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CAPÍTULO CATORCE
ZOMBIELAND
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LO ÚNICO QUE lograba escucharse en la desolada calle — más exactamente en la barrera que dividía dos ciudades — eran los tacones haciendo eco con el pavimento de cierta vampira que observaba su alrededor con interés pues nunca llegó a estar en ese lado de la ciudad ni por error.

Cuando llego al lugar acordado con el zombie lo encontró recargado en una reja oxidada de brazos cruzados y con la mirada baja pensativo. Por lo que al estar junto a él carraspeo llamando su atención.

— Si viniste. — habló sorprendido.

— Sí pensaste que no vendría ¿qué haces aquí? — El chico rió haciendo un leve levantamiento de hombros. — Y claro que vendría, tengo mucho sin salir de fiesta, y me pareció interesante conocer este lado de la ciudad.

— Ven, te va a encantar. — Hablo animado y sin previo aviso tomó a la pelinegra de la mano y la guió hasta donde sería la gran fiesta.

Nicolette le restó importancia a dicho acto y siguió mirando a su alrededor aprendiendo cada detalle y tratando de memorizar las calles, nunca se sabe cuándo podría necesitar ubicarse por el lugar.

— Por cierto — hablo de nuevo — ¿Escapaste o algo para poder venir?

— Mmm no. — soltó una leve risa ante sus ocurrencias — Simplemente salí de casa y vine a ZombieTown.

— Ah... interesante...

— Hay peores monstruos que zombies y hombres lobo.

El chico reaccionó incómodo ante el comentario pero de igual forma lo afrontó con humor.

— ¿Cómo quién? ¿Pie grande?

El chico se burló de su propio chiste y siguió adelante mientras que a sus espaldas la pelinegra le dedicó una sonrisa triste.

« Si supieras »

Varias cuadras después finalmente llegaron a un edificio abandonado donde unos pisos más arriba podían verse varias luces de colores más no eran muy notorias para el ojo humano, tal vez no tendrían ningún problema con la ley después de todo. Se adentraron en el sucio lugar donde se podían oír chillidos de ratas y el olor a polvo y humedad era bastante fuerte y desagradable.

La pelinegra hizo una mueca haciendo que el más alto la mirara curioso.

— ¿Qué? ¿Estas asustada? — preguntó con burla.

— Quisieras. — río seca mientras ambos se adentraban a un elevador que lucía muy antiguo y rechinaba — Es como ir a Disneyland.

Cuando la risa de Zed cesó, Nicolette podía escuchar la música cada vez más fuerte con base iban subiendo de pisos hasta que por fin las puertas se abrieron al igual que las rejas que protegían la entrada.

Nicolette se adentro al lugar mirando a su alrededor con fascinación y asombro. Se veía descuidado y sucio, hasta peligroso pero los grafitis en idioma zombie y uno que otro símbolo lobuno le daba estilo y color al lugar — entre los cuales resaltaba el verde y morado — además las máquinas de humo y luces cegadores lograban distraerla lo suficiente.

— ¡Lindo! — aludió hacia su acompañante algo fuerte por la musca alta.

— ¡Y solo es el comienzo!

La pelinegra como hace no muchos siglos se dejó llevar por sus emociones y rió ansiosa. No estaba muy segura de ir pero Zed era realmente dulce con ella y tenia semanas con el asunto del estúpido plan que perdió el tiempo que se daba a sí misma, que si bien, antes de conocer a ese extraño grupo de jóvenes era hacerse faciales, leer e ir a Rumania para algún círculo de sangre o charlar con Vanessa, nada más. La última vez que fue a una fiesta fue en mil novecientos veinticuatro, un club nocturno, algo sencillo y Vanessa la obligó a ir, estuvo bien, pero hasta ahí, no encontró la gran diversión de la que siempre parloteaba su amiga pero tampoco la paso mal, ahora ya casi se cumplían cien años de aquel acto, las fiestas debían ser más interesantes hoy en día y más una repleta de monstruos.

Se adentraron pocos pasos más al lugar cuando sintió un jaloneo por parte de Zed entonces giro a verlo interrogante pero lo que encontró fue oro.

Eliza miraba a ambos (más a ella) con cólera, casi al punto de ponerse morada. Más no fue hasta que la música disminuyó que la zombie habló.

— ¿Por qué trajiste a esta? — Preguntó lo suficientemente fuerte para que la pelinegra escuchara a lo cual ella le lanzó una mirada molesta y ofendida pero la zombie ni siquiera la noto.

Nicolette de trago de brazos furiosa, la maña de Bree por hablarle y referirse a ella como si fuera poca cosa se le estaba contagiando y ya no lo iba a permitir.

— Vamos Eliza, — el chico intento relajar en ambiente entre ambas — es una fiesta zombie, relájate.

PONGAN PLAY A LA CANCIÓN

¿Qué es eso? — preguntó mirando a su alrededor por el sonido que comenzó a resonar por todo el lugar.

Zed sonrío por milésima vez en la noche.

— Ven, yo te guío — Nuevamente la toma de la mano yéndose a lo más profundo del lugar.

— ¿Adónde?

— ¿Querías un tour, no?

— No en realidad... — dijo seria haciendo que el zombie rodara los ojos.

Él la ignoro y dio un brinco posicionándose frente a la pelinegra.


Zed: Hey, welcome to Zombieland
It's a party, go 'head
Everybody dance
Do the draggy leg
You surely can be part of the team — Nikki lo observo con los ojos bien abiertos, ¿acaso era una invitación al mundo zombie?

Zed ahora bailaba mientras hablaba a su alrededor.

— Gotta wave the flag, let your freak flag fly
Gotta stare when we pass by
Not your average guy — Ante esto último ella levantó una de sus cejas extrañada pero lo dejo pasar.
— But you know I'm fly
So alive, just on a different side... — sonrió ladino volviéndose a posicionar enfrente de ella.

— Look in my eyes — la tomó de los ojos y acercó sus rostros.
— We're the same, but different
Just like you, I got hopes and wishes — Se señaló a sí mismo y luego a ella tocando su pecho haciendo que ella pusiera más atención a la letra que al ritmo.

— Itchin' to show the world what they're missing — Confirmado, era una invitación, ganó a los zombies— It's our time, yeah, it's time to flip it, what?

El no-muerto dio un salto hacia atrás para luego regresarse y tomar a la pelinegra de los hombros comenzando a caminar entre el gentío, los cuales se estaban esparciendo.

Zed: I'm about to show you
Nicolette: What you gon' show me?
Zed: Guess nobody told you
Nicolette: You ain't gotta tell me
Zed: I'm about to put in work

Zed se separo de Nicolette para cumplir lo dicho pero antes de que Nicolette pudiera seguirlo pudo sentir como alguien le metía un pie además de un fuerte empujón haciéndola caer de bruces al polvoriento suelo.

Miró hacia arriba hacia la culpable dándole una mirada de odio mientras esta le dio una sonrisa socarrona.

Eliza: Listen, this is my turf! — Amenazó.

Nicolette de levanto de un salto dispuesta a ir tras ella y hacerla pagar pero decenas de zombies comenzando a bailar a su alrededor se lo impidieron.


— Bamm! Oh man, oh man, I'm the man
Bet ya can't do it like I can — Zed volvió a aparecer y ella le dio una sonrisa incómoda.
Bamm! Oh man, oh man, you a fan
Understand this is Zombieland
Bamm! Oh man, oh man, I'm the man
Bet ya can't do it like I can
Bamm! Oh man, oh man, I'm the man with the plan
Lemme do my dance, bamm (bamm)

Ahora la pelinegra buscaba con la mirada a Eliza, no se iba a quedar así. Pero nuevamente Zed apareció de la nada sorprendiéndola.

— You're in Zombieland (what) — gritaron a sus espaldas causando que girara sobresaltada.
— I'm in Zombieland (what)
We're in Zombieland
Watch me do it like bamm (bamm)

Zed le hizo una seña animándola a continuar y para lo levantar sospechas y fingir que todo iba bien sonrío falsamente siguiéndole la corriente.

Nicolette: You're in Zombieland (what)
I'm in Zombieland (what)
We're in Zombieland

Zed: Watch me do it like bamm.

La vampira intentó alejarse del bulto cuando de repente todas las luces se apagaron hasta que segundos después encendieron varias linternas apuntando nada más y nada menos a la persona que buscaba. La observo con los ojos entrecerrados desde lejos.

Eliza: Ready for action, yeah, we're 'bout to blow up
Party's going down
But we're about to go up — La de pelo verde identifico a la chica entre la multitud y ahora se dirigió hacia ella.
— We don't got your back
You need to have worries — Guiño su ojo hacia Nicolette haciendo que esta se enojara más.

Zed: No, we're all cool at first it was scurry — Zed nuevamente al rescate intentando arreglar lo que dijo Eliza, imaginando para quien era.
— And we can do a lot with a little
Call on your friends when you're caught in the middle
And you should do the same like I do the same
You should be yourself, it's the coolest thang

La última frase dejo pensante a la vampira cuando por ello sin darse cuenta alguien enrollo su brazo en el de ella y la volvió a arrastrar a donde estaban todos.

Addison: I'm about to show you — Nicolette igual que con Zed siguió la corriente.
Nicolette: What you gon' show me?
Addison: Guess nobody told you
Nicolette: Girl, you don't know me — dijo seria ya notándose un poco su molestia.

Haciendo que Addison frunza el ceño levemente.

Zed: Listen, this is our turf. — Tomó a la pelinegra de los hombros integrándola.

Y otra vez los zombies la rodearon dejándola en medio sin saber a donde escapar.


Bamm! Oh man, oh man, I'm the man
Bet ya can't do it like I can
Bamm! Oh man, oh man, you a fan
Understand this is Zombieland
Bamm! Oh man, oh man, I'm the man
Bet ya can't do it like I can
Bamm! Oh man, oh man, I'm the man with the plan
Lemme do my dance, bamm

Zed: You're in Zombieland (what)
I'm in Zombieland (what)
We're in Zombieland
Watch me do it like bamm (bamm)

La pelinegra no supo en qué momento Addison llego a su lado y al igual que el pelo verde la abrazo por los hombros. Solo quería quitárselos de encima, no le gustaba el contacto.

Addison: You're in Zombieland (what)
I'm in Zombieland (what) — La peliblanca sonrió, ya no sería la única humana en Zombieland.
— We're in Zombieland
Watch me do it like bamm.

Nicolette finalmente logró zafarse el agarre de ambos y se alejó del par hastiada y sofocada perdiéndose en la oscuridad cuando alguien la tomó bruscamente del brazo y la encaró.

— Lo de esta noche, no fue nada. — sonrío cínica — Yo me encargaré de que te alejes de Wyatt.

Nicolette al verla casi perdía el control pero gracias a una fuerza mayor logró tragarse sus ganas de arrancarle la garganta ahí mismo. Alejó con brusquedad el brazo de la no-muerta de ella y la miro a los ojos por largos segundos, sabía que decir y hacer, le daría donde más le duele.

— ¿Sabes? — preguntó con una sonrisa — Antes tenía un propósito propio, pero ahora me encargaré de que él te odie con cada célula del veneno de hombre lobo que tiene. — Terminó con su expresión seria. — Me quiere a mi, supéralo.

— ¿Eso crees? — largo una risa sarcástica alterando los nervios de la vampira — Estoy segura que con el tiempo se marchitará el deslumbre que tiene de ti y se hartará poco a poco. — La observo con desprecio — No serás más que una niña bonita de la preparatoria.

— Cuida tus palabras. — la calló y la miró de la misma forma — Me das tanta lastima. — Ahora posó con un rostro lleno de burla — La envidia es mala, Eliza.

— ¿Cuál envidia? — explotó — Deja tu vanidad de lado y date cuenta que nadie te soporta y solo hacemos el intento mínimo por Wyatt.

Nicolette apretó sus colmillos.

— No sabes de lo que soy capaz y de lo lejos que estoy dispuesta a llegar, — La apunto con su dedo a la vez que se acercaba a ella a pasos lentos — yo que tú cuidaba mi espalda, — repitió la misma amenaza que ella — porque cada uno de tus comentarios se va acumulando y yo no perdono ni olvido, — detuvo su paso cuando la zombie chocó su espalda con un pilar — y mucho menos dejo que alguien tan insignificante como tú me hable así.

— ¡Yo te hablo-!

— ¡Que no se te olvide que no somos iguales! — La interrumpió — Y que yo se esperar... y ya vendrá la mía.

Sonrío malvada y con superioridad antes de irse y chocar con fuerza su hombro con el de Eliza dejándola con la palabra en la boca. Cuando casi al momento una figura se hizo ver detrás del pilar donde había chocado antes.

— Oí todo.

La zombie abríos sus ojos asustada.

— Y-Yo...

— Vamos a darle su merecido a esa perra. — Eliza suspiro aliviada y chocó los cinco con Bree.

En tanto, Nicolette regresaba al montón de zombies que seguían bailando ya de mejor humor al decirle lo que se merecía a esa chica.

— You're in Zombieland (what)
I'm in Zombieland (what)
We're in Zombieland e colocó a lado de Zed continuando con la sintonía regalándole una sonrisa relajada.
Watch me do it like bamm



La pelinegra regulaba su respiración mientras veía directamente un reflector verde a lo lejos.

Welcome to Zombieland! — Señaló a su alrededor a lo cual ella sonrió.

Todo iba de maravilla.

— Gracias, Zed... — Cambio su semblante al notar como una peliblanca se acercaba a ellos. Carraspeo— ¿Y los demás? — preguntó.

Addison sonrío socarrona y más relajada. Definitivamente Bree exageraba con el asunto de Nicolette y Zed.

Wyatt, esta por allá. — Señaló un lugar entre la multitud cerca de la barra.

La peliblanca se acercó a su novio dándole un abrazo que correspondió algo seco extrañándola un poco. En tanto, la vampira camino hacia el lugar buscando al hombre lobo, tendrían su cita a cómo diera lugar.

Las luces se apagaron dejando solo las de colores y una neón complicando su vista, para una persona normal sería imposible encontrar a alguien con dicho ambiente además de adolescentes bailando y empujándose unos a los otros pero gracias a sus dones no se le complicaba mucho, aún así no logro visualizarlo cerca.

Bufo rindiéndose e igual comenzando a relajarse pero sus pensamientos se lo impidieron.

Definitivamente aquella mañana verificó que volvió a despertar el interés en Wyatt, algo menos de que preocuparse, luego estaba Vlad, la extraña cercanía que tenía con ella estaba comenzando a preocuparla, pues, no olvidaba que era casado — independientemente de cómo sea su relación con Morrigan —, temía qué tal vez él estuviera viendo cosas donde no las había, esperaba estar volviéndose loca.

Suspiro viendo otro de sus problemas a lo lejos.

No era ciega, ni tonta, vaya y aunque cumpliera con esas características, el olor a feromonas atrayentes — por así decir — escapaba de él aveces sin control. Ella solo estaba coqueteando un poco, no estaba en sus planes que se saliera de control, pero, viendo el lado positivo, ya tenía a los zombies de su lado y así era más fácil volverlos contra los hombres lobo.

Que al recordarlo sintió cierta incomodidad en su pecho. Odiaba a los hombres lobo, quería exterminarlos. Pero no quería hacerlo con Wyatt.

Bufó frustrada tallando su rostro queriendo olvidar todo por unos minutos.

Era su noche, el plan podía esperar.

Cerró sus ojos haciéndose una coleta alta iniciando a mover sus caderas al ritmo de la canción que retumbaba en sus oídos. Feel this Moment de Christian Aguilera.

Inició a bailar acostumbrándose más a ritmo junto con el intervalo de luces. La letra de la canción hacía efecto en su ser sintiéndose libre, viva. Más aquello logró hacerla viajar al pasado.


FLASHBACK

Estaba hecha un manojo de nervios, sin duda. No entendía como Elio lucía tan calmado y sereno cuando estaba segura de que estaba igual que ella, era un buen gobernante que solamente quería que su pueblo se sintiera seguro.

El pase de titulo fue largo y aburrido para muchos aunque para los protagonistas del evento fue algo tedioso, incluso hubo más de una vez que estuvo por vomitar, pero estaba hecho, ahora eran duques oficiales.

La fiesta de celebración inmediatamente dio inicio. Algunos bailaban sinfonías mientras otros hurgaban en la gran mesa de bocadillos y los más pretensiosos e importantes se acercaban a la pareja a felicitarlos por su gran logró. Muchos muchos creían que el nuevo Duque sería el primo de Elio, pero lastimosamente este aún no encontraba esposa.

Que si bien, Iris se extrañó de no verlo en la ceremonia; eran buenos amigos y también uno de los familiares más cercanos a Elio, más no fue hasta que sus padres se disculparon por su ausencia ya que tuvo que atender varios asuntos en la gran armada de escocía, pues según contaron ahora era general. Aquella noticia alegró a la pareja y prometieron enviarle una carta de felicitación.

Los nuevos duques que Escocía aceptaban las felicitaciones con furor y sonrientes ante todos hasta que la Princesa de Francia apareció. La rubia que lucía como una muñeca de porcelana se lanzó a los brazos de Elio igual que una garrapata ignorando a Iris como si fuera un florero más en la sala.

La pelinegra solo pudo apretar sus dientes con molestia y dirigir su vista hacia otro lugar. Nunca le agrado la heredera, se notaba a kilómetros su interés por su esposo pero él siempre insistía en que solo era cariño fraternal al ser amigos de la infancia.

Después de largos segundos regresó su vista y ahogó un bufido al ver que aún no se separó del castaño. Entonces carraspeo.

— Ah... — la ojiazul fingió sorpresa — Iris, no te vi. Felicidades a ti también. — dijo con poca importancia para después volver a sonreírle a Elio.

FIN DEL FLASHBACK

Los minutos u horas — ya no tenía idea — las paso volando al igual que los recuerdos mientras más canciones y ritmos pasaban, varios se acercaban a bailar con ella pero al aburrirse volvía a danzar sola o solo se giraba para cambiar de pareja mientras la puntazos en el pecho lo la dejaba tranquila.

Lo extrañaba y añoraba tanto.




FLASHBACK

Una pelinegra de rostro poco amistoso se paseaba por el gran salón lleno de invitados. Regina le insistió como una niña mimada de cinco años que se pusieran al corriente "como buenos amigos que eran".

Agh, la odiaba mucho.

No dudaba que un día fuera capaz de matarla para quedarse con él.

Bufo tomando de su vino cuando sintió unas manos en su cintura. Pero al ver de quien se trataba hizo una mueca y se alejó.

— ¿Qué ocurre? — preguntó con ojos de cachorrito.

— Ella, Regina es lo que ocurre. — volvió a tomar de la elegante copa a l vez que escuchaba la risa de su esposo haciéndola molestarse más.

— Es mi mejor amiga, amor. — dijo tranquilo.

— Mmhh, yo también lo era.

— No, no, no te compares. — Se puso frente a ella — Yo, desde que te vi por primera vez, supe que me casaría contigo.

El rostro de Iris se ablandó, solo el lograba hacer que su enojo se esfumara en medio segundo.

— Iris, me tienes tan enamorado desde el primer instante que... — busco las palabras correctas — Si es verdad lo que dices de ella, ni siquiera lo he notado porque tu eres lo único que veo y pienso las veinticuatro horas del día.

La pelinegra sonrío ahora sin una pizca de su anterior enojo.

— ¿Eres mío?

— Solo tuyo, y lo seré siempre, en esta y la vida que sea.

La de labios rojos le tendió su mano y el la acepto gustoso sellando el trato.

— Es una promesa.


FIN DEL FLASHBACK

De pronto se sintió sedienta. Necesitaba algo, una mordida, sólo una.

Sus ojos se volvieron rojos y brillaban gracias a la luz negra, buscando una presa. Su enojo y tristeza la controlaban ahora.

— Hey, lindos pupilentes. — Aludió una chica zombie y luego se perdió entre la gente.

La pelinegra lo dejo pasar y siguió en lo suyo. Vio a un chico aserrarse a los baños y al ver el lugar poco concurrido sonrió, era la oportunidad perfecta.

Lo descubrió lavándose las manos cuando en un movimiento brusco lo tomó del cuello y lo giró para tenerlo de frente. Él estaba por reclamar pero al verla se sintió hipnotizado y dejó de poner resistencia. Nicolette en su juego de caza lo besó de manera violenta introduciéndolo a uno de los cubículos mientras sus uñas crecían y se las enterraba en sus mejillas, entonces sus colmillos crecieron pero primero decidió dar besos lentos y calientes en el cuello de su víctima, del cual, pudo escuchar pequeños gemidos que se intensificaron cuando usó su lengua.

— ¿Quién eres? — hablo entre suspiros.

Nicolette se separo dejando más a la vista sus fuertes ojos rojos con la pupila dilatada al doble de un humano normal además de lucir más pálida y de tener venas alrededor.

— Alguien con quien hubieras querido no encontrarte...

Sin mas rodeos, expandió su mandíbula hasta extremos inimaginables mostrando sus afilados dientes junto con un gruñido aterrador donde finalmente lo clavó en el cuello del joven matándolo al instante.

Pero de inmediato se alejó asqueada mientras sangre negra y espesa escurría de su boca y del cuerpo inerte. Gracias al sabor volvió a la normalidad y se dio cuenta de lo que hizo.

Acababa de matar a un zombie.

« Mierda, mierda, mierda »

Corrió nuevamente a los lavabos y se limpió el rostro borrando cada rastro de sangre muerta.

Ahora entendía porque Vlad prohibió cazar. Sin importar cuánto autocontrol tengas, no podrás luchar contra tus instintos.

Iba a esperar más tiempo pero lo arruinó. Ahora los zombies estarían en contra de los lobos antes de tiempo después de esto. La había cagado.

Se recompuso fingiendo normalidad y salió de ahí tratando de no lucir muy obvia y pasando desapercibida. Tenía que encontrar a Zed, le agradecería por invitarla pero ya se debía ir.

Lo ubico a unos cuantos metros hablando con Addison, carraspeo quitando cualquier nerviosismo de su cuerpo, ya había matado antes, esto no era nada del otro mundo. Estaba por acercarse cuando noto a cierta persona mirando a la pareja con molestia y apestando a celos.

La maldad y ganas de molestar pudieron con ella. Bueno, tenía tiempo para divertirse otro rato. Tomó una bebida de la barra y le dio un sorbo.

« Quien lo diría... »

Se acercó con una sonrisa socarrona y al estar a lado de la chica esta le dio una rápida mirada de forma seria y musitó un corto:

— Largo. — Nicolette se echo a reír.

— ¿Si que no me toleras, eh? — Chocó su vaso con el de la de la loba con burla mientras está siguió mirándola de mala forma — ¿Y qué estás mirando? — Se acomodó junto a ella fingiendo que no sabía la respuesta pero para ella y para Willa era muy obvio que si.

— A nadie. — respondió apagada y estaba por irse pero Nicolette la detuvo del brazo.

— Te gusta — afirmó — ¿No es así?

— No sabes nada. — Willa ni siquiera la miró pero se podía notar el enojo en su voz.

— Tienes razón — apretó más su agarre — ¿por qué no me cuentas, hermana? — preguntó lo último en tono de burla obligando a la morena a volver a tomar asiento.

— No es lo que crees, — quiso aclarar la situación inútilmente, temía que mostrarse débil justo ante la peor persona de todo Seabrooke — yo ya tengo mi mate.

Nicolette frunció el ceño ante dicha palabra, algo había leído en uno de los antiguos escritos de Vlad pero no se tenía mucha información sobre ello.

— ¿Mate? ¿Qué es eso? — Se cruzó de brazos recargándose en la pequeña mesa.

Willa rodó los ojos.

— Es un compañero destinado para los lobos, escogido por la luna y serán nuestras parejas por el resto de nuestras vidas.

Nicolette hizo una mueca de desagrado.

— Ay no, que feo. — Ante lo dicho Willa la miró ofendida.

— ¡Es una tradición hermosa y con miles de años de respaldo!

— Si no puedes escoger a tu pareja, ¿qué sentido tiene? — dijo pensativa sin esperar una respuesta — Ni siquiera se dan la oportunidad de conocerse para saber si se gustan en serio.

— No todos los casos son como crees... — hablo suave dándole una mirada intensa creando duda en en ella — En fin, — suspiro no queriendo desviarse del tema y por error confesarle sobre Wyatt —  al encontrar a nuestros mates tendemos a morderlos para así marcarlos y que los demás lobos sepan que son nuestros.

Nicolette achino los ojos.

— Identificación de ganado, interesante. — Volvió a burlarse dándole un trago a su bebida y Willa bufó otra vez.

— No lo entenderías, eres una humana y nosotros los encontramos con el simple olfato.— La morena imitó el acto de la pelinegra a la vez que pensaba que la luna estuvo desquiciada cuando escogió a la compañera de su hermano.

— Entonces explícame. — Insistió.

Presentía que algo jugoso y que podría ser usado en su contra saldría de esa conversación.

— Nuestras parejas son lo más importante para nosotros, si algo les llegará a pasar... — hablo con seriedad — Sería nuestra perdición.

Abrió los ojos sorprendida.

« ¡Bingo! »

Aunque su felicidad duró pocos segundos pues de inmediato una incertidumbre la asalto.

— Espera. — dijo de repente con un tono asustadizo — Si ya tienen una pareja designada por la luna... — Exageró sus movimientos en modo de burla haciendo que Willa ruede los ojos — ¿por qué a Wyatt le gusto?

Willa al escuchar el razonamiento de la pelinegra quiso reír ahora burlándose de ella pero reprimió sus impulsos y mantuvo su rostro serio.

— Adiós Nicolette.

Y sin más que decir se puso de pie teniendo como propósito perderse entre el gentío.

La vampira quedó estática en su lugar con una idea que no la dejaría dormir por mucho tiempo. Y sin importarle si alguien la veía — aunque lo dudaba pues muchos estaban bailando en sus asuntos — se acercó a gran velocidad hacia la alfa, la cual, al sentir nuevamente su presencia giró con una sonrisa presumida.

Nicolette no pudo articular palabra alguna pero sus ojos decían todo, le expresaron el miedo y duda que tenía. Inhalo ansiosa para preguntar lo que tanto temía pero antes de hacerlo se arrepintió y prefirió callar. No quería saber la respuesta.

— ¿Quién es tu mate?

— Alguien que perdió su olfato en un accidente hace doscientos cuarenta y seis años, poco antes de conocernos.

Hizo una mueca.

— Lo lamento. — Willa sólo se encogió de hombros.

— Me da más tiempo para asimilar las cosas.

Como último, le dio una última mirada a Addison y Zed hasta finalmente alejarse de la vampira.

« No puede ser, no puede ser, no puede ser... » pensó frenéticamente yendo a un lugar más tranquilo terminando así en un salón repleto de luces pero ni caso les hizo.

Se jalo el cabello nerviosa.

« ¿Será que...? No, no, no, sólo era una broma de Willa para fastidiarla »

Aquello la tranquilizó pero nuevamente la incertidumbre la invadió y comenzó a morder sus uñas.

« ¿Y si sí es real? ¿Y si Vlad se entera? »

Ante lo ultimo cientos de escenas de Vlad asesinando a Wyatt a sangre fría llenaron su mente aterrorizandola a tal punto en que cerró sus ojos.

No quería que Wyatt muriera, pero ¿¡por qué no quería que muriera!? Solo es un pulgoso mas.

Seguiría dando vueltas igual que una lunática de no ser porque alguien interrumpió su crisis existencial rodeando su cintura dándole un cálido abrazo.

Abrió los ojos asustada mirando al responsable.

— Ay... lo lamento. — dijo en un tono bajo e infantil — Creí que eras Addison. Que bonita eres.

— Descuida y gracias— Hablo extrañada por verla en ese lugar — ¿Tu quién-?

— ¡Zoey! — un grito a sus espaldas la interrumpió — ¿Qué haces aquí?

— Quise ver la fiesta zombie. — Se excusó de forma simple ganándose una mala mirada por parte de Zed.

— Ya lo hablamos, — el mayor renegó — eres muy pequeña para esto. Ve a casa, Eliza te llevará.

La pequeña niña hizo un puchero pero sin replicar se alejó por lo que parecía una puerta trasera seguramente en busca de la chica zombie.

— Adiós bonita.

Nicolette se despidió aún sacada de órbita por lo ocurrido cuando nuevamente Zed la llamo.

— Lo siento, es mi hermana.

Ella hizo un intento de sonrisa. El asunto de Wyatt no la dejaba tranquila.

— No pasa nada.

— ¿Qué haces aquí? — preguntó tomando asiento en la tarima que detenía todas la luces del lugar.

— Me sofoque, necesitaba un poco de aire.

— Oh ¿quieres salir o-?

— No, así estoy bien, gracias. — Dijo ausente extrañando al chico.

— ¿Estas bien?

Nicolette suspiro.

Si era cierto, todo se complicaba de la peor manera. Pero no podía ser verdad, nunca fue creyente del destino y esa basura, sólo era una coincidencia, una gran coincidencia que ella lo eligiera para el plan y que su hermano fuera Johan, no había nada de especial.

— Por la mañana... — comenzó — Preguntaste porqué escogí a Wyatt. — él asintió — ¿Tu por qué escogiste a Addison? — Le dio una rápida mirada — ¿No cuenta como pedofilia? — Terminó con un poco de humor, el ambiente se había vuelto algo tenso pero no podía dejar de estar seria en el tema.

— Ay por favor, tengo diecisiete.

— Físicamente. — aclaró — Desde hace cincuenta años.

Zed bajo la mirada incomodo, nunca había hablado del tema con alguien externo a la realidad zombie, ni siquiera con Addison, pero siempre había una primera vez.

Suspiro rendido.

— La escogí porqué me acepto desde el primer momento ¿sabes? — Ahora Nicolette de sentó junto a él — Había millones de chismes sobre los zombies y en cambio ella vio a Zed, no el zombie Zed, solo a mi.

Dejo a la pelinegra pensativa. Extrañaba a Elio, en cierto sentido le recordaba a Zed, eran igual de ingenuos y veían lo bueno de los demás, aparte de ser muy cursis.

— ¿No haz pensado que pueda ocurrir cuando ella tenga setenta y tú sigas luciendo como un chico de diecisiete? — pregunto interesada.

Al recordar a Elio inmediatamente el asunto de Wyatt paso a segundo plano y bueno, al hablar con un igual — sentimentalmente hablando — tal vez tendría la respuesta sobre su duelo con su primer y único amor.

Ni después de trescientos años estaba lista para vivir y dejar morir.

— No realmente... — suspira — Pero me gusta ese... — gruñe al no encontrar las palabras — Me hace sentir más humano, los años pasan y aún no puedo aceptar que seré un muerto viviente de diecisiete años con antojo por cerebros por siempre. Ella me distrae de esa realidad, no lo he pensado ni quiero hacerlo.

Nicolette lo miro profundamente por largos segundos.

— Te entiendo... — susurró tristemente Iris.

Pero Zed, en cambio la observo extrañado.

— ¿Qué dijiste?

— Que te entiendo, debe ser difícil. — arregló su metida de pata.

Zed estuvo por responderle cuando un carraspeo los interrumpió.

« No, ¿por que ahora? »

El lobo miró serio a Zed pero cuando su vista cambió a Nicolette sonrío.

— Hey... te estuve buscando... — aviso nervioso.

Tenía que soportarlo, debía continuar con el espectáculo. A la mierda.

— Si, yo, mmm también, toda la noche, de hecho. — rió sin una pizca de gracia — No te vi por un buen rato.

— Yo salgo sobrando aquí. — susurró evidentemente molesto. — Adiós. — se despidió rápido sin mirar a ninguno de los dos dejándolos solos.

De un momento a otro en lugar donde antes estuvo Zed ahora era ocupado por Wyatt.

— ¿Qué tal?

— Todo bien.

Miraron hacia otro lugar incomodos cuando un bufido por parte del hombre lobo. Si quería conquistarla debía ser más valiente.

— ¿Quieres salir conmigo? — pregunto rápido.

Nicolette rió ante la forma de cómo lanzó "la gran bomba".

— Me encantaría, Wyatt. — Se acomodó mejor en su lugar comenzando a relajarse, era como una droga o un fuerte calmante — ¿Qué tienes en mente?

El chico recordó el consejo de Addison.

— ¿El cine te parece bien?

La pelinegra hizo una mueca.

— No me gusta el cine.

Hizo memoria de la vez que fue a ver una película con Bucky y sus sentidos se estropearon por una semana, sus oídos quedaron con un chillido demasiado agudo y sus ojos quedaron irritados.

El lobo quiso vomitar, no tenía ideas.

— ¿Sabes? Tengo una fiesta, bueno mi hermana, mañana. ¿Quieres acompañarme?

— Me encantaría, Nicolette.

— Es una cita.

Ella extendió su mano y el la tomó cerrando el "trato" pero antes de separarse el chico dejó un beso en sus nudillos llevando una corriente eléctrica por todo su brazo y explotando un zoológico entero en su estómago.

Espantada alejó su mano con un temblor. Carraspeo.

— Y la fiesta, bueno, es una cena-fiesta, es de etiqueta ¿no hay problema?

El de mechón blanco frunció los labios.

— Creo que puedo conseguir uno. — dijo pensativo — El único que tenía lo use en el baile y lo arruiné con mi transformación. — Rascó su nunca avergonzado pero ella en cambio pareció más interesada en el tema.

Nunca había visto un hombre lobo convertido, solo por dibujos y retratos antiguos de Vlad, además por relatos de este, pero vio tantos que no sabía si eran distintos tipos o razas o había alguna otra explicación.

— ¿Entonces si eres como Jacob Black? ¿O más como Scott Howard...?

Wyatt frunció el ceño al no reconocer a ninguno de esos chicos.

— ¿Quienes son ellos? — preguntó ladeando su cabeza.

— ¿¡Qué!? — preguntó asombrada — ¡Son los hombres lobos más icónicos del cine!

— Pensé que no te gustaba el cine...

Ella ignoró ese comentario.

— ¿Viviste en una cueva toda tu vida o algo así? — preguntó de forma sarcástica pero se sorprendió al ver cómo este asentía como si fuera algo normal. — Oh, en ese caso... — pensó — Te prometo enseñarte sobre cultura pop. — dijo divertida sin saber si algún día podría cumplirlo — De seguro tampoco conoces a l mejor cantante de la historia: Alice Cooper.

El chico quedó mudo y pensativo. Le sonaba aquel nombre.

— ¡Ah, si! — dijo emocionado de por fin coincidir en algo con la pelinegra — Vi uno de sus posters en los setenta cuando Willa me envió al pueblo a investigar porque pusieron una reja para dividir la reserva del bosque prohibido. — No sabía mucho pero era algo, igual Nicolette lo escuchaba con atención — Si que era una señora muy fea.

Nicolette estalló en carcajadas. No era el único que confundía a la grande estrella de rock con una mujer debido a su icónico estilo.

— Él, Wyatt, es un él. — corrigió divertida creando que al lobo se le tiñeran las mejillas de rosado.

— Ya lo sabía... — Ella volvió a reír.

De repente noto lo feliz y a gusto que se encontraba en ese instante, y por un momento no se sintió Nicolette, Wyatt lograba desenterrar a Iris. Mucho más moderna, claro.

Sacudió su cabeza alejando aquellos pensamientos.

— Volviendo al tema de tu transformación... — dijo interesada — ¿Cómo es?

En ese instante cruzó sus piernas en forma de indio luciendo como una niña pequeña, cosa que le resultó adorable a Wyatt.

— Pues, en realidad tenemos tres. — Frunció el entrecejo conmocionada — En la primera seguimos en nuestra forma humana pero nuestras orejas crecen, al igual que un poco de pelo y los colmillos, ¡Ah! Y las garras — La pelinegra asentía atenta — En la segunda podría decirse que lucimos más como un lobo pero aún con complexión de hombre pues aún podemos ir a dos patas. — Abrió la boca sorprendida — Y en la tercera somos lobos "comunes" completamente, solo más grandes que los normales.

— Wow. — La dejó sin aliento — Debe ser asombroso.

No supo de donde salió lo último y se sintió sucia, como una vil traidora.

— Al principio dolía pero te vas acostumbrando. — se encogió de hombros.

— Interesante... Y por lo que dijiste antes supongo que tienes... ¿cien años?

— Doscientos cincuenta y ocho, de hecho. — Ella lo miró pasmada, igual era años mayor que él.

El chico al ver su reacción se preocupó.

» — ¿Te incomoda?

— ¿Eh? — salió de su mente — No, no, no, solo me sorprendí un poco...

Ambos se sonrieron, todo parecía salir bien, demasiado, y eso daba miedo.

» — Y... ¿qué tal los cincuenta? — preguntó con un brillo en sus ojos, de las mejores décadas de su inmoralidad — Siento que son de las mejores épocas.

— No salíamos mucho del bosque, pero una vez...

Siguieron hablando sin tomar en cuenta el tiempo, compartiendo recuerdos y anécdotas. Claro que él las contaba en primera persona mientras que ella fingía que eran relatos que alguna abuela lejana le contó.

Hubiera querido compartir aquellas historias como suyas pero no debía ser.

De pronto un grito aterrador logró sobrepasar la música y logró ponerle los pelos de punta a cualquiera.

Nicolette antes de poder reaccionar sintió como el hombre lobo a su lado la tomaba rápidamente del brazo acercándola a su cuerpo para protegerla. Lo observo de reojo con un cosquilleo recorriendo sus costillas mientras que él seguía al pendiente de cualquier peligro.

Si tan solo supiera que el único peligro del que debían tener estaba entre sus brazos.

— ¡Hay un cuerpo!

Por un momento todo fue silencio pero fue opacado por gritos y bullicios de las personas alteradas que ahora corrían de un lado a otro.

El chico preocupado acercó más a Nicolette pasando uno de sus brazos por sus hombros en un intento de reconfortarla, debía estar atemorizada pero tampoco quería invadirla tan de repente.

La pelinegra sintió el aroma a coco inundar violentamente sus fosas nasales junto con el olor de preocupación y... amor, emanando de él.

Recordó rápidamente todo lo que ocurría cuando estaba cerca de él. Esa fuerza extraña que la llamaba y la atraía además de entrar en un trance hipnotizándola haciéndola sentir más ligera y feliz, casi como si viera los colores más brillantes y recuperará su humanidad.

Estaba en problemas.

De repente otro grito los aturdió.

— ¡Mataron a Zander, los lobos mataron a un zombie!

Sintió como el agarre de Wyatt se tensaba y ella lo miró a los ojos con arrepentimiento y tristeza.

« Perdón » quiso decir.

Pero no pudo.

Sonrío con pena y finalmente lo abrazo notando como el moreno se relajaba ante su tacto.















Les dejo este humilde meme


Y si alguien sigue sin entender lo de las transformaciones se los dejó así:
Primera: Scott McCall
Segunda: Van Helsing
Tercera: Jacob Black




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2908200326081991

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