555 'Tadhg;;
12 septiembre #🪽

Como casi todos los días durante el año pasado, estoy en el parking con Cian fumándonos un cigarro antes de volver al infierno.

Tommen College, tercer año. Vaya puta mierda.

— Este año podremos ir a la fiesta que organizan los de cuarto en Halloween.

— Me muero de ganas — Ironizo antes de dar una calada y tira el cigarro al suelo.

Cian me da una palmadita en el pecho.

— Mira que dos van por ahí.

Levanto la vista y veo a la persona que he estado evitando desde el año pasado a toda costa.

Jenna Wilmot. Como de costumbre, va embutida en unas medias azul marino, la falta del uniforme y la camisa blanca con el escudo del Tommen. Lleva el cabello suelto.

Oh, y agarrado de su mano, está el gilipollas de Eoghan Wilkinson, quien la pasea por el instituto como si fuera un trofeo más. Aprieto los puños.

— Ey, Rocky Balboa — Cian me tapa la vista de la pareja. — Ya tuvimos suficiente sangre el año pasado.

Ni de cerca.

— No entiendo que hace con él — Es lo único que me atrevo a decir antes de sacar otro cigarro y encenderlo. — De verdad, es que... me hierve la sangre.

— Quizá es por que...

Le meto un empujón y le señalo con un dedo.

— No empeces con esa mierda, Higgins.

Alza las manos en son de paz.

— Tranqui, era coña — Blanquea los ojos y me quita el cigarro. — Andando — Lo tira al suelo. — Tu rubia de piernas bonitas te está esperando.

— Algún día te voy a arrancar la cabeza.

— No será hoy, tampoco mañana.

— Quizá si pasado.

Ya estábamos en clase. Este año, nos han cambiado de sitios. Seguimos estando de dos en dos, pero ahora yo estoy en tercera fila al lado de Cian. Detrás tengo a Niall con Declan Feely y justo delante, mi mayor distracción junto a la de Cian.

Tara y Jenna. Que puto tormento.

Ahora que me fijo en sus brazos. Parece más delgada. Más que el año pasado.

Se ha desarrollado, por que joder, vaya culo, pero hay algo que no me cuadra.

¿Su novio se habrá dado cuenta?

Niego con la cabeza. No es mi chica. No me importa.

— ¿Sigues igual que el año pasado o has perdido neuronas este verano?

Vuelvo al mundo real. Jenna está girada, mirándome.

Y joder, esa sonrisa.

Ladeo la cabeza.

— Dímelo tú, eres la que está con Wilkinson.

Ahora la que ladea la cabeza es ella.

— Creo recordad que el que se enrolló con Saoirse en una fiesta este verano fuiste tú, no yo.

Y joder, cuanto me arrepiento.

No se que se me pasó por la cabeza. O más bien, cuantas pintas me bebí para encontrarla mínimamente atractiva.

— ¿Que pasa? ¿Estas celosa?

Arruga la nariz.

— Si, claro. Me muero de amor por ti — Su voz esta llena de sarcasmo.

— Linda.

La cabeza de Wilmot se vuelve automáticamente hacia su novio. Este se inclina hacia ella y le susurra algo que la hace reír por lo bajo y sonrojarse levemente.

Estoy a punto de estamparme la cabeza contra la mesa y no entiendo el por qué.

— Dios le da sus peores batallas a sus mejores guerreros.

Con un leve tono de risita, Cian me da unas palmaditas en la espalda.

— Me dais asco, lo juro.

Veo con una mueca de horror como Tara y Cian se succionan las lenguas en el parking de fuera a la hora del recreo.

— Cuando tengas novia, lo entenderás.

— Dios me libre de volverme un calzonazos como tú.

Cian estuvo currando todo el verano en un trabajo de mierda solo para poder darle a Tara el regalo perfecto para su cumpleaños. Y yo, como un imbécil, le acompañé.

Maldigo el día en el que decidí hacer amigos.

— Cállate, gracias a mi tienes pasta todo lo que queda de curso.

— Cariño, vive con los Kavanagh, trabaje o no, tiene dinero a chorros.

No siempre fue así.

Decido no mostrar mi incomodidad ante el comentario de Tara. Ella no tiene culpa de no saber la verdad.

Simplemente niego con la cabeza mientras le quito la botella de agua de la mochila a Cian y le doy un trago largo.

— Muerto de hambre.

Alzo las cejas.

— Tu madre si que no se queda con hambre.

— ¡Serás cabron!

Cian se lanza contra mi y a pesar de la pelea falsa que eso me cuesta, consigo lo importante: distraerme.

Este cabrón ha sido mi mayor distracción todo el verano. Para no pensar en nada.

Minutos después, Cian y yo estamos sentados en el suelo con la espalda apoyada en el muro de Tommen mirando al cielo.

— ¿Esperas algo diferente este año? — Pregunta.

— Con poder volver a partirle la cara a Wilkinson me sobra.

Mi amigo ríe.

— No seas capullo, di alguna otra cosa.

Me pongo las manos en el estomago.

— No se me ocurre nada.

— ¿Nada de nada?

— Nada.

Se levanta y se estira, luego me tiende una mano.

— Ya encontraremos algo con lo que entretenerte, Lynch.

Y joder, eso espero.

— ¡Mira lo que he ganado!

Ollie vestido de traje, entra a mi habitación agitando un puñado de billetes en la mano.

— ¿De donde has sacado eso, Ols?

Vuelve a agitar los billetes, abanicándose.

— He vuelto a hacer de espía para Edel — Hace como que se sube unas gafas imaginarias. — Espía Ols a su sercovicio.

— Servicio.

— Lo que he dicho.

Suspiro.

— No, no lo has dicho.

— ¡Que si!

— ¡Que no! Y vete a otro lado, tengo cosas que hacer.

— Tienes envilidia de mi, de mi dinero y de traje.

— Envidia.

— ¡Que lo he dicho bien!

Ahora que me fijo en mi hermano, está vestido con uno de los trajes que le regaló Edel para poder ir vestido como John.

Ahora mismo, mi hermano es una mezcla de Joey y John Kavanagh.

Por que nosotros nos parecemos a Joey, no a Teddy. No tenemos nada que ver con él. Nos parecemos a Joey.

Nos parecemos al luchador de mi hermano y a la guerrera que es Shannon. No ha Teddy ni Marie Lynch. No tenemos nada que ver con ellos.

El golpeo de los billetes contra mi mejilla hace que salga de mi trance.

— ¿Eres tonto? — Pregunto quitándole los billetes.

— ¡Dámelos!

Ollie intenta alcanzarlos dando saltitos pero yo me levanto de la silla y extiendo el brazo hacia arriba.

Mi plan de hacer rabiar a mi hermano pequeño va de perlas cuando, de repente, mi hermana mayor entra a la habitación.

— ¡Tadhg! — Me regaña.

Con una sonrisa divertida, le doy el dinero a Ollie y le saco de la habitación.

— ¿Ya has terminado de jugar con Johnny a la mamá y el papá?

Ella se pone completamente roja y pasa por mi lado dándome un empujón en el hombro.

— Que mala persona eres con tu hermana mayor.

Me siento en la silla y me cruzo de brazos.

— Eres mi hermana favorita, Shan.

— Soy la única que tienes.

Me encojo de hombros.

— Pues eso.

Ella me lanza un cojín a la cara que atrapo por los pelos. Alzo las cejas dispuesto a seguir su juego pero me doy cuenta por donde va la conversación en cuanto la veo jugar con sus manos, claramente nerviosa.

— Ya estás en tercero.

— Si, Shan. Es lo que suele pasar cuando apruebas el curso, que pasas a otro.

—Muy gracioso.

Suspiro.

— ¿Que quieres, Shannon?

— Quería hablarte sobre la hermana de Katie.

Tenso la mandíbula.

— Va a mi clase, ¿que pasa con ella?

— Pues, eh... ella no está bien — No me mira a los ojos. — Y-y pues... me gustaría que la cuida- que la vigilaras. Como Claire y Lizz hicieron conmigo.

Apoyo los codos sobre las rodillas y me inclino hacia delante.

— ¿Que le pasa? ¿Como te has enterado tú?

— Katie se lo contó a Aoife y ella ha hablado conmigo...

— No has respondido a la primera pregunta — Corto tajante.

— No, eh... no es algo que tenga que contarte yo.

— No puedes contarme esta mierda y dejarme a medias, Shannon.

— Y-yo, eh... No puedo.

— ¿Por qué?

— Por que a mi no me hubiera gustado que le contaran algo de mi vida a Johnny sin mi consentimiento.

Eso me deja completamente helado sin saber qué decir.

— Pero no es lo mismo, ella y yo no...

— Dale tiempo.