo, no podía creer que uno de sus mejores amigos trajera a la hija de la enemiga de su madre a Auradon, pero bueno, trajo a la hija de la enemiga de su novia sin mencionar que es la peor villana de todos los tiempos, pero ¿la reina malvada? ¿la mujer que quiso matar a su madre? no, no, se negaba a creerlo, comenzó a faltarle el aire y sentirse mareada. De pronto sintió una ira inmediata.

No lo iba a permitir, no quería a los hijos de villanos en Auradon y no iba a aceptarlo hasta pelear primero.

—No. — dijo sería y de pronto todos la vieron confundidos.

—¿ A que te refieres con "no"?— preguntó su mellizo.

—¡Que no! ¡No lo acepto! —se levantó abruptamente de la mesa— No dejare que esos bandidos vengan a estudiar aquí.

— Pero... son las reglas de Ben—Dijo Crystal temerosa por la oscura mirada que había tomado su amiga.

—¡Yo no sigo las reglas!— comenzó a caminar decidida de nuevo por los pasillos en busca de su querido amigo Benjamin seguida de sus amigos— Las hago. Y si es necesario las rompo... y nadie va a detenerme.—dijo susurrando lo último al divisar al futuro rey al final del pasillo.









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