Disclaimer: Detective Conan y sus personajes son propiedad de Gosho Aoyama.

Advertencia: Fanfic de genero Yaoi/BL con drama, amor, muerte de un personajes, peleas, lenguaje vulgar y romance.

Hattori observó con los nervios en punta como Shinichi bebía, sin temor alguno, su segundo vaso de cerveza.

La punta de sus dedos golpeó ligeramente la mesa del restaurante mientras su pierna izquierda temblaba intranquilo.

— Tu sabes… —habló finalmente—. Estaba realmente feliz cuando me invitaste a tomar unos tragos, pero ahora estoy muy preocupado.

— ¿Ah? —Shinichi apartó su mirada de los aperitivos en la mesa y la dirigió a Heiji. El joven en frente suyo apenas había tocado su comida así como su bebida.

— ¿Ha sucedido algo? —cuestionó finalmente. Shinichi se encogió de hombros antes de darle otro trago a su cerveza.

— No realmente —murmuró. El amargo sabor de la cerveza se mezcló con sus mentiras, retorciendo sus entrañas hasta hacerlo sentir enfermo—. ¿Acaso no puedo salir a beber con un amigo sin que nada suceda?

Shinichi trato de calmarse y desviar el tema.

— No me refiero a eso —acató. Su voz se tiñó de preocupación—. Has estado actuando muy raro desde hace un tiempo y ahora pareciera que quisieras ahogarte en alcohol —Shinichi se estremeció ante sus palabras porque no podían estar más cerca de la realidad. Quería olvidarse de todo bebiendo un poco, relajándose y disfrutando un poco de su vida.

Pero fue imposible, su cabeza no dejó de dar vueltas con el asunto de Kid y Ran. Martirizando su conciencia.

— Es tu imaginación —dijo. Tratando de enviar sus problemas a lo más profundo de su ser y ocultarlos bajo el alcohol que bebía.

— Mmm… —musitó Haiji con duda. Vio como Shinichi se acababa su bebida y rápidamente intervino—. Come algo también, a este paso te emborracharas y tendré que llevarte arrastrando hasta tu hogar.

Shinichi soltó una pequeña risa al oírlo. Imaginar a Hattori arrastrándolo era divertido.

— No tengo apetito —dijo mientras apartaba la comida. Llevaba días sin sentir completamente el sabor de la comida, así como también llevaba días sin poder dormir correctamente. Incluso ahora solo podía sentir el amargo sabor de la cerveza y el tabaco—. Necesito un poco de aire, voy a salir a fumar un rato.

Poniéndose de pie, Shinichi camino con calma hasta la entrada del bar donde se encontraba. La rítmica música y el bullicio de la gente se desvaneció gradualmente hasta desaparecer.

Finalmente en calma, Kudo fue capaz de soltar un pesado suspiro y relajar su cuerpo. Esperaba poder divertirse esta noche con Hattori pero en realidad solo se estaba estresando más. Qué irónico.

Hurgando en los bolsillos de su chaqueta, Shinichi sacó una pequeña caja de cigarrillos junto a un bonito encendedor turquesa.

En el pasado no solía fumar demasiado, incluso le había prometido a Ran dejarlo en algún momento del año. Sin embargo ahora le era tan común fumar como respirar.

Fumaría un cigarrillo o dos cuando se sintiera estresado, cuando no tuviera apetito o antes de irse a la cama. El tabaco era casi su único método de escapatoria, después de todo siempre se sentía mejor y relajado luego de un cigarrillo o dos.

Con calma, Shinichi llevó el cigarrillo a sus labios y lo prendió. La calma llegó a su ser mientras el amargo y dañino humo se introducía a su cuerpo.

La noche estaba en calma y el clima era algo fresco, Shinichi se acomodo su chaqueta en un vano intento de mantenerse cálido.

El basto cielo estrellado de la noche destacaba entre las tenues luces de las calles y locales. La luna llena brillaba hermosamente, trayendo a su mente los recuerdos de cierto mago ladrón.

Shinichi se sintió mal. La tristeza emergió en su corazón y la nostalgia lo invadió.

Extrañaba a Kid.

No veía el momento para ir a su próximo atracó y enfrentarlo por sus acciones pasadas. Aun si no sabía cómo responder esperaba que Kid le diera una explicación.

Observando el cielo nocturno, Shinichi murmuró el nombre de aquel mago ladrón mientras que en su pecho un indescifrable sentimiento empezaba a surgir.

Después de unos treinta minutos, Shinichi estaba listo para volver adentro. Guardó su encendedor y arrojó la colilla de su tercer cigarrillo al suelo.

Sacudió su chaqueta y arregló su cabello levemente despeinado por la fría brisa nocturna.

Adentrándose nuevamente al bar, Shinichi se movió con calma y cuidado de no chocar con nadie hasta llegar a su mesa. Sin embargo, a un par de pasos de su lugar, chocó el hombro de un joven.

— Lo siento… —dijo mientras trataba de seguir adelante. No tenía tiempo para tratar con él pero tampoco quería dejarlo así.

— Descuida, esta bien —el joven respondió. Su voz era suave y dulce, la calma era palpable así como su indiferencia.

Shinichi se vio frenado al oírlo y rápidamente se giró para enfrentarlo.

Cabello oscuro y alborotado, rostro fino, ojos amatistas y una complexión casi delicada. Sus rosados y delgados labios se encontraban curvados en una pequeña sonrisa mientras que en sus mejillas un brillante rubor se mostraba.

Quizás fue porque había bebido demasiado, pero le resultaba tan familiar y exótico. Su pequeña complexión daban ganas de abrazarlo y sus bonitos labios de color cereza le hacian querer besarlo.

Un indecible sentimiento envolvió a Shinichi mientras veía a aquel chico lindo. Su corazón dio un brinco y los nervios lo consumieron.

¿Quién era él?

Heyy~
Mucho tiempo sin publicar c:
Espero les haya gustado este capítulo ♡